The Langoliers

“The bottom line is, I believe, that we have hopped an absurdly short distance into he past.
Say as little as 15 minutes and we're discovering the unlovely truth about time travel”

Han sido muchos los libros de Stephen King, que han sido adaptados al cine, algunas películas han sido mejor que el libro, y en otras, el libro ha mantenido su pináculo imperturbable.
El cine de terror en los últimos tiempos, ha decaído considerablemente, cambiando el buen cine de terror y suspenso y sus derivados, films que se caracteriza por las modelos que corren semidesnudas, mientras el asesino la alcanza con el hacha, y en esto se van 90 minutos, para que el protagonista, al final se arme de valor, y le clave un cuchillo, o lo golpee con un martillo, mostrando el espectador un final que descubrió desde que ocurrió el primer asesinato 90 minutos antes, privando completamente al film, de un buen guión y una temática que atrape, y deje un sabor agradable.
Y es que el cine de terror ha sido menospreciado por la sociedad que intenta disfrutar de un buen cine, gracias a los bodrios que han infestado la cartelera en los últimos años; pero un tipo de cine de terror que se ha salvado, son los libros llevados a cine de Stephen King.
Además del hecho que muchos de los temas de King, otrora ciencia ficción, ahora son noticia, como las desapariciones misteriosas de aviones comerciales, 9 años antes de salir al aire la exitosa serie televisiva LOST.
“I have an important meeting in Boston at nine O'clock!
And I forbid you...
From flying to some whistle-stop Maine airport!
Do you hear me?”
The Langoliers es una película de ciencia ficción, del año 1995, escrita y dirigida por Tom Holland.
Protagonizada por Dean Stockwell, Patricia Wettig, David Morse, Mark Lindsay Chapman, Frankie Faison, Baxter Harris, Kimber Riddle, Christopher Collet, Kate Maberly, Bronson Pinchot, Stephen King, Tom Holland, entre otros.
El guión está basado en uno de los relatos cortos de Stephen King, incluido en la novela “Four Past Midnight”, que el 4º libro recopilatorio de historias cortas, publicado por el escritor de terror estadounidense, en el año de 1990.
El libro contiene originalmente 4 relatos, todos ellos de ficción, a diferencia de compilaciones anteriores, donde se incluía al menos un relato dramático; cuyos títulos son:
“The Langoliers”, “Secret Garden Open Window”, “The Library Policeman”, y “The Sun Dog”
Del recopilatorio, 2 de los relatos han sido adaptados en película:
“Secret Window” (2004), y “The Langoliers”, éste último giro sobre un piloto de avión, que viaja como pasajero en un vuelo, y luego de dormirse, se da cuenta al despertar, que la tripulación y gran parte del pasaje, ha desaparecido misteriosamente.
Haciéndose cargo del vuelo, intenta un aterrizaje forzoso en un lugar deshabitado, donde los esperan otros terrores...
Gran parte de la historia, se deriva del propio miedo a volar, de Stephen King; el cual escribe a menudo, verdaderas experiencias de la vida en sus novelas.
Y aquí no sólo se muestra un clima post apocalíptico, que poco a poco despliega el maestro del terror, sino que explora también los miedos humanos, la desesperación, y la lucha por la supervivencia; pues los supervivientes no sólo tendrán que luchar contra las situaciones sobrenaturales en las que se ven inmersos, sino también con la crueldad del propio ser humano, forzado a sobrevivir a costa de lo que sea, en una situación límite.
En el relato, se habla de todo lo anterior, y también de temas inherentes a la ciencia ficción de los 80, relacionados con la otra dimensión, la realidad paralela, o el enigma del tiempo.
Y todo ello, con la amenaza de los “Langoliers”, siempre presente en la novela, que se acercan inexorablemente para acabar con todo.
Pero…
¿Qué son los “Langoliers” en realidad?
The Langoliers posee una duración de 180 minutos, 3 horas, siendo un film que se estrenó directamente para la televisión, siendo dividido en 2 partes, con una duración de 90 minutos cada una.
Lejos de considerarse una historia de terror, esta obra de fantasía y ciencia ficción, asombra por su ingenioso punto de partida, y su intrigante desarrollo, que gana fuerza a medida que avanza.
