Mediterraneo

“In tempi como questi la fuga è l'unico mezzo per mantenersi vivi e continuare a sognare”
(En tiempos como estos, de escape, la única manera de mantenerse con vida es seguir soñando)

No hay nada que inspire tanto para viajar, como el cine y la buena literatura.
Las Islas Griegas, han servido de escenario, para algunas de las películas que más han contribuido a poner de moda, algunos pequeños paraísos del Mediterráneo Oriental.
El Mar Mediterráneo, es uno de los mares del Atlántico; rodeado por la región mediterránea, comprendida entre Europa Meridional, Asia Occidental, y África Septentrional; con aproximadamente 2,5 millones de km², y 3.860 km de longitud; el mar es el segundo mar interior, más grande del mundo, después del Caribe.
Sus aguas, que bañan las 3 penínsulas del sur de Europa:
Ibérica, Itálica, Balcánica; y una de Asia, Anatolia, comunican con el Océano Atlántico, a través del Estrecho de Gibraltar; con El Mar Negro, por Los Estrechos del Bósforo, y de Los Dardanelos; y con El Mar Rojo, por El Canal de Suez.
No obstante, El Mediterráneo, es el mar con las tasas más elevadas de hidrocarburos, y contaminación del mundo.
La etimología de este mar, procede del latín “Mar Medi Terraneum”, cuyo significado es “mar en el medio de las tierras”
La mayoría de los habitantes de sus costas, han usado una denominación derivada de la latina; en idioma griego se llama:
“Mesogeios Thalassa” con el mismo significado que el nombre latino, y en árabe se llama “al-Baḥr al-Mutawāsiṭ” o “mar intermedio”
Curiosamente, cuando alguien habla de una película sobre La Segunda Guerra Mundial, y con soldados como protagonistas, es inevitable imaginarse un grupo de hombres con ideales, luchando la épica; pero existen excepciones, capaces de contar agradables historias, tan peculiares como humanas.
¿Quién quiere la guerra?
Todos amamos la paz, disfrutar de la amistad, del buen clima, y del amor.
“Dedicato a tutti quelli che stanno scappando”
(Dedicado a todos los que están huyendo)
Mediterraneo es una comedia italiana, dirigida en el año 1991, por Gabriele Salvatores.
Protagonizada por Claudio Bigagli, Diego Abatantuono, Giuseppe Cederna, Ugo Conti, Gigio Alberti, Memo Dini, Vasco Mirandola, Vanna Barba, Irene Grazioli, Claudio Bisio, Luigi Montini, Antonio Catania, entre otros.
El guión es de  Enzo Monteleone; y es la tercera película de “La Trilogia Della Fuga”, realizada por Salvatores, que también incluye:
“Marrakech Express” (1989) y “Turné” (1990)
Las 3, comparten un ambiente y estructuras semejantes:
La fuga de la realidad, la búsqueda de otros lugares, donde la actualidad y el mundo, parecen haberse paralizado; aunque esta trilogía no comparte argumentos ni temáticas.
Esas 3 películas, están enlazadas por sus temas:
Amistad, soledad, deseo de volver a casa, de reconstruir un país, esperanza, y sueños que se enfrentan a la realidad, y a desilusiones, fielmente reflejadas en las últimas escenas.
La necesidad de sentirse querido, facilita la naturaleza acogedora de todos.
Una ambientación y unos paisajes idílicos, que ayudan al entorno ameno, se combinan a la perfección con situaciones y diálogos de un guion aceptable, lleno de naturalidad.
Mediterraneo está ambientada en La Segunda Guerra Mundial, y trata sobre un grupo de soldados italianos, que se quedan varados en una isla griega.
La filmación, tuvo lugar en la isla de Kastelorizo, una pequeña isla griega del archipiélago del Dodecaneso, en aguas del Mediterráneo Oriental, situada a menos de 3km de la costa sur de Turquía, y a 110 km al este de La Isla de Rodas.
En ese lugar, 2 islotes cercanos, Ro y Strongili, le están asociados.
Kastelorizo, es la mayor isla del archipiélago más oriental de Grecia, y se encuentra en la cuenca del Mar Mediterráneo.
