John Wick: Chapter 2
Terminando de ver “John Wick: Chapter 2” (2017) de Chad Stahelski con Keanu Reeves, Common, Laurence Fishburne, Riccardo Scamarcio, Ruby Rose, John Leguizamo, Ian McShane, entre otros.
Película de acción, secuela de “John Wick” (2014) que sigue al criminal hacia El Inframundo para pagar una deuda, pero descubre que se le ha otorgado una gran recompensa por su vida.
Esta secuela recaudó $171 millones en todo el mundo contra su presupuesto de $40 millones, lo que la hizo todo un éxito, remarcando las secuencias de acción, la dirección, la edición, el estilo visual y la poderosa actuación de Keanu Reeves; que aquí vuelve más físico que nunca.
En esta ocasión, el director y ex especialista de dobles de riesgo, Chad Stahelski presenta una película de acción elegante y ultra violenta, donde hay mucha escena con automóviles, y mucha lucha sincronizada, tal vez en exceso.
Inclusive, parece que la historia no importa, porque la acción es lo principal, sobre todo el exceso de tiroteos a nivel caricaturesco de violencia “a lo Tarantino” que no puedes evitar reírte; y sí, porque esto parece más un videojuego como una escena de acción real de un atentado terrorista, como símbolo de los tiempos, que ha llevado a la butaca a miles de personas a ver cómo matan a tanta gente mientras se hartan de palomitas de maíz.
El filme vuelve a ser un medio de lucimiento exclusivo para el físico de Keanu Reeves, tan frío como el hielo, que vuelve a posar en las mismas acrobacias del filme anterior, lo que es malo y bueno:
Malo porque el filme huele ha ya visto sin nada nuevo, de hecho, toda la trama es la misma; y bueno porque el actor hace un buen papel, aunque nunca evolucione.
Lo que si trae esta entrega, es que vemos una sociedad criminal clandestina oscura, pulida y vestida con precisión, llena de asesinos que, en su mayoría acatan un código de conducta tácito y tienen 2 reglas explícitas…
Nuevamente, lo bueno y lo malo es que “John Wick: Chapter 2” hace lo que una secuela debería hacer, duplicar la acción sin parar, pero también la hace aburrida.
“Nunca ataques al Diablo por la espalda”
RECOMENDADA.
Película de acción, secuela de “John Wick” (2014) que sigue al criminal hacia El Inframundo para pagar una deuda, pero descubre que se le ha otorgado una gran recompensa por su vida.
Esta secuela recaudó $171 millones en todo el mundo contra su presupuesto de $40 millones, lo que la hizo todo un éxito, remarcando las secuencias de acción, la dirección, la edición, el estilo visual y la poderosa actuación de Keanu Reeves; que aquí vuelve más físico que nunca.
En esta ocasión, el director y ex especialista de dobles de riesgo, Chad Stahelski presenta una película de acción elegante y ultra violenta, donde hay mucha escena con automóviles, y mucha lucha sincronizada, tal vez en exceso.
Inclusive, parece que la historia no importa, porque la acción es lo principal, sobre todo el exceso de tiroteos a nivel caricaturesco de violencia “a lo Tarantino” que no puedes evitar reírte; y sí, porque esto parece más un videojuego como una escena de acción real de un atentado terrorista, como símbolo de los tiempos, que ha llevado a la butaca a miles de personas a ver cómo matan a tanta gente mientras se hartan de palomitas de maíz.
El filme vuelve a ser un medio de lucimiento exclusivo para el físico de Keanu Reeves, tan frío como el hielo, que vuelve a posar en las mismas acrobacias del filme anterior, lo que es malo y bueno:
Malo porque el filme huele ha ya visto sin nada nuevo, de hecho, toda la trama es la misma; y bueno porque el actor hace un buen papel, aunque nunca evolucione.
Lo que si trae esta entrega, es que vemos una sociedad criminal clandestina oscura, pulida y vestida con precisión, llena de asesinos que, en su mayoría acatan un código de conducta tácito y tienen 2 reglas explícitas…
Nuevamente, lo bueno y lo malo es que “John Wick: Chapter 2” hace lo que una secuela debería hacer, duplicar la acción sin parar, pero también la hace aburrida.
“Nunca ataques al Diablo por la espalda”
RECOMENDADA.
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