Born On The Fourth Of July

“A story of innocence lost and courage found”

La terrible y devastadora experiencia de la Guerra de Vietnam ha cambiado tan profundamente a la sociedad norteamericana como al cine de guerra que produce.
De la misma forma, el cine producido por los norteamericanos durante la última década ha transformado la visión que ellos y el resto del mundo teníamos de la realidad de la guerra.
Esta larga y penosa guerra, así como la dolorosa derrota que le siguió, fueron suficientes para que ese cine ingenuo, maniqueo y victorioso que se produjo, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, fuera duramente criticado y virtualmente desapareciera de las pantallas.
A partir de la Guerra de Vietnam, en las pantallas cinematográficas muchos gloriosos guerreros se han tornado en anti-héroes, el maniqueísmo épico ha sido abandonado en algunas de las mejores películas para dar lugar al análisis de las complejidades y los dilemas morales de las guerras verdaderas.
La descripción y la reflexión acerca de las distintas situaciones humanas que acompañan a una guerra, tanto dentro como fuera del campo de batalla, se han vuelto el foco de atención de guionistas y directores.
Desde hace ya varias décadas el legado divisivo de Vietnam ha invadido las discusiones sobre la política exterior americana tanto dentro como fuera de los Estados Unidos.
En estas discusiones el cambio y el desacuerdo han sido mucho más evidentes que la continuidad y el consenso, especialmente al interior de la sociedad norteamericana.
Las fuentes de esta división entre los ciudadanos norteamericanos pueden encontrarse en las diferentes interpretaciones que se han hecho de la Guerra de Vietnam.
Después de un período de silencio, inmediatamente después de la guerra, toda una nueva serie de libros, ensayos, novelas, discusiones públicas y películas cinematográficas han interpretado y reinterpretado las lecciones de Vietnam.
A pesar de su enorme diversidad, la discusión se ha enfocado a un conjunto común de preguntas:
¿Acertaron o se equivocaron los políticos y militares al comprometer tropas americanas en Vietnam?
¿Fue la elegida la mejor estrategia militar?
¿Podría haber tenido éxito una estrategia no-militar en obtener lo que se perdió militarmente:
Un proceso político capaz de permitir que la población sudvietnamita eligiese su propio gobierno?
¿Era el Frente de Liberación Nacional sólo un disfraz del Vietcong?
¿Con cuánto apoyo popular realmente contaba?
¿Se mantuvo la conducción cotidiana de la guerra dentro de las reglas morales internacionalmente aceptadas, o fueron éstas violadas tan fundamentalmente que debería hablarse de crímenes de guerra en ambos bandos?
¿Cuál, si alguna, debería ser la lección más importante para los Estados Unidos de América, en particular, y para todo el mundo, en general?
En un esfuerzo por contribuir a este debate, el nuevo cine de guerra ha atraído las plumas y los lentes de algunos de los realizadores cinematográficos más brillantes de nuestra época quienes, a su vez, han producido algunas de las obras maestras de este género.
El cine de guerra es una modalidad casi tan antigua como el cine mismo y en la que los europeos antecedieron a los norteamericanos, inclusive en su utilización como una herramienta de reflexión social y moral.
Sin embargo, nunca antes las posibilidades artísticas y técnicas del cine habían sido utilizadas para recrear la crudeza de los combates, la ambivalencia moral de los combatientes, el sufrimiento y la tenacidad de las víctimas, los horrores que la guerra ejerce sobre los familiares y amigos que esperan el regreso de los soldados, la crueldad de la sociedad que recibe de vuelta a sus derrotados veteranos y refugiados.
El cine de guerra de la última década ha entrado en la mente del soldado, en la de la víctima, en la angustia de las mujeres que esperan el regreso de sus maridos y de sus hijos, en la conciencia de una sociedad que ha peleado y perdido una guerra de cuya justicia tiene cada vez más dudas.