Filmada en, y alrededor de aeropuerto internacional de Bangor, en Maine, ciudad natal de Stephen King; con un avión real, utilizado en la película, un Lockheed L-1011-385-1 TriStar (N31018), perteneciente a la desaparecida Trans World Airlines, da comienzo a esta aventura de otra dimensión.
El avión comercial de la aerolínea American Pride, despega con naturalidad del aeropuerto de Los Angeles.
El vuelo transcurre con la mayor tranquilidad, hasta que misteriosamente, y de forma súbita, 10 pasajeros que en ese momento estaban dormidos, se despiertan al escuchar una niña ciega que iba a bordo, y que asustada decía no hallar a nadie en el avión...
Y realmente tenía razón:
Todo el mundo había desaparecido, incluidos el personal de servicio, y los pilotos.
¿Cómo es posible esto?
¿Cómo pueden desaparecer todos de golpe, y en pleno vuelo?
¿Y por qué se fueron todos, y solo ellos se quedaron en el avión?
El desconcierto aumenta, cuando miran por las ventanillas, y no ven nada, sólo nubes y oscuridad.
Durante ese vuelo hacia Boston, inexplicablemente solo 10 personas, que en ese momento se encontraban dormidas, quedan en el avión, por lo que tienen la misión de saber qué es lo que les está ocurriendo, ellos son:
El Capitán Bryan Engle (David Morse):
Es piloto de aviación, divorciado, y sin hijos.
Viajaba a Boston como pasajero con urgencia, ya que esa misma noche, tras regresar de un vuelo, recibe la noticia de que su exmujer, que vivía en Boston, ha fallecido.
Es un hombre tranquilo y sereno, pero oculta un sentimiento de culpa, debido a un fatal error del pasado.
Bob Jenkins (Dean Stockwell):
Es un escritor de novelas de ciencia ficción, de carácter tranquilo y meditador.
No se menciona en ningún momento, por qué viajaba a Boston.
Él, como escritor, es dado a las conjeturas, teorías, y explicaciones de lo que está ocurriendo, es como el alter ego de Stephen King.
Lauren Stevenson (Patricia Wettig):
Es una profesora del valle de San Fernando.
Viajaba a Boston, según dice ella, por vacaciones, ya que llevaba 8 años sin salir de la ciudad.
Iba secretamente, al encuentro con un hombre con el que se carteaba, y que había mantenido un romance, pero sin conocerlo; precisamente, a eso iba.
Craig Toomey (Bronson Pinchot):
Es un agente de bolsa traumatizado por los malos tratos que sufrió de pequeño por parte de su padre.
Viajaba a Boston para asistir a una junta de valores muy importante.
Es una persona histérica, nerviosa y depresiva, que provoca más de una pelea entre los supervivientes.
Nick Hopewell (Mark Lindsay Chapman):
Es un mercenario que viajaba a Boston para asesinar a una importante persona...
Posee un carácter frío y calculador, que provoca cierto miedo entre los otros supervivientes.
Como mercenario, también sabe de primeros auxilios y técnicas de supervivencia.
Don Gaffney (Frankie Faison):
Es un hombre de raza negra, mecánico de reparaciones de la empresa aeronáutica Hughes.
Viajaba a Boston para conocer a su primer nieto.
Es un hombre tranquilo y poco hablador, y no duda en echar una mano cuando es necesario.
Dinah Catherine Bellman (Kate Maberly):
Es una niña ciega, que viajaba a Boston para que le operasen la vista, ya que tiene un 70% de probabilidades de recuperarla parcialmente; y un 40% de recuperarla del todo.
Viajaba con su tía, que desapareció junto con el resto de la tripulación, y el pasaje.
Juega un papel importante en el desenredo de la historia, pues al ser ciega, sus otros sentidos están desarrollados, a tal punto que parece tener otras habilidades mentales.
Albert “Ace” Kaussner (Christopher Collet):
Es un joven que estudia en la escuela de música de Berklee, y sabe tocar el violín.
Viaja a Boston a estudiar música.
Aunque siempre se muestra muy nervioso y torpe, es un chico muy inteligente.
También es dado a las conjeturas, y le servirá de campo para las teorías del Sr. Jenkins.
Bethany Simms (Kimber Riddle):
Esta chica viajaba a Boston para, desde allí, pasar unos días con su tía, que vivía en Worcester, Massachusetts.
