The Lawnmower Man

“By the year 2001, there won't be a person on this planet who isn't hooked into it, and hooked into me”

Estamos a punto de empezar el 2017, y 24 años atrás, se habló en periódicas ocasiones, de que La Realidad Virtual (RV) iba a ser el futuro de la humanidad…
La RV, es un entorno de escenas u objetos de apariencia real; la acepción más común, refiere a un entorno generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario, la sensación de estar inmerso en él.
Dicho entorno, es contemplado por el usuario a través, normalmente, de un dispositivo conocido como “gafas” o “casco de realidad virtual”
Este puede ir acompañado de otros dispositivos, como guantes o trajes especiales, que permiten una mayor interacción con el entorno, así como la percepción de diferentes estímulos que intensifican la sensación de realidad.
La aplicación de la realidad virtual, aunque centrada inicialmente en el terreno del entretenimiento y de los videojuegos, se ha extendido a otros muchos campos, como la medicina, la arqueología, la creación artística, el entrenamiento militar y deportivo, o las simulaciones de vuelo.
Así, la virtualidad establece una nueva forma de relación, entre el uso de las coordenadas de espacio y de tiempo, superando las barreras espaciotemporales, y configura un entorno en el que la información y la comunicación, se nos muestran accesibles desde perspectivas hasta ahora desconocidas, al menos en cuanto a su volumen y posibilidades.
La realidad virtual, permite la generación de entornos de interacción, que separa la necesidad de compartir el espacio-tiempo, facilitando en este caso, nuevos contextos de intercambio y comunicación.
Varios autores han señalado la existencia de diferentes niveles de virtualidad en su relación con la dimensión, bidimensional/tridimensional; y con la realidad.
Estos niveles van, desde un continuo que comienza con una menor virtualidad de aquellos aspectos que nos alejan de la realidad, o que categorizamos a priori como claramente imaginarios o ilusorios, aumentando con lo bidimensional, hasta las posibilidades que ofrece la tridimensionalidad, en su relación de semejanza o analogía con lo real.
Por otra parte, para entender sobre la ética de estas tecnologías, primero hay que comenzar a entender cuál es el sentido, significado, y política que esconden.
¿Pueden ser las tecnologías neutras?
¿Tiene la tecnología, valor en sí misma?
¿Quiénes pueden dar valores a la tecnología?
¿Qué valores le asignamos a la tecnología?
La realidad virtual, debe tomarse con mucho cuidado, ya que no todos somos usuarios “normales”, entiéndase “normales” por usar la tecnología sin malas consecuencias.
“God made him simple.
Science made him a god”
The Lawnmower Man es una película de ciencia ficción, del año 1992, dirigida por Brett Leonard.
Protagonizada por Pierce Brosnan, Jeff Fahey, Jenny Wright, Mark Bringleson, Dean Norris, Geoffrey Lewis, Jeremy McKeen, entre otros.
El guión es de Brett Leonard y Gimel Everett; basados en la novela homónima de Stephen King, publicada en 1975, que se encuentra en el libro de relatos llamado:
“Night Shift” que es el 4° libro publicado por el escritor de terror; que a la vez se trata de su primera compilación de relatos cortos.
El libro, es considerado por muchos, como el mejor libro de relatos cortos escrito por Stephen King, pues 5 de esos relatos, se han llevado al cine, además de que algunos otros han servido como prefacio para libros posteriores.
El libro contiene 20 relatos, 16 están considerados en el género de Terror/Ficción.
Esta colección de relatos, recorre toda la gama posible del terror.
Cada uno de ellos, es una obra maestra que espanta y fascina por el talento desplegado para exponer lo macabro, para insinuar el desastre con elementos tan simples, como una sombra, un ruido, o el sonido de unos pasos.
Una de las cosas más sobrecogedoras, es que la acción transcurre en escenarios tan desprovistos de misterio como una escuela, una fábrica, o una lavandería.
Pero en cada una de ellas, sopla siempre un viento diabólico, done el mal se encarna en extrañas formas; y los objetos inanimados adquieren vida propia al servicio de oscuras fuerzas.
