The Seven Year Itch
“When it's hot like this, you know what I do?
I put my undies in the Ice Box!”
Cuando los hombres llegan a los 40 y hasta los 55 años de edad, pueden experimentar un fenómeno similar a la menopausia femenina, denominada andropausia.
A diferencia de las mujeres, los hombres no tienen signos claros, como el cese de las menstruaciones, para marcar dicha transición.
Ambos, sin embargo, están caracterizados por una caída en los niveles hormonales.
El estrógeno en la mujer y la testosterona en el varón.
Los cambios en el cuerpo ocurren muy gradualmente en el hombre y se acompañan de cambios de actitud y estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía, impulso sexual y agilidad física.
En algunas ocasiones, sucede lo contrario, se les dispara el sex appeal y busca la manera de recuperar los años perdidos, aduciendo que los 40s son los nuevos 20s.
Y a muchos les da por ir tras “faldas a lo loco”
Lo que es aún más, los estudios demuestran que esta caída de testosterona representa un riesgo de otros problemas de salud, como cardiopatías o huesos frágiles.
Dado que todo esto ocurre durante un momento en la vida en que los hombres comienzan a cuestionar sus valores, logros y el rumbo de su vida, muchas veces es difícil advertir que los cambios que ocurren se relacionan con algo más que solamente las condiciones externas.
A diferencia de la menopausia, que habitualmente ocurre en la mujer a fines de los 40 e inicio de los 50, la "transición" del hombre puede ser mucho más gradual y extenderse durante décadas.
La actitud, el stress psicológico, el alcohol, el fumado, las lesiones o cirugías, medicamentos, obesidad e infecciones pueden contribuir a su comienzo.
Si bien con la edad prácticamente todo hombre tendrá una disminución en sus niveles de testosterona, no existe manera de predecir quién tendrá síntomas andropáusicos lo suficientemente severos como para buscar ayuda profesional.
Tampoco es predecible saber a qué edad comenzarán los síntomas en una persona.
Los síntomas también pueden ser diferentes en cada hombre.
“It shakes me!
It quakes me!
It makes me feel goose-pimply all over!”
The Seven Year Itch es una película estadounidense de 1955, y única película de Billy Wilder con la productora 20th Century Fox.
Protagonizada por Tom Ewell, Marilyn Monroe, Oskar Homolka, Carolyn Jones, Evelyn Keyes, Sonny Tufts, Robert Strauss, Marguerite Chapman, Victor Moore y Donald MacBride.
The Seven Year Itch está basada en la obra teatral del mismo nombre de George Axelrod.
The Seven Year Itch es una comedia muy divertida, con una Marilyn Monroe realizando una convincente interpretación de sí misma.
No resulta curioso que muchas líneas y escenas fueran censuradas por juzgarse inadecuadas por la horripilante oficina de Hayes.
También se introdujo un cambio principal en el argumento, en la obra, Sherman y “La Chica” intimaban mientras que aquí todo el romance está en la cabeza del protagonista.
Vemos, en The Seven Year Itch, por primera vez y en un filme de Wilder, al narrador omnipresente siempre en la pantalla, hablando en voz alta y a todo volumen sobre sus sueños eróticos en los que es un supermacho y a golpe de Rachmaninov se le echan todas las mujeres encima.
La trama de The Seven Year Itch se ubica en el Estado de Manhattan, según la tesis de la película, la tribu del mismo nombre tenía la costumbre de aprovechar la partida de vacaciones de sus mujeres para flirtear y dedicarse a conquistar otras mujeres, en general más bellas.
Esta constante también es visible en el mismo estado de la unión en 1955.
Así, The Seven Year Itch, nos relata la historia de Richard Sherman (Tom Ewell) un padre de familia que reside en la ciudad de Nueva York junto a su esposa e hijo, por motivo de las vacaciones de verano Richard decide enviar a su familia al campo y se queda solo en La Gran Ciudad “trabajando”
Muy pronto Richard conoce a una linda chica (Marilyn Monroe) que acaba de establecerse en el departamento que está encima del suyo, este fortuito encuentro probará ser un gran dolor de cabeza para Richard.
Con su gran ingenio Wilder nos muestra una historia atrevida y entretenida que se las arregla para mantener un buen ritmo aun cuando la mayor parte de la historia se desarrolla en un apartamento, utilizando como carnada a un Tom Ewell, quien ya había interpretado su papel en teatro.