Posee una personalidad bastante inestable, debido a que en el pasado consumía drogas y alcohol de manera frecuente.
Rudy Warwick (Baxter Harris):
Un hombre que viajaba a Boston, aunque nunca se menciona para qué...
Es muy despreocupado, y siempre está pensando en comer y dormir.
Todos ellos cuando despiertan, no se explican nada de lo que está pasando.
Aparentemente, entraron en una “zona vacía”, lo que se denomina también como “viaje entre realidades”, dentro del espacio/tiempo a través de una anomalía.
En este “mundo paralelo”, los esperan los “Langoliers”, que son los encargados de devorar el tiempo perdido.
Los pasajeros, deberán recobrar sus vidas, y pronto, si no quieren ser devorados por ellos.
Rodada directamente para su estreno en televisión, y con relativamente poco presupuesto, The Langoliers mantiene el suspense durante todo el metraje.
Vale la pena verla, aunque solo sea por ver un enfoque totalmente novedoso sobre los viajes en el tiempo; y si el espectador la sabe apreciar con sus defectos, disfrutará del viaje que ofrece.
Carente totalmente de gore, y con alguna ligera censura, lo que mantendrá el interés, es su original planteamiento, que hará que el espectador participe en tratar de explicar lo que les ocurre, intentando resolver el misterio que será predeciblemente revelado al final.
Así, The Langoliers plantea una historia de lo más interesante para los que les guste la ciencia ficción, con algunas reflexiones y deducciones bastante buenas.
“We know what happens to today when it becomes yesterday.
It waits for them.
It waits for them, the timekeepers of eternity.
Always following them behind, cleaning up the mess in the most efficient way possible:
By eating it!”
En The Langoliers, el responsable a cargo es Tom Holland; y durante el 50% del tiempo, lleva adelante una narración impecable y plagada de suspenso... hasta que se ve obligado a develar la monumental estupidez que se le ocurrió a King para esta ocasión…
King, es excelente como narrador; pero en cuanto a ideas, si resumimos sus novelas en 10 líneas, solo atinaré a decir, que es bastante bueno haciendo terror, y es horrible haciendo ciencia ficción.
Acá, King se mete con una temática propia de “La Dimensión Desconocida”, y consigue generar un interés enorme, ya que la historia siempre está elevando la apuesta, y para que los neófitos no se pierdan, King introduce a un escritor de ciencia ficción como personaje, y es quien se encarga de hacer las conjeturas más interesantes sobre lo que está ocurriendo.
La historia inicia cuando el piloto de aerolínea “Orgullo Americano”, tomar nota del nombre; Brian Engle, se ve obligado a viajar de urgencia a Boston, debido a la muerte accidental de su ex esposa.
Pero el cansancio lo domina, y termina por caer dormido...
Grande será su sorpresa, cuando despierte y descubra que la inmensa mayoría de los pasajeros del vuelo, han desaparecido, como si se hubieran desvanecido en el aire.
Todas las pertenencias de éstos, joyas, pelucas, implantes y marcapasos, incluso prótesis óseas, quedan como restos en los asientos que ocupaban.
Junto a Engle, se encuentra un puñado de supervivientes, quienes también habían caído dormidos.
La conclusión que sacan, es que durante el sueño, han atravesado alguna especie de “barrera dimensional”, y ahora se encuentran fuera del tiempo real.
Sin comunicaciones y con el combustible medido, Engle deberá hacerse cargo del avión, y aterrizar en un pequeño aeropuerto desierto que han encontrado.
Pero allí, el tiempo parece haberse congelado, y un extraño y estremecedor ruido, comienza a acercarse a donde están ellos…
Tan pronto como empieza la trama, el espectador se acomoda en su asiento, y no pierde detalle de lo que le sucede a los supervivientes de este vuelo de Orgullo Americano.
El sentimiento de desesperación, muy bien expresado a través de un personaje traumatizado por su autoritario padre; en contraste con el escritor, un personaje entrañable y claro reflejo de la personalidad de King; en un guión, cuya originalidad supone quizás lo más destacable de todo; nos llevará en un viaje a través del tiempo, con elementos que a nadie antes se le había ocurrido incluir.
