The Prime of Miss Jean Brodie

“Little girls!
I am in the business of putting old heads on young shoulders, and all my pupils are the crème de la crème.
Give me a girl at an impressionable age and she is mine for life”

“The Prime of Miss Jean Brodie” es un libro breve de la novelista Dame Muriel Sarah Spark, DBE, CLit, FRSE, FRSL; gran amiga de Graham Greene que, por sus servicios al Imperio Británico, obtuvo insignias y otros tantos reconocimientos.
Pero es especialmente conocida como Muriel Spark, y su obra “The Prime of Miss Jean Brodie”, su 6ª novela, es la más conocida de sus obras; que vio la publicación por vez primera, en la revista The New Yorker, y fue publicada como un libro por Macmillan, en 1961.
El personaje de Miss Jean Brodie, atrajo la fama internacional sobre Spark, y la puso en el primer rango de la literatura contemporánea escocesa; tanto que en 2005, la novela fue elegida por la revista Time, como una de las 100 mejores novelas en inglés, desde el año 1923 al presente.
Y en 1998, la Modern Library, dio a la obra, el puesto #76, en su lista de las 100 mejores novelas en inglés del siglo XX.
“The Prime of Miss Brodie”, es una entrañable y nostálgica evocación de una inolvidable profesora de un colegio de señoritas de Edimburgo, situada en 1932.
La personalidad de Miss Brodie, que salta sobre los tabúes de la época, para dar cursos de educación sexual a sus alumnas, y aconsejarlas que disfruten lo antes posible del amor físico, que junto con la habilidad narrativa de Muriel Spark, hacen que el libro tenga una amplia repercusión, y que su autora se dé a conocer internacionalmente.
El personaje de Miss Jean Brodie, se basó en parte en Christina Kay, una maestra de Spark durante 2 años en la James Gillespie's High School para chicas.
Spark escribiría más adelante de ella:
“Lo que llenó nuestras mentes de maravilla, e hizo de Christina Kay tan memorable, era el drama personal y la poesía en la que ocurría todo dentro de su clase”
Miss Kay, fue la base para “las partes buenas” del personaje de Brodie, pero también algunos de los rasgos más extravagantes; por ejemplo:
Miss Kay colgó posters de pinturas renacentistas en la pared, pero también de Benito Mussolini, y los fascistas italianos marchando.
Spark creció en un Edimburgo, intensamente presbiteriano, mientras que los defensores de Franco, eran casi unánimemente católicos romanos.
Y Miss Christina Kay, cuidaba de su madre viuda, no del maestro de música que estaba enamorada de ella… y animó a la joven Muriel Spark, a convertirse en escritora.
Spark, como otro personaje de su novela, Sandy, se convirtió al catolicismo.
Sin embargo, la gente que conoció a Miss Kay, dijo que ella era muy diferente al personaje de Brodie.
La novela comienza, cuando las alumnas de Miss Brodie, “The Brodie Set”, tienen 16 años.
Muriel Spark, maneja el tiempo a su antojo, hacia detrás y hacia adelante desde que, las ahora adolescentes, son unas niñas de 10 años, hasta después de la muerte de Miss Brodie, cuando, ya adultas, hablan entre ellas sobre su profesora y la época en que vivieron bajo su influencia.
Magistralmente, Spark entrelaza el pasado y el presente a lo largo de toda la novela.
Los personajes principales y más relevantes son:
Miss Jean Brodie:
Ella cree que es La Providencia, aunque según Sandy, cree que es el Dios de Calvino.
En algún sentido lo es; en su plenitud, o en su “prime”, ella escoge a unas pocas alumnas para ella, como los calvinistas entienden que Dios escoge a sus elegidos para la salvación.
En relación con la religión, Miss Brodie no tenía dudas, dejaba que todo el mundo supiera que ella no tenía dudas, que Dios estaba a su lado, sin importar lo que ella hiciera, de manera que ella no experimenta dificultades ni sentido de hipocresía en la oración, mientras que al mismo tiempo se acostaba con el maestro de canto…
Sintiendo que estaba predestinada, de una u otra forma, Brodie actúa como si ella trascendiera la moralidad.
Sandy Stranger:
Una del grupo, en la que se dice que Miss Brodie se decidió por Sandy, tomándola como su confidente especial.
Se la caracteriza como con ojos pequeños, casi inexistentes, y una mirada penetrante.
Miss Brodie recuerda, una y otra vez a Sandy, que tiene agudeza pero no instinto.
