Predator

“What the hell are you?”

“Predator” o “Yautja”, su nombre biológico, es una criatura alienígena de ciencia ficción, que se caracteriza por ser cazador de trofeos humanos, u otras especies alienígenas peligrosas.
Su primera aparición, se produjo en 1987, en la película “Predator” y posteriormente en novelas, comics, y otras secuelas cinematográficas como:
“Predator II” (1990), “Alien vs Predator” (2004), “Aliens vs Predator: Requiem” (2007), y “Predators” (2010)
En las películas, el extraterrestre no tiene un nombre concreto, por lo que se denomina a estas criaturas “Yautjas”, “Hish”, o simplemente “Predators”; los cuales se dedican a viajar por la galaxia, cazando a toda criatura digna de enfrentarse a sus habilidades, y que suponga un auténtico reto.
La criatura, fue creada por Jim y John Thomas, el cual lo dotaron con una avanzada tecnología, como camuflaje, y armas de energía.
Físicamente, son de forma humanoide, pero de mayor altura que el ser humano, en torno a los 2,20 m o 2,40 m; y con un cráneo muy diferente, ya que su cabeza posee unos ojos pequeños, con esclerótica de color negro, e iris de color verde, rojo, o amarillo; capaces de ver solamente en el espectro de luz infrarroja y ultravioleta; la nariz consta de unas hendiduras, una boca con enormes mandíbulas cruciformes móviles; un oído bastante desarrollado, como cabe esperar en un cazador; y fuerza superior a la humana.
Su visión natural, se basa en la percepción termográfica, percepción similar a la que poseen las serpientes vipéridas, como la víbora de cascabel, a través de las fosetas loreales, o fosetas termoreceptoras, pero poseen tecnología para ver los distintos espectros de luz y calor del medio en que se encuentran.
Ellos respiran un 1% más de oxígeno, y un 4% más de nitrógeno que los humanos, y son capaces de adaptarse a la atmósfera de La Tierra, hasta una semana y más, dependiendo de si disponen de aparatos para respirar.
Su sangre, está basada en carbono, y tienen una capacidad parcial para neutralizar el ácido del xenomorfo o Alien.
Su vida también es más larga, ya que tienen la capacidad de aumentar el tiempo de vida humano.
La mayoría de su cuerpo, es puro músculo, pudiendo soportar un duro castigo físico, y suelen pesar entre 120 kg, y 160 kg; poseen una estructura corporal relativamente fornida, debido a su actividad, y dieta.
Tienen garras negras y fuertes, una corona de apéndices tentaculares, que van de una sien a otra, a la altura de la nuca; los apéndices varían de color y forma, según la edad y raza, tienen la función de regular el calor corporal del individuo, debido que, a través de ellas, transcurre sangre, y de esta forma se controla el calor, según sea la temperatura, alta o baja.
La piel es generalmente de tonos verdes blanquecinos, u oscuros, dependiendo de la zona, acompañada de escamas de color café, negras, o verdes; manos similares a las de los humanos, excepto porque los dedos acaban en garras, pies con 5 dedos, talón a modo de espolón, y sangre de color verde fosforescente.
Sus objetivos preferidos, son los Xenomorfos y los humanos, con los que han tenido encuentros, a lo largo de toda la historia terrestre.
Tienen contacto con los humanos, desde hace 14.000 años, en La Antártida, y más tarde, tienen contactos con otras civilizaciones como El Antiguo Egipto, la cultura de Camboya, y los aztecas.
Poseen una avanzada tecnología, siendo capaces de construir armas que disparan proyectiles de energía, potentes explosivos, o sofisticados sistemas electrónicos.
También aplican este alto nivel tecnológico, a armas más básicas como las cuchillas, las lanzas, o las redes, ya que según ellos, es un modo más honorable de cazar.
Entre los sistemas más famosos que poseen, se encuentran la máscara que les proporciona distintos modos de visión, cañones de plasma de gran precisión, y un dispositivo de camuflaje óptico, que les ayuda en su labor, mediante el cual, adoptan una casi completa invisibilidad.
La armadura, está compuesta de rodilleras, espinilleras, botiquín, placas metálicas, como hombreras, pectorales, musleras... sistema informático, casco, máscara de emergencia de metano, manto de camuflaje, brazales con los mandos del computador, y computadora de brazo.
