Rose Red

“Houses... are alive”

El gran número de fenómenos presuntamente paranormales, de que se viene teniendo noticia documental desde tiempos remotos, los registros y comprobaciones referidos a fenomenología tanto espontánea como provocada, así como la atención prestada por algunos científicos a ciertos fenómenos vinculados a la doctrina espiritista, como mesas y “médiums” parlantes, escritura automática, formaciones ectoplásmicas, y otros; terminaron por animar la creación de sociedades, así, en 1882, la pionera Society for Psychical Research, de Londres, con su posterior filial en EEUU, e institutos de investigación, así, en 1919, El Instituto Metapsíquico Internacional de París, declarado oficialmente “de utilidad pública”, o el de Varsovia; con la promoción de conferencias y congresos sobre los datos que constituyen el objeto material de estudio del llamado, ya en nuestros días, “parapsicólogo”, en una pseudociencia, que estudia los fenómenos paranormales o fenómenos psi, como la percepción extrasensorial, telequinesia, telepatía, precognición, clarividencia, las experiencias extracorpóreas, el espiritismo, y poltergeist.
Paranormal o fenómenos paranormales, son términos usados para dar nombre a cierta clase de experiencias que se encuentran al margen del campo de las experiencias normales explicables científicamente.
Los fenómenos paranormales, no son asimilables a otros fenómenos no completamente entendidos, como, por ejemplo, la energía oscura.
La comunidad científica, considera que no existe evidencia que apoye el conjunto de creencias que se engloban dentro de la etiqueta “paranormal”, considerándolas pseudocientíficas.
La investigación de los fenómenos paranormales, y aún más su interpretación, son difíciles de encajar en el ámbito de las pautas metodológicas, y las teorías científicas establecidas.
Debe tenerse en cuenta, el problema epistemológico que significa el calificar como “paranormales”, precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal, empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso multidisciplinar de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal.
Puede decirse que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir en el proceso metódico de lograr dicha definición.
Esto ha conducido a señalar que, si han de ser los hechos observados, los que orienten la elaboración del método y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten a un método preestablecido, que podría, como consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan, los datos que nos ocupan, están reclamando una adecuada metodología específica.
Según los escépticos, cabe la posibilidad de considerar los fenómenos parapsicológicos, no como fenómenos reales, sino dentro de la psicología individual y social, en estudios sobre el desarrollo de creencias.
¿Existen las casas encantadas?
“If Some Houses Are Born Bad, This One Was Created In Hell”
Rose Red es una película de terror, del año 2002, dirigida por Craig R. Baxley.
Protagonizada por Nancy Travis, Matt Keeslar, Matt Ross, Julian Sands, Kimberly J. Brown, Judith Ivey, Melanie Lynskey, David Dukes, Kevin Tighe, Laura Kenny, Emily Deschanel, Jimmi Simpson, Tsidii Le Loka, Robert Blanche, Julia Campbell, entre otros.
El guión es de Stephen King, que muy curiosamente, cuando King consideraba hacer Rose Red como una película con Steven Spielberg, los 2 tuvieron muchos desacuerdos creativos sobre el tono de la película:
Spielberg exigió más en el camino de las emociones y secuencias de acción; mientras que King estaba empeñado en horrores cerebrales.
Finalmente, no pudieron llegar a un acuerdo, fue dejado de lado, y Spielberg abandonó el proyecto.
Una semana después de que Steven Spielberg abandonó el proyecto, el 19 de junio de 1999, Stephen King tuvo su accidente.
Después de unos meses de recuperación, King comenzó a trabajar en el guión de Rose Red, y el borrador final, fue editado casi durante toda la filmación.
El detalle de este guión, es que por la desavenencia con Spielberg, y el accidente, King determinó que el guión fuera una miniserie.
La escritura como miniserie resultó ser muy terapéutico para King:
“Yo estaba usando la obra como droga, básicamente, porque funcionó mejor que cualquier cosa que me estaban dando para aliviar el dolor.
Era difícil escribir a mano durante 45 minutos al día, pero era vital para volver al trabajo, porque hay que romper el hielo de alguna manera”
Stephen King dijo, que quería que la serie fuere el “Moby Dick” de las películas de las casas encantadas.
