Heavenly Creatures

“Only the best people fight against all obstacles in pursuit of happiness”

En ocasiones, la adolescencia y el amor, desembocan en obsesiones que se llevan por delante, cualquier obstáculo que se les interponga.
El Caso Parker-Hulme, fue un asesinato ocurrido en Christchurch, Nueva Zelanda, en 1954.
El caso tomo notoriedad, cuando una mujer fue asesinada por su hija mayor, y la mejor amiga de su hija.
Juliet Marion Hulme de 15 años, nacida en Blackheath, Londres, Reino Unido; era hija del Dr. Henry Hulme, un médico inglés, la cual fue diagnosticada con tuberculosis siendo niña, y enviada al Caribe y Sudáfrica, con la esperanza de que un clima más cálido, mejoraría su salud.
Se reencontró con su familia, cuando tenía 13 años, al tomar posesión su padre, como rector de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda.
Allí, Juliet conoció a su compañera de escuela, Pauline Yvonne Parker, de 16 años.
La infancia de Pauline, fue siempre solitaria, alejada de los niños de su edad.
Se dejaba llevar por sus sueños y fantasías, por los vericuetos de su imaginación, en medio de una familia donde el padre, estaba tan embebido en su propio trabajo, que ni sospechó las necesidades de su hija.
Sus resultados académicos eran pobres, y no tenía ninguna amiga.
Así, ambas chicas se hicieron buenas amigas, y soñaban con una vida juntas, llena de fantasía, poblada de famosos actores, tales como:
James Mason y Orson Welles.
También se sabe, que tuvieron una especie de relación lésbica, si bien Hulme ha negado con posterioridad, que ninguna de las 2 fuera lesbiana…
Eran jóvenes, inteligentes, brillantes, y se creían especiales.
Eran más que amigas, se amaban y lo compartían todo, especialmente sus ensoñaciones sobre su relación, y su futuro juntas, un mundo imaginario hecho a medida, “Borovnia”, y un amor obsesivo.
Pero ambas eran contrastantes:
Pauline procedía de una familia humilde, y Juliet provenía de una familia adinerada.
Juliet era muy atractiva, aunque retraída; y Pauline era regordeta, baja de estatura, y tímida.
Pauline, también había sufrido mucho por culpa de su salud, pues tuvo que someterse a varias operaciones que le impidieron practicar deporte.
Por lo que Juliet era la compañera perfecta, en el mundo de fantasía de Pauline, el medio de evadirse de la monótona existencia de ambas; la turbia sensación de su amistad, creaba un vínculo disfuncional que, poco a poco, anunciaba la muerte para el que lo amenazara. Eran los años 50, y en Nueva Zelanda, como en la mayoría de los países; la homosexualidad estaba considerada una enfermedad mental.
Pauline incluso, fue diagnosticada de lesbianismo por el “doctor” Kenneth Stallworthy.
Cuando entonces, pasaban veranos juntas, baños juntas, y un miedo familiar que llevó a sus padres, a buscar la manera de separarlas.
En junio de 1954, los padres de Hulme, se encontraban en proceso de separación, y consideraban que la relación íntima entre las chicas, era algo insensato, pues en ese tiempo, no era bien vista la homosexualidad, por lo que decidieron enviar a Juliet a Sudáfrica, a vivir con un pariente.
Las chicas no querían ser separadas:
Juliet protestó, y quería que Pauline también fuese.
El problema fue que Honora Rieper, madre de Pauline, no permitió que su hija se fuera a Sudáfrica, al no lograr convencerla, decidieron que no había otra forma más que matarla, y que pareciera un accidente.
El 22 de junio de 1954, las niñas condujeron a Honora Rieper, a un paseo a pie por el parque Victoria, en la ciudad de Christchurch, donde entonces vivían.
En un camino solitario, Juliet tiró una piedra de ornato, para que la Sra. Rieper se agachara a recogerla.
En ese momento, Pauline había planeado golpear a su madre, con la mitad de un ladrillo enfundado en una media.