El corazón de The Seven Year Itch se apoya en una teoría utilizada por los psicólogos que hace referencia a “La Picazón Del Séptimo Año” una idea que en cierto modo explica algunos comportamientos que impulsan a los hombres a envolverse en relaciones extra-maritales luego de un tiempo de matrimonio.
La mayoría de las incidencias de The Seven Year Itch tiene que ver con esta situación, con la tortura psicológica de este individuo especulando con que su mujer "se entere" de lo que sucede, la necesidad de esconder la nueva vinculación de otros sujetos del edificio que, por diversas causas, se acercan a su departamento.
“Oh, do you feel the breeze from the subway.
Isn't it delicious?”
Ewell en el papel de Richard hace un excelente trabajo y se desenvuelve muy bien en una serie de monólogos que poseen diálogos muy elaborados.
Richard parece dar rienda suelta a su exuberante imaginación justificando mediante ensoñaciones con tintes cinéfilos y literarios la bondad y fidelidad de espíritu para con su mujer a quien nunca ha engañado pese a haber gozado de múltiples ocasiones para hacerlo...
Es indeciso, torpe, natural, nervioso, divertido, infiel, y sexualmente perverso.
Ewell fue compañero de la Monroe en las clases de Lee Strasberg en el Actors Studio, y actor en la obra de teatro original de la que procede el guión, hace lo que puede para no desaparecer de la pantalla cuando le acompaña esa enigmática y hermosa mujer que en ese momento estaba a punto de cumplir los treinta y toda la vida por delante...
Así Marilyn interpreta a la rubia ingenua, que aun sin quererlo resulta provocativa e inquietante, aprovechando para sacar el mayor provecho a sus generosos atributos de manera elegante, glamurosa, femenina, seductora, radiante, tonta y “prototípicamente rubia”
A todo lo largo y ancho The Seven Year Itch desborda la marca de una gran director que nos deleita con una asombrosa y entretenida comedia, Wilder tuvo que arreglárselas para evadir la censura y lograr plasmar una comedia que tocaba de lleno el tema del adulterio, cosa nada fácil para la época.
En definitiva The Seven Year Itch es una película que siempre será recordada por la interpretación de Marilyn Monroe, que de cierto modo se personificaba a sí misma.
Parece que su falta de inteligencia es una virtud más para ser una mujer deseada... mostrando una ideología en la que el hombre, supongo que aquejado de inseguridad y falta de autoestima, con problemas hormonales propios de la entrada a la edad adulta, necesitado de una mujer tonta a su lado para sentirse mejor...
Y como persona, no me resulta divertido ver como el protagonista muestra su mediocridad, sus complejos de inferioridad y falta de luces durante The Seven Year Itch.
La música, de Alfred Newman, ofrece composiciones coloristas y alegres, con dos temas destacados:
"Main Tittle" y "The Girl Upstair"
Además añade fragmentos de Rachmaninov y su Concierto Nº 2.
Lo que más destaco de The Seven Year Itch es la genial construcción psíquica de la evolutiva paranoia mental que tiene Tom y los geniales comentarios de Marilyn Monroe:
"Ah, esto es música clásica!
Lo he adivinado porque no cantan"…
The Seven Year Itch contiene una de las escenas más famosas del cine, que es cuando Marilyn Monroe pasa por encima de unas rejas de ventilación en la calle, y el aire que es expulsado hacia arriba levanta sus faldas.
La escena del vestido de Marilyn levantándose fue rodada dos veces.
La primera toma fue en la Avenida Lexington de Manhattan, en la calle 52.
La segunda se hizo en un estudio.
La escena que aparece en The Seven Year Itch es la de esta segunda toma, ya que la primera toma fue inservible debido al ruido de la muchedumbre que presenciaba la grabación.
Aunque usada en ediciones posteriores de The Seven Year Itch, las escenas en las que el vestido de Marilyn soplaba claramente por encima de su cintura fueron borradas por las autoridades de la época por considerarlas inapropiadas.
Las consecuencias de esa simple toma en Manhattan le costó a la Monroe el matrimonio con el astro del baseball Joe DiMaggio.
“Wouldn't you like to know!
