Longtime Companion

“I love my ears.
I love my nose.
I love myself”

El SIDA fue reconocido por primera vez, por Los Centros para El Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), en 1981; y su causa, la infección por VIH, se identificó a principios de dicha década.
La Era del SIDA, empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando el CDC convocó una conferencia de prensa, donde describieron 5 casos de neumonía por Pneumocystis carinii, en Los Ángeles; y al mes siguiente, se constataron varios casos de Sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel.
Las primeras constataciones de estos casos, fueron realizadas por el Dr. Michael Gottlieb, de San Francisco; y pese a que los médicos conocían tanto la neumonía por Pneumocystis carinii, como El Sarcoma de Kaposi, la aparición conjunta de ambos, en varios pacientes, les llamó la atención:
La mayoría de estos pacientes, eran hombres homosexuales, sexualmente activos, muchos de los cuales, también sufrían de otras enfermedades crónicas, que más tarde se identificaron como “infecciones oportunistas”
Las pruebas sanguíneas que se les hicieron a estos pacientes, mostraron que carecían del número adecuado de un tipo de células sanguíneas llamadas T CD4+.
La mayoría de estos pacientes, murieron en pocos meses.
Por la aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado, la prensa comenzó a llamar al SIDA, “la peste rosa”, causando una confusión, atribuyéndola a los homosexuales.
En 1982, la nueva enfermedad fue bautizada oficialmente con el nombre de Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS), nombre que sustituyó a otros propuestos como “Gay-related immune deficiency” (GRID)
Entre las muchas teorías de entonces, dijeron que El SIDA surgió a causa del excesivo uso de drogas, y de la alta actividad sexual con diferentes parejas...
También se planteó, que la inoculación de semen en el recto, durante la práctica de sexo anal, combinado con el uso de inhalantes con nitrito llamados “poppers”, producía supresión del sistema inmunológico…
A pesar que mucho ha cambiado desde entonces, aun todavía no hay cura para la enfermedad.
Sin embargo, El VIH/SIDA, ha tenido un gran impacto en la sociedad, tanto enfermedad como fuente de discriminación; así como también tiene fuertes impactos económicos.
Hay muchas ideas equivocadas sobre El VIH/SIDA, como la creencia de que puede transmitirse por contacto casual no sexual, y otras.
Además, la enfermedad, ha sido centro de muchas controversias relacionadas a la religión, incluida la decisión de La Iglesia católica, de no apoyar el uso de preservativo como prevención; y ha atraído la atención internacional médica y política, así como financiación masiva desde su identificación en los años 1980.
Por su parte, en la narración cinematográfica, hay contenidos y mensajes, que bien pueden ser una crónica o un documento de la época en la que se realiza, o una recreación histórica; u opinión de hechos o eventos relevantes, para comprenderlos; por tanto, se constituye como una buena manera de cómo se puede influir sobre la mente de un espectador, de una forma espontánea; y puede ser empleada de forma dirigida, para divulgar y formar en muchas áreas del conocimiento, incluida las sanitarias en general, y el final de la vida en particular.
“What do you think happens when we die?”
Longtime Companion es un drama del año 1990, dirigido por  Norman René.
Protagonizado por Campbell Scott, Stephen Caffrey, Bruce Davison, Dermot Mulroney, Brian Cousins, John Dossett, Mark Lamos, Michael Schoeffling, Mary-Louise Parker, entre otros.
El guión es de Craig Lucas; quien realizó una adaptación de su propia obra de teatro, acerca de la aparición y estragos sentimentales causados por El SIDA, por encima de las consecuencias físicas de la misma enfermedad, o de los conflictos políticos detrás de la misma.
Con un reparto diverso, mezcla de actores conocidos y futuras estrellas, Longtime Companion triunfó, amasando una gran cantidad de premios y honores, que incluyeron una nominación al Oscar como mejor actor de reparto para Bruce Davison.