Y, lo que sea que fuere, parece una amenaza inminente que se cierne sobre ellos, a menos que consigan combustible en el corto plazo como para recargar los tanques, y poder despegar el jet.
En su favor decir que se trata de un trabajo consciente de sus limitaciones desde el mismo momento en que arranca, cosa que se agradece; la ingenuidad de sus diálogos, podría ser justificada como el toque de humor con que su director, sabedor del mercado al que va dirigida, ha querido impregnar este familiar producto, siendo además de recibo, destacar su excelente dosificación del suspense, punto en el que suelen flaquear la mayoría de las historias de ciencia ficción contemporáneas:
Auroras boreales en pleno desierto, desgarros temporales, bichos dentados capaces de destruir el espacio/tiempo, y una niña ciega bastante enigmática.
La primera hora y media es formidable.
Hay muchísimas preguntas y teorías, hay descubrimientos a cada rato, hay mucho suspenso.
El problema es el propio Stephen King, que no se conforma con mantener todo esto como un enigma al más puro nivel intelectual.
No; el tipo tiene que meter otro niño sabelotodo, y a un ejecutivo psicópata.
Con un personaje, tenemos al “Deus Ex Machina” que adivina todo lo que ocurre, y un villano, un hombre poderoso económicamente, mentalmente inestable, con pasado traumático, convertido en asesino serial.
Como siempre, King es capaz de hacer un retrato psicológico muy acertado de sus personajes, supongo que porque los muestra muy humanos, llenos de imperfecciones y defectos, pero con buenos sentimientos, y la valentía suficiente para hacer frente a situaciones extremas.
De modo que King, en el fondo, muestra siempre una gran fe y esperanza en la bondad de las personas.
Pero los grandes antagonistas, son “Los Langoliers”, mismos que originalmente iban a ser marionetas, que fueron reemplazados con CGI.
Por desgracia, los monstruos, mal animados, terminaron siendo considerados, como algunos de los peores efectos CGI de la historia.
Estos efectos especiales, ya eran malos en su momento, pero casi décadas después, se ven esperpénticos; pero lo mejor es que por lo menos no se abusa de ellos, y cumplen bien con su función.
Teóricamente, “Los Langoliers” son entidades que devoran lo pasado...
Tiene un aspecto de bolas, de aproximadamente 2 metros de diámetro, y que tienen su cuerpo dividido a la mitad por su inmensa boca.
Son de color rojo oscuro, y tienen la boca plagada de dientes afilados y letales.
Es difícil que pasen desapercibidos, porque a su paso hacen un ruido muy característico.
Sus armas, solo tienen una, pero es letal:
Su boca y sus dientes afilados, que hacen que el señor Toomey reaviva un viejo miedo infantil, y ponga nombre a la amenaza invisible:
“Los Langoliers”, monstruos que antes solo vivían en sus peores pesadillas, y que se han dedicado durante años, a alimentarse de los niños vagos que no querían hacer sus tareas.
Craig Toomey, es miembro de esa tripulación del avión perdido, pero su pasado esconde mucho más, ya que su padre le atormentaba con ese cuento, sobre monstruos que se comían a los niños vagos.
Pues lamentablemente para él, el cuento se ha convertido en realidad, y se ha hecho visible ante los demás.
¿Cómo y por qué?
Se desconoce…
Pero todo el diseño pudo haberse hecho con mucha más gracia, como si fueran una nube de langostas que arrasan con todo...
Pero no, los productores decidieron seguir adelante con los “Pac Man”, y el efecto es risible.
Pese los muchos errores de la producción, la historia aguanta por sí misma; pero hay que destacar varios aspectos incongruentes, sin razones ni justificaciones, aun en “La Dimensión Desconocida”:
El primero, supongo que es culpa del novelista.
“Los Langoliers” funcionan desde un punto de vista metafórico, a través del personaje de Toomey, pero cuando se materializan en el filme, son bastante absurdos; si son los devoradores del tiempo, porque se comen solo el espacio...
La segunda, creo que es un error del guionista, que no ha sabido dibujar a los personajes de King.
Al final, Nick Hopewell le pide a Laurel, que hable con su padre para decirle que lo perdone por su pasado, pero durante todo el metraje, no hay ni un solo hecho que nos justifique esa petición, y resulta muy forzado.
