Children Of The Corn

“And a child shall lead them...”

Al fundar una colonia, lo primero que se hacía era construir una iglesia, y nombrar un ministro debidamente ordenado.
Pero muchos de esos pobladores vivían a considerable distancia de las colonias, a veces a millas de sus vecinos más cercanos.
Entre ellos, las ceremonias religiosas se oficiaban donde se podía, y por lo general, las oficiaban personas cuya única autoridad para ejercer una posición de tanto honor e influencia, radicaba en el supuesto “llamado especial” de Dios, quien los ponía a su servicio.
La labor de estos ministros laicos, se veía complementada con la de los ministros ambulantes quienes, por ser ordenados, podían administrar los sacramentos propios de la religión, tales como el matrimonio, la eucaristía, los funerales cristianos, y otros cuantos ritos en los cuales insistían los fieles.
Los ministros ambulantes, también predicaban el evangelio, claro está, pero cada cual tenía un territorio tan amplio que cubrir, que no podían visitar un sitio determinado más de unas veces al año.
Entre visita y visita, había un líder laico que mantenía unida la parroquia, y quien con frecuencia contrataba los servicios de un evangelista profesional, quien normalmente no era ministro ordenado, y por tanto, no podía administrar los sacramentos.
Su único propósito o función era, “acercar a Dios las almas perdidas y redimir el espíritu de los pecadores con la gracia de Jesucristo”
Si no había en la comunidad, un lugar de reunión lo suficientemente grande como para albergar las multitudes que atraían los evangelistas, la reunión se celebraba a la sombra de una enramada construida especialmente para la ocasión, sean bosques o graneros.
Estos evangelistas “de los bosques” fueron los predecesores de sus contrapartes del siglo XX:
Billy Sunday, Oral Roberts y Billy Graham, para mencionar sólo unos pocos de los más conocidos.
Por otra parte, se conoce como “Cinturón Bíblico” o “Cinturón de La Biblia”, en inglés, “Bible Belt” al término coloquial utilizado para referirse a una extensa región de los Estados Unidos, donde el cristianismo evangélico tiene un profundo arraigo social, circunstancia que se manifiesta nítidamente en la forma de vida de la población, en la moral, y en la política.
La mayor parte del territorio del Cinturón bíblico, consiste en el Sur histórico de los Estados Unidos.
Durante el período colonial, entre 1607 y 1776, El Sur era un feudo de La Iglesia Anglicana; y la transición hacia un feudo del protestantismo no anglicano, sucedió de forma gradual a lo largo del siglo siguiente, a través de una serie de avivamientos en la fe, muchos de ellos asociados a las denominaciones bautistas.
Así, en un mapa agrario de los Estados Unidos, se dibujan distintos “cinturones” que atienden a su especialización agrícola:
“Cinturón del Algodón” o “Cotton Belt”, “Cinturón del Tabaco” o “Tobacco Belt”, etc.
En especial, “El Cinturón del Maíz” o “Corn Belt”, es una región del Medio Oeste de Estados Unidos, donde el maíz ha sido, desde la década de 1850, la cosecha predominante, reemplazando las altas hierbas autóctonas.
Así pues, en el contexto de los nuevos movimientos religiosos, hablar de sincretismo es hablar sin duda de “La Nueva Era”
En esta doctrina, existen movimientos de múltiples religiones y doctrinas, basándose en la creencia de que todas las religiones son básicamente una con “distintas ropas”
Esto, y su popularidad hace que el “New Age” sea el máximo exponente del sincretismo; cuyo objetivo último es alcanzar la asimilación religiosa, pero para ello, siempre es necesaria la acomodación que permita al individuo, vivir dentro de un nuevo mundo plural, como en un ámbito propio.
Se podría decir, que la asimilación necesita de una convivencia natural con las nuevas culturas.
“I spy, with my lttle eye, something that starts with C”
Children Of The Corn es una película de terror, del año 1984, dirigida por Fritz Kiersch.
Protagonizada por Peter Horton, Linda Hamilton, John Franklin, Courtney Gains, Robby Kiger, R.G. Armstrong, Julie Maddalena, John Philbin, entre otros.
