The Purge

“One night a year, all crime is legal”

Me gustaría pensar de otra manera, pero lo cierto es que los seres humanos, tendemos a ser unas criaturas despreciables, que hacemos todo lo posible por actuar en nuestro beneficio propio, sin pararnos a pensar en cómo podría afectar eso a otras personas.
Eso da pie a que las leyes que deberían organizar nuestra existencia, son vistas como escollos a sortear siempre que sea posible, y en una desconfianza natural hacia prácticamente cualquier persona que no conozcamos ya de antemano.
Me consta que hay no pocas excepciones, pero si hubiese que elegir un color para calificar a la humanidad como ente, ése sería un gris muy oscuro, apenas distinguible del negro de toda la vida.
Se define como “purga política”, el aislamiento social de un grupo de personas de ideología contraria al régimen.
Las purgas, han sido un instrumento de poder político, desde que se escribe la historia.
Existen ejemplos en El Período Republicano de La Antigua Roma, aunque el término en inglés “Purge”, aparece por vez primera en 1648, durante La Guerra Civil Inglesa.
Durante La Revolución Francesa, cada facción revolucionaria, purgó a los partidarios de las demás.
La más famosa purga, fue la que conoce como El Terror de Robespierre, que acabó con el propio Robespierre, como víctima de las purgas.
Tras la caída de Napoleón, todos aquellos asociados a la actividad revolucionaria, fueron purgados.
En tiempos más recientes, las purgas se suelen asociar con los regímenes estalinista, de Mao, del Jemeres Rojos, y en El Occidente, con El Macartismo estadounidense, y otras actividades contrarrevolucionarias de Servicios Secretos de Estado.
Los purgados, entre los que se encontraban artistas, científicos, profesores, militares, y también comunistas, que se atrevieron a disentir con la dirección de sus Gobiernos, eran denegados de sus puestos de trabajo para el estado, o su práctica privada, y hasta procesados y enviados a campos de trabajos forzados, o ejecutados.
La más destacada purga fue La Gran Purga iniciada por Stalin, en la década de 1930.
El comunista chino, Deng Xiaoping, acabó en el poder, tras sobrevivir a varias purgas.
Los Nazis, también realizaron purgas notables, en especial La Noche de Los Cuchillos Largos en 1934, y las represalias en masa, contra los adversarios de Adolf Hitler, tras el fracaso del complot de julio de 1944.
Las dictaduras latinoamericanas, la griega, y las ibéricas, de Primo de Rivera a Franco y Salazar, Pinochet, y las dictaduras argentinas, también hicieron uso extenso de las purgas durante el siglo XX.
El cine, ha aprovechado en infinidad de ocasiones para incidir en esa especie de odio ancestral entre nosotros, pero en la mayoría de ellas, se ha hecho para, dentro de la barbarie que se nos expone, transmitir un mensaje de esperanza.
Y es que la vida sería muy deprimente, si no existiese ese “rayo de luz” que nos hiciera tener fe en “un mañana mejor”
Estados Unidos, ha erradicado los índices de violencia de manera exorbitante…
Los habitantes del país con “El Sueño Americano” ya viven en un país “seguro”
Todo parece ser una fantasía perfecta, hasta que se revela el método:
Si en una noche, cada año, pudieras cometer cualquier crimen, sin hacer frente a las consecuencias:
¿Qué harías?
¿Te quedarías en casa aterrorizado en un rincón, rezando por tu alma para que nadie se le ocurra llamar a tu puerta, o por el contrario, saldrías a “divertirte”?
“Just give us the homeless pig you fuck...”
The Purge es una película de acción y terror, del año 2013, escrita y dirigida por James DeMonaco.
Protagonizada por Ethan Hawke, Lena Headey, Max Burkholder, Adelaide Kane, Rhys Wakefield, Edwin Hodge, Tony Oller, Tom Yi, Tyler Jaye, Alicia Vela-Bailey, John Weselcouch, entre otros.