Las chicas supusieron, que sería suficiente para matarla.
Sin embargo, se requirieron 45 frenéticos golpes de ambas chicas, para finalmente matar a Honora Rieper.
La brutalidad del crimen, ha contribuido a su notoriedad:
Pauline y Juliet fueron llevadas a juicio en Christchurch en 1954, y fueron encontradas culpables, el 29 de agosto de ese mismo año.
Como eran demasiado jóvenes para ser sometidas a la pena de muerte, según la ley neozelandesa de aquella época, fueron sentenciadas, y condenadas a permanecer detenidas “en la gracia de Su Majestad”
En la práctica, esta sentencia significaba, que permanecerían encarceladas, “según la discreción del Ministro de Justicia”
Pero fueron liberadas por separado, unos 5 años después.
Una condición para su liberación, fue que jamás se volverían a ver, o comunicar.
¿Por qué cometieron el crimen?
¿Que posiblemente hizo esta señora, para que su propia hija hubiera estado dispuesta a asesinarla, tanto que logró convencer a su amiga para que le ayudara?
“We realised why Deborah and I have such extraordinary telepathy and why people treat us and look at us the way they do.
It is because we are mad.
We are both stark raving mad!”
Heavenly Creatures es una película de drama y fantasía, del año 1994, dirigida por Peter Jackson.
Protagonizada por Kate Winslet, Melanie Lynskey, Sarah Peirse, Diana Kent, Clive Merrison, Simon O'Connor, Jed Brophy, Peter Elliot, Gilbert Goldie, entre otros.
El guión es de Fran Walsh y Peter Jackson, basados en un caso policial real, ocurrido en Nueva Zelanda, en 1954.
Jackson, rápidamente le presentó el proyecto al productor Jim Booth, a quien va dirigida la película, pues murió antes del estreno; con quién acordó que Heavenly Creatures se centraría en la relación de amistad que entablaron ambas jóvenes, y no en el asesinato, y el posterior juicio al que fueron sometidas.
Según declararía el mismo Jackson:
“Su amistad durante la mayor parte del tiempo, resultó ser enriquecedora, y nosotros quisimos honrar eso.
Básicamente, nuestra intención era, realizar una cinta acerca de una amistad que terminó terriblemente mal”
En un principio, Jackson y Walsh, se lanzaron a la tarea de estudiar el caso, utilizando una serie de periódicos de la época, que se dedicaron a contar los pormenores del juicio, como principal documento.
Sin embargo, la constante satanización de las adolescentes, por parte de la prensa, los llevó a examinar los hechos más de cerca, con el fin de crear una versión más humana de todo el asunto.
Fue así como ambos viajaron a través del país, con el fin de entrevistar a diversas personas que tuvieron algún grado de contacto con Pauline Parker y Juliet Hulme, 40 años atrás, entre las que se encontraban:
Antiguas compañeras de clase, vecinos, amigos de ambas familias, abogados, y psicólogos.
Jackson y Walsh, también tuvieron acceso al diario de vida de Pauline, el cual documentaba con lujo de detalles, los eventos que marcaron su amistad con Juliet.
Heavenly Creatures fue el debut cinematográfico de Melanie Lynskey y Kate Winslet; y obtuvo una nominación al Oscar como mejor guión original.
Heavenly Creatures fue filmada en Canterbury y Christchurch, Nueva Zelanda.
La acción dramática tiene lugar en las localidades de Canterbury, y Christchurch, Nueva Zelanda; durante unos 21 meses entre los años: 1952 y 1954.
Juliet (Kate Winslet), es una adolescente inglesa, que acaba de mudarse a Nueva Zelanda con sus padres; debido a su situación económica, y al hecho de que su familia constantemente está viajando alrededor del mundo.
Juliet es culta, y algo malcriada.
De forma casi inmediata, ella entabla una amistad con Pauline (Melanie Lynskey), una adolescente neozelandesa solitaria y depresiva, que vive una realidad mucho más humilde, junto a sus esforzados padres.