Algo grande, aterrador y difícil de olvidar.
También quería que la mansión fuera amigable, fácil para transitar, sin prohibiciones, incluyendo acogedores interiores con colores cálidos y atractivos.
Así, más de 400 carpinteros trabajaron en los sets, la producción fue tan grande, que cualquier actor podía perderse en ella.
Y es que Stephen King ama el formato de miniserie, ya que le permite contar novelas en detalle, llegando a un público más amplio.
Así pues, como la mayoría de sus trabajos, Rose Red fue presentada en el formato de miniserie, para poder ser precisos en todo lujo de detalles.
La miniserie constó de 3 episodios de larga duración, que fueron publicitados con plena anterioridad, alegando que la miniserie estaba basada en hechos reales.
Se utilizó un estilo publicitario que daba a entender, que la historia sino era del todo real, era una popular leyenda urbana alrededor de una mansión real, Rose Red, cuando en realidad toda la miniserie era pura ficción.
Se publicó una novela el año anterior titulada “El Diario de Ellen Rimbauer”, que servía como precuela, y enlazaba con los eventos de la miniserie, escrita por un autor desconocido, bajo el seudónimo de Joyce Reardon, personaje principal de la serie.
Supuestamente, el mencionado diario real, aunque esto no era más que otro truco publicitario para aumentar el interés del público.
Rose Red está inspirada en una supuesta casa encantada de su ciudad natal de Durham, Maine; y a su vez, se basa libremente en la historia de Sarah Winchester y el misterio de La Casa Winchester; más bien Stephen King se inspiró en la historia de esta mujer, creando su propia historia; que además, tiene notablemente, fuertes lazos con el libro de Shirley Jackson, que se convirtió en la película, “The Haunting” (1963), la cual, Stephen King ha mencionado, era una de sus novelas favoritas.
Puestos en claro, la ABC filmó Rose Red en el castillo de Thornewood, una inmensa propiedad construida en 1909, por Chester Thorne, para su amada esposa, en Tacoma, Washington.
La restauración, la construcción, y sets para la película, tomaron 6 meses.
La mansión Rose Red de ficción, se encuentra en la avenida 9 y Madison, en el centro de Seattle, que en realidad, en este lugar hay un puente, que cruza el corredor de la I-5, que conduce a la catedral de San Santiago; y la carretera no tiene salida.
Filmada en 4 meses, en que la post-producción tomó otros 6 meses, contó con un presupuesto original de $3 millones, llegando a superar los $35 millones, para dar cabida a los decorados de lujo de la mansión Rose Red.
El director, Craig R. Baxley afirmó, que el trabajo en esta serie, fue una de sus más grandes jamás experiencias.
Un DVD, de 4 horas y 14 minutos de metraje, fue lanzado en 2007.
La historia de Rose Red inicia en 1906, cuando un millonario llamado John Rimbauer (John Procaccino), desea construir una mansión para su joven amante, Ellen Rimbauer (Julia Campbell); pero mientras la construía, ocurrieron varios accidentes en los que varios trabajadores murieron…
Entre los viajes que hizo Ellen Rimbauer, en África cayó enferma y se hizo de una muy buena amiga, Sukeena (Tsidii Le Loka), una   u oráculo, para que le prediga el futuro.
Cuando regresan, la casa no está terminada, había huelga sindical...
Ellen llama a la casa de Rose Red, o “Rosa Roja”
Pero los accidentes se siguen ocurriendo, y se ocultan, y hay cada vez más desapariciones.
Se cree por tanto, que la casa está maldita, y nadie quiere entrar en ella.
Así pues, 100 años después, a doctora Joyce Reardon (Nancy Travis), es una joven profesora de parapsicología en la Universidad de Beaumont, que quiere investigar la casa.
Su especialidad son los fenómenos paranormales, y su obsesión es la mansión Rose Red, que pertenece a la familia Rimbauer.
Es su “ballena blanca”, como también lo es la mujer a quien la gigantesca mansión estuvo dedicada:
Ellen Rimbauer.
Junto con personas que poseen talentos sobrenaturales, el objetivo es visitar la casa, y quedarse ahí para registrar los eventos.