Cuando empieza la noche, las tinieblas se hacen cómplices de fuerzas desconocidas, y el ser humano tiene menos resistencia para luchar contra lo desconocido.
“Night Shift” nos transporta a un mundo de terrores imposibles, pero que están ahí, a la vuelta de la esquina, en un maizal, en un pueblo abandonado, debajo de la cama, o tras la puerta de ese armario que ni siquiera rechina…
En particular, el relato “The Lawnmower Man”, inicia después de un accidente con su cortadora de césped, Harold Parkette deja que el pasto en su jardín crezca, y crezca...
Cuando la situación se torna un poco incómoda, Harold llama a una empresa dedicada a cortar césped:
Pastoral Greenery and Outdoor Services Inc.
Y en su pórtico aparece un hombre obeso, junto con su máquina cortadora.
Su forma de hacer el trabajo, es excéntrica, pero efectiva.
Pero la película, The Lawnmower Man se vendió como “Stephen King's The Lawnmower Man”, como si estuviera basado en una obra de King, lo cual es falso:
Como consecuencia al cambio sustancial del relato en la pantalla, Stephen King rompió toda relación existente con su editorial Doubleday; pues las primeras versiones de la película, afirmaban que estaba relacionada con una obra de Stephen King; pero era completamente diferente.
El cuento de King, era una especie de terror, entre escatológico y extraterrestre; sin embargo, la historia de Leonard, es una intriga futurista sobre la realidad virtual, y sus enormes posibilidades.
Da la impresión, de que Leonard hubiera querido reforzar sus créditos con el nombre de Stephen King en el título, aunque en ese sentido, le salió por la culata; pues el escritor, a la vista de que el guión no tenía ni asomo de parecido con su relato, prohibió taxativamente, que se incluyera su nombre en la película, y en la publicidad de la misma.
New Line Cinema, lanzó la propuesta como “Cybergod”, que combina los 2, argumentos, usando el título original de Stephen King.
Por ello, King, furioso por ese abuso de su nombre, demandó al estudio.
Después de 2 resoluciones judiciales a favor de King, New Line siguió sin cumplir, hasta que llegó una 3ª sentencia, que concedió al autor, $10.000 por concepto de indemnización, y todos los beneficios de las ventas, hasta que se eliminó su nombre del título, además, el estudio tendría que renunciar a todos los beneficios obtenidos durante el mismo período que se promocionó con el nombre del escritor.
De hecho, en la página oficial del King, la película no aparece entre las películas basadas en su obra.
Y es que The Lawnmower Man es una película de temática “Cyberpunk”, de realidad virtual, y de una visión pesimista de la ciencia.
Aunque de acuerdo con la clasificación oficial, también es una película de terror, y nos plantea como la tecnología nos podría llegar a mejorar como seres humanos…
Aunque lo plantea desde una visión mucho más distópica.
Todo inicia con la sentencia:
“En el próximo milenio, se habrá difundido el uso de la tecnología conocida como Realidad Virtual, qué nos permitirá entrar en mundos artificiales, creados por ordenador, sin otros límites que los de la imaginación.
Se prevén millones de aplicaciones positivas, aunque puede dar lugar a nuevas formas de control mental…”
El Dr. Lawrence Angelo (Pierce Brosnan), está investigando en un proyecto de desarrollo intelectual y entrenamiento de combate con animales, utilizando estimulantes y técnicas de realidad virtual; y se ha dado cuenta de las enormes posibilidades que existen, si se aplican sus técnicas en seres humanos, por lo que elige a Jobe Smith (Jeff Fahey) para sus experimentos.
Jobe es un chico con retraso mental, encargado de cortar el césped.
La cosa comienza bien, con resultados espectaculares, pero va dando un giro, al hacer de Jobe, una persona con poderes paranormales, y con un odio terrible por la humanidad.
