Persepolis

“Ne oubliez jamais qui vous êtes et d'où vous venez”
(Nunca olvides quién eres, y de dónde vienes)

“Persepolis”, es el título de una novela gráfica, en blanco y negro, escrita e ilustrada en forma autobiográfica, por Marjane Satrapi.
Satrapi, se introdujo en el mundo del comic, de la mano del dibujante y guionista David Beauchard, conocido por trabajos, con el nombre y la inicial de su apellido:
David B.; quien le sugirió a la autora, narrar de este modo sus recuerdos de infancia en Irán.
Nace así, la novela gráfica “Persepolis”, una obra autobiográfica, que arranca en los momentos finales del régimen del Sah Mohammad Reza Pahlavi, y que da cuenta de las dificultades de vivir bajo un estado teocrático, y de las distintas formas de seguir viviendo una vida laica, pese a la vigilancia de “Los Guardianes de La Revolución” y de los vecinos, oportunamente convertidos a un islamismo más militante que el del propio gobierno.
Un periodo, como al igual pasaba en países latinoamericanos, que se caracterizó por inestabilidad, persecuciones, guerra, intolerancia religiosa, y sobre todo, represión.
El objetivo de la autora, era mostrar a los iraníes como humanos; con el reflejo en un comic, de una vida complicada, y cómo la superación no tiene límites; alzándose desde estos postulados, como una autoridad moral, creíble, y en última instancia, íntegra; que no se casa con nadie, sino que arremete a izquierda y a derecha, y que sobre todo, proclama orgullosa que es iraní.
“Persepolis” consta de 4 tomos, y un volumen integral que contiene los 4 libros como álbumes de 76, 88, 96, y 104 páginas respectivamente, con un tamaño aproximado de 17x24 cm.
El comic empieza a partir del año 1979, el 2º ocupa el periodo de 1980 a 1984, el 3º entre 1984 y 1989, y el 4º y último, presentará su regreso a Irán.
El libro termina, con la decisión de Marjane Satrapi, de dejar de nuevo su país de origen, y emigrar a Francia.
La obra, hace alusión a Persepolis, literalmente “La Ciudad Persa”; que fue la capital del Imperio Persa, durante La Época Aqueménida; la cual se encuentra a unos 70 km de la ciudad iraní de Shiraz, provincia de Fars, cerca del lugar en que el río Pulwar desemboca en el Kur, Kyrus.
Su construcción, comenzada por Dārayawuš I “El Grande”, “Aquel que apoya firmemente el Bien”, continuó a lo largo de más de 2 siglos, hasta la conquista del Imperio Persa por Mégas Aléxandros.
La autora, relata las etapas fundamentales que marcaron su vida, desde su niñez en Teherán, durante La Revolución Islámica, hasta su difícil entrada a la vida adulta en Europa.
La irracionalidad de una religión castrante, que atenaza a toda una sociedad, y a su lado, de la mano, un régimen enloquecidamente teocrático, que convierte el “punk” en pecado, proscribe la diversión, tapa los rostros impúdicos de las mujeres, amordaza a sus intelectuales, y premia a los corruptos que se pliegan a la maquinaria perversa del estado…
Y de fondo, el dolor infinito de la guerra, el exilio, la nueva vida, prestada en un país ajeno, el rechazo, la angustia de ser diferente, las hieles del desamor… y por si fuera poco, la hipocresía de las sociedades prósperas, que alientan tiranías al servicio de sus intereses.
El comic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene 10 años, y desde su perspectiva infantil, es testigo de un cambio social y político, que pone fin a más de 50 años de reinado del Sah de Persia en Irán, y da paso a una República Islámica.
Además de diferenciarse de los demás niños, por haber sido educada al “estilo occidental”, dentro de una familia de clase alta, y por unos padres de ideología “Progresista” y partidarios del laicismo, “Marji” como la conoceremos al principio de la historia, también tiene una considerable inquietud intelectual, para una niña de su edad, y notable imaginación, que la lleva a mantener conversaciones con Dios, al que encuentra un curioso parecido con Karl Marx, o soñar con llegar a ser algún día, la última profeta que siga los pasos de Jesús y Mahoma.