Con un guión magnífico, personajes muy humanos, en cuya desintegración y reconstrucción nos podemos encontrar todos identificados; el director ofrece mucha sensibilidad para un tema tan duro, como inolvidable.
Cabe señalar que el título original “Longtime Companion”, se traduce literalmente como “Compañeros desde hace mucho tiempo”, se refiere a la forma “políticamente correcta”, en que los periódicos de la época recreada en la película, designaban con esa expresión al novio/amante/pareja del fallecido, en la sección necrológica/esquelas de los propios periódicos.
Específicamente, el término vino de la negativa del New York Times, para reconocer las relaciones homosexuales durante este período.
Así, los sobrevivientes de los fallecidos, eran referidos como “Compañeros desde hace mucho tiempo”
Otro dato interesante, es que en el afiche promocional de Longtime Companion, así como la portada del DVD, la imagen de los 3 chicos caminando en la playa, ha sido alterada, tanto que algunos podrían decir “censurado”
La escena es tomada del final de la película, en la que el personaje central, usa una camiseta que lo identifica como activista de “ACT-UP”, con 2 marineros que se besan, con una línea que decía “Read My Lips”
Pues esa misma línea fue usada como lema por El Presidente George Bush, como “Read My Lips, No More Taxes”
Por tanto, el arte gráfico del afiche fue eliminado, dando lugar a una camisa lisa blanca.
Además, que contrasta el hecho que el personaje que la lleva, Fuzzy, estaba afeitado completamente, por lo que no usaba barba al final de esa escena.
Así las cosas, todo empieza en 1981, cuando los periódicos comienzan a hablar de una especie de “cáncer”, que afecta al colectivo homosexual, y cómo ésta nueva enfermedad, va causando estragos dentro de un grupo de amigos, a medida que va transcurriendo la década de los años 80:
03 de julio de 1981:
Conocemos a Willy (Campbell Scott), un entrenador personal, y su amigo John (Dermot Mulroney), que están pasando tiempo con la acomodada pareja de homosexuales:
David (Bruce Davison) y Sean (Marcos Lamos), en su casa de playa, en Fire Island para el 4 de julio.
Sean, es un guionista de la popular telenovela diurna, “Other People”; y David proviene de una familia acomodada, por lo que tiene un gran fondo fiduciario.
De vuelta en la ciudad, Howard (Patrick Cassidy), se está preparando para una audición para la novela de Sean.
Su novio es Paul (John Dossett), un ejecutivo de negocios; y su vecina de al lado, es Lisa (Mary-Louise Parker), un comerciante de antigüedades, cuyo hermano Fuzzy (Stephen Caffrey), es el abogado que representa a Howard.
Esa mañana, el New York Times publica su primer artículo sobre el surgimiento de un nuevo “cáncer gay”
La noticia se extiende entre los amigos, se llaman entre sí por teléfono.
Algunos se sienten preocupados de inmediato, otros se sienten desdeñosos…
Mientras que Willy se reúne con Fuzzy en un baile de té por la tarde, y empiezan una relación; y Howard obtiene el papel en la novela.
30 de abril de 1982:
John, es el primero del grupo, en ser diagnosticado con la nueva enfermedad, y contrae neumonía.
Mientras Howard obtiene las páginas del guión, en el que su personaje se convertirá en el primero abiertamente homosexual en la televisión diurna.
Sin embargo, él está muy preocupado por el encasillamiento, temiendo que al interpretar a homosexuales, no se le ofrecerán otro papeles diferentes.
Todo ello ocurre, cuando Willy y Fuzzy se van a vivir juntos; y John muere poco después de su ingreso en el hospital.
17 de junio de 1983:
Willy, Fuzzy, Lisa, David, y Sean, se reúnen de nuevo en Fire Island, junto con Michael y Bob, para ver el personaje de Howard salir en la telenovela.
El grupo, también discute sobre un vecino enfermo, que se ha convertido en un paria en la isla.
Esa noche, Sean y David también discuten sobre los temores de Sean, de que podría ser enfermarse...