El grupo consta del prometido de Joyce, y dueño de la mansión, Steven Rimbauer (Matt Keeslar), bisnieto de Ellen Rimbauer, y único sobreviviente de la malograda familia.
Annie Wheaton (Kimberly J. Brown), una adolescente autista y telépata, que se comunica de cerebro a cerebro, que es acompañada por su hermana, Rachel (Melanie Lynskey)
Del grupo de dotados:
Emery Waterman (Matt Ross), con habilidades para ver fantasmas.
Nick Hardaway (Julian Sands), un telépata con capacidades de visualización remota, él conoce un acontecimiento a distancia, sin tener información previa sobre él, o contacto mediante alguno de los sentidos convencionales al mismo.
Victor “Vic” Kandinsky (Kevin Tighe), con habilidades precognitivas, él conoce un evento futuro, sin tener información previa sobre él, o suponerlo por consecuencias producidas por causas naturales.
Pam Asbury (Emily Deschanel), una joven con habilidades psicométricas de retrocognición, ella conoce un evento pasado, al contacto con un objeto representativo, sin obtener información previa sobre el mismo, o suponerlo por sentido común.
Y Cathy Kramer (Judith Ivey), una escritora automática, que lee el pensamiento escrito.
A ellos se suman, aunque no por invitación:
El profesor Carl Miller (David Dukes), que está tratando de desacreditar a Reardon, a través del periodista universitario, Kevin Bollinger (Jimmi Simpson)
Patricia Waterman (Laura Kenny), la madre controladora de Emery.
Y al encontrar que la casa está todavía habitada por los espíritus malévolos de la abuela Rimbauer, tendremos a:
Ellen y su sirviente Sukeena, y la actriz Deanna Petrie (Yvonne Sciò)
Ya en la primera noche, todos perciben que la casa tiene vida propia...
Esto tiene consecuencias, pues la casa es realmente maligna, cambia su estructura para que los visitantes se pierdan y mueran, y cualquier persona que muera, se convierte en un demonio que estará atrapado para siempre en Rose Red.
Los visitantes, pronto dirigen sus fuerzas contra la casa para escapar…
Pero la profesora Reardon sabe, que la mansión era propiedad de un millonario, magnate del petróleo, que murió asesinado por su esposa… o fue un suicidio…
Ahora la casa está vacía, sin manifestaciones fantasmales, pero al llegar Reardon y su grupo, cree que puede ser su oportunidad de “despertarla”, demostrar que la parapsicología es una ciencia, y así ganar prestigio académico.
La finalidad de Joyce es descubrir, si ese espíritu maligno pertenece a Ellen Rimbauer, o al fantasma del difunto millonario...
“I've got the makings of a good group.
But these people are candles.
Annie Wheaton's a searchlight.
If anyone can wake up Rose Red, she can”
Rose Red, se convirtió en uno de los proyectos más ambiciosos llevados a cabo para la televisión.
En principio, el proyecto pretendía convertirse en una película de Steven Spielberg, pero pronto fue evidente, que los 2 genios creativos tenían 2 películas muy distintas en mente.
Después de una separación amistosa, Spielberg continuó su trabajo con “The Haunting”, mientras King retomaba los derechos de Rose Red.
Éste era el primer guión del que King se hacía cargo, después del trágico accidente que casi acaba con su vida.
Mientras King avanzaba en el guión, aprovechó la oportunidad para hacer de Rose Red una miniserie, lo que le permitió profundizar en la historia de la mansión misteriosa y sus habitantes, así como en el grupo disparatado de personas reunidas para investigar los poderes de la casa.
Como película de terror, Rose Red cumple, aunque no llegue a asustar plenamente, pues más bien, es un aura de terror lo que crea más, para el espectador.
Los decorados, son bastante buenos y tiene puntos originales.
Sin embargo, aunque como trasfondo, tiene una interesante historia acerca de la antigua dueña de la mansión, Rose Red no deja de ser la típica película de la mansión encantada.
Las dosis en que King y el director Craig Baxley administran el terror, la inquietud, el humor, y los golpes de efecto, me encantó, como también la inserción de “flashbacks” para narrar los hechos; así como los personajes, sólidamente construidos, aunque estándares del género, cuya evolución a lo largo de la miniserie, se va haciendo patente.