La historia de unos antepasados ilustres, su bisabuelo fue el último Rey de La Dinastía Persa de Los Qadjar, una familia que se opone activamente al gobierno del Sah, las manifestaciones, la diferencia de clases sociales, o la marginación de la niña, son algunas de las piezas del rompecabezas, que Marji se esfuerza por componer, con la intención de comprender el mundo que la rodea.
Al tiempo que va creciendo, Marjane se da cuenta, de que el nuevo régimen por el que lucharon sus padres, ha caído en manos de los integristas, y que no trae consigo nada bueno.
Los dibujos de Persepolis, se realizaron en blanco y negro.
Los fondos de las viñetas, son generalmente negros o blancos, algunos son decorados en forma bastante sencilla, para dar mayor importancia al texto.
La imagen, se hace reflejo del texto, y no al revés, lo que es importante, porque le evita tener sólo un valor explicativo.
La información, está incorporada en el texto, lo cual refuerza la importancia del mismo.
El lenguaje de esta historieta, es utilizado en la multiplicidad de sus registros, familiar y estándar, dejando a veces sitio para la vulgaridad, mostrando al público, la diversidad y autenticidad de una vida cotidiana, fuera de lo común.
Persepolis muestra también, una gran influencia estilística de la obra “L'Ascension du haut mal” (1996-2003) de David B., como reconoce su propia autora.
A la vez, es testimonio histórico, y de reflexión, sobre la identidad y el exilo.
En su momento, Persepolis fue el éxito editorial, más grande de la historieta alternativa europea, en los años 2000; con una crítica muy buena, e hizo de Satrapi, uno de los autores francófonos, más reconocidos.
Hasta el momento, esta serie sigue siendo el mayor éxito de edición, y ha sido una verdadera locomotora para los comics llamados “independientes”, en 2003, se hablaba de 50 a 60 mil ejemplares vendidos, para los 3 primeros volúmenes.
Sobre el fondo:
¿Quién no ha vivido en una sociedad intolerante, hipócrita, y corrupta?
¿Quién no ha visto una guerra, y una violencia absurda?
¿Quién no ha sentido el desencanto que es crecer?
¿Quién no ha sido joven, y se ha ido de la casa?
¿Quién no ha tenido una abuela muy querida?
¿Quién no se ha desilusionado del amor alguna vez?
“Pensez-vous qu'il est facile d'être iranienne ici?
Le moment où je dis d'où je viens, ils me regardent comme si je suis un sauvage.
Ils pensent que nous sommes tous, violents, fanatiques sanguinaires forts”
(¿Crees que es fácil ser iraní aquí?
En el momento en que digo de donde soy, me miran como si yo fuera un salvaje.
Piensan que somos todos, en voz alta, fanáticos violentos, sanguinarios)
Persepolis es una película francesa de animación, escrita y dirigida en 2007, por Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi.
Protagonizada por Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Danielle Darrieux, Simon Abkarian, Gabrielle Lopes Benites, Gabrielle Lopes, François Jerosme, Arié Elmaleh, Mathias Mlekuz, Jean-François Gallotte, entre otros.
Persepolis, está basada en la novela gráfica homónima de Marjane Satrapi, que aborda, temas agrios, como:
La opresión causada por un régimen fundamentalista islámico, las pérdidas sufridas en un ambiente bélico, o el rechazo social.
La autora, con simples trazos, consigue esbozar los rasgos de la sociedad iraní de hace unas décadas, y al hacerlo desde dentro, obtiene fuerza y autenticidad.
Una mezcla de contundencia, sorna, desenfado, humor, sensibilidad, y ausencia de victimismo barato, todo ello, materializado en unas sobrias ilustraciones en blanco y negro, de apariencia naif, en ocasiones, inspiradas en las antiguas pinturas persas.