Blumhouse Productions, es una compañía independiente, que produce películas de bajo presupuesto.
Entre sus éxitos más conocidos, están la saga “Paranormal Activity” o “Sinister”
Todas tienen en común, que son cintas realmente baratas, pues sus presupuestos nunca superan los $4/5 millones, y son realmente rentables.
La idea de The Purge, estuvo inspirada en el proyecto parlamentario del Senador Republicano, Leonard Radnner, quien proponía establecer un día en especial, para realizar “la expiación de los inmigrantes ilegales”
Dicho proyecto legislativo descabellado por donde se mire, no tuvo el quorum suficiente, para ser tratado en el recinto.
De nuevo, el planteamiento es similar a otras producciones marca de la casa:
Poco presupuesto, una idea sencilla pero llamativa, apenas un solo escenario, y un reparto corto, encabezado por actores conocidos, pero no “estrellas de cines”
A pesar de variadas críticas, The Purge recaudó $89.328.627 durante su carrera, superando con creces su presupuesto de $3 millones.
Es el año 2022.
En una futura sociedad distópica, el régimen político, llamado “Nueva Fundación de Los Padres de América”, ha implantado una medida catárquica, ante la violencia campante, y las cárceles saturadas:
“La Purga Anual”, según la cual, una noche al año, se puede cometer cualquier clase de crimen, incluso el asesinato, sin tener que responder ante la justicia.
La violencia se desata durante esas 12 horas, y los individuos se desfogan, imperando la calma el resto del año.
Horas antes de que comience “La Purga Anual”, el vendedor de sistemas de seguridad, James Sandin (Ethan Hawke), regresa a su casa, en un lujoso suburbio de Los Angeles, junto a su esposa Mary (Lena Headey) y sus 2 hijos:
Zoe (Adelaide Kane) y Charlie (Max Burkholder)
James se dedica a vender sistemas de seguridad, con La Purga, es un negocio redondo entre la gente pudiente.
Los Sandin, viven en un buen barrio, en una casa grande... aparentemente son la perfecta familia estadounidense de clase alta.
Hasta que la noche de La Purga, un sujeto de raza negra (Edwin Hodge), se cuela en su casa, y unos extraños aparecen reclamándolo.
“You just gave our son a gun.
You wanna tell me what the hell we're doing?”
En The Purge, todos los demás movimientos políticos, han sido cerrados por el gobierno, y el control está bajo un estricto régimen totalitario.
Sin embargo, la tasa de desempleo y la delincuencia, se ha reducido a sólo el 4%, y la economía es la más alta de todos los tiempos.
Después de la enmienda constitucional N°28, ratificada en 2017, “La Purga Anual” fue creada.
La Purga, es un evento que ocurre cada año, a partir de las 7:00 PM, del 21 de Marzo, hasta las 7:00 AM, del 22 de Marzo.
Durante ese tiempo, todo crimen conocido es legal, y todos los servicios:
Policía, bomberos, y hospitales, están cerrados.
Se dice que “actúa como una catarsis para los ciudadanos”, pero en realidad, se utiliza como método de control de la población artificial, en el que las personas más pobres, y sin hogar, son los objetivos principales.
La Purga, sin embargo, sólo tiene 2 reglas:
La primera es que durante ésta, los funcionarios del gobierno de “rango 10” o “superior”, deben permanecer ilesos.
La segunda, es que el uso de las armas por encima de “Clase 4”, por ejemplo, armas de destrucción masiva están prohibidas, lo que significa que los dispositivos destructivos y materiales explosivos están excluidos de La Purga.
Cualquier persona que no siga las reglas de La Purga, será ejecutada.
Durante La Purga, las personas compran artículos necesarios, o se atrincheran en sus casas.
Los edificios grandes son, generalmente, supervisados por el propietario, quien cierra el edificio, las entradas, y las salidas.
Las casas residenciales de clase alta, y los distritos financieros, están por lo general, a salvo de los alborotos violentos.