El guión es de George Goldsmith, basado en el relato homónimo que forma parte del libro “Night Shift”, escrito en 1977 por Stephen King; siendo el 4º libro publicado por el escritor de terror estadounidense, y su primera compilación de relatos cortos.
El libro es considerado por muchos, como el mejor libro de relatos cortos escrito por Stephen King, pues 5 de esos relatos, se han llevado al cine, además de que algunos otros han servido como prefacio para libros posteriores.
El libro contiene 20 relatos, de los que 16 están considerados en el género de Terror/Ficción.
Los restantes, son relatos más emocionales o dramáticos, pero no por ello, menos interesantes.
En Children Of The Corn,  King vuelve a mostrar su maestría a la hora de sacar el miedo que todos llevamos dentro.
No hay nada más terrorífico, que un niño asesinando, y otros que han dejado de ser niños, para convertirse en poco menos que monstruos.
Pero no son aberraciones de otra dimensión, desvaríos sacados de la mente y la imaginación, sino leviatanes de carne y hueso, y tan reales, que es eso justamente lo que provoca un verdadero terror en el lector.
En este relato, como en otros del estadounidense, se refleja una honda aprensión a la religión llevada al extremo.
Una desconfianza y aversión por el fervor religioso que se cultiva con sevicia, y que impone su voluntad, alienando mentes, y convirtiendo a los hombres en simples muñecos de paja que obedecen, bien por miedo, bien por una convicción mal llevada.
Con una estructura sencilla, y un lenguaje cuyas palabras parecen escogidas con detalle, King nos traslada a un pueblo misterioso, donde la infamia ha arraigado con fuerza, y que llevará a los protagonistas de la historia, a enfrentarse a sus propios miedos.
Children Of The Corn es la 2ª adaptación al cine del relato de Stephen King, pues antes de esta película, en 1983, el director John Woodward, realizó un corto sobre este mismo relato, que se tituló:
“Disciples Of The Crow”
La adaptación de Children Of The Corn, estuvo en un primer momento en las manos del propio Stephen King, que se centró más en los personajes de Burt y Vicky, y dejó en un 2º plano la situación de los chicos de Gatlin.
Sin embargo, este guión fue desechado en favor del de George Goldsmith, el cual poseía mayor violencia, y una estructura narrativa más convencional.
El filme se estrenó con escenas censuradas en Australia, Finlandia, Francia, Islandia, originalmente prohibida; Noruega, Suecia, Alemania, Inglaterra y EEUU.
Siendo rodada en Iowa, la historia transcurre en el pueblo ficticio de Gatlin, en Nebraska, EEUU.
Allí, una entidad demoníaca a la que se denomina “El que camina detrás de la fila”, en inglés, “He who walks behind the rows”, ejerce una poderosa influencia sobre los jóvenes de la zona, a los que insta a asesinar a todos los adultos mediante rituales brutales, para asegurar el éxito de la cosecha de maíz.
Una pareja, Burt Stanton (Peter Horton) y su novia Vicky Baxter (Linda Hamilton), están de viaje y llegan a un apartado pueblo de Nebraska, un lugar donde no hay adultos, sólo niños y adolescentes.
El terror se apodera de la pareja, cuando descubre la causa de esta extraña situación.
Los niños forman una fanática comunidad religiosa, que rinde culto a una extraña deidad de los campos de maíz; y cuando llegan a los 18 años, han de ser sacrificados.
Children Of The Corn, es el nostálgico recuerdo de aquellos chicos que vivieron las andanzas del diablo entre los maizales de un pequeño pueblo rural, donde el fanatismo religioso se interpuso entre la locura y la cordura, haciendo una voraz crítica a los fanatismos religiosos locales, imprescindible comprender la secuencia en la que la pareja protagonista sintoniza la radio en el coche emisoras sermoneadas por predicadores, como anexo a una previsible pesadilla de parada en medio de la nada, donde Cristo perdió la sandalia.
Porque su bienvenida, no va a ser muy agradable precisamente.