Según se ha planteado, es posible que esta raza, haya estancado su avance tecnológico a propósito, esto se expone con base en que la tecnología que presentaban al llegar a La Tierra hace miles de años, la utilizada en la actualidad, y la que se observa siglos en el futuro, es similar, muy posiblemente por su apego a las tradiciones, y al combate frontal, por lo que solo utilizan la tecnología necesaria, para enfrentar, y viajar hasta sus objetivos.
“Nothing like it has ever been on earth before”
Predator es una película de ciencia ficción estadounidense, del año 1987, dirigida por John McTiernan.
Protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers, Sonny Landham, Bill Duke, Elpidia Carrillo, Richard Chaves, Jesse Ventura, Shane Black, R.G. Armstrong, Kevin Peter Hall, entre otros.
El guión es de Jim & John Thomas; y narra la historia de una fuerza de élite, que emprende una misión para rescatar un rehén, de una guerrilla ubicada en América Central.
Mientras realizan la misión, serán a su vez acechados por un cazador extraterrestre.
Se dice que después del lanzamiento de “Rocky IV” (1985), había un chiste circulando por Hollywood:
Como Rocky Balboa se había quedado sin oponentes en La Tierra, en la 5ª parte de la saga, tendría que enfrentarse a un extraterrestre.
Los guionistas Jim y John Thomas, se tomaron el chiste en serio, y desarrollaron un guión basado en ello; el cual se llamaba inicialmente “Hunter”, traducido como “Cazador”
Cuando 20th Century Fox adquirió el guión, en 1985, y se lo adjudicó al productor Joel Silver, ya que había demostrado en películas como “Comando” (1985) que era capaz de convertir un guión de ciencia ficción de baja calidad, en una gran producción.
Para ello, tuvo como coproductor, a su anterior jefe, Lawrence Gordon; y juntos eligieron a John McTiernan, para que dirigiera su primera película de estudio.
Y, sin duda, estamos en La Época Dorada de Arnold Schwarzenegger, tras haber protagonizado 3 años antes, la convulsiva obra maestra “The Terminator” (1984)
El resultado, Predator fue un gran éxito de taquilla, rentabilizando los $15 millones de presupuesto, hasta alcanzar los casi $100 millones en todo el mundo.
Esto, a pesar de haber obtenido la temible calificación “R” debido a su violencia explícita, que reducía considerablemente su público, a mayores de 16 años.
Aun así, Predator obtuvo una nominación al Premio Oscar a los mejores efectos visuales.
Predator sigue a un grupo de fuerzas especiales de EEUU, conformado por:
Alan “Dutch” Schaefer (Arnold Schwarzenegger), George Dillon (Carl Weathers), Mac Eliot (Bill Duke), Blain Cooper (Jesse Ventura), Jorge “Poncho” Ramírez (Richard Chaves), Billy Sole (Sonny Landham), y Rick Hawkins (Shane Black)
Todos ellos, altamente entrenados, son enviados a la jungla en Centroamérica, para localizar a un político importante accidentado en la zona.
Los soldados, no encuentran al político, pero sí un helicóptero, y a sus ocupantes, salvajemente mutilados, por lo que asumen que es una venganza de los guerrilleros.
Así mismo, encuentran los restos mutilados de un grupo de soldados de EEUU; este grupo, también era de fuerzas especiales, o boinas verdes.
Una vez que han dado la misión por finalizada, se encuentran con algo extraño que los acecha en la espesura de la selva, y cuyo origen no logran descubrir.
Y esa cosa, comienza, uno por uno, a cazar a todos los componentes, menos a Dutch, quien sobrevive, y consigue vencer al alienígena, que antes de ser capturado, se autodestruye.
El principal punto de interés de Predator, reside en un concepto que fácilmente divide la película en 2 partes muy diferenciadas, pero a la vez, tremendamente efectivas:
Todo el primer trozo, en el que un escuadrón de comandos especiales es enviado en una misión secreta, contra un grupo guerrillero, en una genérica selva centroamericana, parece sacado de una película muy diferente, a aquella en la que se transforma luego…
A decir verdad, una de las mejores cosas que logra McTiernan, es resaltar la superioridad bélica de estos soldados, ante quienes los guerrilleros no tienen la más mínima oportunidad, lo que no hace sino evidenciar, el contraste con la 2ª parte, en la que estos duros hombres de acción, son diezmados, poco a poco, por un misterioso enemigo oculto en la selva, que termina siendo una criatura de otro planeta, que caza humanos por deporte…
La criatura, salida de las artes de Stan Winston, tras una radical reinvención del concepto original, es fascinante, porque se nos presenta sin ningún tipo de explicación.