Sandy rechaza el calvinismo, reaccionando contra su rígida predestinación en favor del catolicismo romano.
Rose Stanley:
En contraste con Sandy, Rose es una rubia atractiva con, según Miss Brodie, instinto pero no agudeza.
Aunque de alguna manera no se lo merecen, Rose es “famosa por el sexo”, y el profesor de arte, Mr. Lloyd, le pide que actúe de modelo para sus pinturas:
Rápidamente queda claro, que él no tiene ningún interés sexual por ella, y la usa sólo porque es una buena modelo.
En cada pintura, Rose se parece más a Brodie, a quien Mr. Lloyd ama tozudamente.
Rose y Sandy, son las 2 muchachas en las que Miss Brodie pone la mayor confianza de convertirse en “la crème de la crème”
De nuevo, a diferencia de Sandy, Rose se sacudió la influencia de Miss Brodie, como el perro se sacude del agua cuando se moja.
Mary MacGregor:
Lerda y lenta, Mary es la cabeza de turco de Brodie.
Mary, sumisamente asume la culpa por todo lo que va mal; pero a los 23 años de edad, muere en un incendio, mientras corre alejándose del edificio en llamas, y luego volviendo a entrar.
Lo que hace Miss Brodie, en la escuela femenina Marcia Blaine, es lo particular de cierta gente de alcurnia de estos países, y ya sabremos que, como otros, también su padre tenía un oscuro pasado; talante intelectual, sensibilidad hacia el arte, comportamiento manipulador, liberalidad sexual, e ideología fascista.
Por su parte, Spark despliega sus tramas, no en secuencia, pero pieza a pieza, haciendo un amplio uso de la técnica narrativa de prolepsis, “flashforward”
Por ejemplo, el lector averigua pronto, que alguien traicionará a Miss Brodie, aunque esto ocurrirá al final de sus años escolares.
Gradualmente, Spark pone de manifiesto, quién fue la traidora, y al final se proporcionan todos los detalles alrededor del acontecimiento.
Spark desarrolla sus personajes de esta manera, también Joyce Emily es presentada, justo como la muchacha que es rechazada del grupo Brodie.
Con esta técnica, el narrador de la historia, es omnisciente y atemporal, relatando toda la trama de un momento.
Y si se observa superficialmente, la novela parecería la historia de una profesora progresista, “une pédagogue audacieuse” en un colegio privado de Edimburgo, en los años 30, cuya personalidad despierta la admiración de sus alumnas, y las envidias de sus colegas.
Si al argumento le añadimos la técnica narrativa, el humor, la ironía, la agilidad e ingenio de los diálogos y el ambiente del Marcia Blaine School, magníficamente captado por Muriel Spark, tendríamos una novela buena, entretenida, y agradable para disfrute de cualquier lector.
Y además, en “The Prime of Miss Jean Brodie”, Muriel Spark investiga sobre temas que conciernen al ser humano, entre ellos:
El individualismo, el protagonismo, el liderazgo que pueden atribuirse los elegidos; en los que Spark crea una honda caracterización que es realista en sus imperfecciones y complejidad de la vida humana.
Jean Brodie es genuinamente sincera en su intento de abrir las vidas de las muchachas, subrayando su conciencia de ellas mismas y su mundo, y liberándolas de los modos convencionales y restrictivos de pensar, sentir y ser.
La novela tuvo tanto éxito, que ha sido adaptada a la escena teatral, al cine y la televisión.
Sus múltiples traducciones y el éxito que la novela alcanza en Estados Unidos; animan a la guionista Jay Presson Allen, que acaba de obtener un gran éxito al escribir para Alfred Hitchcock la adaptación de “Marnie” (1964), a hacer una versión teatral.
En mayo de 1966, Vanessa Redgrave estrena la obra en Londres, y logra un gran éxito al encamar a la exaltada Miss Brodie.
Y como dato curioso, en todas las versiones, se han conservado el título original.
“The truth is that you bounced into bed with an artist, but you were horrified when you woke up with a man!”
The Prime of Miss Jean Brodie es un drama del año 1969, dirigido por Ronald Neame.
Protagonizado por Maggie Smith, Robert Stephens, Pamela Franklin, Gordon Jackson, Celia Johnson, Diane Grayson, entre otros.
El guión es de Jay Presson Allen, basado en la obra homónima de Muriel Spark.
