9
Terminando de ver “9” (2009) de Shane Acker con Elijah Wood, John C. Reilly, Jennifer Connelly, Crispin Glover, Martin Landau, Christopher Plummer, entre otros.
Película de animación por computadora, basada en el cortometraje homónimo de 2005, nominado al Premio OSCAR dirigido por el mismo Acker; y nos habla que, en un mundo post-apocalíptico, un muñeco signado con el #9, convence a otros de su misma especie, de que deben atacar a unas máquinas que intentan destruirlos.
Este es el debut como director de Shane Acker, al cual se le ofreció la oportunidad de expandir su propio corto en un largometraje; por lo que sigue la misma trama básica, pero agregó más personajes, ahora con la capacidad de hablar, y la razón de la destrucción del mundo se explica con más detalle.
Visualmente fascinante, aunque el desarrollo dramático resulte menos convincente, por previsible y por los pretenciosos charcos espirituales y metafísicos en los que acaba metiendo a sus pintorescos y, pese a todo, cercanos personajes; la película lleva un estilo visual único y un gran sentido de “lugar”; donde “los personajes de saco” son refrescantemente extraños, aunque no tienen un propósito en su vestimenta o caracterización más allá del simbolismo del número.
Por otra parte, el ambiente, incluida la ciudad post-apocalíptica, es consistentemente hermosa y peligrosa; pero parece que no está acaba satisfactoriamente y parece más un ambiente ordinario de 3D.
En cuanto a los personajes, los autores se basaron, en gran parte, en las tipologías del “eneagrama”, es decir, la estrella de 9 puntas que puede simbolizar los 9 regalos o “frutos del Espíritu Santo”; con el único fin de mostrar la asociación de los egos del sistema del eneagrama; así podemos apreciar el espíritu mediador de 9, la fuerza de 8, los miedos representados en la tartamudez de 6, la objetividad de 5, el resentimiento de 1, o la benevolencia de 2.
Todos esos rasgos, características específicas del sentir, pensar y hacer de los 9 eneatipos caracterológicos del sistema eneagramático; que se da a entender, “es el motor de la mente humana” pero curiosamente, las 9 creaciones nunca están juntas en un lugar en particular en toda la película, hasta la escena del funeral al final, e incluso en este punto, 5 de ellas son fantasmas…
Por otro lado, al ser una producción de Tim Burton, algunas de sus marcas registradas han llegado a la película, como los temas de los extraños o el triunfo enajenado sobre la adversidad; y algunos de sus esquemas de diseño están presentes.
Desafortunadamente, la historia y los personajes son aburridos; los agujeros dramáticos son frecuentes, y abundan algunos clichés.
Si bien hay una sola mujer que es guerrera, no hay personaje de color…
Al tiempo que no se sabe qué número son los gemelos… y para qué sirve la cremallera de 9…
Total, no pude quitarme la sensación de haber visto todo esto antes… se me ocurre “The Lord Of The Rings”, donde hay momentos y escenas calcadas de manera descarada; o los momentos que recuerdan La Segunda Guerra Mundial y los nazis, no es casual también que Alan Oppenheimer se llame al científico responsable de la destrucción del mundo, así que parece apropiado que sea primo de J. Robert Oppenheimer, “El Padre de La Bomba Atómica”
Y es una lástima, porque era un filme que deseaba ver, porque vi que había mucho potencial con el uso de las figuras… si tan solo el escritor hubiera corrido más riesgos.
Eso sí, en el fondo, “9” nos dice algo importante, una advertencia que no hay que pasar por alto:
“Teníamos tal potencial.
Tal promesa.
Pero desperdiciamos nuestros dones, nuestra inteligencia.
Nuestra búsqueda ciega de la tecnología solo nos aceleró más rápidamente.
Nuestro mundo se está acabando.
Pero la vida debe seguir”
(1) Para protegernos...
(2) Para inspirarnos...
(3) Para definirnos...
(4) Para enseñarnos...
(5) Para guiarnos...
(6) Para liderarnos...
(7) Para defendernos...
(8) Para protegernos...
(9) Para salvarnos.
