Out Of The Past

“She waited until it was late.
And then she walked in out of the moonlight, smiling”

Fuera del protagonismo policial, el cine de gánsteres de la postguerra, que prorrogó la vigencia de la clásica “crook-story”, o sea del relato desde el punto de vista del marginado a la ley, ofreció múltiples realizaciones de interés.
La mayoría de los “films noirs” de la RKO, por no decir todos, combinan,  a lo largo de sus tramas, escenas nocturnas con escenas a pleno sol; secuencias rodadas con un estilo fotográfico “expresionista” con el rodaje en exteriores; la voz “en off” y el “flashback” con el desarrollo lineal de las historias, y el final feliz…
La sombra, es un componente esencial de su fotografía, y en las que aparecen tipos iconográficos, tan representativos como el detective y la “femme fatale”, que responden perfectamente al modelo establecido por la crítica.
“A man, trying to run away from his past...
A woman, trying to escape her future!”
Out Of The Past es una película dramática, dirigida por Jacques Tourneur, en el año de 1947.
Protagonizada por Robert Mitchum, Jane Greer, Kirk Douglas, Rhonda Fleming, Richard Webb, Steve Brodie, Virginia Huston, entre otros.
El guión es de Daniel Mainwaring, basado en la novela “Build The Gallows High” (1946) de Daniel Mainwaring bajo el seudónimo de Geoffrey Homes.
Out Of The Past es una producción RKO que adapta una novela del periodista y escritor Mainwaring, con la colaboración en el guión, sin acreditar, de Frank Fenton, quien introdujo variaciones con respecto a la novela, y de James M. Cain, cuya aportación al libreto final fue, según parece, prácticamente nula.
Pese a que en su momento Out Of The Past no logró el reconocimiento que merecía, con el paso de los años, sus virtudes la posicionaron como una de las obras cumbres del “film noir”, siendo incluso reconocida, como una de las mejores películas de ese artesano llamado Jacques Tourneur, y considerada como una de “las 100 mejores películas de la historia” según la revista “Time”
Out Of The Past resultó un obra irrepetible, tal y como podría comprobar años más tarde Taylor Hackford, al realizar un “aseado remake” en 1983, llamado “Against All Odds” que carecía, sin embargo de la fuerza y el aliento lírico del original.
Como dato, Jane Greer hizo un cameo, interpretando a la madre del personaje que había encarnado en el original, así como el actor Paul Valentine.
Out Of The Past se erigía también, en un típico producto “negro” de la RKO Radio Pictures, al proceder simultáneamente de los primeros experimentos “wellesianos” y de las tendencias humanistas de los últimos años 30.
Los exteriores de Out Of The Past, se rodaron el Lago Tahoe, California; Alta Sierra y Reno, Nevada; en Acapulco, México; y en El Rancho Encino, propiedad de los Estudios RKO.
Los interiores, se rodaron en platós del Estudio.
Out Of The Past posee una atmósfera inquietante, oscura, y opresiva, donde campan a sus anchas, el chantaje, la venganza, la mentira, y la traición.
Los personajes, cada uno a su manera, son retorcidos, y atormentados.
La acción dramática tiene lugar en Bridgeport, pequeña población californiana, y alrededores, Acapulco, México; y San Francisco, en el año de 1947, durante unos pocos días.
Mediante “flashbacks” el protagonista cuenta a su novia, los hechos ocurridos durante los 3 últimos años:
Jeff Bailey (Robert Mitchum), es un antiguo detective que posee una gasolinera en un pequeño pueblo, donde lleva una vida tranquila y sencilla.
Sus amores son la pesca, y una joven vecina llamada Ann Miller (Virginia Huston) con la que quiere casarse.
Inesperadamente, recibe la visita de un viejo conocido, Joe Stephanos (Paul Valentine), que le anuncia que su antiguo jefe, Whit Sterling (Kirk Douglas), quiere verlo.
Bailey se ve entonces, obligado a contarle a su novia, su turbio pasado.
Jeff Bailey es un personaje pasivo, un observador de los demás, e incluso de sí mismo, que raramente es el motor de las acciones que van teniendo lugar.
Después de haber dejado atrás muchas cosas, el pasado volverá a interferir en su vida, atrapándole de nuevo.