Porque de realidad virtual, trata realmente la cosa, en una película con una tesis muy especial; que combinando videojuegos de realidad virtual, especialmente desarrollados para la tarea, con drogas de diseño, se podría conseguir, con el entrenamiento adecuado diario, incrementar la inteligencia humana hasta límites insospechados, hasta incontrolados.
The Lawnmower Man nos hace reflexionar sobre los retos que aún nos quedan por afrontar con el cerebro humano, llevados hasta la última frontera; y nos plantea además, auténticos dilemas sobre el concepto de la felicidad, la inocencia, la bondad, y los límites de la ciencia; amén de una ferocísima pero implícita crítica hacia las estructuras hegemónicas dominantes implantadas en nuestra sociedad; como son las mega corporaciones privadas, La Iglesia Católica, y la violencia de género.
Todo ello, acompañado de un auténtico mundo ficticio de videojuegos de realidad virtual, creado exclusivamente para la película.
A su vez, nos hará reflexionar sobre todo tipo de cuestiones más allá de los aspectos sociológicos:
¿Puede interactuar lo real con lo virtual?
¿Son mundos separados como creemos?
¿Se miden ambos igualmente por la misma constante espacio/tiempo?
Algunas preguntas, continúan sin responder…
“You're moving too fast.
Even with all these new abilities, there are dangers.
Man may be able to evolve a thousand-fold through this technology, but the rush must be tempered with wisdom”
El año de 1992, era un buen año para mirar al futuro, con eso del siguiente milenio a las puertas, y con las nuevas consolas de video juegos que se avecinaban, que se olvidaban de los 16 bits pixelados, para pasar a la supuesta magia del polígono.
La realidad virtual, estaba en boca de todos aquellos que tenían mediano interés en la tecnología.
Era el momento perfecto, para que Brett Leonard hiciera su película, y sin todavía llegar a nada palpable en dicha tecnología, se pusiera a meterse en cuestiones ético-morales, sobre los peligros potenciales de una tecnología tan futurista.
El argumento, si bien no es original, es una de las primeras películas sobre el problema que plantea el científico, pero para ello, tenemos a “Charly” (1968), que hizo ganar un Oscar a Cliff Robertson como Mejor Actor; pero The Lawnmower Man si es una de las primeras películas donde tratan el tema de la realidad, y las imágenes virtuales, tan moderna que puede ser una revisión del mito de “Frankenstein”, en la que El Dr. Lawrence Angelo, es un científico que trabaja en un programa del gobierno que utiliza la realidad virtual conjuntamente con una serie de drogas para estimular y condicionar la inteligencia de los sujetos, inicialmente chimpancés, con el fin de desarrollar un nuevo tipo de súper soldados.
El experimento, está teniendo cierto éxito, pero la combinación de las drogas y el estrés, parece volver psicóticos a los chimpancés, que terminan volviéndose peligrosamente violentos.
Cuando uno de ellos se escapa a punta de pistola, es abatido en su huida.
Por lo que Angelo decide alejarse del proyecto, y tomarse un descanso forzado.
Desesperado por ver su trabajo manipulado y sometido a los fines bélicos del gobierno, tratará de proseguir con el experimento, tomando como sujeto, a un discapacitado mental que corta el césped en su barrio.
Sin embargo, sus recursos son demasiado limitados, como para proseguir el experimento sólo, y recurrirá de nuevo a la financiación del proyecto original.
El atractivo y éxito de The Lawnmower Man, tuvo mucho que ver con el enfoque mucho más serio de la por entonces incipiente y apasionante tema de la realidad virtual, y en los dilemas éticos y morales que podría llevar un uso descontrolado.
Lo que hace The Lawnmower Man, en primera instancia, es actualizar/adaptar el mito de Frankenstein a los tiempos modernos:
Con un científico brillante, que teniendo en sus manos un descubrimiento capaz de cambiar el rumbo de la humanidad, algo que el mismo repite una y otra vez, se deja llevar por la ansiedad de ver más resultados, y experimenta con un humano, un joven sencillo, con cierta discapacidad mental.