“What, did you rewrite the whole thing, or just the parts that don't suit your needs?”
Todo tiempo pasado fue mejor... frase irrevocable que podemos establecer con este irregular film de terror, plagado de situaciones que rozan lo absurdo, y con una dirección francamente pobre; que tras obtener cierto éxito en su momento, generó abundante cantidad de secuelas que, desgraciadamente, no podemos decir lo mismo de su calidad.
El director Fritz Kiersch, debutó con Children Of The Corn en el cine; una película muy sencilla, pero que maneja muy bien la tensión, porque no es normal ver películas en que los niños sean los asesinos, y eso es lo que la hace muy especial; además de los escenarios y recursos, como solitarias carreteras, mastodónticas extensiones de maizales laberínticos, pueblos fantasma, niños malvados... son muy acertados, destacando la utilización de la cámara subjetiva y de planos en contrapicado, mostrando el punto de vista de los niños, lo que acentúa aún más la sensación de inmensidad del campo que los rodea y aísla del mundo exterior.
Stephen King, siempre se ha encargado de que los niños se muestren como psicópatas en algunos de sus libros, uno se da cuenta de eso, pues:
¿Quién sería capaz de matar a un pequeño?
Esa premisa nos lleva a Gatlin, un pueblecito perdido por las lejanas tierras de Nebraska.
Un pueblo con algo especial, pues sólo lo habitan niños, donde la música está prohibida, los juegos no deben existir, y pintar es un pecado.
Y, sobre todo, un pueblo en el que los niños asesinan a sus padres.
Un pueblo en el que ser mayor de edad, es motivo para pasar a mejor vida…
A este lugar remoto, por circunstancias del destino, irán a parar una joven pareja de enamorados.
Una pareja que se extrañará ante las calles desiertas del pueblo, ante la ausencia de cualquier indicio de vida en ella.
Una pareja que caerá incomunicada entre los maizales y las calles de la localidad, que tratará de sobrevivir ante la presencia amenazante de los chicos del maíz.
Al inicio, una voz “en off” de un niño llamado Job (Robby Kiger), nos cuenta cómo los adultos de Gatlin, incluido su padre, son envenenados y asesinados en una cafetería a manos de los jóvenes del pueblo.
Comenta que sucede lo mismo en todo Gatlin; y 3 años después, la pareja formada por los felices Vicky Baxter y Burt Stanton, se dirigen a Seattle.
En la radio, un joven predicador está dando un sermón del cual se burlan…
Burt desvía la mirada de la carretera, para mirar un mapa, y atropella a un niño; acude a socorrerlo pues es médico, pero está muerto; y descubre que antes, alguien le había degollado.
Se acerca a los maizales, y encuentra una maleta manchada de sangre, probablemente del niño.
Se llevan el cadáver y la maleta, para entregárselos a la policía.
En la maleta, encuentran ropa, cerillas, una navaja, un compás, y un crucifijo hecho con vainas de maíz.
El matrimonio no lo sabe, pero los espectadores hemos visto cómo el niño, llamado Joseph, estaba huyendo de la forma de vida en torno a la predicación del maíz que han implantado los jóvenes de Gatlin, y que otro chico llamado Malachai Boardman (Courtney Gains), ha sido quien le ha degollado.
Poco antes de llegar a Gatlin, la población más cercana, hablan con el encargado de una gasolinera, quien les recomienda que vayan a Hemingford.
La pareja se pierde, de modo que acaba yendo a Gatlin, pero ésta está desierta.
Por su parte, el encargado ha perdido de vista a su perro, aunque encuentra su collar ensangrentado antes de ser asesinado él también; siendo el castigo de los chicos del maíz, por intentar ayudar a los forasteros.
Así, Vicky y Burt, están inspeccionando una casa en busca de un teléfono, cuando encuentran a Sarah (Anne Marie McEvoy), hermana de Job.
Vicky se queda con ella, mientras Burt va al Ayuntamiento; y cuando regresa, Vicky ha sido secuestrada.