El fuerte lazo que forman las chicas, se desarrolla alrededor de su fascinación por el tenor Mario Lanza, y diversas estrellas de cine como:
James Mason, de su inclinación por escribir historias fantásticas de amor y traición, y de sus frágiles infancias.
Curiosamente, mientras su amistad crece a pasos agigantados, el tono de Heavenly Creatures resulta ser liviano, e incluso algo cómico.
Y es que inevitablemente, existen momentos de gran felicidad, cuando se está junto a la persona querida.
Sin embargo, el inicio de Heavenly Creatures, el cual consiste en una serie de imágenes, que tienen por objetivo demostrar las bondades de la idílica ciudad de Christchurch, las cuales rápidamente son ahogadas por un grito desgarrador, y varias tomas de las jóvenes corriendo a través de un bosque, inevitablemente continúan resonando en la cabeza del espectador, durante los momentos más enternecedores e inocentes.
Algo horrible ha sucedido, lo que ha provocado que las chicas estén cubiertas de sangre.
Por este motivo, durante todo el transcurso del relato, el espectador es acompañado por una escalofriante sensación de horror y desesperanza, que está fuertemente ligada al macabro resultado de la peculiar relación de las protagonistas.
Casi todo es escalofriantemente romántico, en las vidas de estas muchachas, quienes se vuelven inseparables, al mismo tiempo que comienzan a refugiarse con asiduidad, en un mundo de fantasía que ellas llaman “El Cuarto Mundo”
Su amistad, inevitablemente se vuelve intoxicante, y les impide ver más allá de la realidad que ellas han creado.
Obviamente, sus padres están excluidos de su particular cotidianeidad, en especial la madre de Juliet, Hilda (Diana Kent), una psicóloga que está más preocupada de revivir su moribunda sexualidad, que de comunicarse con su hija.
Eventualmente, a los padres de las muchachas comienza a resultarles perturbadora su cercanía.
Si bien sospechan que ambas podrían estar engendrando inclinaciones homosexuales, la palabra “lesbianismo” resulta ser completamente tabú.
Así, Peter Jackson nos pasea por un universo, donde se combina el crudo realismo y las fantasías, más abstractas de los sueños que describen un periodo muy duro de la vida de cualquier ser humano.
Ese tiempo de utopías, rebeldía, de malsano descubrimiento de placeres que son prohibidos, y que por ende, llaman más la atención, de anteponer la amistad por sobre el parentesco.
Es tiempo de romper las reglas y de evasión de la aburrida realidad, de soñar, de odiar a quienes quieren imponer la norma que rige a la sociedad adulta.
Con todo, Heavenly Creatures exalta la amistad, las expresiones del amor adolescente, las formas diferentes del amor natural, libre de cánones arcaicos, la fantasía, la imaginación, la música, el cine, etc.
El relato es emocionante, lírico, onírico y, al propio tiempo, inquietante, y perturbador.
También, observamos la rebeldía hacia el sistema, hacia las creencias impuestas, hacia la falta de abierta comunicación, en temas como la sexualidad, hacia tabúes como la atracción entre personas del mismo sexo, hacia la rancia rigidez del sistema educativo, y hacia la aceptación de las normas sociales, que posiblemente deriva en algún grado de psicopatía traumatizante, y que implica un fuerte choque entre interior y entorno.
Heavenly Creatures es una parábola, acerca de la imaginación:
Con su lado positivo:
La creación de un mundo propio, la evasión de éste, la felicidad lograda a través de ello.
Y su lado negativo:
No admitir a nadie en ese mundo, con lo que se elimina cualquier interferencia existente.
“The next time I write in this diary, Mother will be dead.
How odd... yet how pleasing”
Si por algo la historia de Pauline Parker y Juliet Hulme conmueve, es precisamente porque lo que subyace en ella, no puede ser más humano.