La readaptación, en la floreciente industria de la realidad virtual, del viejo cuento del científico obsesionado con su trabajo, que resulta ser víctima de su codicia creadora; viene directamente del inmortal libro de Mary Shelley, en que el doctor era capaz de volver a la vida carne muerta, y de cómo su desinterés por el espíritu humano, lo llevaba a desestimar el alma de la criatura, convirtiéndose en su pesadilla.
Esta vez, el vacío recipiente, no es un cuerpo sin alma; es un cerebro que no ha desarrollado todas sus capacidades, es la búsqueda que la neurociencia desarrolla, y se hace popular en aquellos años; pudiendo despertarlo a través del aprendizaje, tal como ellos proponen, con el estudio de la conciencia, la neuroplasticidad, la cognición y la decisiones.
Por supuesto, que la búsqueda obsesiva lleva al buen doctor, a desestimar una vez más a la criatura con la que experimenta, y es cuando todo se saldrá de control.
Además de tener muchas influencias de “Frankenstein”, donde la creación pretende destruir a su creador, encontrar una manera para evolucionar a un estado superior.
Jobe, una vez alcanzado una inteligencia superior, sabe que es el paso a seguir:
El cuerpo humano, físicamente hablando, es un envoltorio que controla y limita nuestras capacidades.
El siguiente estado de evolución, según Jobe, debe ser digital, a través de las redes, a través de Internet.
Es importante el hecho de que Jobe ha logrado un nivel de inteligencia increíble, que le permite claramente analizar el entorno y el mundo de una manera diferente, de tener una visión que un ser humano normal, ya no logra entender.
Estamos hablando de que puede analizar muchos datos por segundo, procesar información, e incluso predecir el futuro, matemáticamente hablando.
Y pretende estar en todos lados al mismo tiempo a través de la red.
¿Alguien dijo Google, por ejemplo?
Así pues, seguimos creyéndonos capaces de desarrollar alta tecnología, pero aun somos incapaces de contener lo que podamos producir.
La reinvención del clásico de Mary Shelley, es lo que se intenta aquí.
The Lawnmower Man, fue bastante bien recibida, aunque se llevó varias malas críticas, por el tratamiento que el guión daba al tema, tildándolo de melodramático; pero tuvo su justa fama y la merece, ya que sentó las bases de otras muchas películas que vendrían luego, y que tratarían el tema.
La historia en general, es aceptable, al plantear la preocupación típica de todas las personas acerca del alcance de un científico en sus experimentos; y que ha influenciado a la saga “Matrix”, donde vemos la idea de realidad virtual, como un potencial agente que puede potenciar nuestra mente y nuestro cerebro.
Acá vemos un detalle que tiene “Matrix” sobre la posibilidad de inyectarnos temas, ideas, o aprendizajes de un tema en particular, como artes marciales, o aprender a pilotar un helicóptero, o bien saber latín.
Dentro The Lawnmower Man, Jobe aprendió muchos temas gracias a la realidad virtual, no mediante una inyección directa, pero si gracias a la tecnología digital en general; aunque fue mucho más allá…
Así, The Lawnmower Man se reputa como la primera película cuyo tema central es la realidad virtual, una tecnología en mantillas en su estreno, pero cuyas posibilidades ya son muy sugestivas.
A partir de ahí, se plantea la posibilidad de desarrollar la inteligencia humana, hasta límites inimaginables, y ése es también su tema, aunque subordinado a las extraordinarias imágenes de la propia realidad virtual, en las que se ve que el director se mueve a sus anchas:
Universos irreales, con vuelos a toda velocidad sin moverse de casa, con excitantes coyundas carnales sin tocarse los amantes ni un solo dedo, constituyen probablemente uno de los atractivos que, sin ser notable, sí resulta especial, no sólo por la novísima técnica que nos muestra, sino sobre todo por estar razonablemente bien llevada, una progresión narrativa que otorga carta de naturaleza al despertar, paulatino pero cada vez más acelerado, de la inteligencia de Jobe, pasando de retrasado mental a súper Einstein en el transcurso del tratamiento.