Por otra parte, no queda nada claro la relación entre el padre represor del ejecutivo, “Los Langoliers”, y los viajes en el tiempo.
Y es que esos “Langoliers”, en vez de comerse directamente el avión, como han hecho con las instalaciones del aeropuerto o los árboles, van a comerse la pista de aterrizaje…
¿Pero el piloto logra esquivar los baches, y despegar perfectamente?
Con solo una rueda en un bache, a la velocidad del avión, bien pudo desestabilizarlo.
Todo esto sin entrar a reflexionar sobre, a qué lugar van a parar los que desaparecen en el tiempo…
Cuanto más avanza la miniserie, más grandes son los agujeros de lógica argumentativa.
Aunque no tenga justificaciones de ningún tipo para defender su verosimilitud, me parece especialmente sugestiva la idea de un pasado y futuro que van, respectivamente, destruyéndose o construyéndose.
Todos los personajes tienen interés, hay tiempo para conocerlos bien, y simpatizar con ellos, pues son 3 horas de película.
No obstante, todos reaccionan con “normalidad” al poco tiempo de ocurrir un hecho tan extraño, como terrorífico y perturbador.
El personaje de Dean Stockwell, que hace de escritor al estilo Sherlock Holmes, es el que se luce exponiendo sus conclusiones, no iba a ser menos, es uno de esos álter ego de Stephen King.
El señor Jenkins, intenta mantener la cara de interesante durante toda la película, nunca se le quita esa cara, quiere que sepamos que siempre está reflexionando y sacando conclusiones de todo lo que ve, incluso ante acontecimientos irrelevantes, se pone a reflexionar con esa exagerada expresión de misterio.
Han ocurrido varias muertes, han aparecido unos bichos inexplicables, están en otro mundo, y aun así, el final se congela con rostros de felicidad…
Por otro lado, la niña es la típica con poderes mentales, pues en las películas de miedo, siempre hay un niño que saben mucho más que los demás, y que perciben cosas que los demás ni se enteran.
Pero claro, nunca saben explicar bien lo que saben, sólo sueltan frases misteriosas, y la gente no se los toma del todo en serio; pues si los resuelve de entrada, no habría película.
Quedan preguntas sin responder, pero la más inquietante es:
¿Dónde están todos los que volaban con ellos en el avión?
Como curiosidad, el propio Stephen King hace un cameo en la película.
Podemos verle en la escena donde Craig Toomey se “reúne” con la junta directiva de Boston en el aeropuerto.
King, interpreta al jefe de Toomey, que es el hombre que está al fondo de la mesa de reuniones, disfrazado con bigote, y llevando sus dientes de conejo verdaderos.
Y el director de la película, Tom Holland, aparece al principio, interpretando al hombre que acompaña al aeropuerto a Nick Hopewell, con quien mantiene una pequeña conversación antes de bajarse del coche.
Y una última cosa, el final tampoco tiene mucha coherencia:
La maestra va a Boston para reunirse con un hombre con el que se estuvo carteando durante un largo período de tiempo, iba a verse con él, para conocerse y tal.
Bien, estupendo...
Unas pocas horas con el espía/asesino agente del gobierno, y ya lo olvida, se enamora perdidamente de un tipo que acaba de conocer, del que no sabe absolutamente nada, y pasa del tipo con el que se carteo durante meses…
Y encima, el espía logra que la maestra se vaya a Inglaterra, a un pueblo llamado Flutin, a ver al padre del espía para que lo perdone...
Además de que la maestra, sentimentalmente no es muy constante; aquí tengo una teoría:
Todos los pasajeros, están pasando por un momento similar al “Ángel Exterminador” de Luis Buñuel, en el que nadie puede abandonar el espacio, sea el avión o el aeropuerto.
Todos tienen una conexión o un papel que desempeñar en la historia, unos más obvios que otros, como El Capitán que forzosamente tiene que pilotear el avión.
Así que la historia gira en torno del espía, que debe recuperar el tiempo perdido, por el trabajo de mercenario, encontrando en el sacrificio la redención con su padre.
El sr. Toomey, es el espía en una versión psicótica, que debe morir.
La maestra, es la víctima a la que el espía iba a matar, pues hay una conversación en la cabina del avión, con el piloto, donde se revela esa intención, solo que desconoce que la mujer es la maestra.