Cabe destacar el libro llamado “El Diario de Ellen Rimbauer”, que revela los secretos de la serie de televisión que detalla:
A principios del siglo XX, Ellen Rimbauer, esposa del industrial John Rimbauer, comenzó a llevar un insólito diario.
El diario se convirtió en el lugar secreto, donde ella podía confesar los miedos que le inspiraba su inminente matrimonio, así como su confusión acerca de su naciente sexualidad, y contemplar la pesadilla en que iba a convertirse su vida.
A través de sus páginas, asistimos a la evolución de Ellen desde la juventud a la madurez, así como a la construcción de la residencia de los Rimbauer, llamada Rose Red, una enorme mansión que en los años por venir, se convertirá en el lugar de numerosas tragedias.
“El Diario de Ellen Rimbauer” relata su vida en Rose Red, y es un documento excepcional, porque ofrece una visión inusitada de la vida de la aristocracia a principios del siglo XX, una ventana al oculto tormento emocional de una mujer y, lo que es más importante, una crónica de los misteriosos sucesos ocurridos en Rose Red, que escandalizaron a la sociedad de la época, y que solo pueden comprenderse en su totalidad con la lectura del presente diario.
Ahora en Rose Red, la doctora Joyce Reardon, responsable de la edición comentada de “El Diario de Ellen Rimbauer”, comenzó a investigar los inquietantes misterios de la mansión Rose Red, a raíz del descubrimiento del mismo.
La historia trata sobre una cavernosa mansión, enorme y anticuada, que encierra enormes misterios y horrores, donde al menos, 23 personas han perdido allí la vida.
La parapsicóloga doctora y profesora universitaria de psicología ortodoxa, Joyce Reardon, visitará la casa con el dueño de la casa, y un equipo de 6 psíquicos, profesores expertos, y videntes en temas paranormales con poderes extrasensoriales:
Un clarividente, un médium, un telépata, 2 mujeres videntes, una con la habilidad de la psicometría, y otra con la habilidad de la psicografía; y una niña autista con poderes psicoquinéticos, que va acompañada de su hermana mayor.
Joyce quiere investigar desde el interior, los fenómenos paranormales ocurridos allí.
Sin embargo, el grupo desata el espíritu de la casa, dando lugar a más muertes horripilantes, y poco a poco, a la revelación de los secretos de la mansión, que no obstante, dará lugar a un catastrófico final.
Solamente la joven del grupo de 15 años, una chica autista, dotada de poderes especiales para mover cosas, o telequinesia, lograra abrir las cerraduras de su encerramiento, rompiendo los cristales con sus poderes ocultos.
Los 3 capítulos de la miniserie, tienen propósitos claros y muy bien definidos:
El primer capítulo, se centra en los personajes, de esta manera conocemos a cada uno de los miembros del equipo de investigación, sus habilidades especiales, y se nos informa claramente del tipo de personalidad que tiene cada uno.
El segundo, comienza con la entrada en la casa, y un detallado tour a lo largo de cada una de las habitaciones más destacables, mientras poco a poco se nos narra la historia de la misma.
Este capítulo finaliza, con el comienzo de los conflictos a los que se enfrenta el equipo, que pierde a varios de sus miembros.
El tercer capítulo comienza a dar respuestas evidentes a cada uno de los misterios que se nos han planteado.
Es el conocimiento final de estas circunstancias, las que permiten al equipo derrotar a la casa, sobre todo a través de Annie, que es el personaje más poderoso, pero el más influenciable al mismo tiempo.
Los 3 episodios en su conjunto, proporcionan un puzle al espectador, quien puede ir encajando cada una de las piezas que componen la historia.
De esta forma, se mantiene constante el interés del espectador, que va recibiendo información gradual acerca de la historia de la casa, así como de las personas que la han habitado.
Todo ello resulta en una gran genialidad, pues la miniserie desvela todos los misterios de la casa, y no defrauda al espectador.
La verdad sea dicha, lo disfrute machismo.
Estoy de acuerdo con el aspecto del terror no está demasiado logrado, e incluso me atrevería a decir, que ninguno de los momentos de la serie me asustó lo más mínimo.