07 de septiembre de 1984:
Paul está hospitalizado con toxoplasmosis.
Sean también es hospitalizado.
Willy visita a Sean, y para entonces ha caído en la paranoia en el temor de contraer la enfermedad, tanto que se pone una máscara quirúrgica y bata protectora; y cuando Sean le quiere dar un beso en la mejilla, Willy pone el cuello, y se excusa para ir al baño, a lavarse...
Michael (Michael Schoeffling), también se encuentra de visita, viendo a Sean, trayendo consigo preparados homeopáticos, y un libro de Louise Hay.
Mientras Howard visita a Paul, rompe en llanto… y este trata de tranquilizarlo y consolarlo.
22 de marzo de 1985:
Sean, se ha deteriorado hasta el punto de la demencia.
David está ayudando con la escritura de los guiones de la novela, engañando al estudio, haciendo pensar que Sean es todavía capaz de trabajar.
Mientras Fuzzy intenta para conseguir un nuevo papel en una película para Howard, pero el productor se niega, debido al rumor de que tiene SIDA...
Y es que Paul está de vuelta en el hospital, después de una convulsión.
En otra escena, vemos a David que lleva a Sean a dar un paseo, pero tiene que llevarlo a casa, cuando éste se orina en una fuente en un parque, en frente de una mujer con sus 2 hijos pequeños.
Esa noche, Willy ve que Fuzzy se toca sus glándulas, temiendo que estén inflamadas, y hablan de su miedo a morir.
04 de enero de 1986:
Sean, se ha deteriorado hasta el punto de casi catatonia, y está en constante dolor.
Él tiene que estar atado a su cama, y ha perdido el control de sus intestinos y la vejiga, por lo que tiene que usar pañales para adultos.
David se sienta a su lado, y le dice que “está bien, que se deje ir, que deje de luchar para mantenerse con vida”, por lo que Sean muere.
Willy y Lisa, llegan por ayudar a David.
Mientras que Fuzzy llama a Gay Men's Health Crisis (GMHC) para encontrar una funeraria.
Al final del día, los 4 van a un restaurante chino, para escribir el obituario de Sean, e incluyen a David como su “compañero desde hace mucho tiempo”
16 de mayo de 1987:
David ha muerto mientras dormía, ese es el día de su funeral.
Bob (Brian Cousins) y Willy le elogian y recuerdan en la recepción, después del servicio, los amigos recuerdan un tiempo cuando David se probó el vestido de novia de su hermana, accidentalmente tropezó, y se cayó por las escaleras, todavía con el vestido puesto...
10 de septiembre 1988:
Fuzzy y Lisa, ahora son voluntarios contestando teléfonos en GMHC; mientras Willy es voluntario de GMHC, ayudando a Alberto (Michael Carmine)
Mientras que Howard ha sido diagnosticado como VIH positivo.
Aunque no se menciona, la presunción es que para entonces, Paul ya ha muerto…
Pero Howard explota su fama restante como ex estrella de telenovelas, para recaudar dinero para causas contra El SIDA, organizando un evento benéfico, que incluye la actuación del Trío Finger Lakes, y la canción de Village People “YMCA”, en tono de parodia al estilo de música de cámara.
19 de julio de 1989:
Willy, Fuzzy y Lisa, caminan por la playa...
Aunque no lo dicen, se presume que Howard ha muerto…
Y se habla de una próxima marcha “ACT UP”; así como recuerdan un tiempo antes de la aparición del SIDA, y se preguntan sobre la búsqueda de una cura.
Longtime Companion termina con una secuencia de la fantasía momentánea, con los amigos y otros que perdieron sus vidas a causa del SIDA, que aparecen con ellos en la playa, antes de que desaparezcan de nuevo, y los 3 dejan de caminar en la playa desierta, mientras la canción “Post-Mortem Bar” de Zane Campbell, da inicio a los créditos.