Como dato, el director Ronald Neame, nunca leyó la novela de la que se adapta esta película; la cual, tras su estreno, fue nominada a La Palme d’Or del Festival Internacional de Cine de Cannes; y obtuvo un premio Oscar como Mejor Actriz para Maggie Smith, que no acudió a la ceremonia; y una nominación como mejor canción original.
Parece mentira, que una película tan inteligente y gratificante, pasara tan inadvertida para los miembros de La academia de Hollywood, tan propensos a ensalzar producciones británicas; y para colmo, su productora, la Fox, mal estrenó y distribuyó irregularmente la película en muchos países, como en EEUU, por lo que el gran público casi ni la vio.
Originalmente estrenada en marzo de 1969, en los EEUU, que fue reestrenada después de que Maggie Smith ganara El Oscar como Mejor Actriz en abril de 1970; y el estudio obtuvo un adicional de $1,9 millones en taquilla.
Rodada durante 13 semanas en los estudios Pinewood, en Londres, y en exteriores naturales en Edimburgo y Londres; la acción toma lugar en los años 30.
Jean Brodie (Maggie Smith) es una polémica profesora que da clase en un colegio femenino, donde instruye a las alumnas sobre política, amor y arte.
Sus ideas poco convencionales acerca de la enseñanza, dividirán tanto a profesores como a alumnas, así como su visión favorable a los dictadores fascistas de la época.
The Prime of Miss Jean Brodie es una película con alma, ambientada como toda buena producción inglesa, cuidada hasta la desesperación, con unos actores magníficos, y que deja un recuerdo tan grato como imborrable.
Porque todos los imperios son una forma de fascismo, por más que se vistan de cultura y democracia, e Inglaterra también entra en este juego.
Una obra para ser analizada con lupa.
“I'm not sure about God, but I am now quite sure about witches”
La historia está centrada exclusivamente alrededor de Miss Jean Brodie, una profesora liberal, y de ideas avanzadas para su época, que trabaja en una pequeña escuela conservadora para chicas, llamada Marcia Blaine, durante los años 30.
Jean, tiene un aire pomposo, y se vanagloria de la relación de camaradería que tiene con sus alumnas, a las que acoge a 4 especialmente como sus protegidas:
Sandy (Pamela Franklin), Monica (Shirley Steedman), Jenny (Diane Grayson) y Mary (Jane Carr), para que se hagan mujeres gracias a ella, lo cual hace que la directora, Emmeline Mackay (Celia Johnson), recele y quiera expulsarla a toda costa, aunque sin conseguirlo.
El mundo de Miss Brodie, empezará a desmoronarse cuando una de sus alumnas, Sandy, compruebe por sí misma, que Miss Brodie, en vez de enseñar, lo que hace es inculcar ideas en la mente de sus compañeras, por lo que hará todo lo posible para detenerla.
The Prime of Miss Jean Brodie es un film extraordinario sobre la enseñanza, muy alejado de este tipo de films en los que un profesor ayuda a sus alumnos a ser mejores en la vida, etc.
Aquí, lo que vemos es como un mal profesor, puede dañar el desarrollo tanto personal como intelectual de un niño, reflejado estupendamente en la persona de Miss Jane Brodie, una profesora pomposa y pedante, obsesionada sobre de sí misma, que trata de inculcar sus ideas políticas fascistas y sexuales en sus alumnas.
También, están muy bien desarrollados los personajes secundarios, sobretodo el de Pamela Franklin como su alumna de mayor confianza, que se da cuenta demasiado tarde, de que todo lo que les ha enseñado, no sirve para nada, y de que su comportamiento ha sido siempre negligente.
Lo cierto es que el personaje de Brodie resulta bastante desagradable, algo raro en films donde el protagonista es un profesor, y donde estamos acostumbrados a iluminados tipo Robin Williams en “Dead Poets Society” (1989)
Su uso de la libertad de cátedra es, por decirlo de alguna manera, peculiar, tirando a poco profesional.
Ella no oculta su favoritismo por aquellas alumnas que llaman su atención, y prefiere inculcar sus ideas en lugar de ayudar a las jóvenes a desarrollar las propias, y muestra una vergonzante admiración por Mussolini, y Franco.
En lo personal, Miss Jean Brodie es una mujer soltera, inteligente, enérgica, atractiva; con gusto, autónoma, en lo mejor de su vida, que provoca la veneración de sus alumnas.