Maybe it's Marilyn Monroe!”
I put my undies in the Ice Box!”
Cuando los hombres llegan a los 40 y hasta los 55 años de edad, pueden experimentar un fenómeno similar a la menopausia femenina, denominada andropausia.
A diferencia de las mujeres, los hombres no tienen signos claros, como el cese de las menstruaciones, para marcar dicha transición.
Ambos, sin embargo, están caracterizados por una caída en los niveles hormonales.
El estrógeno en la mujer y la testosterona en el varón.
Los cambios en el cuerpo ocurren muy gradualmente en el hombre y se acompañan de cambios de actitud y estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía, impulso sexual y agilidad física.
En algunas ocasiones, sucede lo contrario, se les dispara el sex appeal y busca la manera de recuperar los años perdidos, aduciendo que los 40s son los nuevos 20s.
Y a muchos les da por ir tras “faldas a lo loco”
Lo que es aún más, los estudios demuestran que esta caída de testosterona representa un riesgo de otros problemas de salud, como cardiopatías o huesos frágiles.
Dado que todo esto ocurre durante un momento en la vida en que los hombres comienzan a cuestionar sus valores, logros y el rumbo de su vida, muchas veces es difícil advertir que los cambios que ocurren se relacionan con algo más que solamente las condiciones externas.
A diferencia de la menopausia, que habitualmente ocurre en la mujer a fines de los 40 e inicio de los 50, la "transición" del hombre puede ser mucho más gradual y extenderse durante décadas.
La actitud, el stress psicológico, el alcohol, el fumado, las lesiones o cirugías, medicamentos, obesidad e infecciones pueden contribuir a su comienzo.
Si bien con la edad prácticamente todo hombre tendrá una disminución en sus niveles de testosterona, no existe manera de predecir quién tendrá síntomas andropáusicos lo suficientemente severos como para buscar ayuda profesional.
Tampoco es predecible saber a qué edad comenzarán los síntomas en una persona.
Los síntomas también pueden ser diferentes en cada hombre.
“It shakes me!
It quakes me!
It makes me feel goose-pimply all over!”
The Seven Year Itch es una película estadounidense de 1955, y única película de Billy Wilder con la productora 20th Century Fox.
Protagonizada por Tom Ewell, Marilyn Monroe, Oskar Homolka, Carolyn Jones, Evelyn Keyes, Sonny Tufts, Robert Strauss, Marguerite Chapman, Victor Moore y Donald MacBride.
The Seven Year Itch está basada en la obra teatral del mismo nombre de George Axelrod.
The Seven Year Itch es una comedia muy divertida, con una Marilyn Monroe realizando una convincente interpretación de sí misma.
No resulta curioso que muchas líneas y escenas fueran censuradas por juzgarse inadecuadas por la horripilante oficina de Hayes.
También se introdujo un cambio principal en el argumento, en la obra, Sherman y “La Chica” intimaban mientras que aquí todo el romance está en la cabeza del protagonista.
Vemos, en The Seven Year Itch, por primera vez y en un filme de Wilder, al narrador omnipresente siempre en la pantalla, hablando en voz alta y a todo volumen sobre sus sueños eróticos en los que es un supermacho y a golpe de Rachmaninov se le echan todas las mujeres encima.
La trama de The Seven Year Itch se ubica en el Estado de Manhattan, según la tesis de la película, la tribu del mismo nombre tenía la costumbre de aprovechar la partida de vacaciones de sus mujeres para flirtear y dedicarse a conquistar otras mujeres, en general más bellas.
Esta constante también es visible en el mismo estado de la unión en 1955.
Así, The Seven Year Itch, nos relata la historia de Richard Sherman (Tom Ewell) un padre de familia que reside en la ciudad de Nueva York junto a su esposa e hijo, por motivo de las vacaciones de verano Richard decide enviar a su familia al campo y se queda solo en La Gran Ciudad “trabajando”
Muy pronto Richard conoce a una linda chica (Marilyn Monroe) que acaba de establecerse en el departamento que está encima del suyo, este fortuito encuentro probará ser un gran dolor de cabeza para Richard.
Con su gran ingenio Wilder nos muestra una historia atrevida y entretenida que se las arregla para mantener un buen ritmo aun cuando la mayor parte de la historia se desarrolla en un apartamento, utilizando como carnada a un Tom Ewell, quien ya había interpretado su papel en teatro.
