AVP: Alien vs. Predator

Terminando de ver “AVP: Alien vs. Predator” (2004) de Paul W.S. Anderson con Sanaa Lathan, Raoul Bova, Lance Henriksen, Ewen Bremner, Colin Salmon, entre otros.
Película de ciencia ficción y primera entrega de la franquicia/crossover “Alien vs. Predator” y de las sagas correspondientes, ALIEN y PREDATOR, sobre todo heredera de la influencia de las series cinematográficas iniciadas con las películas “Alien” (1979) y “Predator” (1987), y a partir de un concepto originado en un cómic de Dark Horse de 1989, pasando por un videojuego de 1994; todo ello influido por La Mitología Azteca, la serie de cómics y los escritos del estudioso de “los antiguos astronautas” Erich von Däniken, sobre la forma en que creía que las primeras civilizaciones fueron capaces de construir pirámides con la ayuda de los extraterrestres, una idea elaborada a partir de mitología azteca para explicar también, cómo estas antiguas civilizaciones “desaparecieron sin dejar rastro”
De esa manera, la historia sigue a unos exploradores atrapados en medio de una batalla entre las 2 especies extraterrestres, por lo que tratan de evitar que los Alien lleguen a la superficie.
Al haber 6 productores entre las franquicias de las películas, hubo dificultades para asegurar los derechos, ya que los productores estaban preocupados por una película que incluyera a las 2 criaturas de universos tan diferentes, juntas esta vez como un homenaje a los filmes de monstruos del cine que una vez ocupó “Frankenstein Meets The Wolf Man” (1943) y/o “Freddy vs. Jason” (2003) por lo que Anderson se ha mantenido fiel a la hora de preservar la esencia de las franquicias al lanzar artistas “sin nombre” para combatir a los enemigos extraterrestres, y al enfatizar las ideas sobre la acción y los efectos especiales.
Por ello, la producción está dirigida especialmente a los seguidores de los extraterrestres y los depredadores, que ya están establecidos como personajes por sus películas anteriores.
Desafortunadamente, la historia cuenta con personajes humanos débiles, poco desarrollados, cuyos destinos finales que son bastante predecibles, no atraen mucha simpatía de la audiencia; sobre todo por las fallas obvias de guión y diálogos.
Como dato, en 2005 se lanzó una “Edición sin calificación” con 8 minutos de más, que cuenta con trama eliminada y escenas de personajes; imágenes alternativas, y se agregó efectos CGI para la sangre en un filme que no presenta el “gore” acostumbrado, al ser un film PG-13; por lo que la propuesta se aparta de la violencia gráfica.
Lo rescatable es que la narración mantiene el espíritu de serie B y la interesante idea general de “la pirámide”, con muy buenos efectos especiales y excelente escenografía y ambientación.
Lo malo viene de la parte “humana” totalmente desechable, estúpida, para nada profesional en personajes de cartón, donde los anacronismos son innumerables, incluso para un “antropólogo” en todo lo referente al Calendario Azteca, o una exploradora que identifica como la cámara debajo de la sala de los sacrificios cuando a sus pies está la señal que lo evidencia...
Y es que el desarrollo de la pelea contra los extraterrestres es tan absurdo que la mayoría de las armas utilizadas por el equipo de Weyland, cuentan con miras láser… pues cualquier persona con algún tipo de sentido táctico o sentido común sabría que andar con una mira láser verde brillante activada en la oscuridad mientras es cazado por monstruos gigantes y sigilosos, sería increíblemente estúpido; ya que el rayo láser conduce directamente a la ubicación precisa del tirador.
Otro dato, que NUNCA JAMAS puede olvidarse, es el marco de tiempo para el ciclo de vida alienígena:
Facehugger – chestburster – warrior que parece ser de meros minutos de acuerdo con la teoría del tiempo de Sebastian, unos 10 minutos; pero en las otras películas de la saga ALIEN, el mismo ciclo de vida puede tardar horas o incluso días en completarse…
Por otro lado, el frío NUNCA se evidencia, aun dentro de la pirámide, o cuando se sale posteriormente… recordar que están en La Antártida.
Al final de la película, el pecho del Predator es atravesado por la cola de La Reina Alien… aun cuando el bicho ya había sido impregnado con un embrión, esa herida habría matado al alienígena; pero parece que no fue así al final de la película.
¿Cómo es posible?
Este filme contó con una secuela “Aliens vs. Predator: Requiem” (2007) mucho más sangrienta y nauseabunda, que si bien tuvo buen recaudo de taquilla, fue masacrada por la crítica. Valientemente se planeó una secuela, pero finalmente se canceló.
“Gane quien gane, nosotros perdemos” y eso nos queda por este tipo de propuestas que llaman al espectador a maravillarse pero sin sentido alguno.
RECOMENDADA.



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