Sin embargo, tanto el estilo de la narración, que mezcla presente con pasado para ir aportando explicaciones en una dirección clara en la narrativa; y la caracterización de los personajes, me pareció excelente.
Como siempre, los personajes de Stephen King están del todo realistas, y muy bien definidos:
Joyce Reardon, es una profesora obsesionada con Ellen y Annie, y la casa en general.
Su obsesión raya la locura al final, donde su objetivo llega a ser primero sobre la vida de las demás personas.
Ella, como el personaje científico que quiere hacer mediciones de lo paranormal, será desacreditada precisamente por hechos que van más allá de su comprensión, que será su ruina.
Steve Rimbauer, es el único descendiente vivo de los Rimbauer, pero sospecha que ella sólo lo quiere por ser... pues nieto de Ellen.
Aunque inicialmente no tiene poderes, descubrirá que es telépata.
Annie Wheaton, es una adolescente autista de grandes poderes psíquicos.
Rachel, La hermana de Annie, quiere a su hermana, pero a la vez, en el fondo, está cansada de cuidarla...
Emery Waterman, ve a los muertos, es un adulto controlado por su madre.
Se queja de todo, es muy agradable, siendo la nota cómica junto con su mamá.
Este personaje me encantó, y en mí, personalmente me dio la llave para combatir a mi terror, Pennywise, pues su diálogo no tiene desperdicio, teniendo en Rose Red, las mejores escenas y líneas.
Nick Hardaway, es un inglés guapo/guapísimo, que “ve el presente”
Por ejemplo, vio lo que Joyce y Steve hacían, en su casa, en un vaso con cerveza...
Me alegra que se haya rescatado Julian Sands, creo que es un buen actor.
Victor Kandinsky, ve el futuro; mientras Pam Asbury, ve el pasado.
Cathy Kramer, es el alter ego de King, escribe lo que los otros piensan, pero es muy religiosa.
Carl Miller, el director de la universidad donde Joyce labora, la cree una idiota…
En definitiva, con esta fauna, Stephen King y Craig Baxley, lograron convencerme de que Rose Red era una casa viva, que se nutría y crecía gracias a sus víctimas, y el hecho de que cada uno de los miembros del equipo que la investigaba, tuvieran alguna habilidad especial, me encantó, ya que aportaba un medio de obtención de información fascinante de Rose Red.
A pesar de que a veces se hace un poco largo, téngase en cuenta el formato original por capítulos, de alguna forma, en esas 4 horas y 15 de película, uno pasa por todos los estados, incluso la risa, y la incredulidad cuando el mismo Stephen King se decide a hacer un cameo como repartidor de pizza, uno termina de ver Rose Red, admitiendo que la cosa estaba bien, que pasamos un buen rato, en el sentido más extenso y divertido de la expresión, y eso se agradece con aplauso.
Como dato, en Rose Red, hay 5 muertes fantasmales, 1 muerte por ataque al corazón, 1 desaparición, y 5 sobrevivientes.
De los personajes del pasado, hay 4 desapariciones, 1 homicidio, 1 ahorcado, y 1 sobreviviente; todos se convirtieron en fantasmas de Rose Red.
Rose Red, como obra, posee enlaces con otras obras de King, como:
“Carrie” en los poderes sobrenaturales, además de “The Shining”, con la casa encantada, y cuando Joyce afirma que “el grupo son las velas, pero Annie es un reflector”; en la secuela de “The Shining”, se escribe una línea similar.
Así como “Not by the hair on your chinny chin chin”, se utiliza en el libro.
Por otra parte, el espíritu de Joyce, se convierte en una parte de la mansión, al igual que Jack Torrance se convierte en parte del Hotel Overlook.
Ambos edificios, la mansión y el hotel, también explotan y comparten algo de la misma banda sonora.
Rose Red comparte algo con “Stand By Me”, el nombre de Wil Wheaton, el actor que hizo el personaje de Gordie Lachance, que sería el apellido de Annie.
Con “IT”, en el diálogo de Emery:
“¿Acaso tartamudeo?”, basado en el problema de Bill Denborough.