La terrible enfermedad del SIDA, todavía era desconocida en los inicios de los 80, y se atribuyó a la población homosexual; por lo que fue difícil, tanto identificarla como combatirla.
Así, el grupo de amigos de Longtime Companion, tratará de estar lo más unido posible durante los años posteriores, aunque tristemente, algunos de ellos se verán afectados por el virus.
Al principio, conocido como un “Desorden Inmunológico Gay,” vemos el efecto de la enfermedad, que destruye la vida de nuestros protagonistas.
Saltando entre Manhattan y Fire Island, nos lleva desde la mentalidad de “esto no me puede pasar a mi” de los primeros días de la enfermedad, hasta el efecto invasivo que ha tenido en toda nuestra vida, hoy.
Sin embargo, gracias a Longtime Companion, se pone fin a los tópicos sobre El SIDA, y demuestra que no hay que ser un depravado sexual para convertirse en víctima de esta enfermedad.
Aquí, los personajes son homosexuales, pero la mayoría tienen parejas estables, y tan sólo están asustados por ver la muerte tan de cerca; por lo que de la noche a la mañana, una pareja de “compañeros inseparables” podía ver arruinada su vida, ante la aparición de un síntoma en uno de ellos.
Con todo, Longtime Companion vino a ser la primera película distribuida a nivel mundial, con publicidad notoria, en tratar el tema del SIDA; y tal vez la primera película en poner un rostro humano a la epidemia; así como uno de los primeros que acentúa su poder histórico-instructivo.
“We get to have sex again”
La industria cinematográfica de Hollywood, tardó mucho tiempo en tratar la pandemia del SIDA.
De hecho, cuando se estrenó Longtime Companion, ya habían transcurrido 9 años desde los primeros diagnósticos, y la cifra de muertes era incalculable, entre ellos, no pocos actores, guionistas, directores del mundo del cine sucumbieron.
Tras su estreno, Longtime Companion tuvo críticas dispares, y un discreto paso por los cines.
El miedo y la ignorancia, llevó al estigma, y éste afectó directamente a cualquier referencia sobre la pandemia en el cine, incluso a actores que habían tenido papeles de homosexuales como Colin Firth en “Another Country” (1984), y Hugh Grant por “Maurice” (1987), lo sufrieron en primera persona.
A pesar de estar galardonada, los actores de Longtime Companion, también sufrieron el estigma durante casi 2 años.
No fue hasta el estreno de “And the Band Played On” (1993) y la oscarizada “Philadelphia” (1993), que la situación cambió.
Sin embargo, al pasar de los años, Longtime Companion se ha vuelto un filme de culto para muchos gays, que nos interesa ver el distinto tipo de punto de vista de esta enfermedad, el cual se da de varios ángulos en esta producción.
Actualmente, tanto el tema de la homosexualidad como del SIDA, están bastante asentados socialmente, y se han tratado en la ficción, no obstante, el mérito que tuvo Longtime Companion, es el comienzo de esta normalidad.
Emotiva y dura película, sobre un grupo de amigos que vive en primera persona el nacimiento y el desarrollo del SIDA, una de las enfermedades más terroríficas que jamás han existido.
Era 1981, y nadie sabe aún, si se trataba de un virus más, de un rumor, o incluso de un castigo hacia los homosexuales...
Poco a poco, la enfermedad se vuelve una realidad del día a día, y la muerte pasa a ocupar un papel protagonista en las vidas de los jóvenes protagonistas.
Con ello, Norman René nos invita a recorrer la década de los 80 con este grupo de amigos, mientras afrontan semejante prueba; y es por tanto muy útil para comprender, cómo fue vivir el recorrido del SIDA en la propia piel; sin caer en el dramatismo ni en escenas morbosas de enfermos terminales, Longtime Companion muestra desde un prisma especial, lo que debió ser vivir esa experiencia.
Es también una llamada a la integración de este colectivo, hasta el momento marginado, y que consiguió remontar a pesar de todas las críticas recibidas.