En términos generales puede decirse que el nuevo cine de guerra ha abordado principalmente dos grandes temáticas:
Por una parte, el impacto de la Guerra de Vietnam sobre los soldados que la pelearon, su entrenamiento, los combates, su comportamiento moral, y el enorme sufrimiento del que fueron objeto.
Y por otra parte, el impacto de esta guerra sobre los civiles que esperaban en casa o sobre los mismos soldados cuando volvieron a la vida civil.
El común denominador de las películas que constituyen este nuevo cine de guerra es indudablemente el de la aguda autocrítica y la profunda reflexión moral.
¿Qué ocurre cuando te das cuenta que todas tus creencias y principios están equivocados?
Al vivir en carne propia los horrores de la guerra, solo para regresar a tu país y darte cuenta que nadie te considera un héroe, ahora no solo tendrás que luchar con los demonios de la guerra que se alojan en ti, sino además lidiar con una sociedad al que le pareces repugnante.
“I want a woman, Dad.
I want somebody to love me.
I wanna to be free again.
I wanna walk in the backyard on the grass.
I wanna put my bare feet in the ocean.
I wanna run along the sand and feel it on my feet.
I wanna stand up in the shower with the hot water streaming down my legs, in the morning...
I wanna explode, Dad.
I wanna get out of this fucking body I'm in.
I wanna be a man again...
I just wanna be a man again”
Born On The Fourth Of July es una ENORME película estadounidense de 1989, escrita, producida y dirigida por Oliver Stone.
Protagonizada por un elenco de lujo comenzando por Tom Cruise, Willem Dafoe, Raymond J. Barry, Caroline Kava, Kyra Sedgwick, Bryan Larkin, Stephen Baldwin, Bruce McVittie, Tom Sizemore, Vivica A. Fox, Frank Whaley, Jerry Levine, Lili Taylor, Tom Berenger, James LeGros, William Baldwin, entre otros.
Born On The Fourth Of July es una adaptación cinematográfica de la obra homónima de Ron Kovic, con un guión de Oliver Stone y el mismo Ron Kovic.
Con una bella música de John Williams, y la fotografía de Robert Richardson.
Impagable esos primeros planos a los ojos, bellos, de Tom Cruise como diciendo, vean mi belleza por última vez, un reflejo de lo que soy y que nunca más volveré a ser.
Born On The Fourth Of July ganó el Oscar a Mejor Director para Oliver Stone y Mejor Montaje; y fue nominada para otros 6, incluyendo mejor película, mejor actor protagonista (Tom Cruise), cinematografía, banda sonora, sonido y mejor guion adaptado.
Curiosamente, la actriz ganadora del Premio de la Academia, Jane Fonda declaró que la historia de Ron Kovic fue la inspiración para su película Coming Home (1978)
Se han rodado muchas películas que narran con todo detalle esa innecesaria y absurda guerra que fue la Guerra del Vietnam, pero ninguna ha transmitido al espectador las horribles consecuencias que tuvo este conflicto en los inocentes soldados americanos.
Y eso es lo que hace precisamente Born On The Fourth Of July, una excelente y desgarradora cinta que narra la historia de uno de tantos soldados americanos de buena familia que se dejaron llevar por el supuesto patriotismo para adentrarse en una guerra sin pies ni cabeza.
Tuvo que ser difícil vivir en Estados Unidos y realizar Born On The Fourth Of July, conseguir el dinero, sabiendo que gran parte de su gente no la va a ver cegados por ese fanatismo extraño que tienen sobre su bandera, sobre su país, demasiado seguros de sí mismos como para pararse a pensar, inmensamente bien reflejado en Born On The Fourth Of July.
Partiendo de la neutralidad, reflejando sólo los hechos, Born On The Fourth Of July demuestra lo que le tiene que pasar para darse cuenta de la cruda realidad.
Oliver Stone demuestra una vez más lo absurda que es la guerra.