Así como los nombre o apellidos de otros personajes que salen en “Salem’s Lot” y “The Stand”
La misma Rose Red, se asemeja a la mansión que se representa en el cuento corto de Stephen King, “It Grows On You”, y lleva motivos y habilidades similares, incluyendo la capacidad de construir sobre sí mismo, a medida que más personas mueren dentro de sus pasillos, por los fantasmas de aquellos que han muerto allí.
Otro mérito de Rose Red es que cuenta con un reparto que si bien, no es muy conocido, si logra atrapar al televidente; es el caso de la pequeña, Annie, que pareciera que no rompe un plato, hasta la gruñona madre de Emery, todo un personaje.
Otro dato curioso, es que Rose Red va dedicada a la memoria de David Dukes, que  interpretó al profesor, y murió poco antes de que la filmación terminara.
¿Maldición?
Dukes murió de un ataque al corazón, mientras jugaba al tenis, la noche antes de que él debiera regresar para continuar sus escenas.
Por su muerta, el coordinador de especialistas, Craig Baxley Jr., hizo su papel en las escenas zombie, al llevar máscara… por lo que King tuvo que reescribir el guión a partir de ese hecho.
Y si bien la película gira en torno a la doctora Joyce Reardon, que poco a poco se sumerge en la locura a medida que aprende más sobre la casa que es objeto de su devoción; Nancy Travis da en el clavo, en su evolución, pues Joyce comienza mostrándose como un personaje afable, e incluso víctima de varias circunstancias.
A medida que la serie se desarrolla, vemos sus capacidades de liderazgo, al dirigir a su equipo de talentos especiales.
La serie sugiere, que Joyce posee una ambición evidente, pero que esta es incrementada como consecuencia de la influencia que la casa ejerce sobre ella.
De esta forma, terminamos por verla en un estado demente…
Nancy Travis, realiza una labor de interpretación sobresaliente, ante un personaje francamente complejo.
Otros actores, como Jimmi Simpson y Melanie Lynskey, se conocieron en el rodaje de esta película, se enamoraron, y se casaron en 2007.
Sin embargo, se divorciaron 5 años más tarde, en 2012.
Y Stephen King, guionista de esta miniserie, tiene un cameo como el repartidor de pizzas...
Realmente asustó verlo.
Pero quien se lleva las mejores líneas, y escenas, ya sabemos que es Matt Ross.
Nos queda cuando los miembros del grupo psíquico se toman una cerveza, y cuentan cuáles son sus dones, una escena encantadora, que muestra la cotidianidad con la que tratan al tema.
A Rose Red se le puede achacar el metraje de 4 horas; 2 capítulos hubieran sido suficientes para contar lo mismo, pero si te encantan los personajes y la historia, las 4 horas se me hicieron cortas.
Lo mejor de Rose Red, técnicamente, es el diseño de producción.
Algunos decorados están muy elaborados; y los personajes 100% Stephen King.
De la banda sonora, muy destacable para lograr atmósferas, sin embargo, Glenn Miller nunca será el mismo.
“Read my lips:
Save the warnings for someone who's not broke!”
Ha habido muchos encuentros y sucesos inusuales, incluyendo pasos, portazos, voces extrañas, y las famosas “manchas frías”, en una de las casas más raras, sino embrujadas de EEUU.
Y es que lugar raro si los hay, La Casa Winchester, es una de las principales curiosidades de una parte de California, que habitualmente queda de paso hacia San Francisco.
La llamada “Winchester Mystery House”, es su nombre oficial, y quien piense que lo del “misterio” es sólo un argumento turístico para atraer visitantes hacia la ciudad de San José, sin duda, está equivocado.
La mansión, es usada como atractivo turístico, y ha sido denominada también, “el lugar más embrujado de todo los Estados Unidos”
Antes de entrar a dicha casa, se le advierte que no debes de entrar solo, porque si te pierdes, no te aseguran que te puedan encontrar...
Hay pocos sitios tan raros como esta mansión de estilo victoriano, en una esquina anodina de esta típica ciudad de EEUU, de calles anchas y ambiente tranquilo.
Sin embargo, las sorpresas se suceden apenas cruzar el umbral.
La Mansión Winchester, es una mansión ubicada en San José, California.
