Random Harvest

“He had found love, lost it, and now had found it again!”

Resulta que la actriz Greer Garson fue para Metro Goldwyn Mayer, lo que Bette Davis fue para Warner Bros.:
La superestrella de los melodramas de época.
En el caso de Greer Garson, que le sumaba el hecho de ser inglesa, solía interpretar a figuras delicadas, o matriarcales; mientras que La Davis, era más la protagonista rebelde y contestataria.
Pero el apogeo de ambas coincidió plenamente.
En el período de 8 años, entre 1938 y 1945, cada una logró 6 nominaciones para El Premio Oscar, en 7 años, 5 de ellas consecutivas.
Y en 1939, 1941, 1942, y 1943, fueron nominadas las 2 como Mejor Actriz Principal.
Las nominaciones de Garson, fueron por su debut en un rol breve en “Goodbye, Mr. Chips” (1939)
Después, reina indiscutida del melodrama en MGM, un reinado heredado de Greta Garbo, y Norma Shearer, para disgusto de Joan Crawford; Garson fue candidata entre 1941, y 1945.
Los films fueron:
“Blossoms In The Dust” (1941), “Mrs. Miniver” (1942), por el cual ganó su único Oscar, “Madame Curie” (1943), “Mrs. Parkington” (1944), y “Valley of Decision” (1945)
Su partenaire habitual en la Metro, fue el actor Walter Pidgeon, que la acompañó en 9 películas, entre ellas, las que mencionamos en el párrafo anterior, menos “Goodbye Mr. Chips” (1939), y “Valley of Decision” (1945)
Las películas de esta dupla, eran muy esperadas por el público; y representaban la incursión a un mundo de nobleza, probidad, y romance.
“We are prisoners of our past”
Random Harvest es un drama de 1942, dirigido por Mervyn LeRoy.
Protagonizada por Ronald Colman, Greer Garson, Philip Dorn, Susan Peters, Henry Travers, Reginald Owen, Bramwell Fletcher, Rhys Williams, Una O'Connor, Aubrey Mather, Margaret Wycherly, entre otros.
El guión es de Claudine West, George Froeschel, y Arthur Wimperis; basados en la novela del mismo nombre, del escritor inglés, James Hilton, publicada en 1941.
George Froeschel, era escritor, periodista y abogado, nacido en Viena y, una vez acabada la carrera de derecho, se dedicó a escribir novelas.
En 1936, emigró a Estados Unidos, donde trabajó como periodista en una editorial de Chicago.
Sus esfuerzos por encontrar trabajo en Hollywood, no tuvieron éxito hasta 1939, cuando fue contratado por MGM.
El segundo coguionista fue Arthur Wimperis.
Otro famoso escritor, nacido en Londres.
Sus comienzos fueron como ilustrador, para un tiempo después convertirse en libretista y letrista de comedias musicales.
A partir de 1930, fue cuando se dedicó a escribir para películas británicas, y más tarde para el cine de Hollywood.
Y el tercero fue, en este caso tercera, Claudine  West, guionista nacida en Nottingham, Inglaterra.
En 1929, la contrató MGM; y contando en su haber 2 nominaciones a los Oscar.
Así pues, Random Harvest supuso un gran éxito comercial, y de crítica, tanto que recibió 7 nominaciones al Oscar:
Mejor película, director, actor (Ronald Colman), actriz secundaria (Susan Peters), guión adaptado, escenografía en B/, y banda sonora drama/comedia.
Todo inicia con un oficial militar británico, llamado Charles Rainier/John Smith (Ronald Colman), que había luchado durante La Primera Guerra Mundial, termina en un hospital psiquiátrico, al ser encontrado bajo un estado de amnesia plena.
Tras huir de este lugar, es ayudado por la cantante y bailarina, Margaret Hanson/ Paula Ridgeway (Greer Garson), una mujer bella y generosa, que hace cuánto puede para sacarlo adelante.