Ciencia ficción aparte, The Lawnmower Man destaca por poseer muy bellas, a la par que retro escenas tridimensionales poligonales generadas por ordenador, para recrear los videojuegos ficticios de realidad virtual que aparecen en la cinta, así como un montón de cachivaches electrónicos de lo más variados, que harán la boca agua al espectador más geek.
Del reparto, Pierce Brosnan con un “look” bastante alejado de su perfil 007, con un protagónico bastante aceptable; pero la gran atracción del filme, desde lo carismático, es sin dudas Jeff Fahey, en una composición que pasa del hombrecillo retardado, a una auténtica máquina de matar y cobrar venganza; y la historia es más interesante, pues nos presenta unos dilemas en los que puedes entender las motivaciones de los personajes, llegando en ocasiones, a apoyar al personaje de Jobe, cuando éste decide vengarse.
Sobre la animación generada por ordenador, para aquel entonces era sorprendente, incluida con una extraña escena de sexo cibernético, que podría haber salido de una versión porno de “Tron”, que desconozco cómo se mantuvo y no fue cortada, pues la vecina cachonda, Marnie Burke (Jenny Wright), que se acerca a Jobe, le coge el pene y dice:
“¡Um!
¡Que dura la tienes!”
No obstante, las ideas interesantes no están tan aprovechadas como podrían, por ejemplo, no está explicado del todo, cómo la realidad virtual hace que aumente la inteligencia, parece que son los medicamentos los que realizan esta labor, y los videojuegos, son para distraer.
Parece que solo querían aprovecharse de que la realidad virtual estaba en boca de todo el mundo por aquel entonces; y de los efectos especiales, se puede decir lo mismo:
Era el comienzo de los efectos creados por ordenador en las películas, por aquel entonces eran sorprendentes, y aquí están adecuados para la época.
Las imágenes generadas por ordenador (CGI), fueron creadas por Angel Studios, que más tarde se convirtieron en Rockstar San Diego, y Xaos Inc.
El supervisor de edición de sonido, fue Frank Serafine, quien fue contratado como resultado de su trabajo en la creación de sonidos de la película “Tron” (1982)
Eso sí, The Lawnmower Man es bastante oscura, justamente lo que le da esos matices de “Cyberpunk”, y aunque muchos podría decir, que ese ambiente oscuro, es el por el terror que la película pretende transmitir; los trajes visualmente te sacan de la idea del terror.
Cabe destacar, que los 8 minutos de efectos especiales generados por computadora, tomaron el trabajo de 7 personas, durante 8 meses para completarlos, con un presupuesto de $500.000; y aun así, presenta errores notables, pero el más evidente sería, casi al final, en “The Shop”, Jobe no es capaz de desactivar las bombas que Angelo ha colocado en toda la instalación; pero sí es capaz de abrir las puertas, para permitir que Angelo y Peter Parkette (Austin O’Brien) escapen de la explosión.
Y muy curiosamente, a pesar de todos los argumentos legales que hubo alrededor de su producción, muy al igual que en los relatos de King, The Lawnmower Man trata de mostrar un pequeño lazo de unión con otros trabajos del escritor.
Así vemos que la malvada y cruel empresa que quiere pervertir los inocentes experimentos de Angelo, se llama “The Shop”, una organización ficticia del gobierno de Estados Unidos, que parece estar detrás de muchos hechos paranormales de las historias de King, investigándolos o provocándolos.
Pero de lo obra original, solo quedó la escena en la que el policía dice que la pieza que falta del hombre muerto, está en la fuente para pájaros; y claro, la alusión a “The Shop”
Sin embargo, podemos ver que The Lawnmower Man comparte muchos de los tópicos de las historias de King, en ciertos detalles que se repiten, guiños entre historias, como manías del autor:
El protagonista, Jobe, es un ser indefenso que desarrolla unas potencialidades que le hacen ser, a su pesar, mortífero; y refleja la profunda antipatía, incluso el temor hacia el poder establecido, y más concretamente hacia el gobierno y sus organismos paralelos, en la figura omnipresente del Director de “The Shop”, una personificación de la frialdad de todo gobierno, que teóricamente gestiona los bienes comunes, pero que en la realidad los administra buscando su conveniencia; incluso el final, es un típico final kingiano:
Teóricamente feliz, pero abierto a tenebrosas consecuencias.
