Cold Mountain

“Find your way home”

La guerra es lo que tiene.
Entre otras características nefastas, es un monstruo que destroza a la gente, que desintegra el orden normal de las cosas, que pone bocabajo y patas arriba todo lo conocido y familiar, lo que es querido y que da seguridad, tranquilidad.
Esa certeza, frágil, sí, pero tan imprescindible, de contar con un suelo estable que se mantendrá en su lugar, con unos espacios vitales que están ahí un día, y otro, y siempre, con sus coordenadas y sus referencias.
Pero, ante todo, de estar seguro de que al volver a casa nos estarán esperando como de costumbre, de que el hogar sigue siendo nuestro núcleo, ese seno que es una prolongación de nosotros, o nosotros una prolongación de él.
La guerra deshace el orden cotidiano, rompe coordenadas, agarraderos, puntos de apoyo en los que se cifran vidas completas.
Suspende en el aire el miedo y provoca una onda expansiva de caos.
Nada será como era.
Las familias pierden a sus hijos, a sus maridos, a sus padres, a otros parientes y a sus amigos.
Los recién enamorados ven truncada la plena consumación de su amor.
Muchos muchachos marchan al frente, arrebatados de los brazos que apenas han llegado a acariciar, de los labios que han tenido que besar apresuradamente, apasionadamente, vertiendo en ellos un concentrado y fiero deseo, como si quisieran que el ardor del tacto se grabara en la carne y la sensación de fuego no desapareciera ni en los peores rigores del combate, ni en la peor desesperación de la amada que aguarda sin tener más que esperanza.
La Guerra de Secesión o Guerra Civil estadounidense fue un conflicto significativo en la historia de los Estados Unidos de América, que tuvo lugar entre los años 1861 y 1865.
Los dos bandos enfrentados fueron las fuerzas de los estados del Norte (La Unión) contra los recién formados Estados Confederados de América, integrados por once estados del Sur que proclamaron su independencia.
En el trasfondo, era una lucha entre dos tipos de economías, una industrial-abolicionista (Norte) y otra agraria-esclavista (Sur), las cuales eran totalmente diferentes.
Los Sureños declararon que no peleaban sólo por la esclavitud.
Después de todo, la mayoría de los soldados confederados eran demasiado pobres para poseer esclavos.
El Sur estaba empeñado en una guerra de independencia que mantuviera las relaciones entre el Norte y el Sur.
Los confederados generalmente tuvieron la ventaja de pelear en su propio territorio, y su moral era excelente.
Tenían magníficos soldados, pero eran mucho menores en número que las fuerzas de la Unión del Norte.
Al finalizar la guerra, algunos de los integrantes de dichas partidas fueron perseguidos como forajidos por las tropelías cometidas durante la contienda.
Ambas partes suspendieron algunas libertades civiles, imprimieron montañas de papel moneda y recurrieron al reclutamiento forzoso.
La prioridad de Abraham Lincoln fue mantener a Estados Unidos como un solo país.
Tras las pérdidas iniciales de las primeras batallas, tuvo que reconocer que el desarrollo de la guerra, sólo podía cambiarlo haciendo de la guerra una batalla contra la esclavitud y así podría obtener apoyo para la Unión tanto en el interior como en el exterior.
Consecuentemente, el 11 de enero de 1863, segundo año de guerra, dio a conocer la Proclamación de Emancipación, que otorgaba libertad a todos los esclavos en áreas aún controladas por la Confederación.
“To have traveled so far...
From east to west, a thousand terrible miles; my feet treading all God's surface, his Ocean, his swamps, his slopes and ridges, to find myself at last a mark in the aching snow from whence I beheld through a blue haze a world of mountains piled upon mountains”
Cold Mountain es una película dramática dirigida en el año 2003 por el realizador Anthony Minghella, sobre un guion propio basado en el libro de Charles Frazier.
Cold Mountain está protagonizada por Jude Law, Nicole Kidman, Renée Zellweger, Brendan Gleeson, Ray Winstone, Donald Sutherland, Natalie Portman, Philip Seymour Hoffman, Giovanni Ribisi, Jena Malone, Eileen Atkins, Kathy Baker, James Gammon, Charlie Hunnam, Jack White, Lucas Black, Ethan Suplee, Taryn Manning, Melora Walters, Cillian Murphy, Richard Brake y Emily Deschanel.