Esta mansión consta de 4'5 acres, unos 24.000m²; y fue la residencia de Sarah Winchester, la viuda del magnate inventor del rifle de repetición, William Wirt Winchester.
La casa estuvo en constante construcción durante 38 años, hasta que Sarah falleció, con 82 años.
Ella pagó aproximadamente $5,500.000 de 1922, lo que equivaldría a $71 millones de hoy.
Sarah, invirtió su herencia de más de $20,000.000 millones para construir la casa, su única obsesión, y así conseguir la paz eterna, y apaciguar a los malos espíritus...
Cuando todo parecía encaminado, un matrimonio bien avenido en la alta sociedad de La Costa Este, una fortuna consolidada, un futuro brillante; Sarah sufrió 2 golpes de los que nunca se recuperaría:
La muerte prematura de su hija, Annie Pardee Winchester, por la que Sarah cayó en una profunda depresión, por lo que la pareja decidió no tener más hijos; y años después, la muerte de su marido.
Probablemente, aparecieron allí, las primeras señales de un desequilibrio que dictaría su rara conducta respecto de la casa.
Sin poder encontrar una razón natural para su tragedia, ella lo buscó en lo sobrenatural…
Según fuentes, en una ocasión, visitó a una médium en Boston, quien le dijo que estaba maldita por todos aquellos muertos por las armas Winchester.
Le dijo asimismo, que para que los espíritus la dejaran en paz, debía construir una casa sin jamás terminarla, así los espíritus no podrían hallar una morada donde vivir.
Sarah murió en 1922.
Desde ese momento, en su casa no cesaban los ruidos de martillos, empleó durante años, una legión de constructores, carpinteros y decoradores en un proyecto sin fin.
Actualmente, está convertida en una especie de parque temático:
“Winchester Mystery House”
Debido a la falta de un plan maestro, y una constante construcción, la casa se hizo muy grande y muy compleja, tanto que el personal que trabajaba allí, necesitaban un mapa “para navegar” por la casa.
La casa consta de:
160 cuartos, incluyendo 40 habitaciones, 7 pisos, 476 puertas, 6 cocinas, 52 tragaluces y 2 vestíbulos.
También incluía 47 chimeneas, 2 encontradas; 10.000 ventanas con paneles, 2 sótanos, 3 ascensores, y lámparas de gas que se encendían con un botón.
Contaba con sólo una bañera, y 2 espejos en toda la casa, pues según Sarah, los fantasmas le temen a su propio reflejo.
Había inclusive, baños que eran en realidad, baños falsos...
La estructura de la casa, era bastante atípica, ya que en ella se pueden encontrar escaleras que no llevan a ninguna parte, puertas pequeñas, y puertas grandes que al ser abiertas, llevan a paredes o al vacío, ventanas adentro de la misma casa, y otras cosas extrañas.
Aparte de estas y muchas otras rarezas, la casa contaba con muchas comodidades que no eran habituales en su época:
Calefacción por aire, modernos inodoros, y tuberías, luces de gas que se encendían mediante un botón, duchas de agua caliente, y 3 ascensores. El lujo tampoco faltaba:
Suelos del mejor parquet, y candelabros de oro y plata.
Así pues, al morir, Sarah dejó todas sus posesiones a su sobrina, Frances Marriot, que ya gestionaba sus negocios desde hacía tiempo.
Aunque pocos lo sabían, para entonces, la fortuna Winchester había menguado de forma considerable.
Un rumor afirmaba, que en algún lugar de la casa, había una caja fuerte que escondía una fortuna en joyas y la cubertería de oro macizo, con la que Sarah entretenía a sus fantasmagóricos invitados.
Sus familiares abrieron algunas de las cajas fuertes, algunas triples, es decir, una caja dentro de otra caja dentro de otra caja; pero solo encontraron cosas sin valor, y recuerdos personales.
Los muebles, los objetos personales, y los materiales extra de construcción y decoración, se quitaron de la casa, y fue vendida a un grupo de inversores que planeaban convertirla en una atracción turística.
Se necesitaron al menos 8 camiones, durante 6 días a la semana y media, para vaciar toda la casa de muebles, y se cuenta, que los trabajadores encargados de retirar los muebles, se perdían en el laberinto que formaban las habitaciones.