La Purga controla el crimen, mediante el crimen; y controla el paro mediante el sacrificio de los más indefensos.
Paradójicamente, mientras en las calles reina el terror, los más acomodados celebran La Purga, encerrados en sus domicilios, como si se tratase de una fiesta religiosa que reúne a las familias...
A James DeMonaco, director y guionista, lo que le interesa es desnudar la doble moral de toda persona, y cómo ésta se traduce en reacciones que puedan incomodar al espectador.
Es por ello que, su principal aportación, a través de la puesta en escena, es la búsqueda ocasional de un mayor verismo visual, que nos lleve a hacer nuestro, el sufrimiento de los protagonistas, y lo cierto es que durante, más o menos, la primera hora de metraje, triunfa en su objetivo.
Esencial para ello resulta, que incida en las dudas morales, sobre la posibilidad de librarse, si únicamente entregan un vagabundo a la horda de psicópatas que espera en el patio de su casa.
Una decisión tan aparentemente sencilla, como difícil con la que vivir, si uno conserva alguna humanidad.
DeMonaco enfrentará así, a los miembros de la familia entre sí mismo, y a cada uno de ellos, con la evitada responsabilidad para con la macabra celebración.
DeMonaco, inteligentemente combina la tensión, con el planteamiento moral, y nos permite compartir con los personajes, una reflexión sobre nuestras decisiones, y el impacto que tienen.
No se trata de una obra al estilo “la familia que mata unida, permanece unida”
No hay cuestionamiento de la autoridad, sino cuestionamiento de las propias actitudes.
Antes del amanecer, deberán no sólo sobrevivir, sino asumir su responsabilidad.
DeMonaco sabe jugar bastante bien con la idea de que, en el interior de todos nosotros, habita un asesino esperando a encontrar un motivo para actuar, algo que puede pasar desde la defensa propia, o de un ser querido, hasta la mera diversión por saber que no va a tener consecuencia alguna.
Dicha dualidad, está presentada por la familia protagonista, y la especie de “ángeles de la muerte”, que llaman al timbre de su puerta, para que únicamente les dejen hacer lo que creen no ya justo, sino necesario.
Este contraste es lo que añade riqueza a The Purge, pero también su principal limitación, cuando todo se reconduce hacia un “matar” más o menos ingenioso, con algunos giros de guión tan convenientes para lo que se quiere transmitir como discutibles en su verosimilitud.
The Purge no desarrolla su única buena idea, más bien, tropieza con ella en la oscuridad durante 85 minutos, estrellándose ruidosamente contra los muebles:
Imagínense que dentro de algo más de 7 años, haya un gobierno que apruebe una ley, por la que cual, durante 12 horas, se permite cometer cualquier delito con total impunidad.
E imagínense también, que dicha ley funciona tan bien, como para que parezca que, por arte de magia, se hayan resuelto la mayor parte de los problemas de una sociedad que, renacida cual “Ave Fénix”, ahora vive en paz, durante 364 días y medio al año.
Repito, de aquí a poco más de 7 años, durante los cuales, además, han tenido lugar los acontecimientos que han causado que un país civilizado, deba recurrir a tan drástica medida.
Puede ser nuestro país, o puede ser cualquier otro.
Da lo mismo que haya o no una National Rifle Association (NRA)
Lo que es seguro es que, sin duda, se les ocurrirán muchas preguntas en torno a esta hipotética situación, que admite tantas posibilidades, tantas como los responsables de “La Purga”, se han molestado en ignorar para, sencillamente, limitarse a lo básico e indispensable para poder vender esta hueca campaña de “marketing”, sirvan de ejemplo “las máscaras” que llevan los asaltantes, sólo para pagar menos a los actores que las llevan...
Aparte de la absoluta, desganada, y letal falta de credibilidad con la que se desarrolla su premisa, utilizada sólo para que la policía no haga acto de presencia.
El hijo de la familia Sandin, comprende que en el fondo, “La Purga” está mal y, a pesar de sus dudas y sus miedos, abre la puerta al fugitivo, ya que no puede permanecer impasible ante sus ruegos.