Producida por Xavier Rigault y Marc-Antoine Robert, con música de Olivier Bernet, Persepolis obtuvo una candidatura a La Palme d’Or, en El Festival Internacional de Cine de Cannes, y consiguió El Premio del jurado en dicho Festival de 2007; así como una nominación al Oscar como mejor largometraje de animación.
Persepolis sigue a Marjane Satrapi (Chiara Mastroianni), una niña que vive en el Irán de los años 1970, en una familia occidentalizada.
Durante esta época temprana, El Régimen del Sah, y los abusos de poder del mismo, dan para que Marjane tenga contacto con ideas políticas de izquierda.
Posteriormente, en la caída del Sah, llega la revolución, que hace que aparezca otra historia, y otro cambio en la vida de Marjane, y en general, de todo Irán.
Esta historia comienza, cuando los fundamentalistas toman el poder de manera autoritaria, y surge la llamada “Revolución Islámica”, obligando a las mujeres a llevar velo, y encarcelando a miles de personas, mientras tanto, Marjane teniendo conciencia sobre el mundo occidental, llámese “el punk”, ABBA, Iron Maiden, Michael Jackson, etc., pero aun sufriendo el terror de la persecución en su país; así, a través de sus ojos, veremos el triunfo de La Revolución Islámica, la separación por sexos en la escuela, y las terribles restricciones a la libertad, el auge del machismo teológico, las patrullas formadas por jóvenes que quieren saber lo que es tener autoridad, la guerra contra Iraq…
Pero también, los primeros amores y decepciones, y la importancia de la familia para esta joven, quien demuestra un cariño especial hacia su abuela, un personaje que representa, cómo no, la sabiduría, y el buen juicio.
Cuando alcanza la adolescencia, Marjane es enviada a un liceo francés, y se convierte en testigo de los avatares históricos del país en esos años; mientras, aumenta el fundamentalismo en su país, devastado por la guerra entre Irak e Irán, en los periodos de 1980 y 1988.
Persepolis trata de una sorprendente visión de Irán, un país que en los 70, antes de su revolución, estaba más abierto a occidente, y había algo de modernidad, a pesar del régimen absolutista.
La revolución, no instauró la democracia, y aisló al país de occidente.
Así, Marjane se convirtió en una extranjera, tanto en su país, pues no comulgaba con las imposiciones islamistas a las mujeres, como en el extranjero, pues allí, aun sin el velo, era una chica de raza árabe.
Esperemos que Satrapi, con su obra, ayude a que nos quitemos el velo de los ojos.
“Pensez-vous que ce est une raison de nier vos racines?
Vous rappelez-vous ce que je vous ai dit?
Soyez fidèle à vous-même”
(¿Crees que eso es motivo para negar sus raíces?
¿Recuerdas lo que te dije?
Sé sincera contigo misma)
Persepolis, es un retrato de la situación que muchos iranís han vivido desde la guerra, un filme de denuncia política, pero que está realizado con la suficiente dosis de humor, y de valentía, para lograr hacernos reflexionar por unos momentos, y pensar de nuevo, desde una mentalidad infantil, lo que con la mentalidad adulta, muchos no logran ver en este mundo.
La historia de Irán, no sucede a la distancia de Satrapi y su familia:
Ellos están involucrados, pues son los que tienen que soportar el nuevo régimen, que viene a reemplazar al anterior, al parecer, de una manera más tiránica, reemplazar un mal, con un mal peor, pensando que se vienen tiempos mejores, resulta nefasto y terrible para el espíritu:
Libertad denegada, casi por propia culpa, la culpa colectiva.
Toda forma de drama que tenga que enfrentar Satrapi, tiene una carga diferente, peor, y más universal, que lo que vive más tarde, historias de desamores, y desilusiones políticas y/o filosóficas.