Pero, además, ese retorno al pasado le atrapa, a su vez, entre 2 mujeres:
Una de ellas es Ann, una chica rubia, comprensiva, que ostenta una inusitada fidelidad hacia Jeff, y parece en todo momento consciente, de que él tendrá que lidiar con asuntos misteriosos.
Para ella, él es, como le confiesa al principio, una puerta a un mundo oscuro que la intriga, y del cual, le gusta ser una observadora.
Jeff la quiere, pero esto parece más consecuencia de su lealtad, que la lleva a arriesgar su reputación en el pueblo, y ante sus padres, y la bondad, que de una fuerte atracción física, que sí se manifiesta cuando está con Kathie Moffat (Jane Greer), la otra mujer.
Kathie le atrae, no cabe duda, y ella lo sabe desde el primer instante, y continuamente le pregunta
“¿Me quieres?”, o “¿Has pensado en mí?”
Incluso cuando descubre su falsedad, Jeff no termina de desembarazarse de ella.
Una mujer sórdida, que se mueve entre escoria, entre asesinos, mentiras, implacables persecuciones, y en medio de todo, desarrollaron mutuo querer, sin embargo, ellos no podían terminar juntos, no con todo lo que sucedía a su alrededor.
Ella es una fatal fémina, que está metida en todo, mujer que no duda en asesinar, de armas tomar, literalmente, para después simplemente afirmar que no tenía otra opción, es intrigante, siempre contando la verdad a medias, está en el medio de todo.
Él sólo quiere salirse fuera del pasado, porque el pasado le persigue, le come, le ansía, le mata… y eso, pesa mucho en el presente que, poco a poco, se va esfumando, como el humo del cañón de una pistola.
Al final, quien no puede hablar, su amigo sordomudo, llamado solamente como “The Kid” (Dickie Moore) le hará un último favor, porque sabe leer el pensamiento de un hombre que fue bueno, y que supo luchar por una realidad que le fue siempre negada.
El final es impactante, con una de las mentiras más sorprendentes de la historia del cine.
El personaje sordo mudo, le miente a Ann, para que así pueda seguir su vida, con el futuro novio que le espera, y no estar atada emocionalmente a Bailey, que acaba trágicamente asesinado, por la mujer que lo introdujo en un gran tela de araña, de la que no pudo escapar.
Todo ello hace de Out Of The Past, una de las cimas incontestables del cine negro de los 40.
El realizador crea unos personajes rotundos y ambivalentes, entre los que destaca un impactante retrato de la “femme fatale”, bajo los rasgos de Jane Greer, que destruye a todo aquel que se le acerca.
Una historia alambicada, de innumerables lecturas.
De una perfección asombrosa, Out Of The Past no es sólo una de las mejores muestras del cine negro de Hollywood, sino también, una de las películas más fascinantes de la historia del cine.
“They say the day you die your name is written on a cloud”
Jacques Tourneur consiguió con Out Of The Past, una película sensitiva, bajo cuya belleza formal, se oculta una amarga mirada sobre un mundo corrompido en el que todo tiende/conduce a la destrucción, y en el que un hombre, después de ser traicionado, traiciona, un hombre que condenado a morir de desengaños y de engaños, tiene todavía tiempo de cortar de raíz, una flor venenosa, antes de cerrar los ojos definitivamente, a un mundo que no lo admite. En aquella época, Robert Mitchum era un actor popular, que estaba buscando participar en una película “Serie A” para terminar de impulsar su carrera.
Algo similar sucedía con la actriz Jane Greer, quien 2 años antes, había firmado un contrato con la RKO, y ahora estaba lista para interpretar su primer rol protagónico.
Tourneur terminaría contratando a los 2 actores, y además, contaría con los servicios de Kirk Douglas, quien ya era una estrella, y que fue facilitado por la Paramount, para participar en Out Of The Past.
El hecho de que gran parte de los involucrados, quisieran dejar su huella en la industria, finalmente desembocó en que Out Of The Past se convirtiera en un referente del “film noir”
Así, Out Of The Past se erige como un perfecto ejemplo de todo lo que compone una “obra noir clásica”:
La femme fatale, en una excepcional Jane Greer; el amargo pasado del protagonista, que resurge de entre las cenizas; el detective hábil y seguro que comete el único error, de dejarse llevar por sus emociones.
El gánster de aparente trato amable es, en realidad, un asesino despiadado e implacable, sus matones son asesinos a sueldo, temerosos de los arrebatos del jefe.