A pesar de que no hay ningún personaje en Predator que sepa exactamente, qué es el monstruo, que se mueve entre las teorías conspiratorias del personaje de Carl Weathers, y la leyenda de la joven prisionera del grupo llamada Ana (Elpidia Carrillo), el público logra tener atisbos de su cultura, en elementos que parecen casuales, pero que no lo son, como por ejemplo:
El código ético del cazador, que le impide matar a aquellos, a quienes no considera una amenaza.
Es por eso que a medida que los personajes van muriendo, y Predator se va quedando cada vez más desprovista de diálogos, la verdadera esencia de Predator como relato de supervivencia, se va haciendo más evidente.
En este sentido, lo mejor es su secuencia final, en la que el personaje de Schwarzenegger, desafía solo y desarmado ante el monstruo, en una lucha que tiene mucho de ritual, y en la que por fin, Dutch, el líder del comando especial que tanto castigo ha repartido en la primera parte, se enfrenta a un enemigo que le supera; por tanto, el hombre debe volver a su primitivismo, para hacer frente al horror que sufre, y poder vencerlo.
“I ain't got time to bleed”
Quien quiera ver Predator, más allá de su condición de “action movie” se encontrará un conglomerado de géneros, que navegan libremente entre el cine bélico clásico, enmascarado con toda una etiqueta de ciencia ficción, que hace una mezcla realmente apasionante.
La intriga que McTiernan imprime a esta propuesta, es quizá el mayor acierto, si nos centramos en los logros netamente narrativos de Predator.
Un suspense que atrapa al espectador desde el primer momento, en el que el grupo entra en la selva, que permite sentir un acompañamiento, a través de la pesadilla que el grupo de fuerzas especiales van a vivir; desde los sutiles movimientos de cámara, el juego con el escenario, con una selva que parece un personaje más; los juegos de luces y sonidos, y ese clima malsano, hacen entrar en la trama desde el primer momento, con unos tintes terroríficos, que añaden aún más encanto.
Por lo que John McTiernan, nos sorprendió con una cinta bélica de ciencia ficción, en la que presentó al 2º de los extraterrestres más carismáticos del Séptimo Arte, después de “Alien” del ya mundialmente conocido maquetista, recientemente fallecido, H.R. Giger; un Depredador diseñado por Stan Winston que, posteriormente, protagonizaría diversas correrías de poco calado; primero un vídeo juego, y después la película homónima, de dudosa trascendencia cinematográfica.
Filmado en las selvas tropicales mexicanas, Predator fue un rodaje duro y exigente para los actores, y el equipo de rodaje, que enfrentaron el calor y la humedad, relieve accidentado, insectos… pero los resultados merecieron la pena.
McTiernan supo utilizar, la inmensa espesura verde, para igualar la sensación de claustrofobia, opresión, y aislamiento.
Más aún, la selva fue sólo uno de los elementos que hacían de Predator, la primera película que fundía la ciencia ficción, con un típico escenario de La Guerra de Vietnam, donde unos soldados empapados en sudor, perdidos en una muralla verde impenetrable, tras la que acecha un enemigo capaz de camuflarse, hasta hacerse invisible, y que somete a los impotentes estadounidenses, a una lenta tortura física, y psicológica.
Aquí, cada uno de los actores, tiene su momento antológico, y su frase estrella.
Algo que hace que te encariñes con los personajes, logrando una química absoluta, entre ficción y espectador.
Las apariciones del Predator encarnado por el gigante Kevin Peter Hall, tras la renuncia de Jean-Claude Van Damme, tras sólo 2 días de rodaje; y que es la absoluta estrella de la función, están dosificadas perfectamente, para no aburrir al espectador, y haciendo crecer el interés y el suspenso por parte del mismo, de lo que aterra al grupo de protagonistas, de forma que las mismas dudas que asolan a los mercenarios, crucen la pantalla.
Según los guionistas, los hermanos Jim y John Thomas, la idea de la creación del depredador, les surgió de su afición a los cuentos populares, que leían de niños.