Pero cuando han formalizado sus vidas, “Smithy” sale con rumbo al periódico “El Mercurio”, donde espera recibir un empleo fijo... y un nuevo accidente, le hará recobrar su vieja memoria, pero olvidará por completo lo que ha vivido en los últimos 3 años... incluida Paula.
El espectador romántico, disfrutará su narración, de búsqueda memorativa con llaves que abren puertas conducentes a la auténtica felicidad, puertas chirriantes, que arañan el fondo del subconsciente, ramas que parecen floridos pórticos de ternura, rostros llenos de luz, que con el paso del tiempo, no han perdido su fulgor y... es que el corazón manda, y el de Paula prefería la magia y sencillez de “Smithy”, al remilgo, titulaje, y monotonía de Charles.
Mirada desde la óptica actual, Random Harvest es material para la más lacrimógena de las telenovelas, pero la cuidada factura, la dinámica dirección de LeRoy, y las actuaciones de Colman y Garson, lo convierten en un entretenimiento romántico y emotivo.
“You are from the asylum, aren't you?
Aren't you?”
Mervyn Le Roy, fue un cineasta que nunca perdió de vista lo que el público quería encontrar en las películas.
Un magistral melodrama, que ensalza el romanticismo, a momentos verdaderamente sublimes, gracias al afectivo tacto fílmico del director, la apabullante química entre Colman y Garson, y el excelente trabajo en el guión de Froeschel, West, y Wimperis, adaptando la novela “Random Harvest” de Hilton.
Una historia que podríamos dividirla en 2 partes, incluso hasta 3:
La primera, podemos asistir al encuentro entre ambos protagonistas:
Un hombre amnésico, que no sabe qué hacer, y donde dirigirse, y de pronto se encuentra con una maravillosa, y a la vez protectora mujer, que se encargaría de velar por él.
En esa supuesta “segunda parte”, donde a raíz de ese encuentro fortuito, comienzan unas relaciones, y nos ofrecen la parte más feliz, en donde la pareja contrae matrimonio, y fruto de ello tienen un hijo.
Pero nos encontramos con una tercera parte...
Una historia que conmueve, sin buscar la lágrima fácil.
Así pues, desde un ambiente tétrico y tenebroso, se nos introduce en el manicomio, un lugar siniestro.
La presencia de la niebla, que también está en el título, se maneja como evidente metáfora de los problemas de memoria del protagonista.
Asentada sobre estos capítulos de desmemoria, Random Harvest adopta una estructura especular, en la que se sitúan, la una frente a otra, 2 visiones posibles y antagónicas de la vida del protagonista, un perfecto caballero británico.
A pesar de sus características divergentes, la primera refleja la realización íntima y socialmente reprimida del personaje; la segunda muestra otro tipo de progreso, y prosperidad, si bien impuesto y atado a obligaciones sociales, ambos escenarios comparten 2 factores de suspense.
Por un lado, se encuentra la inquietud externa producida por el entorno, la desconfianza popular hacia el combatiente enajenado, y la amenaza de su reclusión en el psiquiátrico; las reservas de su familia hacia las intenciones verdaderas de un hombre “resurgido de entre los muertos”
Por el otro, resuena obsesivamente en el interior del personaje, un dilema sin resolver:
El temor y la insatisfacción que produce respectivamente, su identidad incompleta.
A juego, el tono de la narración variará sutilmente, de uno a otro, cálido y optimista; frío y apesadumbrado.
En Random Harvest, es la importancia de lo que no se dice, o se calla, no ya de lo que no se proclama a gritos desgarrados, como es costumbre en este maltratado género.
La dolorosa y doliente conversación, entre patrón y secretaria, será el mejor ejemplo de lo expuesto.
Y el final, eleva la categoría de Random Harvest, para convertirla en un referente del cine romántico.
Cuando escuchamos por primera vez “Hay un estanco allí en la esquina”, todo se vuelve sublime.