Cuando finalmente le atrapan los padres, se dan cuenta de que ellos no son así, que no podrían vivir con ello, y por tanto, deciden proteger su casa de los asaltantes, en vez de entregarle al fugitivo.
Viendo la posibilidad de ajustar cuentas, e incitados por la envidia que sienten hacia ellos, los vecinos irrumpen en la casa…
Al final, pudiendo tomarse la venganza por su propia mano, la madre decide perdonarles, harta de ver derramada inútilmente tanta sangre, puesto que ella nunca creyó en “La Purga”, la cual le ha costado muy cara:
Su marido ha muerto, y sus hijos y ella, han estado a punto de morir.
No quiere más violencia.
Y el fugitivo sabe que, a pesar de todo lo sucedido, de no ser por ellos, él estaría muerto, y les devuelve el favor.
Los malos, se nos presentan como seres desequilibrados, capaces de matar a un compañero de correrías por nada, y capaces de no aceptar la paz que se les ofrece, como el caso de la vecina, al final.
Son verdaderos dementes, que tienen carta blanca para liberar sus instintos, una vez al año, porque:
¿Qué clase de persona, es la que saldría de caza en una noche así?
Sin duda son el producto de una sociedad enferma.
The Purge, intenta utilizar esa fórmula, para hacer una película de suspenso inteligente, pero en última instancia, sólo termina hundiéndose en adormecer la violencia, y clichés cansados.
De hecho, el principal problema es que The Purge va todo el tiempo por lo fácil y seguro; no toma ni un riesgo, no hay nada interesante, o fuera de lo común, todo lo que piensas que sucederá, sucede, todo es tremendamente obvio, y no hay sorpresas de ningún tipo, desde la familia de Ethan Hawke, compuesta de un cliché tras otro:
La esposa florero, el hijo menor raro, y la hija adolescente rebelde, puesta únicamente como reclamo visual; los villanos caricaturescos, punto muy lamentable este; y un mensaje pretendidamente social, que The Purge remarca de forma brutal, machacándolo constantemente.
Es bastante cansino, por ejemplo, cómo en la primera media hora, repiten una y otra vez lo que es “La Purga”, como si el público no lo hubiese pillado desde el primer momento.
Porque tras unos créditos verazmente crudos, guerrilleros, e impactantes, que parecen reales, al ritmo del “Clair de Lune” de Claude Debussy, lo que vemos no es más que otro ejemplo de cine de acoso y derribo, versus defensas y apuntalamientos.
Las opciones escogidas por el cineasta, demuestran que tiene más voluntad que talento, reiterándose constantemente, la acumulación de soluciones “deux ex machina” termina por ser irritante, y olvidando su sugerente marco contextual, para convertir el “thriller”, en un disparate continuado sin fluidez narrativa, y escasa coherencia, incluso, dentro de la suspensión de credibilidad que aceptamos sin reservas desde su arranque.
Si 80 minutos se hacen pesados, poco hay que hacer…
Y es que pocas veces, una propuesta tan sugerente, ha sido tan desaprovechada, con unos personajes mal dibujados:
La presencia de Ethan Hawke, es vital para sostener la credibilidad de The Purge, ya que los desconocidos intérpretes que dan sus hijos, están a punto de cargársela en varios momentos, mientras que, por desgracia, Lena Headey queda en un segundo plano durante demasiado tiempo, apenas teniendo unos minutos de lucimiento, durante el último acto.
Por lo demás, sólo la siniestra expresividad facial, del también poco conocido, Rhys Wakefield, consigue transmitirnos algo, siendo esto parte esencial de una película que, en todo momento apela a nuestra implicación con lo que sucede, la cual sufre varios golpes, cuando nos damos cuenta de que estamos viendo a un actor con escaso talento, y no a una extensión nuestra, o de una amenaza que pueda cernirse también sobre nosotros.