Born On The Fourth Of July supone un choque entre dos ideologías que más tarde pasarán a dar forma a una compleja conjunción, una conservadora y otra progresista.
Esta diatriba es sutilmente representada por Stone como la colisión entre el cine clásico y el moderno.
La primera media hora de metraje es una oda al Hollywood de la época dorada, a las típicas historias de patriotismo, primer amor, familia, culminando con esa escena “John for Diana” del baile de graduación con “Moon River” sonando de fondo.
Todo es un elegíaco retrato sobre la American Way of Life.
Después pasamos a la parte más estrictamente bélica de Born On The Fourth Of July en la que vemos una muestra de ese tipo de cine crítico y descreído sobre el conflicto vietnamita
Oliver Stone nos muestra las distintas caras de una misma moneda.
Por un lado podemos ver el trato vejatorio que recibieron los veteranos heridos de guerra.
Olvidados en hospitales en condiciones infrahumanas, sin los cuidados médicos necesarios para su adecuada rehabilitación, por un gobierno, por aquel entonces, 1969 de Richard Nixon, que los usó como perros por una causa infectada que no se sostenía por sí sola, para después abandonarlos a su suerte, sin dar ayuda económica alguna a la sanidad para al menos conseguir curar sus heridas de combate y con ello permitirles volver a casa con sus familias.
En el otro lado del espectro tenemos una América que había perdido la inocencia.
Por culpa de varios motivos, como el hecho de que por primera vez las televisiones emitieran imágenes en tiempo real sobre un conflicto bélico por parte de Estados Unidos y también por un magnicidio que acabó no sólo con un presidente sino también con un ideal que en principio parecía inquebrantable, el de una nueva América más libre y mejor.
Los ciudadanos americanos no recibieron a los veteranos de aquella guerra como a héroes, sino como a asesinos.
En dicha época el movimiento hippie “por desgracia” confundió estar en contra de la guerra, con estar en contra de aquellos que la libraron, que son cosas muy distintas.
Por suerte muchos de ellos supieron distinguir tal diferencia.
Estas personas están representadas en el inolvidable personaje de Donna, interpretado por una creíble Kyra Sedgwick.
Born On The Fourth Of July está basada en hechos reales, es la autobiografía de Ron Kovic nacido un 4 de julio de 1946, y representa la segunda carga de profundidad de Oliver Stone contra su propio país con motivo del conflicto de Vietnam.
Born On The Fourth Of July es un interesante, duro y comprometido drama que retrata la historia de ese joven americano que se apunta voluntario para ir a combatir en Vietnam.
Cree que defender a su país es la mejor manera de demostrar el amor a su patria.
Pero la vuelta a casa como veterano de guerra, postrado en una silla de ruedas, le hará cambiar todas sus convicciones.
Ron Kovic, desde joven siempre quiso servir a su País, así que en 1967 se enlista en el ejército de Estados Unidos y se dirige a la Guerra de Vietnam.
Los Kovic hacen suyo el discurso oficial que preconiza que la guerra contra el comunismo en cualquier lugar del mundo donde se encuentre es indispensable para salvaguardar al país, argumentos muy parecidos, por cierto, a los que se usan a la hora de justificar la actual "Guerra Contra El Terrorismo", y educan a su hijo en la necesidad de ser siempre el mejor en todo lo que hace, en la competitividad típica de la sociedad estadounidense.
Su idealismo extremo le van a hacer ingresar en los marines y partir hacia Vietnam, con el solo deseo de sacrificarse por salvaguardar su país, tal y como le han enseñado sus padres y los políticos de Washington.
Como es lógico, una vez en Vietnam, Ron comprenderá que la vida no se divide en blanco y en negro, sino que imperan los tonos grises.
Una operación del ejército se puede saldar con decenas de muertes civiles y con muertos por fuego amigo.
Él mismo, una vez herido gravemente, puede comprobar en sus propias carnes la importancia que tiene para el Estado su sacrificio como soldado:
Es ingresado en una clínica del Bronx que tiene más de pocilga que de hospital.