Sandy opina que los demás, incluidos sus propios padres, “no tienen esa flor de la vida” o sea, “Don't have primes”
Miss Brodie, gusta también a los hombres; y los 2 únicos profesores de la escuela, Gordon Lowther (Gordon Jackson), profesor de música; y Teddy Lloyd (Robert Stephens), profesor de pintura y dibujo; se enamoran de ella; incluso el padre de Rose, una de sus alumnas, siente un interés.
Miss Brodie, es también anti convencional, es distinta a sus compañeras, que son mujeres normales dentro del código social.
Jean es original, pasa las vacaciones en Italia, Egipto; es romántica, y tiene una imaginación desbordante, y una gran capacidad creativa.
Muy pronto la vemos contando a sus alumnas la historia de su amor perdido Hugh, caído durante La Primera Guerra Mundial.
A Jean Brodie le encanta la imaginación, tanto que fantasea, crea y transfigura la realidad, lo común y lo diario.
Quizás, lo más admirable de Jean Brodie es que, sobrepasados los 30, igual que sus muchachas, sigue desarrollando su personalidad, continúa cambiando y buscando nuevos alicientes a la vida.
Sus colegas de más de 20 años, han dejado de pensar, de vivir…
Mientras Miss Brodie vibra ante un paisaje, ante un cuadro de Giotto; Da Vinci o Botticelli, o sueña con los ojos entornados cuando recita poesía para sus alumnas.
Jean, ama la belleza y el arte por encima de todo, y defiende el arte frente a la ciencia.
Pero ella se enamora del artista, en este caso, Mr. Lloyd, porque el arte es el vínculo de unión entre ellos.
Por lo que las alumnas también les conectan inmediatamente.
La vena artística de Jean Brodie, provoca muchas veces, la distorsión de la realidad, su fantasía, reconvierte la realidad en lo que ella desea ver, por ejemplo, su admiración por Mussolini y Franco, que hicieron su mundo a su imagen...
En su sensibilidad ante el arte, sin embargo, es positiva, ya que le permite una vida espiritual intensa, frente a la sombría y apagada existencia de sus colegas.
Así, Jean Brodie es una profesora innovadora, que no sólo enseña historia, literatura o arte, sino que transmite a sus alumnas el amor por el arte.
Enseña de manera original; tanto que cuando explica La Primera Guerra Mundial, lo hace novelando la muerte de su amante Hugh; cuando imparte geografía, relata sus viajes, describe Florencia y el puente Vecchio; si habla de pintura, cuenta que unos amigos suyos, tienen una reproducción de “La Primavera” de Botticelli.
En una palabra, impregna sus clases de un tinte romántico y, a la vez, acerca la teoría al contexto del alumno.
La profesora, no intenta dar información a sus alumnas, sino extraer lo mejor que existe en ellas.
Dice que desea ceñirse al significado etimológico de la palabra educación…
Por otro lado, en Marcia Blaine School, no sólo está atacando la metodología convencional de Miss Mackay, la directora, sino también, está amenazando la educación tradicional de la burguesía.
Los métodos de Brodie, pueden provocar que los valores y las tradiciones, que unas determinadas clases sociales defienden, se tambaleen porque la profesora se empeña en enseñar a pensar a sus alumnas, está formando individuos.
Jean Brodie, es un peligro para las mentes empobrecidas de la escuela, y de la sociedad en general.
Se urden varias intrigas para que se vaya de la escuela, aunque sus alumnas están seguras de que nunca renunciará, porque ella está convencida de sus principios, y es consecuente consigo misma y, además, su carácter fuerte y luchador, le impide presentar la dimisión, tan deseada por las autoridades de la escuela.
Miss Brodie, se propone formar mujeres originales, creativas, individualistas, anticonformistas, libres, que no se sometan al espíritu de equipo que la escuela predica.
Sin embargo, Miss Brodie es víctima de la sociedad en que vive, descolocada del papel asignado socialmente, se ve obligada a buscar ideales que llenen su vida fuera del hogar y la familia; y vive en un ambiente opresivo, claustrofóbico, que la asfixia.
El problema de esta mujer, es que su campo de operaciones es demasiado pequeño, no tiene espacio para desarrollar su creatividad, su personalidad.
La escritora de la obra, Muriel Spark, parece querer decir que la protagonista se ha equivocado, no ha sabido elegir, ya que otras mujeres de su estilo, a pesar de los condicionamientos sociales, no se dedican a enseñar en este tipo de escuela, sino que dirigen su entusiasmo y sus ideas, a otras actividades intelectuales, sociales o políticas.