En el personaje, están algunas de las características de esos personajes malvados, que ponían las cosas difíciles a los héroes de las historias, pero este depredador, tiene ciertas particularidades, que lo hacen especial:
El depredador, no es “un malvado de película” cuyo existencia sólo sea la de hacer mal; sino que caza por placer, pues esa es su profesión.
Y los hermanos Thomas, querían enfrentar a un humano con un alienígena...
Para ellos, el ser humano más temible, es el del experimentado miembro de un comando militar especial.
Algo que destaca de este depredador, es que no mata por un simple objetivo malvado, ya que caza para conseguir trofeos, una prueba de sus capacidades homicidas, que lo convierte en todo un profesional de su tarea.
Por lo que Predator, se convierte así, principalmente, en el enfrentamiento del ser humano convertido en máquina de matar, con “El Diablo cazador de hombres”, en un campo de juego, tremendamente aterrador y claustrofóbico, como es la selva de Centroamérica.
El grupo que armados hasta los dientes, y con cierta tranquilidad que les da el ser unas máquinas de matar, verá como su “status” de superioridad, se verá mermado gravemente, ante algo que les es totalmente desconocido.
La compañía R/Greenberg Associates, creó los efectos ópticos de Predator, incluyendo la invisibilidad de la criatura, la visión termográfica, la sangre fluorescente, y las descargas eléctricas.
El diseño de la criatura, corresponde al diseñador de efectos especiales, Stan Winston; que en un vuelo desde Japón con el director James Cameron, Winston, que había sido contratado para diseñar al depredador, estaba haciendo bocetos, y Cameron al ver lo que estaba dibujando dijo:
“Siempre he querido ver uno con mandíbulas”
Al oírlo, Winston decidió incluirlas en sus diseños.
El estudio de Stan Winston, creó todos los efectos visuales, y su secuela, realizando el traje para Kevin Peter Hall, y los efectos faciales.
Hay en Predator, momentos estelares, que han pasado ya, a los anales de la historia del cine bélico contemporáneo, tales como:
La inolvidable escena en la que los hombres de Schaefer, vacían a la vez sus cargadores, contra una selva que sirve de cobijo al propio Satanás, y lo hacen con la ayuda indispensable de la ametralladora “Impaciente”
Sin duda, un momento captado magistralmente.
O el momento en el que el mismo Schaefer, se da cuenta de que el depredador no puede verle, si va untado de barro.
Y, por supuesto, el duelo final, que sorprende incluso al mismo depredador, que no acaba de comprender, la razón por la que un ser humano puede ponerle en tantos aprietos.
Y es que Schwarzenegger lo tiene claro:
“Si sangra, podemos matarlo”
Aunque parezca mentira, un film como Predator, solo posee una única escena que se ha descartado, pese a la inmensa cantidad de diseños fallidos del cazador alienígena que se han descartado, las reescrituras del guión, y otros planteamientos que no llegaron a ver la luz; la escena es:
Huyendo del depredador; Dutch trata de esconderse, y observa cómo tiene muchas hormigas a su espalda.
Dutch trata de huir, pero el depredador dispara a un árbol cercano, y pronto comienza a perseguirle, con disparos que impactan en árboles cercanos.
Cuando por fin, Dutch logra tener un momento de calma, susurra:
“Ese hijo de puta, está jugando conmigo”
Cuestionamientos varios:
¿Por qué una especie alienígena, haría el esfuerzo de enviar una criatura a La Tierra, solo para que acabara con soldados estadounidenses?
¿Por qué una criatura de este estilo, querría un enfrentamiento cuerpo a cuerpo?
La escena desde el espacio, al inicio, le quita un poco el misterio a la trama, ya que de alguna forma nos sugiere, por donde va a ir la historia.
Haciendo lecturas; unos han visto en el arma “Impaciente” es un símbolo fálico total, como extensión del miembro viril de Blain; así como una relación homoerótica entre este y Mac, de ahí que el director John McTiernan, colocara a una chica en el reparto...
Ni hablar en la forma que Billy se nutre del néctar de los árboles… da mucho a la imaginación…
Como dato; Predator significó el debut de los actores Jesse Ventura, y Shane Black.
Como curiosidad, ese “I ain’t got time to bleed” o “No tengo tiempo para sangrar” es ocurrencia del propio Jesse Ventura, que entre otras cosa, fue SEAL de la marina, famoso wrestler, y nada menos que Gobernador de Minnesota, al igual que Arnold lo fue de California; él usó esa frase, como título para su autobiografía.