Todos los integrantes de la familia, fueron unos inútiles:
El niño, estuvo solamente para condenar a su familia, una y otra vez, es para matarlo.
Su comportamiento es absurdo; pues ya es lo suficientemente mayorcito, como para saber lo que puede suponer, cobijar en su casa, a alguien perseguido por un grupo de locos, deseosos de sangre, pero le da igual, es un gran samaritano hasta el final, ayudando al negro a esconderse, incluso cuando la familia está bajo amenaza.
La hija, no se queda atrás:
El novio se cuela en la casa para “hablar” con su padre, porque él no le deja salir con ella…
¿En ningún momento se le ocurre a la niña, que el novio podría querer matar a su padre?
¿Se había olvidado que noche era?
La chica estuvo sólo para perder la consciencia a mitad del film; y es para matarla y no llorar al final.
La esposa sólo recibió unas cosquillas…
El único que se movió, fue el padre, y acabó muerto por “chupasangre”
Sin embargo, de toda la fauna, el matrimonio protagonista sostiene, pero nada más…
El matrimonio, decide “cazar” al negro, luego recapacitan, y prefieren arriesgar sus vidas, y la de sus hijos, por alguien que ni conocen (¿?), y para ello se arman hasta las cejas para resistir al asalto... pero dejan al negro atado…
¿No les sería de ayuda?
No se les ocurrió…
¿Son cosas mías, o la casa es inmensa?
Porque desde fuera no lo parece tanto; pero en esta casa, te separas y cuesta Dios y ayuda encontrar a alguien.
Aunque estén pegando tiros con una escopeta, nadie de la familia viene a ayudar, porque está todo demasiado lejos y oscuro...
El pretexto de los vecinos, para entrar a la casa, es estúpido, y ridículo:
Tan estúpido, como el sistema de seguridad de la casa, que pudo ser desmantelado así tan fácil.
Solo con ver que, la noche más peligrosa del año, la familia se pone a cenar tan felizmente, como si apenas pasara nada, y 2 minutos antes del inicio de “La Purga”, el padre, muy avispado, diga:
“¡Pero mira qué hora es!
¡Si caso son las 7!
¡Sera mejor que active la seguridad!”
Partimos de una base inverosímil, dado que es imposible a menos que la humanidad esté formada por androides, o que los de “Men in Black” usen el aparato que causa amnesia, que el vecino, el jefe o el primo maten a algún familiar, y a la mañana siguiente, actúen como si no hubiera pasado, nada, y vuelvas a una convivencia pacífica, y sonriente.
Pese a ello, se le hubiera perdonado, si el desarrollo hubiera estado mejor llevado, teniendo un tema que daba no solo para aportar momentos de tensión, sino que ofrecía un amplio abanico de dilemas morales a tratar.
Comenzando por la estupidez que se manda el hijo, al abrirle la puerta al extraño.
Digo yo, años pasando por lo mismo, y no ha aprendido…
¿En qué demonios estaba pensando?
El hombre sin hogar, se puede ver que llevaba placas de identificación, alrededor de su cuello, que sugieren que él es el exmilitar, posiblemente del ejército estadounidense.
Si quiere profundizarlo más, haga que el falso acusado sea negro, para provocar la culpabilidad blanca clásica del público estadounidense.
“Oh, el padre de mi novia no acepta nuestra relación”
Para solucionarlo, voy a matarlo, así me asegurare el amor de ella para siempre...
¿Qué chica no se vuelve loca de pasión por el asesino de su papá?
Luego, la hija de perra, una vez herido el súper novio, sale a su rescate mientras el padre está herido…
¿Por qué se escapa y merodea por la casa, sabiendo que hay un extraño al que no conoce?
¿Por qué la madre no la obliga a quedarse, y le da sus buenos golpes para que reaccione?
Muchísimos golpes tuvo que haber recibido el niño, por hacer esa idiotez por el amor al negro…
Ese sistema de seguridad, tan inútil:
¿De qué sirve chapar todo con planchas de acero, si con una camioneta te lo tiran, así como el resto de las ventanas de la mansión… que por cierto, no se ve cuando las tiran?