Vemos el fanatismo religioso en la forma de un cura que golpea con el cinturón a Jobe, antes de ser inteligente.
¿Por qué lo golpea?
Por no matar a las hormigas que corretean por la Iglesia, a las que el cura llama “seres impíos”
Cuando Jobe consigue sus nuevos poderes, se venga de él, haciéndolo arder en fuego digital.
También vemos referencias al cristianismo, con iglesias, un párroco que “educa” al jardinero huérfano a base de golpes de cinturón, cruces… creaciones del discapacitado entre chatarra y figuras de Jesús crucificado, dando a entender que la divinidad no desestima la unión con las máquinas; que luego pasará a creerse en un Dios virtual, como demás parafernalia también esotérica, y el milenarismo judío.
También se ve el maltrato y el alcoholismo, en la figura del padre de Peter, el mejor amigo de Jobe, que les pega a su mujer y su hijo.
Es ahí donde Jobe pone fin a su vida, matándolo con su cortacésped, el cual controla desde fuera de casa mentalmente; esa también es una escena sacada directamente del libro original de King, que se mantuvo en el guión de The Lawnmower Man.
También vemos matones, de los que algunos creen, Stephen King sufrió “bullying” durante su infancia, porque siempre aparece algún matón en sus historias, que suelen recibir su castigo al final.
Ya hemos dicho, que eran muchos los que se burlaban y aprovechaban de Jobe antes de su cambio, de los que luego se vengaría.
A parte del cura y del padre borracho, está también el encargado de la gasolinera, que acabaría con su cerebro hecho pedazos, dejándolo como un incapacitado mental.
El monstruo final, también está en The Lawnmower Man:
Primero, Jobe manda una versión digital de su cabeza, un ejército de abejas para finalmente enfrentarse al doctor Angelo en la red de redes, pasando a tomar un cuerpo digital.
Y las muertes, y aquí son más que extravagantes, como cuando a un par de antagonistas, sus cuerpos se van separando en esferas, como si de grandes átomos se tratasen, se volatilizan.
Según el ahora antagonista, otrora jardinero, la mente puede tener control hacia la materia, pero desde hace milenios, el hombre ha ido en desuso esos poderes, y conocimientos, y para completar su misión en este mundo, salvarlo según sus palabras, deberá llegar a toda la población del planeta, y ser subyugados… por teléfonos.
Nada muy alejado de la realidad, The Lawnmower Man nos arroja a la cara, algunas predicciones:
Se usará la realidad virtual en todo el mundo, un mundo aparte:
En verdad salvo ir como zombies por todas partes con Smartphone y todo contándolo por la red, podríamos decir que nos estamos acercando.
Los videojuegos se controlaran con estúpidos cascos, y demás aplicaciones con movimiento:
Parece que salvo Nintendo, las demás empresas van dejando de lado tal memez.
Podrá aumentar la capacidad cerebral, inteligencia y cultura, además de crear súper soldados:
En el primer punto aclaro que parece ser lo contrario, la gente ahora sabe menos; y el uso de súper soldados, se puede ver a través del uso de drones.
Los juegos de acción, nos bombardearan con ayudas, ver a través de paredes y guiarnos:
Hecho.
Uso de avatares virtuales horribles:
Hecho.
Usaremos cascos de RV para relajarnos:
Hecho.
Usaremos aún “Encarta” y voces digitales:
Hecho.
Algún ser creyéndose un dios, nos controlará mentalmente:
Bueno, de alguna forma somos controlados como borregos en internet.
Puede decirse, hablando en serio, que es cierto que intentamos pasar toda nuestra vida a lo digital.
En la actualidad, no tener ningún dato, fotos, dinero o lo que nos hace, para bien y para mal, “humanos”, contando cosas por redes sociales de nuestras vivencias, opiniones; ni hablar de que todo gire a través de la energía, pero:
¿Qué pasa si la energía se acaba?