Allí vivirá un auténtico infierno motivado por la falta de medios y motivación del personal que le atiende.
Su vuelta a casa no es menos decepcionante:
Encuentra un ambiente poco propicio para reintegrar en la vida social a los héroes de Vietnam.
Su misma madre se preocupa más por su lenguaje obsceno que por sus heridas físicas y morales.
Ya que en 1968, Ron fue víctima de una bala dejándolo paralizado de por vida.
Pero de regreso su casa, es conmemorado en su pueblo natal, en los desfiles que realizan cada día de la independencia de Estados unidos.
Después de esto, Kovic se entregará a un proceso de autodestrucción personal, del que solo va a poder resurgir a través de su conversión en guerrero en una nueva batalla, mucho más importante que la anterior, la batalla por la verdad, la lucha por desvelar los auténticos motivos que llevaron a los dirigentes a mandar al Ejército a un país tan distante y con unos objetivos tan difusos.
Kovic se va a ver despreciado, en unas escenas casi de Guerra Civil dentro del territorio estadounidense.
Finalmente logró que su voz fuera escuchada, lo que le otorgó nuevas motivaciones para seguir viviendo.
Oliver Stone imprime un ritmo perfecto a la historia de Ron Kovic.
El espectador comprende perfectamente el discurso contra el burdo nacionalismo que se alimenta del furor bélico contra enemigos ideológicos, a los que se retrata como una amenaza inminente para la integridad del propio territorio.
Dichas mentiras calan en las capas más ingenuas de la población, que se sacrifican con una sonrisa en los labios en el altar de los más oscuros intereses, mientras creen estar realizando una buena obra por su país.
Kovic tardó en ser consciente de todo esto, pero cuando despertó, fue consecuente y se embarcó en una campaña de desenmascaramiento de los responsables de una guerra que supuso un golpe moral para todo un país.
Con ello, su gran sacrificio sirvió para abrir los ojos de muchos de sus ciudadanos, absolutamente dóciles ante una política oficial que amparaba los peores crímenes contra los ciudadanos de un país pobre que tenían la mala suerte de vivir entre dos fuegos.
Cuando los demonios de Vietnam no se han apagado aún del todo, Estados Unidos mantiene en la actualidad dos guerras de utilidad y futuro inciertos.
Pero la historia se repite, y siempre existirá una cantera de jóvenes idealistas como Kovic, capaces de inmolarse sin comprender demasiado bien el sentido de su lucha.
A sus 23 años Kovic ya es un veterano de guerra.
Y comienza a tener alucinaciones de lo que presenció en Vietnam y la muerte accidental de su compañero.
En lo que va de la historia, Ron comienza a darse cuenta el precio que pagó por un País que con el paso del tiempo le da la espalda.
Comienza a ser un activista y líder de Opinión en las protestas en contra de la guerra.
Ron, a la vuelta de la guerra que le cambió la vida, se encuentra en una tierra de nadie, tanto en el sentido literal como en el figurado.
Aún quiere ser ese joven patriota que entregó su vida por una causa que creía justa y necesaria, pero el precio que pagó por ello, lo que allí presenció y lo que perdió en aquellas dunas olvidadas en Asia ponen en tela de juicio su sistema de valores y todo por lo que luchó.
Ron Kovic perdió algo más que sus piernas en Vietnam.
Perdió su juventud, el poder mantener las relaciones sexuales con una mujer que nunca pudo experimentar, la posibilidad de tener hijos y crear una familia.
Perdió el respeto de una indulgente madre que confundió orgullo maternal con egoísmo puro y duro, la salud de un pobre padre que por haber participado en la Segunda Guerra Mundial sabía que era a lo que se enfrentaría su hijo, a Donna, el amor de su vida que se quedó en casa mientras él se alejaba 20.000 kilómetros de su Massapequa natal para combatir una supuesta invasión comunista que nunca tomó forma, porque nunca existió más allá del país vietnamita que originó Ho Chi Minh.
