Ship Of Fools

“Tell me:
Wouldn't it unnerve you to have an affair with me?”

Los escritores del Renacimiento, como una forma de poner en tela de juicio todo aquello que encontraban contradictorio, crearon personajes ficticios, mediante los cuales expresaban lo que pensaban.
Al darle voz a la locura, Erasmo de Rotterdam convierte su obra en una especie de sátira moral mediante la cual, se da el gusto de atacar todo lo que considera incorrecto, argumentando que la locura es una suerte de castigo del saber, para quienes creen saber.
Académicamente “es objeto de discursos que ella misma pronuncia”
Lo que provoca un mayor acercamiento a la razón, como una característica propia de todos los hombres y no sólo de los supuestos elegidos “sabios”
Luego de que la locura supliera el tema de la muerte en el siglo XV, pasa a ser la forma en que se da cuenta de que la existencia misma no es nada, en el sentido de que no refleja lo que verdaderamente es.
Por este motivo, sus discursos son morales.
Crítica al hombre el apego a sí mismo y su incapacidad de ver, en la mentira, la verdad.
Lo que intenta Erasmo de Rotterdam, es indicarnos el camino que nos lleve a recuperar la inocencia y la verdadera apariencia de las cosas. Realidad y verdad que sólo son posibles de ver a través de la mirada humana, pero no de aquella dominada por la soberbia, sino de la del hombre común y corriente que disfruta de las cosas mundanas, y que reacciona casi espontáneamente a los estímulos del medio.
La razón, para ser razonable, debe verse a sí misma con los ojos de una locura irónica.
Lo que le interesa a Erasmo de Rotterdam es dar a entender que sólo a través de la locura el hombre sabrá razonar correctamente.
Es decir, sólo a través de la prueba y del error, es probable que se llegue a una verdad que siempre estará condicionada por otra, ya que el hombre jamás llegará a ser dueño absoluto de la razón.
La literatura de la modernidad ha encontrado en la locura un paradigma creativo respecto al uso poético del lenguaje; a ella se han remitido principalmente los artistas del romanticismo, viendo la locura sin esa perspectiva "crítica" y admitiendo sus mecanismos lingüísticos como juegos de puro lenguaje creativo.
“1933 will be a good year.
I am optimistic”
Ship Of Fools es una película dramática estadounidense de 1965, dirigida por Stanley Kramer y protagonizada por Vivien Leigh, Simone Signoret, José Ferrer, Lee Marvin, Oskar Werner, Elizabeth Ashley, George Segal, José Greco, Michael Dunn, Charles Korvin y Heinz Rühmann.
El guion es de Abby Mann basándose en la novela del mismo nombre de Katherine Anne Porter.
Ship Of Fools obtuvo 8 nominaciones al Oscar a la mejor actor principal (Oskar Werner), actor de reparto (Michael Dunn), actriz principal (Simone Signoret), vestuario, mejor película y guión adaptado; y fue galardonada con dos premios a la mejor fotografía b/n y a la mejor escenografía/dirección artística.
Ship Of Fools es un título figurado y que en el fondo describe el propio planeta Tierra surcando el espacio con todos nosotros en él, un poco ó bastante "locos"
Porque la locura, lo que se dice locura no hay en Ship Of Fools.
Lo que hay son frustraciones, utopías, exaltamientos, realismos, aceptación de la propia identidad.
Si acaso, pensándolo bien, en Ship Of Fools el único loco es un jugador de beisbol obsesionado con una determinada modalidad de tiro.
En Ship Of Fools hay diálogos francamente buenos y la labor de los actores es reseñable.
Casi no cabe hablar de actores principales y secundarios.
Bueno, puestos a elegir, la ENORME Simone Signoret y ENORME Oskar Werner, incluso por encima de, la muy bella todavía, Vivien Leigh.
Era 1930, desde el puerto de Veracruz, México, donde zarpa un barco de pasajeros alemán con destino al puerto de Bremerhaven en la República de Weimar.
A bordo, un microcosmos en el que están representados todos los grupos sociales y categorías humanas: artistas en busca de reconocimiento, fracasados incapaces de perdonar su propio fracaso, atormentados por no haber defendido lo que querían, personas sin moral, optimistas, vanidosos, valientes, capaces de enfrentarse a la injusticia, de perder su vida, etc.
Pero entre los pasajeros están Carl Glocken (Michael Dunn), que aparece en el papel de interlocutor con los espectadores.
Mary Treadwell (Vivien Leigh) una madura y coqueta mujer.
La Condesa (Simone Signoret) una activista política española.
Siegfried Rieber (José Ferrer) un alemán políticamente superficial.
Bill Tenny (Lee Marvin) un beisbolista vividor.
Julius Lowenthal (Heinz Rühmann) un filosófico judío; y David (George Segal) y Jenny Brown (Elizabeth Ashley) una pareja de enamorados, junto a otros, que terminan conformando un microcosmos social de su época.
El médico de a bordo, el doctor Willie Schumann, se fascina con La Condesa.
A Jenny la impresiona Mary Treadwell, y pronto comienza a aparecer el antisemitismo, el amor no correspondido, la xenofobia y las insatisfacciones íntimas entre los viajeros, causando conflictos entre ellos.