El protagonista, es un hombre fuerte y decidido, intentando escapar de un pasado que, tarde o temprano, siempre vuelve.
Tenemos la “voz en off”, aunque sin abusar demasiado de este recurso y, por supuesto, la mujer fatal, bella, codiciosa, y malvada, una auténtica depredadora, con una Jane Greer con aspecto de buena chica, pero que en realidad encarna a una de las “femme fatales” más retorcidas y seductoras de la historia del cine.
¡Qué peligro tiene!
Una definición de la “femme fatale” que compone Jane Greer, que gusta mucho, y con la que coincido plenamente:
“Hay una escena en la que Mitchum tiene una pelea con uno de los esbirros de Kirk Douglas.
Lejos de intervenir, Greer se mantiene al margen, con una mirada de placer, y los labios entreabiertos:
Sabe que están peleando por ella, y eso la excita.
Greer encarna a una mujer sin escrúpulos, capaz de llevar a la perdición a todos los hombres que se cruzan en su camino, de los que se sirve cuando lo necesita.
En su comportamiento, siempre hay una doble intención, que te hace estar ojo avizor.
Aunque creas tenerla dominada, sabrá cómo escabullirse, porque no le importan las consecuencias, con tal de salir adelante.
Cuanto más acorralada, más peligrosa.
De cada 10 palabras que pronuncia, 9 son mentira.
Y además, es hermosa”
Kathie Moffat, desde su aparición, hasta su desaparición, en ese retorno al pasado, gira alrededor de ella.
Porque ella es la que altera la vida de todos los personajes protagonistas.
Kathie tiene el rostro de Jane Greer; y por este papel, alcanzaría el recuerdo imperecedero en las mentes cinéfilas.
Se dice que su sonrisa enigmática de “Mona Lisa” se debe a una parálisis facial que tuvo en la adolescencia.
Su entrada en la RKO, se debe por supuesto a Howard Hugues, cuando ella era modelo, y cantante, como Robert Mitchum.
Alrededor de Kathie, pululan el mafioso, el detective, el matón, y sus vidas se ven alteradas por sus tejemanejes, mentiras, y por su falta de escrúpulos a la hora de, con su rostro angelical, empuñar una pistola.
Y desde su primera aparición, el protagonista, el detective, sabe que caerá en sus redes.
La encuentra en Acapulco y la persigue, porque ha disparado al mafioso 4 tiros, uno le ha herido; y ha robado $40 mil.
Y la sigue para devolverla de nuevo al mafioso, que no quiere acabar con ella, la quiere a su lado.
Pero cuando Jeff encuentra a Kathie, toda vestida de blanco, con la luz del sol en su rostro, entrará en un estado de hipnosis.
Así vemos cómo se va enamorando de la joven, que le enreda con lamentos de lo que odia al mafioso, y asegurando que ella no robó ese dinero.
Con su dulzura y sensualidad, Jeff queda atrapado entre las redes de los pescadores de Acapulco, y el ensueño de encontrarse en los brazos de una hermosa mujer, que surge siempre, como una aparición en la playa cuando anochece.
Y ambos se convierten en fugitivos, para poder vivir su amor.
Y es increíble como la dulce Kathie, se va transformando ante nuestros ojos, y los de Jeff, en una peligrosa “mantis religiosa”
Kathie no dejará escapar a Jeff, condenados los 2, a un fatal destino.
En las últimas escenas, ella vestirá de oscuro, se ha revelado su interior oscuro.
Y es esa maravillosa transformación del personaje, más que transformación, ese retiro continuo de máscaras; uno de los elementos que atrapa para siempre al espectador.
Y a pesar de que Jeff sabe que es dañina y traicionera; y que descubre continuamente su rostro oscuro, todos sabemos que está unida a ella, con un nudo que le resulta imposible de desatar.
Un nudo que le arrastrará a un destino fatal, junto a ella, y le negará todo atisbo de felicidad…
Pero a mí siempre me gusta dar una vuelta de tuerca a esas “femme fatales” y señalar que no hacen más que ser supervivientes, en un mundo de hombres que se devora.
Y no hacen más que usar las mismas armas que los mafiosos, o los detectives de los que se enamoran.
También quieren dinero, poder, y son ambiguas, pero igual que sus antagonistas.
Son igual de corruptibles.