El dios del maíz, está enfadado con Malachai, por haber matado a Joseph, y al encargado de la gasolinera.
A Vicky le colocan una corona hecha con barbas de maíz, y la crucifican cerca de otra cruz, con el esqueleto de un policía.
Al rato, Malachai se cansa de escuchar a Isaac Chroner (John Franklin), el líder de la secta, y ordena a los demás niños que bajen a Vicky, y le crucifiquen a él; los demás le obedecen por miedo.
Por la noche, el dios del maíz, camina bajo tierra, y es una especie de masa de color rojo, se lleva al chico del ritual, y a Isaac; sin embargo, Isaac resucita con el dios dentro de sí, y mata a Malachai.
Burt logra rescatar a Vicky, y quemar el maizal, la idea le viene de una página arrancada de La Biblia, que tenía el policía antes de ser asesinado por Malachai.
En la huida, el coche de la pareja está inutilizable por las barbas de maíz que han crecido en él, así que tendrán que irse andando.
Cuando Burt coge un mapa de carretera, Vicky golpea a una chica del ritual con la puerta del coche, la chica estaba en el asiento trasero, dispuesta a degollar a Burt… y la mata.
Vicky y Burt se marchan andando con los hermanos Job y Sarah, se insinúa que les adoptarán, sin darle más importancia al asunto.
En ninguna versión sabremos, qué pasa con el cadáver del niño... y muchas cosas más, entre incoherencias, y falta de información de lo que allí acontece.
Son personajes exclusivos de la película, los hermanos que ayudarán a Vicky y a Burt a escapar de los chicos del maíz, puesto que Isaac prohíbe a los jóvenes dibujar y divertirse, Sarah pinta dibujos premonitorios, y tanto ella como Job, escuchan música y juegan al Monopoly en secreto.
Malachai les descubre en varias ocasiones, pero Isaac siempre les perdona…
¿Por qué?
El significado de “El que marcha detrás de las hileras”, sólo en el libro sabremos que los chicos llaman así al dios del maíz, debido a sueño que tuvo Isaac:
“Y en mi sueño, El Señor era una sombra que marchaba detrás de las hileras, y me habló con las palabras que empleó para dirigirse a nuestros hermanos mayores hace muchos años”
El significado del crucifijo de maíz, sólo en el relato de King sabremos que los confeccionan las niñas de Gatlin, para alejar los maleficios de sus tierras; siendo una clara crítica al extremismo protestante/evangelista, y a la conservadora moral que se implanta en la zona del medio-este estadounidense, conocida como “El Cinturón de La Biblia”
Una devoción tan vehemente de las personas a una religión, cualquiera que fuere, que convierte a dichas personas en gregaristas incapaces de pensar por sí mismos y, por ende, en diferenciar correctamente el bien del mal.
Personas tan obsesionadas con corregir la moral de otras personas, que son incapaces de observar y juzgar la moralidad de sus propios actos de intolerancia, promovida por la ignorancia que provoca el extremismo religioso.
¿Qué mejor manera de realizar un relato del extremismo protestante/evangelista, que hacer que los protagonistas de dicho relato, sean niños?
En cierto modo, resulta inquietante la inestabilidad emocional y la irracionalidad de los niños.
La intolerancia irracional y la conservadora moral que los extremistas protestantes/evangelistas inculcan de manera insana a los niños, puede resultar en una mentalidad psicopática devota de leyes “divinas”, incompatibles con el entendimiento racional.
Aquí todo está relatado con la ritualidad pagana, como una manera de decir que la vehemencia y la devoción a una divinidad, ciega el entendimiento racional, y termina en peligrosa ignorancia e intolerancia.
No obstante, haciendo honor al título, no tenemos que dejar de ver Children Of The Corn, como una metáfora sobre el comunismo.
Y no es tan descarado decirlo, cuando el cartel ya nos muestra una sugerente comparación, y cuando en la película se nos dice claramente en un momento dado:
“Mi padre construyo este escondite por si venían los comunistas”
Es por ello interesante ver una película que dio miedo en su época, y que además, contiene mensajes; muy a pesar de una premisa atrayente, y una primera escena contundente inundada de sangre y atrocidad, la historia se va desvaneciendo como pompas de jabón.