Jean Brodie es también, una mujer orgullosa y autoritaria, que se cree siempre en posesión de la verdad.
Sabe que es muy superior intelectualmente a la mediocridad que la rodea y que, sin embargo, son esos individuos los que rigen la escuela y la sociedad.
Spark, ridiculiza ese orgullo y autoritarismo de Miss Brodie varias veces a lo largo de la novela, por ejemplo, cuando Brodie dice a sus alumnas, cómo debe abrirse una ventana…
La autora, con humor e ironía, critica a la heroína que no acepta convencionalismos establecidos, pero sí trata de imponer sus criterios un tanto peculiares, y a veces hay momentos en que Muriel Spark, acusa a Miss Brodie de ridiculez.
Sin embargo, la opinión de sus alumnas, concretamente la de Sandy, es contraria a la de Mr. Lloyd.
Por otro lado, Miss Brodie es víctima del calvinismo, pues no logra superar su educación religiosa.
La profesora, se cree una persona elegida por Dios, y juega a ser un dios todopoderoso en la escuela donde, de acuerdo con las creencias calvinistas, selecciona a sus alumnas, a modo de discípulas, o séquito.
No se puede olvidar, que la autora, Muriel Spark, es católica conversa, hija de judío, y madre anglicana, educada en una escuela, James Gillespie, parecida a la que se describe en la novela, y ubicada en un Edimburgo presbiteriano.
Spark, no elige caprichosamente esta ciudad para desarrollar su novela.
Sobre Edimburgo pesa la influencia de Calvino, la ciudad destila ese espíritu religioso, sus habitantes lo respiran.
La escuela, es el microcosmos, reflejo del ambiente opresivo de la ciudad en que está enclavada.
El conflicto que se plantea en la novela, es que Miss Brodie para sentirse individuo libre, para llevar a cabo sus ideales, sus convicciones, selecciona a un grupo de alumnas, a las que dirige hacia una realización individualizada pero, contradictoriamente, ejerce un control total sobre ellas.
Jean Brodie, cae en la trampa de su propia educación calvinista que, al mismo tiempo, rechaza.
La protagonista, escoge a sus muchachas y, fiel a su filosofía educativa, cultiva las facultades naturales de cada una de ellas, para obtener el máximo rendimiento, para convertirlas en “la crème de la crème”
Monica Douglas, es buena en matemáticas y tiene temperamento; Eunice Gardner es la deportista; Rose Stanley es la más sensual; Jenny Gray, la mejor amiga de Sandy, posee talento artístico, quiere ser actriz y es, también, la más guapa; Sandy Stranger es la más inteligente, psicóloga, “con sus ojos” ve a través de los de Miss Brodie.
La profesora, tiene también en el grupo, chiquillas difíciles:
Mary MacGregor, “la tartamuda”, y Joyce Emily Hammond, la niña rica, expulsada de diferentes colegios, a la que se envía a la Marcia Blaine School, como “la última esperanza”
Jean Brodie es valiente, desafía las dificultades, quiere demostrarse a sí misma lo que es capaz de conseguir, quiere convertir a sus alumnas, en un grupo de élite, convencida de que hay que pertenecer a la “élite de la vida”
Cree, por influencia calvinista, en el principio del liderazgo:
“Los mejores, los elegidos, deben dirigir a los demás”
Curiosamente, ninguna de las alumnas, tiene nada en común con las otras, el único lazo entre ellas, es su relación con la profesora que, además de darles clase, les invita a su casa a tomar el té, y comparte sus confidencias con ellas.
Las muchachas, se convierten en sus cómplices en su batalla contra el convencionalismo de la escuela, y jamás comentan nada a las otras profesoras, o a la directora, a pesar de que ella indaga sobre los métodos poco ortodoxos de Miss Brodie, según los parámetros de la escuela.
El contacto entre Miss Brodie y sus alumnas, no se corta ni siquiera en vacaciones.
Tampoco se pierde cuando las estudiantes dejan de ser alumnas suyas, porque pasan a la “sénior school”; y siempre continúan siendo su grupo.
Las chiquillas, sin embargo, están contentas en el grupo.
En primer lugar, les atrae el magnetismo de la personalidad irresistible de su profesora; y Jean Brodie es consciente de esta fascinación que ejerce sobre ellas.
En segundo lugar, pertenecer al grupo de Miss Brodie, significa ser diferentes al resto de las alumnas, curiosamente, por medio del grupo las muchachas, afirman un individualismo que las demás no tienen, porque ni la directora, ni el “team spirit” de la escuela, permiten que éste se desarrolle.