Desarmados y rendidos, seguimos los acontecimientos con el ánimo encogido.
Conscientes ya del triunfo, no nos basta, queremos paladear cada detalle con la pausa necesaria, hasta encontrarnos junto a Paula, esperando a que Charles abra una puerta, y se disipe para él la niebla, y ella pueda por fin decir su nombre: “Smithy”
Random Harvest es una historia empapada de melancolía y emoción, con momentos endulzados, que nunca provocan la indigestión edulcorada, gracias a su sutil construcción, y al eficaz dibujo de sus caracteres principales, engarzados exaltadamente desde sus primeras andanzas sentimentales con el espectador romántico, quien disfrutará con esta tierna narración, de búsqueda de la memoria, con llaves que abren puertas conducentes a la felicidad verdadera, puertas chirriantes que arañan el fondo del subconsciente, ramas que parecen floridos pórticos de ternura, rostros imbuidos de luz que, con el paso del tiempo, no han perdido su fulgor, y es que el corazón manda, y el de ella prefería la magia y sencillez de “Smithy”, al remilgo y monotonía de Charles.
Lo que viven, y lo que sienten cada uno de ellos, resulta tan poderoso y vivificante, que nos confirma de nuevo que, el amor, es la fuerza más esplendorosa y transformadora que hay en el universo.
En un principio, esa relación se fundamenta casi en un instinto maternal de Garson, hacia Colman, indefenso, y totalmente perdido, ella es incapaz de abandonarle a su suerte.
En todo momento, vemos en ella un cariño especial hacia él, que su enamoramiento, es inevitable, pero jamás se lo hará saber de forma explícita, hará gestos, tendrá detalles, se le escaparán cosas, tendrá descuidos, pero enseguida, intentará explicarse, o rectificar, hasta que él de el primer paso.
Lo mismo le sucederá con Kitty Chilcet (Susan Peters), que se enamora de él, una vez Colman ha recuperado la memoria.
Ella sí será más explícita, y él, deambula sin saber muy bien qué hacer, hasta que se decide…
Y nuevamente se volverá a repetir con Garson, cuando ésta le encuentra, en ningún momento le dirá explícitamente quien es, y lo que quiere, intentará que se dé cuenta, y recuerde por sus propios medios, como al final ocurre.
Kitty, es otro personaje fascinante, una “lolita” realmente encantadora, pero sin perversión alguna, que entiende, y es capaz de ver en el interior del personaje de Colman, “Smithy” como le llama Garson, como ninguna, es esto lo que la llevará a rechazar el compromiso.
Y es que las mujeres de Random Harvest, se muestran decididas en lo negativo, no en lo positivo, donde quieren ver una demostración por parte del embobado protagonista.
Con ella tenemos los mejores, y casi únicos momentos de humor.
Se acaba sintiendo un cariño especial por Kitty.
Es un acierto, que Mervyn LeRoy no la haga insoportable para el espectador, sino que elabore un personaje complejo, y con matices.
En esta ocasión, volvemos a ver la evolución de esa relación, y momentos de felicidad en el personaje protagonista, pero que cuando están culminando con el compromiso matrimonial, entran en contraste con la mencionada aparición de Paula.
Lo más reseñable de Random Harvest, que es fascinante en muchos aspectos, son los personajes femeninos, especialmente el protagonista.
El protagonista masculino, vertebra toda la narración, es la piedra angular, pero a la vez es accesorio, su problema crea la posibilidad de un gran drama, pero sólo deambula un poco, a merced de las circunstancias, las que tienen verdadera profundidad e iniciativa, son las mujeres.
Por ello, Random Harvest es una película de contrastes, en la relación entre los personajes.
Si bien el hombre parece dejarse llevar por las circunstancias, siempre es el que debe tomar la iniciativa, aunque sea casi más como un sacrificio, que como un propósito.
En cambio las mujeres, que se muestran siempre decididas, y activas, no son explícitas con respecto a él.
