שבלולים בגשם (Snails In The Rain)

“כאב לי
אל תעשה את זה שוב”
(Eso duele.
No lo hagas de nuevo)

Los caracoles, no parecen tener un buen estigma en muchas culturas, debido al hecho de que son animales lentos...
La mayoría de la gente los asocia con un ser perezoso, y que no sirve de mucho.
El hecho de que el caracol no sea un ser bonito, significa que se pasa por alto cuando se trata de arte, y otros tipos de hechos culturales.
Al igual que el cangrejo, también el caracol está considerado como un símbolo lunar, ya que, lo mismo que esta luminaria atraviesa por diversas fases, el caracol alarga y acorta sus tentáculos de forma alternativa.
Por ello, el simbolismo es rico en interpretaciones, aunque por lo general, se le asocia a la continua transformación, y evolución constantes.
También, algunos pueblos de cultura ancestral, han relacionado el simbolismo del caracol, con el nacer y el concebir, debido en parte, a la protección que le confiere su concha.
De hecho, en muchas culturas tempranas, los caracoles eran vistos como seres impuros y, a menudo, las personas tenían esta marca, como una señal de castigo.
Sin embargo, también se encuentran algunos escritos, que benefician a los caracoles, por ejemplo, los griegos…
La mayoría de nosotros, estamos familiarizados con la obra del psicólogo Carl Jung; que hablaba muy a menudo sobre la interpretación de pensamientos y sueños.
Su analogía se refiere, a que la concha de los caracoles, representaba el proceso, el pensamiento consciente; y la parte blanda de un caracol, el proceso del pensamiento inconsciente.
No todo el mundo sigue esta teoría, pero la analogía sigue siendo utilizada por muchos profesores, en sus clases de educación, hoy en día.
La moraleja de estas historias, es la de explicar que, a pesar de que el caracol es lento, tiene un propósito, al igual que toda criatura existente.
Sin embargo, el hecho de que no son místicos o bellos, ha llevado a otras historias y culturas, a verlos como algo malo o el mal; más al saber que son hermafroditas, y todo la representación retrógrada que se pueda asociar al homosexualismo.
“אני יודע שאתה מרגל אחריי”
(Ya sé que estas espiando)
שבלולים בגשם (Snails In The Rain) es un drama de suspenso israelí, del año 2013, escrito y dirigido por Yariv Mozer.
Protagonizado por Liron Argaman, Yaron Biton, Shak Brenner, Eyal Cohen, Adi Douiev, Itay Gonen, Aya Hirsch, Yoni Ittiel, Irit Kashani, Eyal Kentov , Eran Lev, Guy Lubelchik, Sivan Malka, Yariv Mozer, Orit Nahari, Yehuda Nahari, Hava Ortman, Ron Paran, Yoav Reuveni, Moran Rosenblatt, Lior Soroka, Stav Strashko, entre otros.
שבלולים בגשם (Snails In The Rain) está basado en el libro “The Garden Of Dead Trees” (1995) de Yossi Avni Levy; un escritor y diplomático israelí, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que narra la vida de un hombre que siente una fuerte atracción por otros hombres, y lo reprime.
Este drama intrigante, gira acerca de los sentimientos homosexuales reprimidos, y el deseo agudo en una época en que la lujuria se oculta, y el amor no es correspondido.
שבלולים בגשם (Snails In The Rain), plantea las dudas sexuales que tiene un hombre durante su madurez, las cuales provocan una fuerte crisis personal, así como diversos conflictos con su actual pareja.
“Me conmovió la historia”, recuerda Yariv Mozer; “era muy raro encontrar literatura gay en Tel Aviv.
De hecho, en algunos lugares, es todavía muy controversial”
La acción toma lugar en Tel Aviv, durante el verano de 1989.
Boaz (Yoav Reuveni), es un hombre de 25 años, muy atractivo, tanto que despierta el interés en hombres y mujeres, pero él no tiene claro, cuáles son sus sentimientos, y deseos sexuales.
Boaz es estudiante de lingüística de la universidad, pero su vida da un giro cuando comienza a recibir cartas de amor anónimas de hombres gays, que quieren citarse con él…
Para su novia Noa (Moran Rosenblatt), estas cartas no tienen mucho sentido.
Sin embargo, poco a poco, Boaz se sentirá intrigado, por saber quién está detrás de los mensajes.
Y es ahí cuando la paranoia se hace cargo de que todo el mundo que conoce, se convierte en un posible sospechoso de la correspondencia diaria.
De principio, él pensó que era un error:
Un sobre blanco largo, en su casillero de correo.
Sólo su nombre aparece en él, lo abre:
“Querido Boaz, no preguntes quién soy, o cómo te conozco.
Pienso mucho en ti.
Me siento muy avergonzado, sentado aquí en mi escritorio, y escribirte esta carta, pero no tengo el coraje para mucho más.
Voy a escribir de nuevo”
Él arruga el papel; y está sorprendido por lo que él se ríe, se ruboriza, comprueba para asegurarse de que alguien lo está mirando…
Nadie.