Cold Mountain ganó un Oscar para la Mejor Actriz Secundaria: Renée Zellweger y además obtuvo 6 nominaciones: mejor actor (Jude Law), banda sonora, canciones: “You Will Be My True Love” y “Scarlet Tide”, Fotografía, y Montaje.
Cold Mountain tiene sus puntos fuertes en los pequeños detalles, en la minuciosa reconstrucción de una época y una atmósfera, algo a lo que contribuye tanto el excelente trabajo de dirección artística de Dante Ferretti como la bella fotografía de John Seale o la espléndida banda sonora original de Gabriel Yared.
La Guerra Civil Estadounidense es un buen pretexto para que Minghella de rienda suelta a todo su talento narrativo.
Una historia de amor inserta en un ambiente bélico crudo, es tiempo de retratar momentos de intensos contrastes, situaciones que dan lugar a la esperanza a pesar de contratiempos, a sobreponerse y levantarse de fuertes caídas, de búsqueda de amor platónico.
Es curioso observar el lado por el cual se inclina el director, hacia el bando de los protagonistas... los del sur.
Jude lucha contra los del norte, la escena del comienzo es impactante.
Les hacen volar por los aires con pólvora y cuando todos pensábamos que iban a haber una masacre en sus filas, ¡¡¡sorpresa!!!
Les sale el tiro por la culata y se quedan atrapados en el socavón, a expensas de los soldados contrarios.
Al igual que en la escena donde llegan a la casa del personaje de Natalie Portman... los malos, otra vez los del Norte.
Curioso también, el detalle de ver a los jóvenes alegrarse por declararse la guerra.
Así, Minghella se ha embarcado de nuevo en una lujosa adaptación de otro best seller, ambientado en la Guerra de Secesión y en la que el novelista Charles Frazier aprovechaba una anécdota familiar real para, hermanándose con la clásica "Odisea" de Homero, construir un relato que se centraba tanto en la peripecia del Ulises que vuelve a su casa desde el frente sorteando mil peligros como en la difícil tarea de supervivencia de una Penélope superada por su obligación de mantener en pie su casa en la retaguardia.
Con "La Odisea" tenemos factores comunes como una guerra de larga duración, numerosas peripecias que provocan la demora del protagonista en llegar a su hogar, la incertidumbre del héroe sobre si todo seguirá igual que cuando se marchó, mujeres hermosas que pretenden atraparlo con sus encantos o que desean retenerlo junto a ellas, un auténtico descenso al Hades que estaría simbolizado por la crueldad de la contienda, el oráculo del futuro en el espejo que Ada Monroe utiliza en el pozo, etc.
Sin embargo, W. P. Inman no es rey ni héroe por naturaleza divina, sino un soldado sudista que, al igual que Ulises, regresa a casa por amor, romántico totalmente, pues apenas conoció a Ada antes de su alistamiento, y al que las circunstancias transforman en un valiente.
Tampoco el personaje de Nicole Kidman es Penélope, sino una mujer refinada y culta que ha de aprender a sobrevivir con la ayuda de Ruby Thewes en un mundo en el que no la acosan los pretendientes, sino el hambre y la destrucción.
En Cold Mountain conviven sentimientos antagónicos muy bien trabajados, el odio-amor, la ira-piedad, el rencor-perdón, la maldad-bondad.
Un relato perfectamente ambientado y muy bien llevado y sostenido en el tiempo, que provoca una sensación de identificarse con los protagonistas y luchar con ellos para vencer los contratiempos.
Linda fotografía, hermosos paisajes naturales y pulcro vestuario.
Aspectos para tenerlos muy en cuenta a la hora de optar por este bello drama romántico.
El tema:
La necesidad de aferrarse a un ideal en tiempos de confusión y caos donde nada parece tener sentido.
Cold Mountain es por tanto una película que reflexiona sobre aspectos más que interesantes sobre la condición humana en tiempos de necesidad y guerra, sobre las consecuencias de la violencia desatada o incluso sobre los valores que a veces surgen de esos mismos tiempos convulsos, pero por encima de todo, Minghella habla sobre el amor y la necesidad del mismo como planteamiento vital más allá de cualquier otra consideración.
Minghella no está en absoluto interesado en hacer una lectura personal de la Guerra Civil Norteamericana y, de hecho, pasa de puntillas por los motivos que llevaron a ella e incluso se desentiende de los resultados de la misma, abandonando las batallas para centrarse siempre en el destino de Inman.