No niego que en la 2ª parte no ocurran cosas atroces, pero el poderío emocional disminuye sobremanera, y ya no se hace tan angustiante, ni conmovedora.
Además, a veces algunas tramas y personajes, eran tratados con un exceso de ironía, visual y discursiva, que no le hacía bien al tono general, que ya de por sí, tiene un fantástico sentido del humor, como cuando el padre le explica a Satrapi, cómo llegó el Sah al poder, es un excelente ejemplo; el malo sería la aparición de Marcus, el novio temporal de Satrapi.
Y he aquí, la gran diferencia entre la parte que muestra infancia/Revolución Islámica, y la que muestra adolescencia/sociedad iraní, ya “consolidada” luego de la revolución:
Las mejores secuencias, se quedan en la 1ª parte, mucho más dramática que la 2ª.
Como lo veo, hay una pequeña caída:
Se pasa de una profunda y crítica historia personal, con feroces palos al sistema que gobierna al país, a otra que se queda sólo en lo personal, aunque igual vemos crítica social, ya no tiene la potencia dramática de antes:
Es sólo el escenario casi silente, aunque tenga participación.
Ya en aspectos menos formales, Persepolis es una historia de autocrítica, arrepentimientos, dolores, y alegrías, y por sobre todo, es sobre la identidad, en este caso, de una mujer que revisita, y a la vez huye de su problemático pasado.
Y desde luego, con la interacción con el pasado, también viene de la mano una mirada mordaz a su realidad social y cultural, que va desde las variadas generaciones de personas con las que Satrapi convive, hasta los lugares en los que ella vive.
No obstante, no han faltado las quejas de algunas autoridades iraníes, lo cual no hace sino reafirmar lo mucho que escuecen ciertas verdades.
Persepolis ha provocado quejas, por parte del gobierno iraní, incluso antes de su debut en El Festival Internacional de Cine de Cannes de 2007.
La organización gubernamental, Fundación Farabi de Irán, envió una carta a La Embajada Francesa en Teherán, diciendo:
“Este año, El Festival Internacional de Cine de Cannes, en un acto poco convencional, y no apto, ha escogido una película sobre Irán, que ha presentado una cara realista de los logros, y resultados de La Gloriosa Revolución Islámica en algunas de sus partes”
A pesar de estas objeciones, las autoridades culturales iraníes, cedieron en febrero de 2008, y permitió proyecciones limitadas en Teherán, aunque con 6 escenas censuradas, debido al contenido sexual.
En junio de 2007, en Tailandia, Persepolis fue eliminada del Festival Internacional de Cine de Bangkok.
El director del Festival, Chattan Kunjara na Ayutthaya, declaró:
“Fui invitado por La Embajada de Irán, para discutir el asunto, y ambos llegamos a un acuerdo mutuo, de que sería beneficioso para ambos países, si la película no se mostrara, y es una buena película, en términos artísticos, pero tenemos que considerar otras cuestiones que puedan surgir aquí”
Persepolis, fue prohibida inicialmente en el Líbano, después de que a algunos clérigos, les pareció ser “ofensivo para Irán y el Islam”
La prohibición, fue revocada más tarde, después de una protesta en los círculos intelectuales y políticos libaneses.
Y es que el tema de Persepolis, es la identidad.
La protagonista, descubrirá sus raíces y, ya en el exilio, se verá a sí misma, en un contexto que no le pertenece.
Más aún, sabrá que no tiene posibilidad de volver; y plasma de manera notable, el temperamento de la protagonista.
De hecho, Persepolis brilla, gracias a la agudeza de los personajes, aspecto en el que sin duda, influyeron las voces que les dieron vida:
Danielle Darrieux como la abuela, Catherine Deneuve como la madre, Chiara Mastroianni como Marjane, y Simon Abkarian como el padre.
El carácter de cada uno, es tangible desde el principio.