Es que este “sistema de seguridad”, no está preparado para lo peor, dicen en la película:
¿Pero no se supone, que esa noche puede pasar lo peor?
Quizás esto quiera decir, que el sistema de seguridad que vendía el padre, era una mierda, y que se ha enriquecido estafando a los vecinos... pero si es tan malo el sistema de seguridad de última generación, se destroza en menos de 5 minutos, lo cual no sé si da a entender, que el padre era un total timador, o es que la película comete otro de sus muchos fallos.
¿Por qué lo usa en su propia casa?
¿Por qué no pensó en hacer un bunker, subterráneo e impenetrable?
¿No saben de electrificar la casa?
¿Acaso no es una urbanización de lujo, donde están las medidas de seguridad de esta?
La casa tiene tremendo sistema de seguridad, pero que desde afuera, se le puede cortar toda la luz fácilmente, pero eso sí... habrá energía extra para las pantallas de las cámaras de seguridad, pero no para unas simples lamparitas, en el resto de la casa.
James es el tiburón de las finanzas, que vendía sistemas de seguridad defectuosos a las familias vecinas, lo que hacía que su protección fuese casi inexistente, mientras se enriquecía a base de esa codicia, purgando a sus vecinos…
En venganza, los vecinos también planean matar a la familia...
¡Justicia Poética!
Una lástima que acabe en la típica batalla final, entre el extraño hecho bueno, y uno de los vecinos y, después, en el típico “tour de forcé” tenso, que se arregla de la manera más tonta de todas.
Un final mucho más oscuro, hubiera redondeado un poco más.
Sobre el grupo de psicópatas, deben usar máscara... y no tiene sentido, evitar que los identifiquen, ya que el delito es legal...
Igual deben usar máscara...
El jefe se saca la máscara de entrada, anulando estúpidamente, cualquier razón para su uso...
Es que por contrato, al actor se le tiene que ver la cara...
Los otros son extras bajo convenio, que no se saquen la máscara, porque se les va el presupuesto a la mierda.
En lugar de aprovechar el día impune, para asaltar bancos o joyerías, y hacerse ricos, la gente preferirá usarlo para hostigar vagabundos, y seguir siendo pobres...
En estas películas, nadie debe usar la lógica, bajo ningún concepto.
La psicópata mujer, por alguna razón, debe manifestar todo el tiempo comportamientos y actitudes infantiles...
Si antes de matar a alguien, se pone a saltar la soga, o jugar a la rayuela, mejor.
Por otro lado, The Purge, abusa demasiado de los “justo a tiempo”, es decir, la típica escena, en la que uno de los protagonistas está a punto de morir, pero en ese preciso instante, alguien le salva las espaldas.
Lo he contado hasta en 4 ocasiones...
Quién vea la escena final, con los supervivientes sentados a la mesa, haciendo tiempo para que pase la dichosa fiestecita, y sin que Lena Headey se cobre su venganza, y no sienta una tensión tan intensa, como la del asedio de minutos antes, debería hacérselo ver…
Luego de intentar masacrar al resto de la gente, durante 20 minutos, todos abandonarán la violencia, y se irán para sus casas, en el instante mismo en que la aguja larga del reloj, marque las 12.
Como si la policía tuviera alguna forma descubrir, si un asesinato ocurrió 30 segundos antes o después de esa hora...
La mujer del personaje que interpreta Ethan Hawke, debió matar a los putos vecinos, que aún quedaban vivos, porque como va a seguir viviendo allí, sabiendo que esos vecinos, hijos de perra, intentaron matar a su familia…
Espera revancha el otro año, es más…
¿Cómo han sido los años anteriores?
¿Qué coño pasará al día siguiente?
¿Actuarían como si no hubiera pasado nada?
¿Le seguirías dando los buenos días, como si nada?