En su camino a La Universidad de Tel Aviv, para su clase de la lingüística, comienza a olvidarse de ello…
Cuando llega a casa, su novia Noa, hornea su pastel favorito.
Ellos han estado esperando tener noticias de La Universidad Hebrea de Jerusalén, sobre becas para las que Boaz ha aplicado.
Y es que es el año de 1989, una época cuando la gente todavía esperaba por sus cartas en buzones de correo.
Y Boaz, todos los días llega a la oficina de correos, para averiguar acerca de su beca.
Pero en lugar de eso, recibe anónimos, cartas de amor obsesivo... que exponen el mundo interior de su autor, un homosexual profundamente encerrado.
¿Quién es el hombre que ha invadido la vida privada de Boaz?
¿Cómo sabe tanto sobre él?
Las cartas persistentes, hacen de Boaz, un hombre extremadamente sensible.
Pero también lo llena de paranoia, pues cada hombre que mira, es un sospechoso, pero el potencial es que duda de su propia heterosexualidad.
Viendo a cada hombre con soterrada complacencia.
Las cartas hacen que Boaz se sienta atormentado por los recuerdos de su pasado, momentos inolvidables, cuando se sintió atraído por otros hombres durante su servicio militar.
Sobre todo por Nir (Yehuda Nahari), su compañero de armas de combate, o el hombre alemán que dormía encima de él, en un albergue de la juventud europea.
Estos hombres, logran perturbar la vida cotidiana de Boaz con su novia Noa.
En la 4ª carta, el admirador secreto, le da un ultimátum:
“A las 22:00, del jueves, me esconderé en una posición desde la que puedo observar tus ventanas.
Si quieres que continúe con las cartas, enciende las luces de la cocina 3 veces...
Pero si no lo haces, nunca lo volveré a molestar de nuevo.
En ese caso, esta carta será la última”
Y es casi las 22:00, y Boaz no sabe cómo conciliar esta difícil decisión con Noa, y su propia confusión emocional.
También, no sabe que horas antes, Noa ya había cumplido con el hombre misterioso...
El profesor Richlin (Yariv Mozer)
Ella sabe toda la situación, pero lo mantuvo en secreto, sólo para sí misma.
Por lo que Boaz, empieza a dudar cada vez más acerca de su sexualidad, y ya no sabrá, cuáles son sus verdaderos deseos.
A partir del momento en que su novia descubre las cartas, ella empezará a intuir, que Boaz es homosexual, ya que no tiene tanta apetencia hacia ella como antes.
El joven empezará a ser preso de la angustia existencial, vagando en las calles con su mirada de encuentro con el hombre misterioso y romántico.
Y por otro lado, el de ese hombre misterio, con un amor secreto, ideal, imposible, alimentado por la soledad, el miedo, y la inseguridad.
¿Qué se puede hacer, cuando tienes estas dudas tan fuertes sobre tu sexualidad?
“אל תשאלו את מי אני או איך אני יודע שאתה.
אני חושב עליך הרבה”
(No preguntes lo que soy o cómo te conozco.
Pienso en ti mucho)
שבלולים בגשם (Snails In The Rain) es una muestra más de cine gay israelí, que tantas películas de esta temática produce; paradojas de un país, con una religión tan tradicional como la judía; siendo la primera película como director, y en dirigir a otros actores.
Con el fin de entender mejor, y dominar este desafío, Mozer decidió actuar en la película, asumiendo el papel del profesor Richlin.
Ambientada en una época en que la homosexualidad es en gran medida un tabú, Mozer también seleccionó esta opción, porque era un tiempo antes de la “celebridad instantánea” y “la cultura 24 horas de las redes sociales” que experimentamos hoy:
Las cartas de amor, sustituyen los textos y correos electrónicos de hoy en día, ofreciendo una experiencia comunicativa, mucho más íntima.
Las cartas que este hombre anónimo, las escribe repletas de amor, palabras que hacen dudar al joven Boaz, esas letras hechas con máquina de escribir, son también un escape de la realidad que ese hombre vive, es obvio que no quiere su vida, que su vida perfecta, la tendría que vivir con otro hombre, con Boaz, sin embargo, ninguno de los 2 está convencido de renunciar a lo que tiene.
El hombre anónimo, vive su sexualidad en este lugar, que simboliza su fracaso:
Un “cruising”
Es fuerte lo que expone, porque son lugares que nacen de la represión.
שבלולים בגשם (Snails In The Rain), expone muy bien todas las dudas que un joven pueda tener sobre su sexualidad, cuando ya ha tenido anteriormente alguna experiencia homosexual, y es acosado de forma anónima por alguien que está enamorado de él.
Boaz, se imagina que todos los que lo rodean, son candidatos potenciales, y estos anónimos, empiezan a despertar sus recuerdos, y escarceos con hombres, que resultan ser deseos todavía latentes en su interior.
Sus relaciones sexuales con la que es su novia, irán haciendo más difícil el conocimiento de su realidad sexual, y es perfecto como la mujer intuye, de alguna manera, quien está enamorado de su novio.