La institución, destroza cualquier atisbo de individualismo en alumnas o profesoras.
Mientras que Brodie proyecta su personalidad sobre sus alumnas, que vienen a ser una extensión de su ego, y transmite a sus muchachas lo que sabe, lo que piensa, lo que opina, les inculca sus gustos, y les comunica su entusiasmo y su capacidad de emocionarse.
El poder psicológico de la profesora sobre sus alumnas, se manifiesta muchas veces, por ejemplo, cuando Jenny y Sandy escriben una carta a Mr. Gordon Lowther, rechazando su oferta de matrimonio, como si fuera la propia Jean Brodie quien contestara la carta.
Spark, simboliza esta influencia en el cuadro, pintado por Teddy Lloyd, que representa a la familia de Lloyd con rasgos de la profesora; en todas las caras.
Jean Brodie, asume la responsabilidad de los actos, y destinos de los demás.
En algunas ocasiones, ella, incapaz de actuar por ella misma, anima a sus alumnas a realizar lo que ella sueña, y no se atreve a hacer:
Sugiere la idea de ir a España a luchar a favor de Franco, e intenta que otra se convierta en la amante de Teddy Lloyd.
Jean Brodie, enamorada de él, reprime sus sentimientos, y decide que sea una de sus alumnas quien ocupe su lugar.
No será amante de Lloyd, sino Sandy.
La protagonista, también se engaña a sí misma, cuando expone los motivos de su renuncia a Lloyd.
No es su dedicación al grupo, lo que le impide tener un relación con Teddy Lloyd, de hecho la tiene con Gordon Lowther, sino su educación religiosa.
Jean Brodie, no puede casarse con Lloyd, porque está casado y es católico; no existe, por tanto, esperanza de divorcio.
El léxico, que Miss Brodie emplea “renounce”, o “dedícate” para hablar de su amor por Lloyd, tiene ecos religiosos.
Miss Brodie, extiende sus dominios más allá del grupo hasta Mr. Lowther.
Su afán por ayudarle, no es desinteresado, lo que trata, es de impedir que Lowther caiga en manos de las hermanas Kerr:
Miss Ellen y Miss Alison, profesoras, también de la escuela.
La relación con Mr. Lowther, no parece plantear dilemas morales a Jean Brodie.
Es por ello que Sandy Stranger, la alumna predilecta de Miss Brodie, se le parece mucho.
Sandy es imaginativa, creativa, inteligente, y sensible.
Tiene conversaciones imaginarias con personajes literarios como Lady of Shalott, Mr. Rochester en Jane Eyre, o Alan Breck, el héroe de Kidnapped de Robert Louis Stevenson.
No hay duda, de que Jean Brodie es el personaje central, a su alrededor giran argumento y personajes, pero, indudablemente, Sandy juega un papel significativo, puesto que es ella quien traiciona a Miss Brodie, aunque justifica y excusa su acción.
Hay algo de verdad en esa respuesta de Sandy a Miss Brodie, ya que Sandy destruye a su profesora, para salvarse a sí misma, y a las demás compañeras del grupo.
Jean Brodie, ha intentado fundir su propia vida con la de sus alumnas, como extensión de ella misma, pero con su liderazgo les está robando su individualismo.
Sandy, es la primera que ve el peligro, porque es la más inteligente y, además, es la confidente de Jean Brodie; por lo que está en una situación privilegiada para penetrar en la mente de Miss Brodie.
La alumna, se da cuenta de los 2 componentes de la personalidad de su profesora:
Por una parte, Brodie desea educar a sus muchachas como individuos libres, sin tabúes, sin convencionalismos, sin todo aquello que a ella le oprime, y de lo que no puede liberarse; pero, a la vez, las sacrifica por su afán de protagonismo, y porque se cree predestinada para esta misión.
Sandy, al destruir a Miss Brodie, está rechazando el calvinismo que Brodie representa.
Muriel Spark simboliza ese rechazo, en la conversión de Sandy al catolicismo, y en su profesión como monja.
No parece que Sandy encuentre su realización personal en el convento, porque la autora nos la presenta agarrada a los barrotes de la reja, como si quisiera escapar de allí; pero esto sale en la novela, no en el filme.
Muriel Spark, en The Prime of Miss Jean Brodie, crea una mujer, Jean Brodie, que no se somete a las normas y condicionamientos sociales representados en la novela por la escuela en que trabaja; y postula, por medio de su personaje, el individualismo de ser y llegar a ser frente al egoísmo y a la postura fácil de tomar lo que te den, y admitir todo sin ningún sentido crítico.