Adicionalmente, The Purge contiene un villano que emula de manera perfecta lo trivial y relativo de la situación:
Su cara es exagerada, su sonrisa es burlesca, sus palabras son casi poéticas, su condición de psicópata, se la atribuimos casi automáticamente; pero ahora la pregunta es:
¿Es ese villano, una víctima de un sistema que ha aceptado “matar” como una solución?
Después de responder dicha pregunta, estoy seguro de que muchos aceptarán el hecho, de que hay algo de villanos en todos nosotros, y esa noche de violencia celebrada, el mismo puede salir.
¿Qué harías, si pudieras eliminar la violencia en tu país?
¿Podrías convertirte en un asesino en serie, una noche al año, y al día siguiente ser una persona completamente “normal”?
Define normal, y ahí tendrás el verdadero significado de la idea que The Purge transmite.
Lo que más me ha gustado, es el toque distópico de una situación moralmente impensable, y que ellos lo ven como algo “absolutamente normal”
The Purge, es una parábola perfecta, sobre los deseos más intrínsecos del gobierno y el poder, no en vano, los que se aprovechan de La Purga, no son lo que nosotros consideramos criminales, sino que son familias de alto nivel social.
Todo termina en venganza, en medidas extremas, en una purga colectiva, donde no se sabe realmente, quienes son los buenos, ni quiénes son los malos.
Los funcionarios de alto grado, gozan de impunidad, y los ricos disfrutan de fiestas, mientras los pobres se asesinan entre ellos, reduciendo así, radicalmente, la población de indigentes y enfermos, eliminado lo que las clases altas consideran “lastres del sistema que deben desaparecer”
A su vez, la economía se mantiene, gracias a las empresas de armas, y de seguridad, que trabajan todo el año, para garantizar una buena purga.
Una medida que a nivel de resultados es espectacular, pero que deja mucho que desear, a nivel humano.
The Purge, pretende ser una solución bastante fascista a los problemas actuales, por lo que ya para no sacudir conciencias, se ubica en un futuro cercano, en un país donde actualmente se permite la tenencia y posesión de armas, como las que muestra.
Durante una noche, se permite la “limpieza” de todos los asuntos, que durante el resto del año nos carcomen por dentro...
Se trata de una clara sátira contra el uso de las armas en EEUU, lástima que el resultado sea algo vulgar.
Curiosamente, los bien situados, son los villanos, y es un indigente, quien podría aprovechar esa noche, para perpetrar todo tipo de delitos, quien es utilizado de víctima.
Curiosamente, es un reflejo de la maldad de los seres humanos blancos, cuando no tiene nada ni nadie que los controle.
No tiene que ver con nacionalidad, cultura, o ideologías.
Y por supuesto, que la gente mataría por envidia.
Cierto que deberían haber explorado el dilema moral y ético, en vez de ir a la caza... pero la violencia vende.
¿Qué le vamos a hacer?
Solo miren los noticieros…
The Purge, refleja la total belicosidad gringa, les encantaría que esto sucediera, para poder matar negros, latinos, asiáticos, y todas la minorías que hay en EEUU, puesto que por ser estos, en su mayoría, los de escasos recursos, no tendrían un “bunker” donde protegerse, así como los adinerados lo hacen.
En la realidad, “La Purga” sucede a diario, y no es coincidencia que esto suceda en EEUU, puesto que los gringos son la representación del capitalismo depredador y gestor de conflictos internacionales, metiéndose, y acabando con el que les provoque.
Y vemos puros símbolos:
Familia blanca, que cumple “El Sueño Americano”, hijos tarados, un tanto veleidosos; vecinos hipócritas, negros humillados y perseguidos, otros blancos que salen a cumplir su catarsis...
Pero allí donde se pueden ver los elementos clichés, también se pueden encontrar las virtudes de The Purge.
Y muy interesante también, que se incida en el sector pasivo de la sociedad, gente como la familia protagonista, ejemplo vivo de que “La Purga” es una farsa, y que la gente que se lo puede permitir, se dedica a encerrarse en sus casas, con sofisticados sistemas de seguridad.