Muchos acontecimientos extraños, han ocurrido a través de los años, y siguen ocurriendo actualmente.
Los psíquicos que han visitado la casa, creen que muchos espíritus deambulan por ella... junto con el fantasma de Sarah Winchester…
Una visita a la casa del misterio de Winchester, no es una visita completa, hasta que ha dado un paseo por los hermosos jardines victorianos que la rodean.
Sarah Winchester, se tomó muchas molestias para que estuviera perfecto, y tuvo a 8 jardineros a jornada completa, cuidando de todos y cada uno de los árboles, plantas y flores importados de todas las partes del mundo; grandes estatuas mitológicas y animales como ciervos, cisnes, reptiles y varias especies más.
La obsesión de la señora Winchester por lo sobrenatural, se hace bien visible en los jardines; pero también se puede visitar la gran colección de rifles, y el más famoso de la historia, incluyendo el rifle de repetición que Oliver Winchester adaptó y mejoró en el año 1866.
El museo, ahora exhibe artículos producidos en los años 20, ofrece al visitante, la posibilidad de observar la colección de cuchillos Winchester, linternas, carruajes, y utensilios antiguos de la época.
Pero si el objetivo es toparse ante lo sobrenatural, se dice que en la mansión, ocurren fenómenos paranormales.
Se cuenta que se pueden escuchar pasos y portazos, y a veces se pueden apreciar ráfagas frías de aire, aunque no haya puertas o ventanas cerca.
También, hay testigos que al caminar por la casa, pueden sentirse observados…
Algo curioso en la construcción de la casa, es que el número 13 se repite varias veces:
Hay 13 baños, al decimotercero, se llega subiendo 13 escalones, y cuenta con 13 ventanas; todas las rejillas de desagüe, tienen 13 agujeros; muchas ventanas están compuestas por 13 paneles, el pavimento de la entrada, está dividido en 13 sectores; y en el dormitorio de Sarah, hay un armario con 13 ganchos, donde se colgaban 13 vestidos.
Los que usaba durante sus sesiones de espiritismo...
La lista de otros 13, es larga:
13 cúpulas de cristal, escaleras de 13 escalones, 13 partes en el testamento de la dueña de la casa, que fue firmado 13 veces…
Se dice que también, su testamento estaba dividido en 13 partes.
En honor a esa extraña costumbre, cada vez que hay un viernes 13, se tocan las campanas, 13 veces, a las 13:00 horas…
Más allá de las curiosidades y supersticiones, la casa es un tesoro histórico de decoración y arquitectura, por muchos dolores de cabeza que probablemente le haya costado al arquitecto encargado de seguir los caprichos de Sarah.
De los pisos de marquetería, que llevaron 33 años de trabajo exclusivo de un artesano, a los remates de bronce, todo parece salido de la más curiosa tienda de antigüedades.
Se dice que Sarah era capaz de pasar a través de las paredes, pero una revisión minuciosa de la casa, permite descubrir que había varios escondites secretos para controlar el trabajo del personal, sin ser vista, de ahí al don de la ubicuidad, había un solo paso.
Existe otra explicación más simple, tal vez demasiado, y que además es bastante menos popular, según la cual, la casa no fue la obra de una mujer atormentada, sino simplemente de una mujer excéntrica, y con demasiado dinero que se construyó la casa que le pareció.
Las rarezas, escaleras que acaban en el techo, chimeneas… serían simplemente, errores de diseño.
Pero nadie ha podido dar explicación a los misterios que todavía ahora, existen dentro de la mansión de Winchester; no hay datos de avistaje alguno de fantasmas, aunque la misma Sarah se dedicara continuamente a realizar sesiones espiritistas.
Ella construyó la casa, tan caprichosamente, sólo para despistas a los posibles espíritus que vinieran a perturbarla.
Pero más allá de ser una construcción interesante y retorcida, nada más hay.

“If we're quiet, if we listen, we can hear houses breath.
Sometimes, in the depth of the night, you can even hear them groan.
It's as if they were having bad dreams.
A good house cradles and comforts, a basd one fills us with instinctive unease.
Bad houses hate our warmth and our human-ness.
That blind hate of our humanity is what we mean when we use the word haunted”



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