Sin embargo, existe una contradicción en Jean Brodie:
Habla de libertad y amor, y hace el amor con el aburrido Mr. Lowther, y no con Teddy Lloyd, el artista del que está enamorada, e idealiza a los líderes del fascismo; odia el espíritu de grupo, que la escuela defiende; y ella misma crea un grupo, y se convierte en su líder; es individualista, pero cree, por influencia calvinista, que los elegidos deben regir el mundo.
Por tanto, Brodie piensa que ella pertenece al grupo de estos predestinados.
La novela, presenta un mundo claustrofóbico en el que los personajes se mueven, pero sus ideales se destrozan por amenazas externas.
El ascendiente de Miss Brodie sobre sus alumnas, cuando eran niñas y adolescentes, se difumina cuando se convierten en adultas.
Ninguna consigue nada de lo que se prometía su profesora:
Monica Douglas, famosa por sus conocimientos de matemáticas y su temperamento, se casa y fracasa en su matrimonio, no se dedica a ninguna actividad científica.
Eunice, la deportista, es enfermera y se casa con un médico.
Rose, famosa por su sensualidad, también termina casada.
Jane, es una actriz de segunda fila.
Mary muere en un fuego en un hotel.
Joyce Emily, muere en España durante La Guerra Civil, pero no en la lucha como una heroína, sino cuando viaja en un tren que es atacado.
Sandy, adopta la religión católica, se cambia el nombre, y profesa como monja, lo más contrario a cualquier individualismo, ya que tiene voto de obediencia, si bien consigue alcanzar fama con su tratado de psicología.
Ninguna de ellas, en la novela, logra penetrar en la élite de los elegidos que Brodie inculcaba.
La mayoría de las que viven, terminan convencionalmente casadas, siguiendo las pautas sociales, que Jean Brodie no aceptaba; y las que mueren, lo hacen de forma vulgar, no tienen ni una muerte romántica, ni heroica.
Sin embargo, en todas ellas pervive el recuerdo de Miss Brodie:
Eunice lleva flores a su tumba, y cuando se le pregunta a Sandy, cuáles son las influencias que tuvo en su niñez y adolescencia, Sandy contesta:
“Hubo una Miss Jean Brodie en la flor de la vida”
En definitiva, el filme de Ronald Neame, original y creativo, se mueve con peligrosa maestría en aquellas ambigüedades, y con Maggie Smith bordando una excelente caracterización que le mereció el premio Oscar, a cuyo personaje se dará los mejores argumentos, haciéndolo tan convincente, que muchos se sentirán neciamente seducidos; no obstante, los coherentes y plausibles resultados con que un día se deshoja la flor de Miss Jean Brodie, quedaran para la reflexión tras el visionado.
Neame, gran director de actores, logra que Maggie Smith se convierta en una presencia inolvidable, y haga un trabajo tan sutil como perfecto, saliendo airoso en ambos casos de lo que es adaptar con éxito una obra de teatro, que por cierto, Miss Brodie sobre el escenario, lo hizo Vanessa Redgrave.
Para la obra de teatro original, le fue ofrecida a Maggie Smith por primera vez; pero debido a compromisos, ella se negó, y Vanessa Redgrave interpretó a Miss Brodie en el escenario.
Sin embargo, cuando se estaba haciendo la película, el papel de Miss Brodie fue ofrecido a Redgrave en primer lugar.
Esta vez, ella tenía compromisos previos, y declinó; por lo que Maggie Smith tomó el papel que se le había ofrecido originalmente, y ganó un Oscar por hacerlo.
Según el director, Ronald Neame, Redgrave lo llamó por teléfono, diciendo que ella se negó a repetir, por su ideología de izquierda, un personaje que ella calificó de “protofascista”
Neame afirma, que se sintió aliviado, porque él no quería utilizarla de todos modos; además, 20th Century Fox quería Audrey Hepburn; mientras en otras negociaciones, Julie Andrews rechazaría el papel…
Smith, era más conocida hasta el momento, por su labor en el teatro y por algunos papeles secundarios en el cine, y logró cimentar aquí su carrera cinematográfica.
Rodean a Smith, actores del calibre de Celia Johnson, Gordon Jackson, y Robert Stephens, quien fue el primer marido de Smith en la vida real.