Se limitan a manejar la situación, para provocar en él, una reacción.
Un aspecto de guión, que me parece brillantísimo.
Así, en un principio sentimos la enfermedad de “Smithy”, luego la emoción y enamoramiento de Paula, posteriormente los sentimientos, tanto de Kitty como del propio “Smithy”, y concluimos con los mencionados de Paula.
Las motivaciones poco definidas para el comienzo de la búsqueda de “Smithy” de aquel tiempo que no recuerda, invita a la reflexión sobre la propia individualidad, y esa alma que nos define por encima de circunstancias externas.
Un destino predeterminado, e inevitable, una reflexión agudísima sobre el mismo, que nos muestra los sentimientos más íntimos, como nuestra verdadera razón de ser definitoria, algo que nunca podremos olvidar.
La escena de la despedida en el tren, transmite toda la pérdida, y a la vez el deseo porque “Smithy” reaccione.
La niebla inicial, volverá a aparecer, cuando más cerca está “Smithy” de ir recordando, vinculando otra vez las 2 cosas.
Volvemos a tener una ambientación cercana al terror y al suspense.
Una vez la niebla se levanta, llegaremos a la conclusión.
Todo ello hace de Random Harvest, una historia sobre las personas que anteponen la bondad ante todo, y acuden a socorrer a las almas necesitadas, devolviéndoles una vida nueva.
Una historia sobre las vueltas del destino:
Si no le hubieran herido, si no padeciera amnesia, si Paula no lo hubiera encontrado, habría seguido siendo el eminente Charles Rainier, y no el anónimo “John Smith”, habría retomado inmediatamente su imperio familiar, ignorando lo que significaría conocer a la mujer de sus sueños, de cabellos rojizos, y ojos a juego con un collar de cuentas de cristal de escaso valor monetario, pero de gran valor sentimental, que él nunca le habría regalado, porque no la habría conocido…
Random Harvest es un film muy recomendable también, para observar cómo eran las producciones de Hollywood, y de la Metro Goldwyn Mayer en aquellos años, donde los argumentos eran muy digeribles por el público, pues el romanticismo y el drama, junto a la ilusión de ir al cine, hacían más que creíble lo que hoy día no nos lo parece, y junto a una labor de producción envidiable.
Es cierto que Random Harvest no le valió una nominación al Oscar a Greer Garson, porque ese año ya estaba nominada por “Mrs. Miniver”
Pero sin lugar a dudas, la exitosísima Random Harvest, jugó un papel preponderante en la victoria de Garson sobre sus oponentes:
La enorme Bette Davis en “Now, Voyager”; sobre Katharine Hepburn en “Woman Of The Year”; Rosalind Russell en “My Sister Eileen”; y Teresa Wright en “The Pride Of The Yankees”
Casi nada, puros pesos pesadísimos.
En este caso, el protagonista masculino de la historia, iba a ser unos de los principales actores de la MGM:
Spencer Tracy, que podría haber hecho una buena caracterización.
Pero 1942, fue el año en que Tracy realizó su primer film con Katharine Hepburn:
“Woman Of The Year”
Curiosamente, al igual que la dupla Garson/Pidgeon, Tracy/Hepburn realizarían 9 películas juntos, pero su romance se trasladó también a la vida real.
El reemplazante de Tracy, fue Ronald Colman, un ídolo muy popular, que venía necesitando un éxito.
A pesar de sus 50 años, y de que el papel habría sido adecuado para un actor más joven, su interpretación fue muy buena, y su “rapport” con Greer Garson, muy satisfactorio.
Muchos criticaban a Garson, por ser muy melosa, y demasiado bonachona, corría una broma por esos días:
“Lassie, es Greer Garson con pelo”
Pero hay que sacarse el sombrero, ante el departamento de guiones de la Metro, ya que los vehículos estelares para La Garson, siempre fueron muy adecuados, logrando que esas características de la actriz, no quedasen expuestas abiertamente, en detrimento del producto terminado.