El desarrollo plano, caótico y con diversas situaciones de guión absurdas, y sin sentido, la mediocridad emerge como la marabunta dentro de un film que podría haber dado mucho más de sí, gracias a un trasfondo sociópata/fanático/religioso altamente interesante, que cae en detrimento de una crónica indecente.
Los efectos especiales, se han quedado desfasados, sin olvidar las deficientes interpretaciones, salvando de la quema a Linda Hamilton, que ese mismo año protagonizaría la conocida “Terminator” de James Cameron; y John Franklin, que en su cara reflejaba la maldad que se establecía entre los campos de Nebraska, a caballo entre lo emo, y Boy George.
Hamilton está bastante correcta, aunque no es la mejor “scream queen” de la historia; mientras Peter Horton es un muy digno actor de serie B, bastante por encima de la media del género.
John Franklin, representa a un villano realmente aterrador, dentro de sus posibilidades, y se desenvuelve bien en su personaje.
El contrapunto a los 3, encontramos a Courtney Gains, del que me atrevo a decir que realiza la peor interpretación que he visto jamás de los jamases; mientras la joven Anne Marie McEvoy, realiza una buena labor, siendo muy dulce.
Como dato interesante, en el coche de Burt y de Vicky, se puede ver una copia de “Night Shift”, la colección de Stephen King, que contiene la historia de Children Of The Corn.
Pero nos quedará en la retina, el momento cuando los niños perpetran la matanza en la cafetería.
Si no estuviera tan mal filmado, podría ser brutal.
La problemática que plantea Children Of The Corn, es lo referido a las sectas y su vinculación con el mal.
En este caso, se trata de una secta juvenil, que se dedica a segar las vidas de la población adulta, en ofrenda a una supuesta deidad…
No hay mucha información de cómo surgió, y por qué, y así entramos en cuenta que hay innumerables fallos y errores de continuidad, como cuando el chico que es asesinado por Malachai en los campos de maíz, es colocado de pie en la carretera…
¿Cómo se mantuvo de pie, y encima, se movía, si antes fue apuñalado vivo?
Cuando el doctor se acerca a comprobar si el niño que acaban de atropellar, está muerto, lo gira colocándole boca arriba.
Sin embargo, cuando después le pone una manta encima, vuelve a estar boca abajo…
Y el diálogo, es de lo más irritante; en el que Vicky está nerviosa por el atropello, y Burt le dice:
“Ya estaba muerto cuando lo matamos”
¿Será posible…?
Nadie se ha fijado, que el coche no tiene retrovisores; y sin embargo, luego hay un plano que se ve un cuchillo por el retrovisor…
Pero en profundidad:
¿Qué pasa con los niños que quedan en el cobertizo después de destruir al monstruo?
Solo se ven a los 2 hermanos que se van con la pareja protagonista, pero no se explica que pasa con los demás...
Aun con lo irritado del hígado, Children Of The Corn tiene unos pequeños toques de comedia:
Como la escena en que quieren quemar algo, y necesitan un trozo de ropa para quemar, así que Hamilton coge un trozo de chaqueta del pobre niño, y le destroza la chaqueta; y este dice:
“Esto no es un tropo de ropa”
O la escena en que ya ha pasado todo, y siguen corriendo y el niño dice:
“Porqué corremos, si ya no hay peligro” a lo que Hamilton responde:
“Mira que niño más listo”
Así como la historia de que existe un diablo/monstruo o lo que quiera que sea que va como un topo por entre el maizal...
¿Cómo así?
Mucho más creíble sería el argumento de que simplemente, Isaac era uno de estos iluminados que fundan sectas, y le lavan el cerebro a los niños, eso simplemente desarrollado, es brutal.
Pero no sabremos por ejemplo:
¿Cómo se las apañan para sobrevivir durante 3 años, qué comen?
¿Maíz?
También me extraña que en tanto tiempo no aparezca nadie por allí...