El afecto desmedido que se convierte en perjudicial, pues en el camino, uno olvida la lógica de ciertos actos, y termina guiándose por las emociones más fuertes, haciendo daño de forma inconsciente.
Todo es intenso, cuando uno tiene 14 años.
Un pequeño cambio, puede significar la destrucción de la seguridad conocida, y encontrar a alguien que supla ese temor, a través de la comprensión mutua, un alivio difícil de describir.
Pero también es un drama sobre la homofobia, y la intolerancia, basado en un hecho real ocurrido en Nueva Zelanda, la tierra natal del director, en 1954, hecho que protagonizó la hoy famosa escritora Anne Perry, entonces llamada Juliet Marion Hulme; junto a su amiga de la escuela, Pauline Walker.
Con el objetivo de ser lo más respetuoso, y fiel a la verdad posible, Jackson filmó en los mismos lugares en los que transcurrieron los hechos reales, excepto el crimen en sí, que fue filmado algo más lejos por respeto, y utilizó el diario de Pauline Parker, como voz narradora en Heavenly Creatures.
El caso es que Jackson, toma el mencionado hecho real, para narrar una preciosa historia de amor adolescente homosexual, incomprendido y perseguido por la sociedad de su momento, represiva y ultraconservadora, que termina deslizándose por los acontecimientos más tristes y brutales esperables.
La realidad y la ficción, se funden sin fisuras para separar, irónicamente, un mundo oscurantista, rígido, que mata la rebeldía y las ansias de libertad juveniles, de otro de cuento de hadas, que simboliza la necesidad de escapar del anterior, pero que también tiene un lugar guardado para la parte oscura del mundo real, sin el que por suerte, o por desgracia, tampoco puede existir, característica de los buenos cuentos de hadas clásicos.
El aspecto visual de Heavenly Creatures es maravilloso; tanto la representación de la época de mediados del siglo pasado, en la que la acción tiene lugar, como la del mundo imaginario al que las jóvenes huyen.
La circulación entre los 2 planos de la realidad, reafirma la amistad que sienten una por la otra, las hace sentir libres, para dar rienda suelta a sus deseos eróticos y sexuales, las llenan de euforia y exaltación, y convierten sus sentimientos afectivos, en obsesivos.
Es interesante observar, cómo y en qué medida, las experiencias fantasiosas de las 2 amigas, las transforman gradualmente, y provocan en ellas, confusiones que afectan a sus capacidades cognitivas, de percepción, y de conducta.
La amistad entre ambas, ciertamente parece ser algo tenebrosa, tal vez porque la mayor esencia de dicha amistad, es la visión creativa de ambas, la cual no es del todo inocente, ya que incluye decapitaciones, asesinatos, y sexo.
Y Peter Jackson hace un buenísimo trabajo, de combinar al mundo real con el de ellas, lo cual es obviamente mostrado, única y exclusivamente, desde su perspectiva.
La decisión de asesinar a Honora no se siente forzada, lo cual es uno de los mayores logros.
Después de ver todo lo que se divierten juntas, todo lo que crean juntas, y todas las lágrimas que derraman por sí mismas, actuar contra todo obstáculo para seguir juntas, parece ser una decisión razonable, aunque al mismo tiempo, es trágica y aterradora.
Básicamente, Heavenly Creatures postula, que el crimen fue el resultado de una trágica confluencia de coincidencias:
Las 2 chicas, ambas emocionalmente inestables, en la medida justa para complementar sus respectivas debilidades, son incomprendidas en una escuela para niñas de Christchurch.
A raíz de esto, se vuelven amigas, unidas principalmente, por su gusto por lo macabro.
Por un lado, la sencilla e imperturbable Pauline, no puede evitar sentirse fascinada por Juliet, quien en variadas ocasiones, no duda en dejar en evidencia, su completo descaro y rebeldía.
Juliet por su parte, también admira a Pauline, en especial por la cicatriz que esta última tiene en una de sus piernas, la cual fue producto de una cirugía para combatir la enfermedad a los huesos que padecía.