Y también pueden llegar a enamorarse, pero si no les es útil para su carrera hacia al poder, no tiemblan, como han hecho durante siglos muchos hombres…
Nos son más fatales que los hombres a los que enamoran.
La mujer fatal, establece relaciones de igualdad con los hombres, relaciones horizontales.
No son sumisas ni quieren ser aplastadas.
Y luchan hasta al final, para conseguir sus metas… con todas sus armas.
Como sus enamorados.
Out Of The Past, además presenta gran parte de los tópicos clásicos del género:
Corrosivos diálogos, violencia latente, personajes marcados por la muerte, el contraste entre la inocencia del mundo rural, y la corrupción de las grandes ciudades, y una “femme fatale” inolvidable.
Por otro lado, una de las grandes fortalezas de Out Of The Past, es la ambigüedad que presentan sus personajes, quienes se esconden tras estudiadas apariencias.
Las razones que llevan a Jeff y a Kathie, a cometer ciertas acciones, nunca son explicadas por completo, por lo que nos es imposible saber, cuál es el alcance de sus metas, y sus lealtades.
Con esto, Tourneur evidencia su fascinación por lo oculto, aquello que escapa a nuestro entendimiento, y que inevitablemente, siembra la incertidumbre en el espectador.
Tourneur recluta con acierto, al siempre duro Robert Mitchum como protagonista, joven, imponente, recio, aprovecha el director su fuerte presencia, es el encargado de hacer el trabajo sucio de su jefe, el desgraciado que en vano, intenta dejar atrás su destino, pues termina finalmente sumergiéndose completamente en él, siendo abrumado, y asfixiado.
Un perfil de personaje que Mitchum repetiría muchas veces en posteriores trabajos, siempre con éxito, y consolidando ese imagen suya, característica de hombre duro, muchas veces relacionado al hampa, a la clandestinidad, y al “underground”
Jeff Bailey es un personaje pasivo, que se dedica a observar a los demás, al mismo tiempo que realiza un trabajo introspectivo.
Rara vez, es el causante de las acciones que van teniendo lugar en el relato, y en gran medida, es un hombre atrapado, al cual se le ha negado cualquier tipo de válvula de escape.
Una vez que el protagonista se reencuentra con algunos fantasmas de su pasado, queda inexorablemente enfrentado a una serie de dualidades, que están representadas por las 2 mujeres en su vida:
Mientras que Ann representa al amor, la bondad, y la posibilidad de redención; Kathie representa a la lujuria, la avaricia, y la condena eterna.
Ann y Kathie, vienen a simbolizar esa clásica lucha entre opuestos, entre luces y sombras, entre el bien y el mal, que también se rastrea en otras obras de Tourneur.
Sin embargo, nada es tan sencillo, y la dualidad se desgaja hasta romperse en el tramo final, cuando ambos mundos colisionan, y se contaminan el uno al otro, en la vida de Jeff.
Así, en los últimos instantes, Kathie se le presenta a Jeff, vestida como una especie de monja, “una monja negra”, tan negra por fuera, como por dentro.
Este aspecto, choca con su inicial aparición, no por ilusoria menos irresistible, de blanco, bañada por el sol, en el bar mexicano, donde la esperaba Jeff...
Kathie contrasta con la mojigatería de la novia, que Jeff Bailey tiene en el pueblo, una mujer atontada por el enamoramiento que idealiza al hombre que ama, y que en su estupidez, no ve más allá de sus narices.
Out Of The Past, hace uso frecuente de la evocación, y la premonición:
Las redes de los pescadores, que acompañan a los protagonistas en la playa de Acapulco, parecen sugerir que Jeff, no se podrá librar nunca de las garras maléficas de Kathie.
Cuando Jeff cierra la verja de hierro de la mansión de Tahoe, todo parece indicar que es ya prisionero de su pasado.
La inesperada visita de su antiguo socio, Jack Fisher (Steve Brodie), al refugio de montaña en el que se oculta, parece anunciar que Jeff, ya no hallará refugio en ninguna parte.
No es Greer quien engaña, es Roble Mitchum quien se traiciona a sí mismo, a su novia santurrona, y al jefe que le da de comer, y de paso, paga generosamente unas vacaciones en Acapulco…
Si bien todos querían que Out Of The Past resultara ser un éxito, el proceso de filmación no sería sencillo, principalmente por la tensa relación entre Kirk Douglas y Robert Mitchum.