“Cuando nuestro mundo terminó, comenzó su misión”
NO RECOMENDADA.
Película de animación por computadora, basada en el cortometraje homónimo de 2005, nominado al Premio OSCAR dirigido por el mismo Acker; y nos habla que, en un mundo post-apocalíptico, un muñeco signado con el #9, convence a otros de su misma especie, de que deben atacar a unas máquinas que intentan destruirlos.
Este es el debut como director de Shane Acker, al cual se le ofreció la oportunidad de expandir su propio corto en un largometraje; por lo que sigue la misma trama básica, pero agregó más personajes, ahora con la capacidad de hablar, y la razón de la destrucción del mundo se explica con más detalle.
Visualmente fascinante, aunque el desarrollo dramático resulte menos convincente, por previsible y por los pretenciosos charcos espirituales y metafísicos en los que acaba metiendo a sus pintorescos y, pese a todo, cercanos personajes; la película lleva un estilo visual único y un gran sentido de “lugar”; donde “los personajes de saco” son refrescantemente extraños, aunque no tienen un propósito en su vestimenta o caracterización más allá del simbolismo del número.
Por otra parte, el ambiente, incluida la ciudad post-apocalíptica, es consistentemente hermosa y peligrosa; pero parece que no está acaba satisfactoriamente y parece más un ambiente ordinario de 3D.
En cuanto a los personajes, los autores se basaron, en gran parte, en las tipologías del “eneagrama”, es decir, la estrella de 9 puntas que puede simbolizar los 9 regalos o “frutos del Espíritu Santo”; con el único fin de mostrar la asociación de los egos del sistema del eneagrama; así podemos apreciar el espíritu mediador de 9, la fuerza de 8, los miedos representados en la tartamudez de 6, la objetividad de 5, el resentimiento de 1, o la benevolencia de 2.
Todos esos rasgos, características específicas del sentir, pensar y hacer de los 9 eneatipos caracterológicos del sistema eneagramático; que se da a entender, “es el motor de la mente humana” pero curiosamente, las 9 creaciones nunca están juntas en un lugar en particular en toda la película, hasta la escena del funeral al final, e incluso en este punto, 5 de ellas son fantasmas…
Por otro lado, al ser una producción de Tim Burton, algunas de sus marcas registradas han llegado a la película, como los temas de los extraños o el triunfo enajenado sobre la adversidad; y algunos de sus esquemas de diseño están presentes.
Desafortunadamente, la historia y los personajes son aburridos; los agujeros dramáticos son frecuentes, y abundan algunos clichés.
Si bien hay una sola mujer que es guerrera, no hay personaje de color…
Al tiempo que no se sabe qué número son los gemelos… y para qué sirve la cremallera de 9…
Total, no pude quitarme la sensación de haber visto todo esto antes… se me ocurre “The Lord Of The Rings”, donde hay momentos y escenas calcadas de manera descarada; o los momentos que recuerdan La Segunda Guerra Mundial y los nazis, no es casual también que Alan Oppenheimer se llame al científico responsable de la destrucción del mundo, así que parece apropiado que sea primo de J. Robert Oppenheimer, “El Padre de La Bomba Atómica”
Y es una lástima, porque era un filme que deseaba ver, porque vi que había mucho potencial con el uso de las figuras… si tan solo el escritor hubiera corrido más riesgos.
Eso sí, en el fondo, “9” nos dice algo importante, una advertencia que no hay que pasar por alto:
“Teníamos tal potencial.
Tal promesa.
Pero desperdiciamos nuestros dones, nuestra inteligencia.
Nuestra búsqueda ciega de la tecnología solo nos aceleró más rápidamente.
Nuestro mundo se está acabando.
Pero la vida debe seguir”
(1) Para protegernos...
(2) Para inspirarnos...
(3) Para definirnos...
(4) Para enseñarnos...
(5) Para guiarnos...
(6) Para liderarnos...
(7) Para defendernos...
(8) Para protegernos...
(9) Para salvarnos.
“Cuando nuestro mundo terminó, comenzó su misión”
NO RECOMENDADA.
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