Pero todos, con sus problemas acuestas, saben que la llegada a Bremerhaven puede significar un fin o un comienzo.
En Alemania el nazismo progresa rápidamente y durante la travesía, a través de los ojos de Glocken, vemos cómo se desenvuelven cada uno de los pasajeros.
En los últimos minutos de Ship Of Fools, hay una interesante reflexión sobre los hombres civilizados, aquellos que cumplen las órdenes que reciben, que ven sólo aquello que se supone deben ver y actúan como se espera que lo hagan sin permitirse ninguna locura, lo que les convierte en los más locos de todos.
Curiosamente, Vivien Leigh se despidió del cine con Ship Of Fools, interpretando a una divorciada alcohólica; y fue triste que sus admiradores tuvieran que despedirla como la solterona envejecida que se ponía en ridículo delante de un macho masculino como Lee Marvin.
Lamentablemente dos años después Vivien murió, en Londres.
Murió, tal como había vivido gran parte de su vida, víctima de la tuberculosis crónica, ya que en 1942 había sufrido los primeros síntomas de la enfermedad.
Al día siguiente, los teatros de Londres apagaron las luces de sus marquesinas, en homenaje póstumo a la actriz.
En Ship Of Fools existen momentos íntimos de gran emoción, como cuando el médico le acaricia el cabello a Simone Signoret o estupendos diálogos y situaciones, como los que tienen lugar entre Michael Dunn y el vendedor alemán judío.
Stanley Kramer sigue el modelo implantado por "Gran Hotel" y que consiste en reunir varios personajes diferentes bajo un techo común y provocar las más sorprendentes reacciones.
Así, Mary Treadwell, norteamericana y divorciada, ya en la madurez de su vida y sumida en una profunda depresión, sigue buscando aventuras flirteando con un joven oficial del barco.
Durante una de las escalas embarca una joven española adicta a las drogas, enamorándose de Willie Schumann, el joven médico del barco.
Una pareja de pintores, Jenny y David, jóvenes y solteros, quieren someterse a la prueba de compartir el camarote.
Lowenthal, judío alemán, regresa a su país ignorando las advertencias de su compañero de cabina Rieber, un editor entusiasta del nazismo.
Un paralítico, místico y lleno de odio, viaja en compañía de su sobrino, que intenta su primera experiencia amorosa bajo la vigilancia del jefe del grupo, Pepe.
Por otro, el jugador de baloncesto Bill Tenny, tiene puesto todo su empeño en conquistar a una bailarina española.
Y debajo de ellos, en el puente inferior, se apilan los trabajadores españoles expulsados de Cuba debido a la crisis del azúcar en los mercados mundiales.
Todos estos personajes van a enfrentarse, a torturarse, a amarse y a tratar de olvidar sus destinos, ante la atenta mirada de Glocken, convencido de que viaja en un barco de locos.
Ship Of Fools es interesante, e incluso recomendable, por los siguientes datos:
Es un retrato extremadamente tópico de la cultura española (de España)
La España de pandereta nunca pudo ser más literal y asociándolo a la prostitución me parece, a todas luces, fuera de lugar.
El retrato que hace de los españoles que emigraban a Cuba para trabajar en plantaciones de azúcar, sucedido a mediados de los años 1930.
Aunque meten en el grupo a tipos étnicos claramente criollos, el retrato socio-económico vale igual.
El constante énfasis de Ship Of Fools por reflejar las características del "alma latina", tomando como muestra a súbditos de la España de entonces: follonera, violenta, chula, inmoral, fiestera, delincuente.
Es para rasgarse las vestiduras.
Nótese, eso sí, la pelea de religión que hay entre los pasajeros españoles, y la rudeza con que éstos tratan a sus niños y el comportamiento de estos últimos:
Son estos dos aspectos los únicos que me parecen acertados.
Ship Of Fools es el retrato de la emergencia de las ideas nacionalsocialistas.
Ship Of Fools trata de una película de personajes, donde cada uno representa una idea o estilo, y por tanto tienen necesariamente un cierto acartonamiento.
Pero al estar basada en una novela, pues ese defecto no se nota tanto.
Ship Of Fools es una película muy dialéctica, y no precisamente por los diálogos.
Por lo demás, aceptando como natural que el personaje más equilibrado sea un estadounidense, nada raro, aún contrapesado por un "simiesco" Lee Marvin... los actores están acertados en el perfil que dan a sus personajes.
Y entonces, el tema de Ship Of Fools se podría resumir como:
El surgimiento del tercer reich.
De cómo la ideología nazi se normaliza entre la pequeña burguesía alemana...
Y la ignorancia del a donde serán capaces de llegar... y llegaron.

“Everybody on this ship is in love.
Love me whether or not I love you.
Love me whether I am fit to love.
Love me whether I am able to love.
Even is there is no such thing as love.
Love me”


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