Concluyendo, Predator, con sus carismáticos personajes, y solidísima dirección, no solo es una película de culto, lo que sugeriría que es solo una minoría quien la aprecia, es mucho mejor que eso:
Forma parte del tejido conjuntivo de una de una generación; forma parte de la cultura popular, de forma mucho más extensa, que tantos otros clásicos de la ciencia ficción, en gran parte, gracias a su accesibilidad, que la libera de cualquier oscurantismo o prejuicio, que mucha gente suele tener hacia este género.
Y de paso, demuestra no solo aquello de que, lo bien hecho envejece estupendamente, sino que, cuando algo de tanta calidad funciona a un nivel tan elemental y primario, encandila a cualquiera.
Debo de hacer mención especial de la banda sonora; que con apenas 4 o 5 piezas, fácilmente reconocibles, aunque distribuidas de una forma, aparentemente al azar a lo largo del metraje, Alan Silvestri crea, con elementos muy primarios:
Marchas militares, ritmos de percusión, y algo de uso de sintetizador; una atmósfera que se mezcla estupendamente con las imágenes.
“If it bleeds, we can kill it”
Durante La Era Reagan, se puso muy de moda, hacer este tipo de películas con temáticas de comandos estadounidenses, que hacían misiones peligrosas, tras las líneas enemigas, en favor de los EEUU.
No digo que esto me moleste, los EEUU son un país que me resulta agradable, aunque me parece censurable su política exterior, en sus aspectos más belicistas.
Por lo que en La Era Reagan, la industria del cine se propuso a sacarse esa espinita de Vietnam, vemos como prolifera en los clásicos míticos ochenteros, películas directamente de evasión, con temática fantástica, el cine de acción de ejércitos de un solo hombre, y diversos híbridos, estos géneros tienen resultados muy dispares, la mayoría encumbrados por la nostalgia de los que vivieron esa época, y muchos de los productos más renombrados, no llegan ni a entretenida, sea como fuere, Predator va en esa línea, de La Era Reagan de militares duros, cumpliendo una misión, y con una pequeña sorpresa... fuera de este mundo.
¿Quién es el depredador en Predator?
La idea del depredador, es sin duda una forma de expresar como se sentían los estadounidense en La Guerra de Vietnam, o esa CIA que actuaba en Centroamérica.
Un enemigo invisible, que ataca entre la espesura de la selva.
Todo el pelotón masacrando, y acribillando la jungla hasta gastar toda la munición, con granadas, metralletas, ametralladoras con cañón, es prueba de ello.
Y aquí cabe una lectura ambientalista, o “Green apocalíptica” pues debe ser un extraterrestre, quien “resetee” la vida del planeta, pues la humanidad se mata a sí misma, por dinero y poder.
Y no es baladí, el hombre hasta el momento, ha permanecido en la cima de la pirámide depredadora, y no existe en la actualidad, ninguna criatura que le dispute el puesto.
El mayor asesino de La Tierra, es el hombre, y hasta mata por deporte...
El depredador mata para sobrevivir.
El hombre es auto destructor, y es consciente del asesinato que está cometiendo.
El hombre, se ha convertido en el voraz destructor de la fuente natural de su propia vida, en su afán por superarse y, que en cierta forma, se siente un poco Dios; creador, inventor, transformador, dueño de la vida, patrón del universo, se olvida que todas las cosas en la naturaleza, no están hechas por azar, que cada especie ocupa su lugar, en la rueda de la vida, que cada una tiene un rol…
Y el hombre destruye su hábitat con verdadera saña, como si odiara la bellísima morada en que vive, y a las criaturas que le acompañan, y viven con él.
Acaba con las plantas que son su abrigo, su alimento, y medicina, sin el menor agradecimiento, sin la más mínima consideración.
Destruye y aniquila.
Bombardea la tierra, y todo ser vivo que se le atraviese con fuerza destructora.
Y así pudiéramos hacer una relación de cuanta cosa destruye y/o intenta destruir el hombre en su paso por La Tierra, y cada generación, como si fuese la última que fuera a existir.
Tanto es el afán destructor del hombre, que intenta por igual, destruir su pasado y el pasado histórico, los patrimonios de la humanidad… y como daño colateral, así mismo.

“Soon the hunt will begin”



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