“...my birth cry will be the sound of every phone on this planet ringing in unison”
La realidad virtual, ya no es una idea futurista:
Es una tecnología que forma parte de nuestro mundo; pero las posibilidades que ofrece son muy amplias, y van mucho más allá de los videojuegos.
La realidad virtual, ha eliminado la frontera existente entre realidad e irrealidad.
No se trata en este caso, de la imposibilidad de separación entre lo real, y aquello que no lo es; sino la difusión de los límites que los separan.
La amplia variedad de posibilidades que ésta ofrece, ha facilitado el establecimiento de un estatus de realidad, sustentado fundamentalmente en 3 aspectos:
La realidad virtual, es compartida con otras personas:
Se centra generalmente en la interacción interpersonal, que a pesar de no producirse en el mismo espacio/tiempo, sí es percibida como un acto colectivo.
Tiene una estrecha relación con el mundo físico, dada su interrelación e influencia mutua:
La experiencia en la realidad virtual, viene mediada por la experiencia en el mundo real, y ésta es influida por lo que allí es experimentado.
Y está interconectada con la producción artística, ya que se convierte en un espacio más de creación con motivaciones estéticas.
La generación de nuevas oportunidades en entornos diversos, ha facilitado la existencia de posibilidades emergentes para la reconstrucción de la propia identidad.
Los entornos virtuales, y más concretamente la realidad virtual, han generado un espacio de moratoria para la construcción de la identidad sustentada en la creación de más de un yo.
La existencia de estas identidades múltiples, favorece la experimentación, pudiendo adoptar, potenciar o desestimar aspectos puestos en práctica en estos entornos, en la propia cotidianidad.
Se trataría pues, de un espacio de interrelación entre los espacios cotidianos y la realidad virtual, en que las propias experiencias en estos entornos, producen una mutua influencia, generando una ruptura de las fronteras entre ambos.
Actualmente la discusión se centra en la piratería, “copyright” y “cybercrimen”, proyecto genoma humano, privacidad vs seguridad, periodismo ciudadano, democracia efectiva, y educación.
Las discusiones futuras que están comenzando, son sobre la inteligencia artificial, vida extra planetaria, longevidad, transhumanismo, este tipo de discusiones culturales, nos harán comprender y aceptar nuevas tecnologías, y estas transformaciones culturales, deben tener reflexiones adecuadas sobre que aceptemos, y que no de las tecnologías.
La realidad virtual, cada vez está haciéndose más presente, creando marcas como Samsung, en gafas que te hacen vivir momentos deseados, y así manejar también el móvil con los dedos, y unas gafas especiales.
Google Glass, son gafas de realidad aumentada, desarrollado por Google.
El propósito de Google Glass, sería mostrar información disponible para los usuarios de teléfonos inteligentes, sin utilizar las manos, permitiendo también el acceso a Internet, mediante órdenes de voz, utilizando como sistema operativo, el Android.
Para los expertos la realidad virtual, y la realidad aumentada, son la última apuesta del mercado de la alta tecnología.
“La realidad virtual, se encuentra apenas al principio de su desarrollo, se encuentra al inicio de una gran ola tecnológica.
Para algunos, se trata de la cuarta etapa de la era de la informática tras el PC, la red, y los teléfonos móviles.
Creo que es una descripción acertada”, explica Vijay Michalik, analista digital.
Todo esto nos dice, que en cada decisión tecnológica, debemos discutir cuales son los valores en juego; en este caso, qué valores nos entregará la realidad virtual ahora y en el futuro, con las próximas aplicaciones de desarrolladores, los futuros dispositivos, y legislaciones que ayudarán a nuestra sociedad, para que siga creciendo para todos, y por todos.

“I realized that nothing we've been doing is new.
We haven't been tapping into new areas of the brain, we've just been awakening the most ancient.
This technology is simply a route to powers that conjurers and alchemists used centuries ago.
The human race lost that knowledge and now I'm reclaiming it through virtual reality”



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