Contar que, pese a su aislamiento, el momento más grave de esta isla, durante La Segunda Guerra Mundial, ocurrió en 1944, cuando una explosión de un almacén, quemó la mitad de las casas del pueblo.
Mediterraneo es una comedia muy hábil, con momentos divertidos y surrealistas, en medio de un conflicto bélico.
Con ella, Italia vuelve a conseguir El Oscar a La Mejor Película de Habla No Inglesa, apenas 3 años después de lograrlo con “Cinema Paradiso” (1988)
Hay que decir que, existen 2 versiones de Mediterraneo:
La que se distribuyó en su origen en Italia; y la distribuida en EEUU, difieren en su metraje.
La versión para EEUU, tiene 11 minutos eliminados, que según en una entrevista a su director, dice estar en contra de este corte realizado por las distribuidoras.
Desgraciadamente, la versión comercializada, a nivel internacional en DVD, es la versión recortada, encontrando tan sólo la versión íntegra, en celuloide italiano, y en VHS.
En Mediterraneo, basta con echar un vistazo al cuerpo militar, para comprobar que no es una historia corriente:
Un sargento machista y dictatorial, un soldado que viaja con su mula, un teniente artista, otro soldado excesivamente tímido…
Lo que comienza con una inspección, se termina convirtiendo en un retiro dorado.
Son 8 soldados, que han recibido la orden de desembarcar en una pequeña, e insignificante isla griega.
Los soldados incluían a:
El Teniente Raffaele Montini (Claudio Bigagli), amante del arte; al machista Sargento Nicola Lo Russo (Diego Abatantuono); al Soldado Eliseo Strazzabosco (Luigi Alberti ), acompañado de su amada mula Silvana; los 2 hermanos Munaron:
Libero (Memo Dini) y Felice (Vasco Mirandola)
El Soldado Corrado Noventa (Claudio Bisio), que cuenta meses y días para volver a Italia; el idealista enamorado, Antonio Farina (Giuseppe Cederna), y otros personajes extravagantes.
Su misión es custodiar la isla, dado que tiene un alto valor estratégico.
Cuando consiguen llegar a tierra, su nave se ha hundido, y la radio se ha roto.
El lugar, que al principio parecía desierto, en realidad está habitado por mujeres, ancianos, y niños.
Los 8 hombres, aislados del frente, y de la realidad, empiezan a integrarse rápidamente entre los vecinos, y a cumplir algunos de sus más ocultos deseos; llegan incluso, a olvidarse de que son soldados, y que están en guerra.
El hecho de que los soldados se olviden de lo que son, y se conviertan en “griegos de adopción” da un punto de vista universal, viajero, y agradable a La Segunda Guerra Mundial, que poco antes se había visto en una contienda, de la que se han señalado sus aspectos más atroces.
Mediterraneo es, a grandes rasgos, y según apreciación personal, la clásica llegada del mundo civilizado, a un lugar aislado, a un mundo más atrasado, y además, la destrucción de uno de los 2 mundos.
Salvatores nos da soldados italianos, que se llegan a olvidar de la guerra, de los alemanes, de los aliados, de los problemas nacionales…
La realidad se distorsiona, y el día a día empieza a girar en torno al modo de vida griego.
Los modernos soldados, son absorbidos de una forma apacible y tranquila por la cultura griega.
Un paraíso para cada uno de los personajes.
En la isla, encuentran justo lo contrario a lo que tenían durante la guerra:
Paz:
El miedo a las luchas contra ejércitos aliados, el miedo de relacionarse con tropas alemanas, tan poco amistosas, el miedo a la dura instrucción italiana; en la isla encuentran una paz, y una tranquilidad inauditas.
El paisaje:
Los soldados empiezan a apreciar un paisaje bucólico, lejos de las batallas navales, y de los cuarteles, o las grandes capitales, se presenta ante ellos, unos montes y mares de ensueño; algunos personajes, se dedicarán a pintar lienzos por la maravilla de lo que ven.