Cierto que el anciano de la gasolinera ahuyenta a los intrusos, y que las señales han sido modificadas para despistar a los conductores que pasen por allí, pero no me creo que maten a un agente, y la policía no investigue lo que ha pasado con su compañero.
También mencionar que, bajo mi punto de vista, uno de los principales fallos del guión, es habernos mostrado a los niños desde el principio, pues quitan de golpe y porrazo, todo el suspense.
En el relato de King, los niños no eran mostrados hasta casi el final, y en ningún momento sabias, qué era lo que pasaba en aquel pueblo, al igual que los protagonistas, y solo cuando ellos lo descubrían, era cuando lo hacías tú.
El final, es totalmente diferente al del relato de Stephen King.
El final de la película es típico, predecible, patético y bochornoso; mientras que el final del relato de King, era mucho más maquiavélico, y terminaba con Burt y Vicky sacrificados a “El que marcha detrás de la fila”, y con Malachai internándose en el maizal, tras haber cumplido “La Edad del Favor”, para ser devorado por “El que marcha detrás de la fila”
Solo el comienzo con la escena de la  cafetería, y los créditos, con los macabros dibujos y esa música de voces corales, ponía los pelos de punta; lástima que se desarrolló todo muy mal; sin embargo Children Of The Corn fue todo un éxito… como insondables son los caminos del Señor.
Otro punto sobresaliente, es su acojonante banda sonora, de Jonathan Elias, que pone literalmente los pelos de punta, que consigue ambientar un aire escalofriante de forma asombrosa, y eso hoy en día es muy difícil de conseguir.
“And the wolf shall dwell with the lamb, and the leopard shall lie down with the kid; and the calf and the young lion and the fatling together; and a little child shall lead them”
Nos encontramos ante la típica película de los 80, que vista con la perspectiva del tiempo, y con los años pasados, pierde toda su gracia y claramente Children Of The Corn es mala.
Pero hay que valorarla también en su justa medida, teniendo en cuenta la época en la que salió.
De Children Of The Corn han salido 10 películas que componen una saga que muy lamentablemente cae en el territorio de la mediocridad:
“Children Of The Corn” (1984), “Children Of The Corn II: The Final Sacrifice” (1993), “Children Of The Corn III: Urban Harvest” (1995), “Children Of The Corn IV: The Gathering” (1996), “Children Of The Corn V: Fields Of Terror” (1998), “Children Of The Corn 666: Isaac's Return” (1999), “Children Of The Corn: Revelation” (2001), “Children Of The Corn” (2009), “Children Of The Corn: Genesis” (2011), y “Children Of The Corn: The Evil In 3D” en producción.
También hubo una serie de televisión en 2009.
Ninguna de las versiones de Children Of The Corn, fue del agrado de Stephen King, por eso, al finalizar la primera película, empezó a poner una cláusula en los contratos de cesión de derechos de autor, que impide realizar secuelas sin su consentimiento.
Y muy curiosamente, se acusó a Stephen King, de que el relato era un plagio de “Juego de Niños” (1976), de Juan José Plans; cuya novela también tuvo una adaptación cinematográfica:
“¿Quién puede matar a un niño?” (1976), de Narciso Ibáñez Serrador.
Pero aquí, muy a pesar de que no hay una continuidad tangible entre cada una de las partes, casi ninguna intenta de hacer cosas nuevas o interesantes, siempre manteniéndose en un territorio seguro, y obviamente caen en la monotonía.
Como es de esperarse, y como en casi todas las franquicias que se extienden de manera exagerada, la calidad de las películas de la saga “Children Of The Corn”, a medida que avanzan, es cada vez peor, y no se necesitan millones de dólares para crear una joya del cine terror, hecho que ya ha sido demostrado; pero lo que sí requerimos, es un guión original, y un equipo creativo que realmente le importe y respete el proyecto.
En un momento, parecía que cualquiera que quería, podía agregar una película más a esta franquicia, ensuciando cada vez más el nombre y el legado de la misma.
Lamentable.

“Any religion without love and compassion is false!
It's a lie!”



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