En realidad, Minghella se limita a mostrar un sangriento y brutal pasaje de la misma, más con la intención de hacernos comprender el derrumbe de los valores de Inman, que comprende que nada de lo que le ha sido enseñado para diferenciar el bien del mal tiene sentido en una contienda en la que un bando no escatima toneladas de pólvora para hacer saltar por los aires a sus enemigos, sin diferenciar soldados y civiles, y el otro no duda en perpetrar una salvaje matanza en cuanto tiene oportunidad: esa primera secuencia llena de furia, barro, violencia brutal y el caos más absoluto que, aunque confusamente narrada por Minghella en un intento de provocar desconcierto, permite a Inman tomar su decisión sin remordimiento alguno de conciencia y convertirse en desertor por una causa mucho más noble.
Paralelamente, el otro punto de interés de Cold Mountain se centra en las penalidades de Ada para sacar adelante su granja.
Al igual que en el caso de Inman, aquí estamos ante otro proceso de aprendizaje que no se detiene en las duras tareas de labranza que la señorita bien educada que interpreta Kidman ha de conocer, sino en la relación que se establece entre ésta y una estupenda Renée Zellweger que interpreta a una descarada y maleducada mujer de campo que se revela como lo más opuesto a Ada, y a la vez, justamente lo que necesita en ese momento.
En manos de otro realizador menos hábil, la presencia del personaje de Zellweger, que aparece casi como contrapunto humorístico entre tanta miseria, no adquiriría la notable capacidad de conmover que tiene tanto la evolución de la fuerte amistad que surge entre ellas como la relación de Ruby con su padre, un estupendo Brendan Gleeson, otro desertor en busca de recuperar relaciones largo tiempo perdidas.
“If you are fighting, stop fighting.
If you are marching, stop marching.
Come back to me.
Come back to me is my request”
A punto de terminar la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865), Inman (Jude Law), un soldado confederado herido en los últimos días de la guerra, vive una auténtica odisea para regresar a su casa de Cold Mountain (Carolina del Norte) y reunirse con su prometida Ada (Nicole Kidman), que lleva años esperándolo.
En su ausencia, Ada tiene que afrontar enormes dificultades para sobrevivir, pero consigue sacar adelante la granja de su padre con la ayuda de Ruby (Zellweger), una intrépida y voluntariosa joven.
Camino a casa, el novio desertor se cruza con un pastor lujurioso (Philip Seymour Hoffman), la familia delirante de un caza fortunas (Giovanni Ribisi), una viuda ávida de afecto (Natalie Portman) y una sabia ermitaña.
Entre tanto, la espera de su amada se ve alterada por la llegada de una intensa muchacha (Renée Zellweger)
Tres personajes, para cuya supervivencia física y espiritual dependen completamente unos de otros, tienen caminos conectados entre sí.
Por un lado el soldado confederado Inman, quien, herido en la batalla, cruza el país para volver con Ada, la mujer a la que ama.
En su camino hacia Ada, Inman se encuentra con esclavos y rebeldes, soldados desertores, cazadores de recompensas y amigos y enemigos en cada esquina.
No menos peligroso es el camino que ha de emprender Ada, una mujer acostumbrada a una vida acomodada, que debe enfrentarse a un mundo exterior que desconoce para proteger la granja de su padre de la ruina y la guerra.
La ayuda inesperada le llega de una mujer tosca y primitiva llamada Ruby, quien se convierte en una parte fundamental de su vida al enseñarle lo que es la supervivencia, la confianza y la vida, valores que Ada nunca había conocido.
Cold Mountain nos habla de amor y de amistad pero también Minghella capta los horrores de la guerra de manera magistral y mostrándonos al mismo tiempo las angustias de todos sus personajes, tanto a los que están en plena lucha como a los que se han quedado en la rezaga.
Del trío protagonista sigue los caminos para su supervivencia, tanto física como espiritual, Renée Zellweger es la que nos sorprende con un papel de mujer fuerte y áspera al que no nos tiene acostumbrados, aunque tras esa apariencia ruda se esconda un complejidad y una sensibilidad que hablan de su variedad de registros.

“Every piece of this is man's bullshit.
They call this war a cloud over the land, but they made the weather and then they stand in the rain and say.
"Shit!
Its rainin'!”


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