Longtime Companion comienza el día en que el New York Times publica una historia oscura, y menciona por primera vez, una enfermedad que parece estar golpeando a los hombres homosexuales… y termina después que El SIDA ha afectado profundamente la totalidad de sus vidas, en su mayoría, pero no del todo, para peor...
Esa primera pequeña nube en el horizonte, era una historia sobre un “cáncer gay”, que los médicos señalaron, afectaba a algunos de sus pacientes homosexuales.
Al cabo de unos meses, el Village Voice estaba proporcionando en profundidad de informes sobre ahora llamada “plaga gay”, que finalmente fue nombrada como SIDA.
Pero al principio, los personajes de la historia tienen dificultad en creer, que una enfermedad podría aparecer, afectándoles personalmente.
Así, el verano de Willy, John, Liza, David, Sean, Michael, Bob y Fuzzy, verán un cambio drástico en su vida y entorno.
Durante el verano de 1981, nuevas parejas se enamoran y otras se consolidan, mientras surge una nueva enfermedad que afecta a la comunidad, comprometiendo el sistema inmunitario de los que la contraen; por lo que la vida del grupo de amigos cambia radicalmente, mientras se enfrentan a la nueva y más trágica epidemia de siglo XX; y así, durante los siguientes 8 años, el grupo va disminuyendo a medida que sus miembros van contrayendo la enfermedad.
La vida de los que consiguen sobrevivir a la epidemia, cambiara también drásticamente, mientras se enfrentan al futuro con incertidumbre.
Longtime Companion consigue conmover, emocionar, e incluso aterrorizar al espectador, mostrándonos un viaje desde los tiempos felices de una pandilla, a los tiempos en que la muerte, la incertidumbre, la angustia e impotencia, se apoderó de sus vidas; por lo que el director se concentra en los aspectos humanos, el cariño, el apoyo, los sentimientos compartidos, y aparca la reivindicación y la política, sin menospreciar ambos aspectos, que serían el enfoque de muchas películas en el futuro, en un proyecto cuyo único propósito es humanizar a las víctimas de la mayor epidemia que continua siéndolo en la actualidad.
No cabe duda, Longtime Companion de que triunfa en todos los aspectos.
Un ejemplo claro, son Willy y Fuzzy, que inician su relación sentimental al mismo tiempo que aparece el virus.
Uno no puede evitar entender su angustia, en una época en la que poco se sabía sobre la enfermedad, lo que se muestra en una pareja que intenta salvar su relación, sin mantener relaciones sexuales, el uno con el otro.
A medida que la historia avanza, uno va comprobando, cómo el grupo va disminuyendo dramáticamente, y eso es lo que refuerza la gravedad de una época que supuso, un antes y después para la comunidad gay.
Sin lugar, hay escenas que consiguen quedar marcadas en la mente de cualquiera, como John, prisionero de un respirador en la cama del hospital; o la fantástica interpretación de David, llorando en el momento en el que le comunica a su pareja que puede irse de su lado…
Todas las interpretaciones, están a la altura de las circunstancias, y el formato de la narrativa, nos va indicando el año en el que estamos en cada momento, siendo muy acertado, y evidentemente apropiado.
Craig Lucas formuló de esta manera las escenas, a veces separadas por meses o años, en la vida de varios hombres homosexuales comunes, mostrando con calidad, lo cotidiano de sus vidas:
El trabajo, el hogar, el amor, la cocina, y los fines de semana; que proporciona la base para esta historia; enfatizando la noción de toda la vida.
Durante el transcurso, algunos personajes se enamoran, y otros se separan, pero la mayoría de ellos, van a ser firmes en sus amistades, y que estarán junto a otros durante una serie de crisis.
Por supuesto, que otros simplemente desaparecen cuando El SIDA llega a interferir; pero no todo el mundo es un santo, y algunos de los eventos requieren, o inspiran, una cualidad de hacia santidad.