Vemos la combatividad y la astucia de Marjane, como niña o como adolescente; la inteligencia sensible del padre; el coraje tierno de la madre; la fascinante imaginación del tío, pero, sobre todo, la sabiduría, el feminismo racional, y la fortaleza de corazón de la abuela, quien resulta la mejor de todo el reparto.
Es sobre su abuela que trata Persepolis, aunque su abuela siempre sea lateralmente mencionada, entre episodio y episodio.
Es su abuela la que encausa el camino de Marjane, la que siempre le sirve de guía, aún en su ausencia.
Cuando Marjane se despide de ella, por última vez, reconoce que a veces, para ser libre, hay que sacrificar ciertas cosas.
Y no es fácil, porque sobre todo gira en torno a despedidas y partidas, y al quiebre de ciertas, todas las ilusiones.
Por lo que Persepolis no es una película feliz, pero es bellísima, de esa manera sencilla, que Satrapi, con su gran lunar junto a la nariz, sabe siempre ser bellísima.
Su Marjane, es una protagonista absoluta, y un personaje bien definido.
Desde la producción se nos cuenta:
“Para retratar Irán y sus cambios, trabajamos con la oposición:
La familia de Marjane es cristiana, en unos parajes que acabaran siendo eminentemente islámicos; y por proximidad:
La familia de Marjane, es próxima al esquema de familia occidental, con un nivel adquisitivo alto, ya que es descendiente de la realeza, algo así como la burguesía en Irán.
Marjane, también sigue la corriente “punk”, y tiene algunos ídolos como Bruce Lee.
Además, es una chica, como dice ella, íntegra; alguien que no se deja oprimir, y si no fuera así, no veríamos de la misma manera el machismo en el islam”
Dicho de otra manera, la directora ha buscado el mejor punto de vista entre los posibles:
Marjane es una niña con 2 influencias culturales muy grandes:
La de su familia, y la de la escuela/sociedad Iraní.
Ya desde pequeña, se ve influida por la escuela, y juega a ser profeta, pero creando su propio régimen, dónde todos sean felices.
Tiene ensoñaciones con Dios y Marx.
Su abuela, mujer de un revolucionario, es uno de sus mayores referentes, de mente abierta, y descarada, es el modelo perfecto de mujer fuerte.
Pero debido a su entorno cambiante, políticamente, Marjane se exilia de manera definitiva a Francia, para poder tener la integridad perdida en su país, pero sin dejar de ser iraní.
El tema, es preponderantemente étnico, pero al usar el dibujo, se vuelve un relato universal sobre la democracia, además que lo dota de esa poética especial.
Tanto el comic como la película, tienen el mérito de transmitir una inmensa autenticidad, en todo lo que se muestra, contemplando el recorrido vital de una niña a la adolescencia, y la juventud, sin descuidar el efecto que en ella va a producir el entorno político en el que se desenvuelve.
Habría sido fácil mostrar Europa, como la solución, pero la autora tenía claro, que nuestra realidad no es extrapolable.
Marjane supo alejarse de tentaciones panfletarias, logrando que su obra sea uno de los más certeros testimonios, sobre el efecto que los fundamentalismos tienen en las personas, vengan de donde vengan.
Desde lo técnico, Persepolis traslada los dibujos originales del comic, a la gran pantalla, dotándolos de una mayor homogeneidad.
La animación es en 2D, aunque se nota la presencia del ordenador.
El resultado, es parecido al de algunas series de animación en “flash”, con colores planos, y formas suaves.
Eso no quiere decir, que sea una mala animación, o que el resultado resulte casero, nada más lejos…
Y a pesar de esa simpleza en el diseño, de esos trazos sencillos, breves, de esas 4 líneas, Persepolis consigue ser más humana, que muchos films con personajes de carne y hueso, y ahí se encuentra una de sus muchas virtudes.
Al igual que el comic, Persepolis es en blanco y negro… excepto en ciertas escenas, “de tiempo real”
La adaptación, está narrada en forma de enorme “flashback”, donde una Marjane ya adulta, se dispone a tomar un vuelo París-Teherán.