Por su parte, Ronald Colman recuperó el estrellato en Hollywood, y 5 años más tarde, ganaría El Premio Oscar al Mejor Actor por “A Double Life” (1947)
Por último, es lamentable, que la promisoria Susan Peters, haya sufrido una tragedia en su vida personal:
En Año Nuevo de 1944, en una cacería, se le disparó el arma, y se hirió a sí misma.
La bala se alojó en la columna vertebral, y quedó paralizada.
Hizo una película más, y protagonizó a una abogada en televisión, pero en 1952, a los 31 años, falleció de infección renal crónica.
No obstante, Random Harvest tiene sus lagunas:
El único punto que no aclara, es la razón por la que el protagonista se halla en el psiquiátrico, además de la amnesia, y qué le sucedió anteriormente, durante la guerra.
Pero al mismo tiempo, Random Harvest tiene agujeros argumentales, como para no ser tenidos en cuenta, en sentido negativo:
No resulta creíble, que cuando Colman, ya bajo su recuperada identidad de Charles, regrese al seno de su familia, tras 3 años de ausencia, y sus componentes se muestren como si nada.
Además, tras celebrarse los funerales del patriarca, toda la familia aparece con tanta normalidad, en ningún momento se adivina sorpresa alguna por el regreso del desaparecido, ni aflicción por el difunto ausente.
Anteriormente, y cuando este se encontraba en el periodo de amnesia, y viviendo con Laura, no hay los suficientes elementos que nos indiquen, como esa pareja ha progresado de forma tan rápida, e incluso, viven en una casita de campo bastante cuidada.
Otro detalle de escasa credibilidad, se establece cuando el protagonista regresa a Liverpool, para indagar en su identidad pasada y, con la ayuda de Laura, encuentra, la maleta que dejó en la pensión en la que se hospedaba antes de sufrir el accidente que le devolvió a su identidad originaria…
¿Alguien se puede creer, que un objeto de este tipo, sea conservado durante 12 años en un establecimiento hotelero?
Lo peor de todo, es que ese encuentro no tiene significación dramática alguna.
¿No habría sido mejor, prescindir de la secuencia?
Por último, la banda sonora, maravillosa, corre a cargo de Herbert Stothart.
“Your capacity for loving, your joy in living, is buried in a little space of time you've forgotten”
Con el correr de los años, Random Harvest no ha perdido su encanto.
Habrá quienes la vean como un divertimento “kitsch”, pero habría que preguntarse:
¿Qué película romántica de la época, no caería en esa misma categoría?
Y otros, quizás los espectadores de más edad, o los más románticos, se deleitarán con su ambientación, el clima, los actores, y una concepción del amor “estilo Hollywood”, del cual, Random Harvest es uno de sus mejores exponentes.
Y es que el amor resplandece vivo y palpitante, cuando al llegar al conocimiento polar de otro ser humano, conseguimos aceptarlo, y seguir a su lado, aún a sabiendas de que ya nunca cambiará.
Se acoge, y privilegia lo que de bueno, y de grato hay en esa persona, y lo malo o contradictorio lo vemos, en justicia, como instrumentos de la vida con los que habremos de reafirmar nuestras virtudes de resistencia, paciencia, tolerancia, perdón…
Porque, en realidad, no son perfecciones lo que busca el amor, sino ocasiones reales, de crecimiento moral y espiritual.
Y cuando, el darse, logra asumirse en forma incondicional, y sin mayores reclamos, el amor adquiere fuerza de eternidad, y dejará su huella en la humanidad entera.
Random Harvest, es puro cine de aquella época esplendorosa, de los grandes estudios de Hollywood, y por tanto, eterna.

“Sometimes, especially when we've been closest, I've had the curious feeling that I remind you of someone else, someone you once knew... someone you loved as you'll never love me.
I am nearly the one, Charles.
But nearly isn't enough for a lifetime”



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