Atención también a la joven Pamela Franklin, la alumna más aventajada de Miss Brodie, que pese a realizar una excelente interpretación, no tuvo una carrera posterior a su altura en el cine.
En general, el reparto es sensacional, destacando sobre todo a Maggie Smith, atención a la escena de la carta con Celia Johnson; cuyo Oscar es quizás uno de los más merecidos de la historia en la categoría de Mejor Actriz.
Atención al enfrentamiento final, entre Maggie Smith y Pamela Franklin, que es de órdago.
No obstante, como se ha desarrollado en paralelo al análisis, existe una relación compleja entre la novela, la obra de teatro, y la película.
Aunque Jay Presson Allen logró crear una obra teatral acertada, de lo que puede no haber sido la más fácil de las adaptaciones, algunos han cuestionado, si se trata de una adaptación particularmente fiel.
Resultó un trabajo experimental en un realista, eliminado algunas cuestiones teológicas, convirtiéndose en una historia de amor fallido; político fascista posiblemente, también fallidos.
La obra, redujo entonces el número de niñas en el conjunto de Brodie, de 6 a 4, y algunas de ellos son combinaciones de varias niñas en la novela.
Mary es una mezcla de la original de Mary y Joyce Emily; aunque se basa principalmente en la Mary original; en la novela era Joyce Emily que murió en La Guerra Civil Española.
Mientras Mary muere más tarde, en un incendio en su lugar, y un poco más se hace de este incidente en la obra de teatro de la novela.
Jenny, es una mezcla de la original y Jenny Rose; a pesar de su nombre que tiene más en común con Rose, ya que en la novela, fue ella la que Miss Brodie trató de maniobrar en tener una aventura con Mr. Lloyd.
La novela, hace uso intensivo del “flashforward”
En la obra de teatro, en gran parte abandona esto, aunque lo hizo incluir algunas escenas que muestran a Sandy como monja en su vida posterior.
Mientras la película, también hizo algunos cambios con respecto a la obra, y desecha estas escenas, por lo que sigue una narrativa lineal y temporal ajustada, es decir, la película no cubre toda la novela.
Como dato curioso, Jean Brodie se refiere a Deacon William Brodie, una figura notoria de Edimburgo; que según cuentan, durante el día, se dice que era un miembro honorable de la sociedad, y por la noche, que era un criminal.
Inclusive se dice que fue colgado en una horca que él mismo creó.
Sobre algunas escenas, sorprende la visión de Brodie, como si fuera una anarquista con algunas de sus alumnas, a modo que Hitler, Mussolini o Franco, hicieron con sus países, al reclutar a un selecto grupo para sus propios fines, personales e ideológicos, es un microcosmos que usa la educación para el poder, si se quiere ver.
Además, sorprenden las escenas en que Sandy posa desnuda, y besa a Mr. Lloyd, un hombre muchísimo más adulto que ella, y él sabiendo que no tiene ni 18 años.
Una escena con momentos muy fuertes, aun para nuestros días.
Por último, la banda sonora corre a cargo de Rod McKuen, y la canción “Jean” obtuvo una nominación al Oscar como mejor canción original.
“I am a teacher!
First, last, always!”
¡Muchos son los lobos que cada día se visten de ovejas!
¡Incontados son los bandidos que con calculadas mañas, lucen en los palcos como insignes personajes!
¡Numerosos son los fascistas, cuyo discurso aparenta democracia!
Y muchos son los defensores acérrimos de la dignidad y la justicia, que cada día lucen como si fuesen los malos de la película.
Dicen que dormimos 8 horas al día, pero la mayoría de la gente luce dormida las 24 horas.
Tragamos entero, le comemos el cuento sin reflexión alguna a los que ostentan títulos, altos cargos, o tan solo fama; y luego recogemos decepciones, fracasos y desgracias por nuestra ligereza e ignorancia.
No debería olvidarse jamás:
La verdad, no suele estar en manos de quienes detentan el poder.
Con mayor frecuencia, puede hallarse entre aquellos que asumen vivir con humildad y en el anonimato.
Sandy, la chica de anteojos, en The Prime of Miss Jean Brodie, con su pequeña perspicacia, quizás emane más luz que aquella influyente dama que tanto presume de tenerla.
Las apariencias engañan, y muchos caen en sus trampas.
Tomar en cuenta que la niñez, como la infancia, cuando se pierde, no vuelve.

“Deep in most of us is the potential for greatness or the potential to inspire greatness”



Comentarios

Entradas populares