Las secuencias en el aeropuerto, están en color, mientras que todo el resto, la verdadera historia, es en blanco y negro.
La monotonía del blanco y negro se rompe, con algunas texturas rugosas, para ciertos elementos del fondo.
Las numerosas muertes anónimas que hay a lo largo de la historia, esos “daños colaterales”, no son explícitos, pero no se obvian, y se recurre a recursos como las siluetas, o las muertes fuera de plano.
Me encanta cuando Marjane va comprar cintas de forma clandestina, y elige Iron Maiden, aunque la música que suene, sea otro grupo de heavy metal…
También, hacen gracia las referencias musicales al “hardcore” que escucha en Europa, o la manera de narrar sus historias de amor:
Impagable la del chico rubio que parece idílico, y se la pega con otra, sobre todo, cuando nos hace creer que tiene un recuerdo horrendo de él; o la manera en que se asombra al encontrar en uno de los supermercados de Viena, todos los productos que ya no llegan o nunca llegaron a Irán…
Con todo, Persepolis invita a reflexionar sobre la condición humana:
Es triste ver, como su padre le contaba a su hija, que cuando se conoció con su madre, podían ir por la calle de la mano, pero el fanatismo es tal, que ni siquiera permiten a las mujeres correr, por el insinuante movimiento de nalgas, que va contra las leyes morales actuales…
Es algo que sin duda se nos puede hacer difícil de creer, para nosotros que estamos acostumbrados a vivir en una sociedad tan abierta, y a veces demasiado, diría yo.
Si lo pensamos fríamente, vivir en esa región, debe de ser muy duro...
Aun así, Satrapi no ha querido hacer una historia pesada, y para ello, toma mano del humor en ocasiones, sin quitarle por ningún momento seriedad al asunto.
De ahí que Persepolis resulte amena.
Por último, Olivier Bernet, realiza una banda sonora muy variada, que le da un cariz singular, sobre todo por esa mezcla con la que la directora trata de hacer amena, dando uso al humor, en ocasiones, como el momento “Eye Of The Tiger”
“Soyez assez fils de chiennes!
Oui, je suis iranienne et je en suis fier!”
(¡Cállense perras!
¡Sí, soy iraní, y me siento orgullosa de ello!)
Persepolis, es una reflexión sincera, que es apropiada para nuestro tiempo.
Si bien se trata de la exposición crítica y lúdica de una autobiografía, también constituye una visión, sobre la importancia de la identidad y, especialmente, sobre el respeto a la diversidad cultural.
Su trasfondo radica, en un ideal humanista, que debe celebrarse, porque dio las bases para una historia sensible y grata, llevada al cine animado.
Por ello, constituye una denuncia del fanatismo religioso, y más concretamente, de la represión ejercida por los fundamentalistas contra la mujer iraní.
Que es sólo un símbolo de la represión generalizada, ejercida contra la mujer, por quienes se creen propietarios únicos de la religión islámica:
Los Integristas.
Con Persepolis, Satrapi denuncia la intolerancia y la represión que supuso el integrismo que acabó con la vida de miles de personas, que también habían luchado para derrocar la tiranía del Sah.
La autora, acabó marchando de Irán cuando era una adolescente, y al recibir el premio en el Salón del Angouleme, en 2002, declaró que en su país “las fronteras están abiertas oficialmente, pero siguen cerradas oficiosamente”
Al fin y al cabo, Persepolis habla ante todo, de la identidad que nunca debe perderse, de los orígenes que todos tenemos, y de que nunca debemos olvidar quiénes somos, y a quién le debemos nuestra existencia.

“Ne pas réagir à leur cruauté.
Il ya rien de pire que d'amertume et de vengeance.
Gardez votre dignité et être soi-même”
(No reacciones a la crueldad.
No hay nada peor que la amargura y la venganza.
Mantén tu dignidad, y se fiel a ti misma)



Comentarios

Entradas populares