Por lo que el pedido de redención, en el romance fugaz, es el motivo suficiente para que se sacrifique por todos.
La niña, es el ente paranormal, muy en línea de una situación inexplicable.
El sr. Jenkins como Albert, son el Sherlock Holmes y Watson que ayudan dando pistas de lo que ocurre.
Mientras, Don, Rudy y Bethany, son los espectadores, los orgullosos estadounidenses que vuelan en la aerolínea.
Un disparo final:
¿El negro asesinado, es por Martin Luther King, Jr.?
¿La joven es por La Guerra de Vietnam, y el otro hombre, es el estadounidense medio, que no reacciona, dormido y aborregado…?
“That's the craziest thing I ever heard of!”
El 2014 fue un “annus horribilis” para la aviación comercial, pues al menos 2 aviones grandes desaparecieron sin rastro alguno:
El 8 de marzo, el vuelo 370; y el 17 de julio, el vuelo 17; ambos vuelos de la compañía Malaysia Airlines; siendo este último, el 2º incidente de la línea aérea en menos de 5 meses, sin embargo, para este último incidente, si se recuperaron restos humanos.
Pero las tragedias se suman a la larga lista de los vuelos que se esfumaron sin dejar rastro a lo largo de la historia.
Aún en los casos no resueltos, estos sucesos misteriosos, suelen ser generalmente explicables:
Ciberguerra, meteoro, El Triángulo de Las Bermudas, y otro tipo de teorías desconcertantes, se ofrecen desde los medios de comunicación y redes sociales para ofrecer nuevas pistas para justificar la desaparición de aviones.
En especial, la desaparición del vuelo de Malaysia Airlines, continúa causando desconcierto, pero no es el primer avión en desaparecer sin rastro, o cuya investigación esté rodeada de confusión y caos.
Desde las desapariciones sobre los desiertos de África y Nevada, en Estados Unidos, tripulaciones enteras que se desvanecen de repente durante una misión, hasta los pilotos y pasajeros de los que no queda un solo rastro, como la del aventurero Steven Fossett, o la intrépida pionera de la aviación, Amelia Earhart.
También, las teorías de fenómenos sobrenaturales o de conspiraciones, como las aseveraciones de que el accidente del vuelo 990 de EgyptAir, escondía un asesinato en venganza…
O el ocurrido en agosto del año 2005, cuando un avión que cubría la ruta corta entre Chipre y Grecia, varió extrañamente su curso, lo que despertó la sospecha de las autoridades…
Por lo que 2 F-16, lograron interceptarlo, y lo que vieron fue escalofriante:
La silla del piloto, estaba desierta, el copiloto se encontraba desmayado y, todos sus pasajeros habían muerto de frío, ya que la temperatura en la cabina era de -50 Cº.
Finalmente, el avión se estrelló y, las autoridades explicaron que, el piloto, había olvidado presurizar la cabina hasta que fue demasiado tarde.
Muchos no creen en esa teoría, y piensan que este avión, estaba embrujado.
Actualmente, con la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, ha revivido las viejas leyendas:
Algunos teóricos, ya han empezado a dibujar triángulos sobre los mapas del mar de la China Meridional, en busca de convergencias.
Y es que desde 1945, y hasta 1975, un total de 37 aviones, más de 50 barcos, y un submarino atómico, con toda su tripulación, desaparecieron sin una causa aparente, y sin que se haya encontrado ningún cuerpo, ni resto alguno hasta ahora.
Mike Adams, de la página de noticias científicas, y teorías conspirativas, Nature News, supone que el hecho de que no se encuentren los escombros, indicaría que en nuestro planeta, existe una fuerza misteriosa, capaz de hacer desvanecer aviones en pleno vuelo.
“Si se trata de un nuevo tipo de arma, cualquiera que la posea, podrá dominar todas las naciones de La Tierra”, señaló.
Pero 2 años después de que el MH370 desapareciera, la pregunta clave sigue sin respuesta:
¿Dónde está el avión, y qué ocurrió en la cabina del piloto, en las primeras horas del 8 de marzo del 2014?
¿La realidad, supero la ficción?

“We know what happens to today when it becomes yesterday...
It waits for them... the timekeepers of eternity!”



Comentarios

Entradas populares