Las mujeres:
En un pueblo, donde casi no hay hombres, porque han emigrado todos, o se han ido a la guerra, encuentran muchas mujeres que les abren los brazos del amor, además, encuentran lugar de reunión, en casa de la prostituta del lugar, llamada Vassilissa (Vanna Barba), que divertidamente alega al capitán “ella es prostituta de calidad, su madre, y su abuela, eran las mejores prostitutas”
El arte:
En la iglesia ortodoxa, otros soldados encuentran obras de arte antiguo, pinturas, y mosaicos, con el que quedan encantados; tesoros que salvaguarda el sabio diácono del lugar.
Mediterraneo, es un canto a la paz, y a la vida sencilla sin complicaciones.
Aporta una nueva mirada al cine, a la vida, muy alejada del comercialismo habitual, en donde El Séptimo Arte es degradado para convertirse en un vulgar negocio.
“Avevamo tutti più o meno quell'età in cui non hai ancora deciso se mettere su famiglia o perderti per il mondo”
(Todos estábamos, más o menos en esa edad, en la que aún no se ha decidido si vas a formar una familia, o te pierdes del mundo)
Desde la Italia de los 90, y el imperio mediático de Silvio Berlusconi, se lanzó a las carteleras, una comedia resultona, sin más trascendencia que la de ensalzar el pacifismo, y el pleno disfrute de la vida sin prejuicios, así como denostar el absurdo de las guerras, los patriotismos exaltados, los bandos, y en general, las etiquetas.
Desconocida para el gran público, Mediterraneo tiene su fuerza en la sencillez.
El argumento es simple:
Olvidados por su propio ejército, incomunicados, y sin un objetivo claro, varios soldados con personalidades muy diferentes, deben adaptarse a la apacible vida de la isla, hasta encontrar una manera de volver a Italia.
Así pasan 3 años, durante los que se adaptan al ritmo tranquilo de los lugareños, y a sus costumbres, hasta que por fin, se les presenta la oportunidad de regresar.
No obstante, para varios de ellos, la vida en medio del Egeo, ha marcado un antes y después.
Pese a encontrarnos ante una producción que hace alguna alusión benigna a la derecha italiana, pues al final se menciona algo, sobre “los buenos tiempos pasados con el Duce”; y la producción de Silvio Berlusconi, cosa que no es para alardear en los tiempos que corren... estamos ante una gran película, carismática, y bastante especial.
Aunque Mediterraneo trata de La Segunda Guerra Mundial, realmente es antibélica y, sobre todo, optimista.
Supongo que el hecho de que muestre, como un grupo de soldados se olvida de la guerra, y se ponen a filosofar sobre la vida, se ganó la buena voluntad de una parte importante del público y crítica; así como la belleza visual de una brillante fotografía de exteriores, aspecto que es, sin duda, lo más destacado.
Mediterraneo tiene un evidente tono pacifista, es lo que me atrae del cine europeo, que siempre prima la situación personal, el elemento humano, sobre los efectos especiales; las personas por encima de todo.
Esos pobres soldados, que se dan cuenta de que los lugareños no son sus enemigos, y viceversa.
Son los intereses políticos, los que separan a las personas, y las enfrentan unas con otras.
Así, los soldados encuentran algo mejor que “la gloria militar”
Encuentran amigos, y el amor.
Incluso los 2 pobres vigías, acaban por formar un trío, con una bella pastora rodeada de corderos.
Quizás por empatía con los italianos, hay más posibilidades de sentirse identificados con este pelotón, pues al verles satisfechos con sus 4 necesidades cubiertas:
Sexo, fútbol, comida, y alcohol; uno piensa que en realidad, no habríamos actuado muy diferente.
Pero me gustaría saber, qué pensaron los anglosajones, tan disciplinados y responsables, al ver el pintoresco panorama que presenta Salvatores.
Sin duda, en Mediterraneo está asegurada la risa, aunque nunca busca el gag fácil... son sus personajes, con sus acciones y reacciones, quien te acaban obligando a desternillarte.
La actuación de Diego Abatantuono, como El Sargento Lo Russo es sencillamente genial...
El Teniente restaurando los frescos de la Iglesia, con los rostros de su unidad, impagable…
El episodio de Vassilissa, ofreciendo sus servicios a los recién llegados, el casamiento con Nino.
El proveedor de marihuana turco, etc., son episodios inolvidables.
Pero se ha dicho que Mediterraneo fue sobrevalorado en su momento.