La verdad es que los estilos de actuación de ambos hombres, no podían diferir más entre sí, por lo que inevitablemente, terminaron colisionando en el set.
Mientras que Mitchum se mostraba relajado y lacónico, Douglas asumía una postura más agresiva, con la cual intentaba destacarse del resto del elenco.
En las primeras escenas que rodaron juntos, Douglas intentaba robar escena, manipulando algunos objetos, como por ejemplo, un manojo de llaves, o una moneda, con los cuales el actor buscaba distraer a su colega.
El trágico final, deja numerosas cuestiones por responder, enigmas típicos del “cine negro”, acerca de la voluntad real del protagonista, y sobre cuáles eran sus verdaderos planes.
“And then I saw her, coming out of the sun, and I knew why Whit didn't care about that forty grand”
Volver al pasado, a veces es como dejar que la fiera que te sacó de él, regresara para devorarte las entrañas.
Hay mujeres que son así.
O las amas, o te matan.
Dejar tu vida tranquila, para hacer revivir el daño de quien te comió el corazón, es una condena que sólo te espera en la paz, que te puede dar la muerte.
¿Por qué debemos considerar que Out Of The Past está en mayor sintonía con la realidad social del momento, que otros films estrenados en aquella misma temporada?
John Houseman, productor en la RKO, explica:
“Una rápida mirada a nuestra prensa diaria y semanal, prueba de forma concluyente, nos guste o no, que las “tough movies” o “películas de chicos duros” que se proyectan en estos momentos, en 17 mil salas en EEUU, nos presentan un reflejo bastante ajustado de la neurótica personalidad estadounidense, en el año de 1947”
Una observación que es de actualidad, pero Out Of The Past es mucho más que un reflejo de la sociedad estadounidense.
La censura, se refería esencialmente, a la representación del personaje de Kathie:
“El hecho de que pueda tener una relación sexual con Jeff y Whit, en la misma época, sin estar casada, con ningún de los 2 hombres” era el horror en la época.
Y es que entonces, el horripilante Código Hays, de producción cinematográfica, que determinaba con una serie de reglas restrictivas, qué se podía ver en pantalla, y qué no, en las producciones estadounidenses, les trajo muchos problemas.
El código imponía que “no se producirá ninguna película, que rebaje los principios morales de aquellos que la vean”
Por consiguiente, nunca se debe dirigir la simpatía del público, hacia el lado del crimen, el mal, o el pecado.
Este era el primero de los 3 principios generales, establecidos por El Código Hays, encargado de regular, lo que podía y no podía aparecer en las pantallas de los cines de Estados Unidos, en un intento de modificar la imagen liberal, y para muchos escandalosa, que ofrecía la vida de las estrellas cinematográficas de Hollywood, y que para indignación de los más conservadores, se trasladaba también, a los argumentos de sus películas.
El Código Hays, se mantendría en vigor hasta el año 1967, cuando fue sustituido por “La Clasificación por Edades” vigente en nuestros días, y en sus años de máximo esplendor, pocos serían los que se atrevieron a desafiarlo, porque eso significaba, arriesgar su futuro en la industria cinematográfica, pero siempre hay rebeldes, que no están dispuestos a ceder ante las corrientes dominantes en su época, personas que hoy calificaríamos como, políticamente incorrectas, ya que la corrección política, podría considerarse nuestro particular Código Hays del siglo XXI.
Y si para un hombre, ya era muy arriesgado desafiar las normas morales imperantes, más lo era para una mujer.
En el código, el carácter sagrado de la institución del matrimonio y del hogar, debía ser mantenido.
Los films, no dejarán suponer, que formas groseras de relación sexual, son cosa frecuente, o reconocida.
El adulterio, y todo comportamiento sexual ilícito, a veces, necesarios para la intriga, no deben ser objeto de una demostración demasiado precisa, ni ser justificados, o presentados, bajo un aspecto atractivo, por tanto, quienes pequen, deberán tener un trágico final o morir, curiosa esta aseveración, pues actualmente, muchos filmes siguen esta regla, que ya no es obligatoria y que la aplican por “default”
Por respecto al carácter sagrado del matrimonio y del hogar, entonces, el “triángulo”, si se entiende por tal, el amor de un tercero por una persona ya casada, será objeto de un tratamiento particularmente circunspecto.
Pues la regla era, no presentar a la institución del matrimonio, como antipática.

“When you see her, you'll understand better”



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