El corazón de The Seven Year Itch se apoya en una teoría utilizada por los psicólogos que hace referencia a “La Picazón Del Séptimo Año” una idea que en cierto modo explica algunos comportamientos que impulsan a los hombres a envolverse en relaciones extra-maritales luego de un tiempo de matrimonio.
La mayoría de las incidencias de The Seven Year Itch tiene que ver con esta situación, con la tortura psicológica de este individuo especulando con que su mujer "se entere" de lo que sucede, la necesidad de esconder la nueva vinculación de otros sujetos del edificio que, por diversas causas, se acercan a su departamento.
“Oh, do you feel the breeze from the subway.
Isn't it delicious?”
Ewell en el papel de Richard hace un excelente trabajo y se desenvuelve muy bien en una serie de monólogos que poseen diálogos muy elaborados.
Richard parece dar rienda suelta a su exuberante imaginación justificando mediante ensoñaciones con tintes cinéfilos y literarios la bondad y fidelidad de espíritu para con su mujer a quien nunca ha engañado pese a haber gozado de múltiples ocasiones para hacerlo...
Es indeciso, torpe, natural, nervioso, divertido, infiel, y sexualmente perverso.
Ewell fue compañero de la Monroe en las clases de Lee Strasberg en el Actors Studio, y actor en la obra de teatro original de la que procede el guión, hace lo que puede para no desaparecer de la pantalla cuando le acompaña esa enigmática y hermosa mujer que en ese momento estaba a punto de cumplir los treinta y toda la vida por delante...
Así Marilyn interpreta a la rubia ingenua, que aun sin quererlo resulta provocativa e inquietante, aprovechando para sacar el mayor provecho a sus generosos atributos de manera elegante, glamurosa, femenina, seductora, radiante, tonta y “prototípicamente rubia”
A todo lo largo y ancho The Seven Year Itch desborda la marca de una gran director que nos deleita con una asombrosa y entretenida comedia, Wilder tuvo que arreglárselas para evadir la censura y lograr plasmar una comedia que tocaba de lleno el tema del adulterio, cosa nada fácil para la época.
En definitiva The Seven Year Itch es una película que siempre será recordada por la interpretación de Marilyn Monroe, que de cierto modo se personificaba a sí misma.
Parece que su falta de inteligencia es una virtud más para ser una mujer deseada... mostrando una ideología en la que el hombre, supongo que aquejado de inseguridad y falta de autoestima, con problemas hormonales propios de la entrada a la edad adulta, necesitado de una mujer tonta a su lado para sentirse mejor...
Y como persona, no me resulta divertido ver como el protagonista muestra su mediocridad, sus complejos de inferioridad y falta de luces durante The Seven Year Itch.
La música, de Alfred Newman, ofrece composiciones coloristas y alegres, con dos temas destacados:
"Main Tittle" y "The Girl Upstair"
Además añade fragmentos de Rachmaninov y su Concierto Nº 2.
Lo que más destaco de The Seven Year Itch es la genial construcción psíquica de la evolutiva paranoia mental que tiene Tom y los geniales comentarios de Marilyn Monroe:
"Ah, esto es música clásica!
Lo he adivinado porque no cantan"…
The Seven Year Itch contiene una de las escenas más famosas del cine, que es cuando Marilyn Monroe pasa por encima de unas rejas de ventilación en la calle, y el aire que es expulsado hacia arriba levanta sus faldas.
La escena del vestido de Marilyn levantándose fue rodada dos veces.
La primera toma fue en la Avenida Lexington de Manhattan, en la calle 52.
La segunda se hizo en un estudio.
La escena que aparece en The Seven Year Itch es la de esta segunda toma, ya que la primera toma fue inservible debido al ruido de la muchedumbre que presenciaba la grabación.
Aunque usada en ediciones posteriores de The Seven Year Itch, las escenas en las que el vestido de Marilyn soplaba claramente por encima de su cintura fueron borradas por las autoridades de la época por considerarlas inapropiadas.
Las consecuencias de esa simple toma en Manhattan le costó a la Monroe el matrimonio con el astro del baseball Joe DiMaggio.
“Wouldn't you like to know!
Maybe it's Marilyn Monroe!”
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