La interpretación por parte de Yoav Reuveni, es impecable, y consigue darle al espectador, esa angustia que siente el personaje, ante su indefinición sexual.
Pero creo que es el director, Yariv Mozer, el que ha conseguido de forma muy explícita, exponer la angustia del personaje, mediante una combinación de planos que van del erotismo que emana el cuerpo del protagonista, a la expresión en su rostro, de la angustia que siente.
Pero es la fotografía, la que el director ha sabido conseguir para la historia, con las indicaciones adecuadas a Shahar Reznik, quien ha sabido entender lo que la historia quería llevar al espectador.
Las luces en los momentos de relación con la novia, y en la casa, con las sombras en la calle, cuando cae la noche; o en el parque, donde se tienen encuentros fortuitos y frustrantes…
Toda la película está en la tensión que tiene el protagonista, y hasta de alguna manera, provoca una ligera intriga, que hace bien al interés de la trama.
El drama, gira en torno a 2 ejes:
La reacción de la novia, hasta el descubrimiento de las cartas anónimas; y por supuesto, la identidad del escritor.
Sobre la meta, indiscutiblemente resulta muy tópica:
La vida militar, y homoerótica, son un imán para el público homosexual, garantizado.
Los hombres jóvenes, aptos en situaciones de cargada testosterona; contacto físico, escenas de ducha, acción, de combate, y bromas machistas, o esa escena maravillosa por lo sutil y explicita a la vez, de la competencia de masturbación, lo dice todo.
Es cosa de fantasía, para muchos de los hombres gay.
Para su crédito, el director captura la mística erótica de la vida militar, de una manera hermosa y discreta, como el beso entre Boaz y Nir.
Es inevitable, que muchas de las referencias culturales en שבלולים בגשם (Snails In The Rain), se las pierde el público no-israelí, y hay varias inserciones de programas de televisión israelíes, desde la década de 1980, tendrán a muchos hebreos lanzando un suspiro de nostalgia, pero no hay excusa para dejarse llevar por esta historia, por su intriga, su suspense, y las ganas de saber, cómo terminará todo.
Sin embargo, se le puede achacar, que el protagonista es claramente homosexual, negándose a sí mismo, y sin embargo, está ensimismado en su propia vanidad, que sabe que todo el mundo babea por él, y en el fondo puede que שבלולים בגשם (Snails In The Rain) trate sobre la homosexualidad no aceptada, o sobre el narcisismo absoluto de Boaz, quién no ve más allá de su ombligo.
Otra cosa que queda un poco raro, es cómo el escritor, podría saber toda esa información sobre Boaz…
Nunca se supo…
Y el cartel promocional, que muestra de manera híper erótica, 2 hombres besándose, es engañoso, ya que esa escena toma lugar en un momento infinitesimal en el metraje, y no es significativa.
Como tampoco lo son los caracoles en la lluvia, que salen al final, y que el título hace evidente, sólo en la última escena…
Sacando segundas lecturas, podemos pensar, que Boaz, todavía continuará viviendo o sintiendo esa segunda vida en su concha; mirando a la cámara, nos hará saber, que puede ligar con cualquiera de nosotros, y que la esposa, ay esposa resignada y con 2 hijos, sabrá siempre la realidad de su pareja, pues lo acepta tal y como es…
“אני אכתוב שוב”
(Voy a escribir de nuevo)
שבלולים בגשם (Snails In The Rain) es una excelente película israelí, que refleja las muchas capas del conflicto de la desesperación, como las realidades ocultas de las relaciones dentro de los límites de la educación superior, que impulsa verdaderos sentimientos a la superficie, obligando al personaje principal, causante del conflicto, para encontrarse a sí mismo en el proceso, mientras que él intenta su más difícil tarea:
Armonizar las expectativas de la sociedad, y la familia.
Y es que mucha gente dice, que Israel es uno de los mejores lugares para ser gay, y que Tel Aviv es uno de los lugares más libres, más acogedores para las personas LGBT, con una cultura gay vibrante, y abierta.
Sin embargo, si las películas de temática gay que salen de Israel, son muy populares, todavía hay una gran cantidad de desafíos.
Cabe destacar, que la diferencia de Israel, con el resto de países de su entorno, en el tratamiento de la homosexualidad, es enmarcable dentro de las diferencias sociales y culturales del estado hebreo con el Islam, ya que su base política es una democracia de corte europeo, desde la fundación del país en 1948, y su población es originaria, en su mayoría, del viejo continente.
A su vez, al tratarse de un país formado por ciudadanos originarios de países diversos, se ha fomentado un ambiente de convivencia y tolerancia, proclive a aceptar la homosexualidad.

“אם אתה רוצה אותי להמשיך לכתוב, תוכל להדליק את האור במטבח וכיבוי שלוש פעמים...
אבל אם לא, אני לעולם לא אטריד אותך שוב.
במקרה זה, את המכתב הזה יהיה אחרון שלי”
(Si quieres que continúe las cartas, encenderás las luces de la cocina 3 veces... Pero si no lo hace, no voy a molestarlo de nuevo.
En ese caso, esta carta será la última)



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