Por ejemplo, cuando un amigo se enferma, es difícil no preguntar lo básico, sin pretender que es otra cosa; pues vemos que uno amigo pierde peso, y surgen preguntas inevitables.
Así como los amantes se hacen preguntas difíciles acerca de la fidelidad, y no siempre reciben una respuesta honesta.
Uno por uno, durante el período de años, el círculo de amistades se hace más pequeño… por supuesto, muchos sobrevivirán, pero no parece haber ningún patrón sensible en que se elija, y no hay garantía de que un hombre no va a cuidar de su amigo, sólo para necesitar ayudarse a sí mismo en poco tiempo.
Pocas películas, han hecho un mejor trabajo de ilustrar la virtud de “visitar a los enfermos”, que el cardenal acto de piedad más descuidado en una EEUU que le gusta dejar que los hospitales se encarguen de ese tipo de trabajo duro.
Uno de los puntos fuertes de Longtime Companion, es que no identifica sus personajes, sólo a través de sus preferencias sexuales.
Parecería extraño ver una película, en la que se definen solamente los hombres heterosexuales, por el hecho de que a ellos les gusta dormir con las mujeres; pero muchas películas sobre homosexuales, han hecho el error opuesto, y limita sus caracteres como resultado.
Así como también, los personajes, todos los que tienen pareja, son bastante masculinos, aunque Fuzzy suelte algo de pluma, lo refuerza el uso de su barba.
Además, resulta curioso que solo se ve a un travesti, y a ninguna lesbiana…
Si bien, Longtime Companion es sobre la amistad y la lealtad de encontrar el valor para ser útil, y la humildad para ser ayudado; también nos presenta un panorama de la vida feliz, aunque superficial de los jóvenes de la comunidad en los años 80, en alguna ciudad de los Estados Unidos, y cómo los afecta la aparición de los primeros casos de la enfermedad, que les arrebata a muchos compañeros frente a su absoluta impotencia, en una cinta donde sólo los homosexuales adquieren la enfermedad; y no se prevé al menos, la aparición de algún caso en la comunidad heterosexual, tal vez, esa no era la intención...
Por tanto, el valor de Longtime Companion, es básicamente su retrato de este grupo en los años 80, la aparición del SIDA en la sociedad, y la psicosis colectiva que dio lugar, sobre todo entre el colectivo homosexual; con el miedo al contagio, la desconfianza hacia la pareja, la ignorancia sobre las prácticas de riesgo, ejemplificada en la estupenda la escena, en que Campbell Scott, después de abrazar a un enfermo terminal, se pasa un buen rato tratando de “desinfectarse” en el lavado…
Por lo que Longtime Companion, parece estar hecho para concienciar a la población homosexual sobre los problemas del SIDA, los síntomas, la prevención, la marginación, la solidaridad, etc., y en este caso, según esa intención, cuando todo el mundo, y he dicho bien, todo el mundo está absolutamente preocupado y hasta desorientado sobre la enfermedad, me parece muy bien que siempre que se pueda, se aporte ese grano de arena para colaborar contra El SIDA, y concienciar a la gente sobre la necesidad de apoyo.
Quizás, uno de los problemas que presenta Longtime Companion es que, entre tanto personaje, muchos aparecen o desaparecen de la escena, sin saber exactamente porqué, aunque es evidente que han muerto… y por ello puede llegar a meterse en su piel, para que la identificación sea más potente en las escenas más duras.
Otra pega viene del protagonista, Willy, que parece demasiado frío.
Curiosamente, en algunos momentos la misma historia llega a ser demasiado fría; tanto que bien se podía haber rodado alguna escena más desgarradora, debido al tema tratado; aunque quizá sea ése su verdadero logro, transmitir tanta emoción, tanta tristeza, sin que se vea apenas una lágrima.
En Estados Unidos, se criticó el hecho de que no aparecen personajes de raza negra, salvo uno que tiene SIDA, que más parece latino, y otro que sale ayudando como enfermero, solo unos pocos minutos de metraje.