Puede ser; quizás está desaprovechado su potencial, y en realidad, pese que me ha gustado, reconozco que deja algunas historias algo colgadas, y que nunca acaba de profundizar en nada, de forma particular.
De todos modos, Mediterraneo me parece una película muy recomendable, que además, deja en los últimos minutos, una reflexión interesante, sobre la soledad del ser humano, el amor, y el sinsentido de la guerra.
Y, por su puesto, nos deja también, preciosas imágenes de paisajes para el recuerdo.
¡Quién pudiera perderse un tiempo, en una isla así!
Sí, es cierto, esas islas idílicas, que lo son más, por el afable y abierto carácter de sus habitantes, que por sus bondades naturales, geográficas, y climáticas, no existen.
Pues resulta difícil que existan muchos sitios, donde toda la gente conviva en paz, sin señalar a sus vecinos, ni a los forasteros, hagan lo que hagan.
Podría ser un remanso de esos que hallamos, tan sólo en “el reino de la fantasía”
E imagino que eso pretendía Salvatores.
No ofrecer por enésima vez en el cine, la cara triste y sangrienta de las guerras, sino mostrar la cara opuesta:
La alegre y pacífica, vida hedonista.
A destacar de Mediterraneo:
La luz, el mar de color verde aguamarina, las calles empedradas con sus casas con balcones de hierro forjado, y tejados de teja… una imagen fotogénica, inolvidable.
El final es lo mejor de todo:
El encuentro de los 3 protagonistas, y la constatación de que el mundo cambió para todos, menos para ellos:
“Queríamos cambiar las cosas, queríamos hacer un mundo mejor, pero no nos dejaron”
Esa es la pobre conclusión del Capitán, de vuelta en la isla, para finalizar sus días allí.
Y ni hablar de la música... maravillosa.
Los temas musicales de Mediterraneo, son de Giancarlo Bigazzi y Marco Falagiani, y se basan en la música popular del Egeo, específicamente, la música popular helena, con referencias constantes al syrtaki.
“La vita non è sufficiente.
Una vita non mi basta.
Non ci sono abbastanza giorni.
Troppe cose da fare, troppe idee.
Ogni tramonto mi sconvolge perché un altro giorno è passato”
(La vida no es suficiente.
Una vida no es suficiente para mí.
No hay suficientes días.
Demasiadas cosas que hacer, demasiadas ideas.
Cada atardecer me molesta, porque es otro día que ha pasado)
Resulta que Kastelorizo, tiene un puerto natural, considerado “el mejor entre Beirut y el Pireo”, y por ello fue un próspero enclave comercial para dorios, romanos, cruzados, egipcios, turcos, y venecianos.
Fue bautizada así, por Los Caballeros de San Juan, por los altos acantilados rojos de la isla, que dan la impresión de ser una fortaleza medieval.
Las ruinas del castillo de Los Caballeros, presiden el encantador puerto, y sus aguas cristalinas.
En los últimos años, los descendientes de antiguos emigrantes a Australia, han regresado en busca de la tierra natal de sus padres y abuelos.
Muchos, han recuperado sus casas, y abierto nuevos negocios, dando un impulso a la economía de la isla, y aportándole un cierto aire cosmopolita.
En la actualidad, Kastelorizo tiene 430 habitantes, con hay ciertos puntos de atracción, que merece la pena, no perderse:
El castillo de Los Caballeros de San Juan, desde donde se tiene una magnífica vista de Turquía.
Moni Agiou Stefanou, en la costa norte, donde se celebra La Fiesta de Agios Stefanos, el 1 de agosto, el evento más importante de la isla.
El camino que lleva al pequeño monasterio, sale de atrás de la oficina de correos.
Desde el monasterio, un camino lleva a una bahía, donde se puede nadar.
Paleokastro, la antigua capital de la isla.
Intramuros de la ciudad antigua, donde hay una torre, una cisterna de agua, y 3 iglesias.
Comer o cenar en el estrecho puerto, invadido por las mesas, y con un excelente ambiente por la noche, y sin olvidar, la mayor atracción turística, los escenarios imponentes y naturales, que quedaron registrados en el filme Mediterraneo.

“Italiani e turchi.
Una faccia, una razza”
(Italianos y turcos.
Una cara, una raza)



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