Cats - 2019
Terminando de ver “Cats” (2019) de Tom Hooper con Jennifer Hudson, James Corden, Idris Elba, Taylor Swift, Rebel Wilson, Jason Derulo, Ian McKellen, Judi Dench, entre otros.
Fantasía musical basado en el célebre musical homónimo de Sir Andrew Lloyd Webber, que a su vez se basó en “Old Possum's Book of Practical Cats” (1939) de T.S. Eliot, que sigue a una tribu de gatos llamada “Jellicles” durante una sola noche donde será elegido un gato que ascenderá a la capa “Heaviside” para volver a una nueva vida.
Todo ello será visto por una gata llamada Victoria que conocerá a todos los gatos elegibles.
La historia es algo diferente a la referencia que tengo, que es LA OBRA MAESTRA filmada en 1997 por David Mallet, por lo que las comparaciones son inevitables.
Aquí se toma más en cuenta la parte vocal que el ballet, porque este es un musical donde el ballet es esencial para el desarrollo y la caracterización “real” de los personajes, al tiempo que al filme le cuesta arrancar.
Ver a gatos que parecen más a los de “Avatar” (2009) es algo difícil de tragar… pero una vez que entramos al salón de elecciones con Old Deuteronomy que aquí es una mujer, la gran Judi Dench, también logra sacarlo a uno del contexto predeterminado; sin olvidar que el filme fue hecho en servicio de los medios tecnológicos/CGI, descuidando la parte actoral.
Técnicamente bonito, muy infantil para mi gusto, tal vez demasiado, con los chistes incluidos y diálogos metidos en vez de 100% musical, a como debió ser… confieso que no hay “una idea inventada” del emplazamiento, es decir, pareciera que una bomba cayó en Londres y mutó a los seres humanos en gatos digitales, aun cuando hay humanos al inicio; por lo que trama no tiene un prólogo para ayudar al espectador a meterse en la fantasía.
Hay demasiados efectos y mucha cámara en movimiento que evita poder ver a los gatos, que son muchos y que debieron de ser reconocidos por el espectador durante todo momento, ese detalle se perdió por las caracterizaciones tontorronas de algunos, cuando en “Cats” no hay gatos estúpidos; eso y más hace que esta historia sea aburrida, hasta monótona, llegando al sin sentido y lo convencional, porque señores, sino fuera por las colas, uno ve a bailarines maquillados y en mallas, el sentido felino dado por el ballet y las características específicas para cada gato, se perdió, aquí no se ve, es más, no se ven gatos por el exceso de efectos especiales, que irónicamente es minimizado en las caras muy humanizadas, cuando debió ser más integral.
Además, la inclusión del villano Macavity, está enfocada de manera muy convencional, plana y hasta forzada.
La película de este ganador del OSCAR como Mejor Director, que ya había llevado el musical “Les Miserables” a la gran pantalla, vuelve a repetir algunos escenarios y momentos muy similares a aquel, sino veamos el final… y eso es un gran error porque se abandonaron los elementos que hicieron del musical algo INCREÍBLE, ESPECTACULAR y que llegó a ser el más visto en Broadway.
Eso sí, la música es sublime, los números de baile cautivadores y tiene una atmósfera interesante, pero eso ya lo dio Andrew Lloyd Webber.
Por cierto, casi toda la música de la película fue directamente extraída del musical original, y solo la canción “Beautiful Ghosts” es el único tema escrito para el filme.
Si bien el mismo Andrew Lloyd Webber fue el encargado de supervisar las adaptaciones y el uso de la música a lo largo del filme, que contiene un total de 23 números musicales; el resultado general es:
¡Macavity no está aquí!
Por último, el reparto, los aplausos se lo llevan Dame Judi Dench, a esta mujer le pueden poner una bolsa de papel en la cabeza y nos hará emocionarnos; Sir Ian Mckellen está soberbio en un papel reservado solo a grandes actores, y la novedad, la bailarina Francesca Hayward en su primer papel de largometraje, está muy entrañable como la guía en este mundo gatuno.
El filme no solo es música, nos deja un mensaje importante de esperanza, tolerancia e inclusión, por lo que está más enfocado para los niños y padres, como una lección de humanidad, sobre cómo tratarnos como personas y cómo tratar a los animales.