De nuevo en América y gracias a Donna, Ron descubre lo que los jóvenes que fueron al frente desconocían o no querían ver.
Que todo fue una gran mentira, que una generación de niños, porque eran muy chicos, americanos estaban perdiendo la vida por una causa injusta.
Al tomar el protagonista conciencia de la realidad, termino muy de izquierda que no sorprende que Stone utilice como resorte narrativo, descubre por fin su lugar en la sociedad, el puesto que debe ocupar en ella, que no es otro que dar voz a aquellos que vivieron la locura de Vietnam, enseñar a los que vendrían después y luchar por una causa que no era otra que traer a sus compañeros a casa, aceptar la derrota y evitar que la historia se repitiera en tiempos venideros.
Para interpretar a Ron Kovic, Oliver Stone contó con un Tom Cruise que seguramente realiza la interpretación más memorable de su carrera.
Born On The Fourth Of July comienza narrando la niñez del protagonista, el ambiente en el que se cría, en la América profunda, marcado por el conservadurismo de su familia y la veneración al estamento militar, auténtico representante de las esencias de la nación para aquellas gentes.
Sin embargo la transformación de Kovic creo que es demasiado abrupta, se utilizan demasiadas elipsis que no ayudan a comprenderla del todo.
En realidad, y si hacemos un análisis serio vemos que la principal causa de su descontento y la gota que colma el vaso, es sobre todo por sus carencias sexuales, y no de índole social o política.
Si Kovic hubiese podido copular con total normalidad es muy probable que su comportamiento hubiera sido en parte distinto.
Sin embargo, Cruise está soberbio.
Sabe imprimirle al personaje toda la fuerza y la desesperación que necesita, dándole a su carrera un necesario y positivo giro de 180 grados.
En plena efervescencia de su popularidad como “sex symbol”, sacrifico su aspecto en pos de una interpretación que le pudo reportar el Oscar de no ser porque también estaba en la terna Daniel Day Lewis...
Por cierto, papelón de un ENORME Tom Berenger, que en los escasos cuatro minutos que interviene nos ofrece todo un mundo de posibilidades de como es un verdadero marine norteamericano.
El reparto es extenso, hay pequeñas apariciones de muchísimos actores, algunos geniales como Dafoe, Levine o Whaley, pero todo el peso recae en Tom Cruise, que se implicó de manera sobrehumana con la causa de Stone.
Cruise en Born On The Fourth Of July, no hace de Ron Kovic, es Ron Kovic.
Las complicadas escenas con la silla de ruedas, las que realiza con muletas en la rehabilitación, los tics nerviosos, la modulación de voz, la dignidad con la que lleva esos horribles postizos capilares, lo visceral de las escenas dramáticas que protagoniza, lo veraz de su llanto.
El protagonista es mejor actor de lo que muchos le quieren reconocer y a pesar de haber realizado algunos personajes más, del todo recuperables, nunca ha vuelto a estar mejor que en este gran film.
Born On The Fourth Of July es muestra palpable de la perfecta confluencia entre cine comercial y de denuncia.
Un trabajo sincero en el que dos veteranos de una guerra cruel, injusta y aberrante que se cobró la vida de millones de hijos de América y Asia, nos hablan de cómo fue aquel conflicto, de cómo destrozó vidas y familias enteras, de cómo cambió radicalmente a un país como Estados Unidos para el que la derrota hasta ese momento era algo que no conocía.
Lo mejor de Born On The Fourth Of July:
La actuación de Tom Cruise, lo mejor de su carrera.
El montaje, igual de bueno que en todas las demás cintas de Stone.
La dirección de Oliver Stone en su mejor momento, ayudado por una fotografía sobrecogedora.
La música de John Williams con ese tono político y patriótico que pone en este tipo de cintas.