Aun así, el cuidado del guión, y las acertadas interpretaciones, elevan la obra, y la concluye con un mensaje esperanzador:
Una imagen llena de amor y compasión, cuando los amigos vivos, ven venir a través de la playa, a todos sus seres queridos muertos por El SIDA, para reunirse con ellos en un gran abrazo.
La banda sonora, es muy buena, sobre todo la canción final de los créditos.
“It's all right.
You can let go now”
Los miembros del elenco de Longtime Companion, junto al Comité de Acción Contra El SIDA, se reunieron en 1995, en Los Ángeles, para presentar un premio que lleva el nombre de la película, en honor a aquellos que despiertan la conciencia, la educación y la atención sobre la epidemia.
Así pues, una década después del brote, y la primera expansión de la epidemia del SIDA, el cine estadunidense propuso la primera respuesta comunitaria gay del fenómeno en Longtime Companion.
Ya no la melodramática confrontación familiar de las primeras versiones televisivas como “An Early Frost”; ni las muy rescatables vivencias individuales o de pareja de “Parting Glances”; sino una reflexión sobre el impacto del padecimiento, visto desde la comunidad gay neoyorquina en 1981, con sus miedos, estigma, desazón frente a una realidad difícil de asimilar.
Y 2 décadas después, con la revolución de las nuevas terapias que prolongan la vida de los afectados, y hacen del SIDA un padecimiento crónico; el cine ha empezado a modificar su valoración del asunto, aunque de modo demasiado lento.
Subsisten todavía, algunas visiones catastrofistas, y también melodramas con regaño adjunto.
El cine estadunidense, ha incurrido innumerables veces en el sentimentalismo al abordar el tema, pero ha puesto también de manifiesto, la persistencia de la homofobia, el miedo y el desprecio irracional al homosexual, como en “Philadelphia” (1993); y más recientemente, la existencia de algunas realidades inquietantes, como las redes semi clandestinas de personas, que deliberadamente buscan infectarse con el virus del SIDA; el repunte de la promiscuidad en las llamadas “fiestas de circuito” o “raves”, en los que se practica masivamente el sexo desprotegido; y de modo más soterrado, los acontecimientos  o “events”, fiestas de despedida para enfermos terminales, que deciden poner fin a sus días, con la ayuda de personal médico solidario, de amigos, y familiares.
Esto último, como un desafío a la prohibición jurídica y religiosa de la eutanasia.
Así las cosas, nadie que haya vivido los años 80, siendo gay, puede imaginar la dureza de aquellos días.
Para ellos, de repente ser gay suponía la muerte; se decía que era “un castigo del cielo, por nuestra vida depravada”
Y eso que muchos solo intentábamos llevar una vida normal... en la oscuridad para aquellos que como yo, todavía estábamos en el armario.
Fue en los 90, cuando me reconocí, que hice amigos que poco a poco comenzaron a morir a causa de la enfermedad.
Todos teníamos miedo, mucho miedo.
¿Qué habíamos hecho para merecer aquello?
La mínima mancha en el cuerpo, causaba el pánico, incluso tener relaciones…
Muchos amigos murieron aquellos días, y otros más murieron después...
Y los demás, continuamos viviendo en el terror.
¡Cuánto sufrimiento!
No debemos olvidar, por nuestros amigos, debemos seguir la lucha.
Para el año 2014, aproximadamente 36,9 millones de personas vivían con VIH, y causó 1,2 millones de muertes.
La mayoría de los infectados, viven en el África subsahariana; y entre su descubrimiento, y el 2014, El SIDA ha causado un estimado de 39 millones muertes en todo el mundo.
El VIH/SIDA todavía se considera una pandemia, un brote de enfermedad presente en un área grande, y con propagación activa.

“And we'll go down to the post-mortem bar
And catch up on the years that have passed between us
And we'll tell our stories
Do you remember when the world was just like a carnival opening up”



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