RECOMENDADA.
Fantasía musical basado en el célebre musical homónimo de Sir Andrew Lloyd Webber, que a su vez se basó en “Old Possum's Book of Practical Cats” (1939) de T.S. Eliot, que sigue a una tribu de gatos llamada “Jellicles” durante una sola noche donde será elegido un gato que ascenderá a la capa “Heaviside” para volver a una nueva vida.
Todo ello será visto por una gata llamada Victoria que conocerá a todos los gatos elegibles.
La historia es algo diferente a la referencia que tengo, que es LA OBRA MAESTRA filmada en 1997 por David Mallet, por lo que las comparaciones son inevitables.
Aquí se toma más en cuenta la parte vocal que el ballet, porque este es un musical donde el ballet es esencial para el desarrollo y la caracterización “real” de los personajes, al tiempo que al filme le cuesta arrancar.
Ver a gatos que parecen más a los de “Avatar” (2009) es algo difícil de tragar… pero una vez que entramos al salón de elecciones con Old Deuteronomy que aquí es una mujer, la gran Judi Dench, también logra sacarlo a uno del contexto predeterminado; sin olvidar que el filme fue hecho en servicio de los medios tecnológicos/CGI, descuidando la parte actoral.
Técnicamente bonito, muy infantil para mi gusto, tal vez demasiado, con los chistes incluidos y diálogos metidos en vez de 100% musical, a como debió ser… confieso que no hay “una idea inventada” del emplazamiento, es decir, pareciera que una bomba cayó en Londres y mutó a los seres humanos en gatos digitales, aun cuando hay humanos al inicio; por lo que trama no tiene un prólogo para ayudar al espectador a meterse en la fantasía.
Hay demasiados efectos y mucha cámara en movimiento que evita poder ver a los gatos, que son muchos y que debieron de ser reconocidos por el espectador durante todo momento, ese detalle se perdió por las caracterizaciones tontorronas de algunos, cuando en “Cats” no hay gatos estúpidos; eso y más hace que esta historia sea aburrida, hasta monótona, llegando al sin sentido y lo convencional, porque señores, sino fuera por las colas, uno ve a bailarines maquillados y en mallas, el sentido felino dado por el ballet y las características específicas para cada gato, se perdió, aquí no se ve, es más, no se ven gatos por el exceso de efectos especiales, que irónicamente es minimizado en las caras muy humanizadas, cuando debió ser más integral.
Además, la inclusión del villano Macavity, está enfocada de manera muy convencional, plana y hasta forzada.
La película de este ganador del OSCAR como Mejor Director, que ya había llevado el musical “Les Miserables” a la gran pantalla, vuelve a repetir algunos escenarios y momentos muy similares a aquel, sino veamos el final… y eso es un gran error porque se abandonaron los elementos que hicieron del musical algo INCREÍBLE, ESPECTACULAR y que llegó a ser el más visto en Broadway.
Eso sí, la música es sublime, los números de baile cautivadores y tiene una atmósfera interesante, pero eso ya lo dio Andrew Lloyd Webber.
Por cierto, casi toda la música de la película fue directamente extraída del musical original, y solo la canción “Beautiful Ghosts” es el único tema escrito para el filme.
Si bien el mismo Andrew Lloyd Webber fue el encargado de supervisar las adaptaciones y el uso de la música a lo largo del filme, que contiene un total de 23 números musicales; el resultado general es:
¡Macavity no está aquí!
Por último, el reparto, los aplausos se lo llevan Dame Judi Dench, a esta mujer le pueden poner una bolsa de papel en la cabeza y nos hará emocionarnos; Sir Ian Mckellen está soberbio en un papel reservado solo a grandes actores, y la novedad, la bailarina Francesca Hayward en su primer papel de largometraje, está muy entrañable como la guía en este mundo gatuno.
El filme no solo es música, nos deja un mensaje importante de esperanza, tolerancia e inclusión, por lo que está más enfocado para los niños y padres, como una lección de humanidad, sobre cómo tratarnos como personas y cómo tratar a los animales.
RECOMENDADA.
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