El desfile con los veteranos reaccionando asustados antes los petardos, ese primer beso de dos niños entra fuegos artificiales.
La escena del partido de beisbol, esa madre presagiando que su hijo hablará ante multitudes diciendo grandes cosas, la escena del baile.
Esa masacre en un poblado vietnamita, aquel error fatal entre la confusión producida en las dunas, el mando que resta importancia al hecho.
Aquel 20 de Enero en el que Ron perdió la mitad de su cuerpo, el hospital de mala muerte en el que se trataba como a animales a personas que lo habían perdido todo.
El duro regreso al hogar, con ojos repletos de miradas entre compasivas y recelosas, el llanto de ese padre que se derrumba al ver lo que queda de su primogénito.
La noche de blasfemias e insultos en el supuesto hogar ideal que desemboca en el viaje a México.
Necesario purgatorio en el que el protagonista se encuentra a sí mismo, con aquella terrible y misericordiosa desvirgación sexual entre lágrimas que encoje el alma y el definitivo retorno a casa con Ron convertido en un icono necesario para los hijos de una América ciega y puritana que debe abrir los ojos ante la realidad por su propio bien y supervivencia.
Son muchas las escenas que hielan la sangre, o el tener que ver entre lágrimas.
“People say that if you don't love America, then get the hell out.
Well, I love America”
Es ineludible no sentirse tocado por las emociones en este filme antibélico de Oliver Stone.
En toda Born On The Fourth Of July el mensaje es claro y bien definido:
La crítica acérrima a los dueños del poder, que por la dominación harían cualquier cosa.
El comunismo avanzaba a pasas agigantados y USA no podía tolerar perder intereses, de esa forma las guerras determinarían quiénes dominarían el mundo.
El precio fue demasiado alto y Stone nos muestra magistralmente a través de la vida de un ex-combatiente de Vietnam (Cruise) el lado más oscuro de todo acto bélico:
El deshonor, las angustias físicas y psíquicas, el abandono por parte del Estado, la ingratitud del pueblo, los trastornos familiares, la pérdida de la identidad y de un proyecto de vida, la indiferencia.
Todo esto conlleva al desamparo total y al olvido de los héroes que dieron todo por una nación que nunca les va agradecer, y mucho menos reconocer los pesares que han soportado por sostener un ideal.
Muy reconfortante desde las emociones y con un claro mensaje opositor hacia conocidos gobiernos norteamericanos.
Tom Cruise desarrolla el mejor personaje que me tocara observar de él, si bien es un actor que se caracteriza por su aspecto y despliegue físico, en Born On The Fourth Of July logra en cierto sentido despertar emociones y transmitirlas fielmente al observador.
Sobre todo si consideramos que es el principio de su carrera actoral, es muy positiva su interpretación.
Si bien las escenas de guerra constituyen una porción mínima de la cinta, las ambientaciones de los escenarios bélicos forman un aspecto positivo a mencionar.
Born On The Fourth Of July es un filme que combina un fuerte mensaje antibélico y una historia de vida trágica.
Se respiran situaciones dramáticas en la totalidad del filme y está muy bien construido desde el guión.
Filme para reflexionar y saborear el sinsentido de la Guerra de Vietnam, con algunos elementos muy crudos que demuestran que en cualquier guerra todos pierden de alguna forma.
“It's my leg!
I want my leg, you understand?
Can't you understand that?
All's I'm sayin' is that I want to be treated like a human being!
I fought for my country!
I am a Vietnam veteran!
I fought for my country!”
¿Es cierto que la mayoría de veteranos de la Guerra de Vietnam se volvieron locos?
La guerra es inhumana, nadie está preparado para ella.
Se le llama el síndrome de Rambo, es decir desorden por tensión postraumática, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), tal vez 30 por ciento de los veteranos de guerra estadounidenses desarrollan, desarrollaron o desarrollarán "desorden por tensión postraumática", un padecimiento sicológico al que muchos atribuyen los problemas de adaptación que enfrentan a su regreso a la vida en la normalidad.