El personaje del hijo, intenta visibilizar eso, cuando les pregunta a sus padres:
“¿Por qué no participan?”
Este punto envía el mensaje que, la pasividad, te hace cómplice.
Otro aspecto interesante, son las implicaciones Jungianas y Freudianas:
Todos sabemos que, nuestra subconsciencia, oculta algunos deseos, porque nuestra conciencia no los permite, pero no se olvidan, solo quedan reprimidos…
¿Quién no ha deseado matar a su jefe… o a un vecino molesto… o alguien que pretenda nuestra pareja… o nuestro peor enemigo…?
En fin, The Purge es completamente banal y predecible, que duele más al pensar en las enormes posibilidades que hubiese tenido, en manos de una productora con deseo de ir más allá de un “thriller” convencional de invasiones domésticas, de los cuales, ya hemos reseñado muchos, con un nivel de calidad muy superior.
“We are gonna play the rest of this night out in motherfucking peace.
Does anyone have a problem with that?”
¿Dónde queda ese conjunto de normas y conductas, que tantos años nos ha costado aprender?
Rousseau se equivocó:
“La naturaleza del ser humano, no es buena”
Durante sus muchos siglos de existencia, “el ser humano” se ha dedicado a la caza para la supervivencia, a ser un depredador, y a luchar contra cualquier enemigo que alterara su “estatus quo”
Naturaleza que prevalece, como queda demostrado en los conflictos armados, o incluso por desgracia, en situaciones de emergencia, donde la mayoría de las veces, acaba imperando “el sálvese quien pueda” y “el todos contra todos”
Tampoco es de extrañar, pues al fin y al cabo, la moral no es más que un patrón de conducta, adquirido únicamente para nuestra conveniencia, pues somos menos vulnerables en grupos grandes, y por eso, con el paso de los siglos, nos hemos organizado en entidades, más y más grandes, convirtiéndonos en esos seres sociales, que tan orgullosos afirmamos ser.
En una sociedad enferma, la idea de matar a alguien, puede ser la norma.
Es raro, y triste, cuando uno se pone a ver en Youtube, las llamadas “detenciones ciudadanas”, más bien, verdaderos linchamientos contra abusadores o lanzas, los comentarios con más dedos para arriba, los que tienen mayor aprobación, son los que dicen:
“Hay que matarlos”
“Que vuelva la pena de muerte”, y otras ideas de ese calibre, al igual que en publicaciones de redes sociales:
En una mayoría, quieren sangre.
Y altera y aterra vivir en una sociedad, donde se valida la muerte como forma de justicia.
Frente a delitos que todos condenamos, y nos indignan, estos cerebros proponen soluciones simplistas, y que a la larga, son para peor.
Basta mirar los países que tienen “el ojo por ojo” como antídoto para combatir delitos:
Pareciera que viven en permanente estado salvaje.
Si todo el mundo dice que “queremos ser desarrollados”, me cuesta entender, por qué a la hora de tomar medidas, se nos ocurren las más incivilizadas...
Sí, la gente es mala por naturaleza, la prueba de ello es que, a la pregunta de:
¿Qué harías si fueses invisible?
Todo el mundo contesta, hacer innumerables putadas.
La sensación que queda tras la finalización de The Purge, es que es una película que podría haber sido muchísimo mejor, sólo mejorando su casting, y puliendo ciertos detalles problemáticos en su desarrollo.
Eso sí, The Purge es una bofetada en toda regla al espectador, que no quiera ver nada más que una “home invasion” cumplidora, ya que su aparentemente alocada premisa, no está tan alejada de la realidad.
Sólo hace falta que estalle algún conflicto bélico de importancia, para que la tiranía de los millonarios, vaya acercándose más a lo que aquí se propone.
Total, no somos más que un mal necesario, y empezamos a ser demasiados.

“Incoming reports show this year's Purge has been the most succesful to date, with the most murders committed”



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