Como actrices, Winslet realiza un estupendo trabajo interpretando a Juliet, quien gran parte del tiempo es una joven alegre y energética, cuyo mayor anhelo es contraer matrimonio con uno de “Los Santos” de la religión que ha creado junto a Pauline, actitud que por momentos cambia por la más completa histeria, cuando se enfrenta ante la posibilidad de ser abandonada, tanto por su madre, como por su amiga.
Es Melanie Lynskey, quien definitivamente se roba todas las miradas.
Su interpretación de Pauline, resulta fascinante y escalofriante al mismo tiempo, ya que la joven actriz, es capaz de transmitir con la mirada, y con su lenguaje corporal, toda la ira contenida, y el gran grado de frustración que siente su personaje con el entorno que la rodea, el cual es incapaz de comprender la genialidad que tanto ella como Juliet ostentan.
Como curiosidad, hay un cameo de Peter Jackson, y es el indigente que besa el personaje de Kate Winslet en una calle en la ciudad.
La banda sonora de Peter Dasent, se basa en una partitura potente, colorista, y muy variada, que ambienta adecuadamente las incidencias del relato.
En ocasiones, lo hace con lirismo, sensibilidad, y emotividad; otras veces se sirve de expresiones vitalistas y apasionadas; crea melodías intimistas, marchas, etc.
Como música añadida, aporta canciones operísticas a cargo de:
Mario Lanza:
“Dunkey Serenade”, “By My Love”, “When You Are in Love”…
Peter Dvorsky con “E lucevan le stelle”; Kate Winslet con “Sono andati” y la intervención de la Hungarian State Opera con “The Humming Chorus”
“Why could not mother die?
Dozens of people are dying all the time, thousands, so why not mother?
And father too”
En gran medida, la moraleja de Heavenly Creatures es que, en ocasiones, cuando se reúne cierto tipo de personas, estas son capaces de cometer actos que como individuos, serían incapaces de realizar.
Al mismo tiempo, se puede concluir que a veces, suceden tragedias, básicamente porque las personas están esperando que alguien más se atreva a detener algo, que está destinado al fracaso.
En el caso de Pauline y Juliet, la realidad es nublada por sus propios desbarajustes emocionales.
Teniendo todo esto en mente, es justo asegurar que, lo que convierte a Heavenly Creatures, en una obra apasionante y aterradora, es la forma en como el director retrata a 2 jóvenes infelices, que deciden crear un mundo alternativo que les resulta tan seguro y atractivo, que están dispuestas a asesinar, con tal de conservarlo.
Hoy, Juliet Hulme luego de ser liberada, se cambió el nombre por el de Anne Perry, usando el apellido de su padrastro.
Regreso a Inglaterra a vivir con su madre, en el pueblo escocés de Portmahomack, se volvió una famosa escritora, y autora de libros sobre asesinatos, historias de detectives y misterios.
Nunca se casó, ni tuvo hijos, actualmente sigue publicando sus historias.
La respuesta de la señora respecto a Heavenly Creatures fue:
“Jackson es un idiota, y su película grotesca”
Por su parte Pauline Parker, también luego de ser liberada, y se cambió el nombre por el de Hilary Nathan.
Después de pasar viviendo un tiempo en Nueva Zelanda, ante la vigilancia de las autoridades, se mudó a Inglaterra.
Ingresó en un convento católico, y se convirtió en devota.
Actualmente, también reside en Inglaterra, en Las Islas Orcadas, tampoco se casó, ni tuvo hijos.
Se negó a hablar con la prensa sobre el asesinato de su madre, y solo dijo tener remordimiento, y estar arrepentida.
Se cree que ambas no volvieron a verse, hasta el día de hoy…
Heavenly Creatures nos dice que:
La adolescencia, puede ser una época tan bonita como escabrosa...
Y no todos salimos victoriosos.

“We have decided how sad it is for others that they cannot appreciate our genius”



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