La enfermedad se refleja con frecuencia en abuso de alcohol y a veces comportamiento violento.
"En 1998 había unos 25 millones 62 mil 400 veteranos en la población de Estados Unidos, incluso 225 mil 700 retenidos en cárceles y prisiones", señaló Christopher Mumola, especialista del organismo.
De esa cifra, alrededor de 56 mil 500 eran veteranos de Vietnam, y 18 mil 500 de la Guerra del Golfo.
Las cifras señalan que hay 937 presos por cada 100 mil veteranos, en contraste con mil 971 por cada 100 mil en la población general.
Cualquier persona que haya vivido los horrores de una guerra queda con serios problemas emocionales, pero desde luego no están locos ni son la mayoría, me parece que es un tema del que han abusado para hacer películas, pienso que merecen respeto y reconocimiento por haber cumplido con su deber, independientemente de si están o no de acuerdo con esa guerra.
No sé si todos, pero me imagino que una mayoría sufrió una crisis mental, sobre todo, aquellos jóvenes que enviaron a pelear por algo que no estaban de acuerdo y otros por pelear por algo que desconocían, perdiendo el contacto con sus familia, hijos pequeños, esposas, novias, madres y padres.
Debe ser algo muy triste y al mismo tiempo injusto.
¿Por qué los políticos que originan esas guerras no se marchan a pelear con sus hijos?
No, ellos se aprovechan de la gente humilde.
Que descaro, cualquiera se vuelve loco de la impotencia!!
Después de Vietnam las actitudes morales del pueblo norteamericano hacia la guerra se han transformado y madurado, la autocrítica que han ejercido sobre su involucramiento en esta guerra en concreto los ha ennoblecido y engrandecido si no militar sí espiritualmente.
La reflexión moral sobre la Guerra de Vietnam ha sido un fenómeno global de la sociedad norteamericana en el que han estado involucrados políticos, militares, sacerdotes, académicos, artistas y escritores de todas las corrientes de opinión.
Destaca de entre ellos, si no por otra cosa sólo por su enorme difusión, el trabajo de los que han reflexionado desde las pantallas cinematográficas y han colaborado en madurar no sólo la conciencia moral de los norteamericanos sino la del mundo entero.
Born On The Fourth Of July no cambia con el tiempo, pero la sociedad actual sí.
A día de hoy se reconoce que por muy idealista que uno quiera ser, detrás de una frase tan aparentemente sencilla como “NO A LA GUERRA” existe una compleja maraña de ideas, intereses y causas que no son sencillas de defender o criticar.
Decir sí o no a algo tan complicado como los motivos por los que se lleva a cabo un conflicto bélico sin saber de qué se habla es lo más fácil, pero también lo más cobarde.
Aunque lo que no cambia cada vez que uno ve la séptima cinta de Oliver Stone es una sola cosa.
Que no hay país, causa, bandera, ideología, interés económico, político o religioso que merezca la pena ser defendido cuando un solo padre, uno solo, ve volver a su hijo a casa en una silla de ruedas convertido en una sombra de lo que alguna vez fue.
En ese sentido la opinión de muchos, no la cambiará nada ni nadie, por muchos años que pasen.

“We're never, never gonna let the people of the United States forget that war, because the moment we do, there's gonna be another war, and another, and another.
That's why we're gonna be there for the rest of our lives telling you that the war happened, it wasn't just some nightmare, it happened, and you're not gonna sweep it under the rug because you didn't like the ratings, like some television show.
This wheelchair, our wheelchairs, this steel, our steel is your Memorial Day on wheels, we are your Yankee Doodle Dandy coming home...
…Is that what we get?
Spit in the face!
I've got as much right to be here as any of these delegates.
I fought for that right.
You're not gonna stop me!
You're not gonna shut me up!
I'm gonna remind you of this war for the rest of my life so what happened there never happens again!”


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