The Red Sea Diving Resort
Terminando de ver “The Red Sea Diving Resort” (2019) de Gideon Raff con Chris Evans, Michael Kenneth Williams, Haley Bennett, Alessandro Nivola, Michiel Huisman, Chris Chalk, Greg Kinnear, Ben Kingsley, entre otros.
Drama de acción y suspenso de NETFLIX, basado en “La Operación Hermanos”; cuenta la historia de un grupo de agentes del Mossad, El Servicio de Inteligencia Israelí, que a principios de los años 80s operó un hotel en la costa de Sudán como tapadera para poder sacar del país a refugiados judíos etíopes hacia Israel.
Cabe señalar que los llamados “Beta Israel” son los judíos de origen etíope, que cerca del 80% de ellos, unos 100.000 viven actualmente en Israel, a donde comenzaron a emigrar gracias a La Ley de Retorno de 1950 siendo reconocidos como “descendientes de las tribus perdidas de Israel” en 1975; por lo que el país los reconoció como judíos auténticos, decidiendo que sólo tenían que pasar por una ligera conversión para ser aceptados como tal en Israel; una vez con el reconocimiento, ellos consiguieron el permiso para emigrar… pero en Sudán, el régimen comunista no lo permitió; y así, los gobiernos israelí y estadounidense montaron operaciones de transporte que incluyó “La Operación Hermanos” entre 1979 y 1990.
El filme nos habla de cómo se dio la extracción, un filme que maneja de manera muy satisfactoria el suspenso y la acción, gracias a una buena dirección, manejo de la cámara y el montaje, inclusive el sonido es muy bueno, y toda la dirección artística da mucha credibilidad en lo que se está viendo, haciendo partícipe al espectador de toda la intriga, la ansiedad y los temores de quienes padecen el exilio y el rechazo, a riesgo de perder la vida, hechos tan lamentables y reales, que todavía sorprenden que sean actuales.
Pero es el desarrollo del guión, la historia, y la narración, lo que lastra esta propuesta.
Empecemos por es el típico filme “de extracción” que recuerda la serie “Mission: Imposible” a filmes como “Ocean’s Eleven”, “Raid on Entebbe” (1977) o la oscarizada “ARGO” (2012); si bien la historia es diferente, y muy digna de ser conocida; la estructura es la misma, y agrega como “novedad” el manejo cercano y real del suspenso.
Del reparto, todos impecables como un anuncio de Dolce & Gabbana, inclusive el líder del comando interpretado por Chris Chalk, como un villano perverso, letal e impredecible; y es que hablamos como si esto fuera un comic, no tan alejado de la realidad, porque aquí los héroes son reales:
Chris Evans demuestra sin duda que hay vida más allá del MARVEL; que no solo es “PERFECTO” en todo sentido, sino que sabe actuar bajo una buena dirección.
Mientras que el equipo de rescate solo es tomado como grupo, el único que no tiene espacio para brillar, aunque si lo hace físicamente, es Michiel Huisman; inclusive Michael Kenneth Williams tiene la dura tarea de cargar con su interpretación a todos los etíopes, algo que no veo muy justo...
Y es cuando analizo que algo no funciona aquí; además que cuestiono los prejuicios políticos y religiosos, especialmente a la luz del historial de Israel en materia de Derechos Humanos; el filme cosifica a los personajes, solo Evans tiene profundidad, no hay motivaciones en los demás, se desconoce porque el personaje de Nivola sigue ciegamente a Evans, casi a riesgo de su propia vida… al tiempo que las licencias dramáticas van del absurdo a lo increíble.
Por ejemplo, que el comando no note la ausencia de un soldado, o que un avión militar se deshaga de muchísimo peso en tiempo récord.
Por último, entre otros detalles, es el uso del estereotipo del héroe blanco, que es imposible de ignorar aquí, de cómo margina a los valerosos refugiados etíopes; aquí “El Salvador Blanco” es retratado como una figura mesiánica, en conflicto personal y con su mejor amigo; que aprende algo sobre sí mismo en el curso del rescate de personajes no blancos de su difícil situación.
Sin embargo, se agradece el compromiso de los actores y el esfuerzo de fondo para traer a la reflexión lo que está pasando en el mundo en materia de refugiados e inmigración; y por ello, la línea inicial del filme en un manifiesto de intenciones:
“Mi país está nuevamente roto.
La muerte se está extendiendo.
El nuevo gobierno está librando una guerra contra los rebeldes. Los ríos nuevamente se han vuelto rojos de sangre.
Miles de muertos.
Millones desfigurados, deshonrados, desplazados”
Eso aplica para cualquier país.
“No dejamos a nadie atrás”
RECOMENDADA.
Drama de acción y suspenso de NETFLIX, basado en “La Operación Hermanos”; cuenta la historia de un grupo de agentes del Mossad, El Servicio de Inteligencia Israelí, que a principios de los años 80s operó un hotel en la costa de Sudán como tapadera para poder sacar del país a refugiados judíos etíopes hacia Israel.
Cabe señalar que los llamados “Beta Israel” son los judíos de origen etíope, que cerca del 80% de ellos, unos 100.000 viven actualmente en Israel, a donde comenzaron a emigrar gracias a La Ley de Retorno de 1950 siendo reconocidos como “descendientes de las tribus perdidas de Israel” en 1975; por lo que el país los reconoció como judíos auténticos, decidiendo que sólo tenían que pasar por una ligera conversión para ser aceptados como tal en Israel; una vez con el reconocimiento, ellos consiguieron el permiso para emigrar… pero en Sudán, el régimen comunista no lo permitió; y así, los gobiernos israelí y estadounidense montaron operaciones de transporte que incluyó “La Operación Hermanos” entre 1979 y 1990.
El filme nos habla de cómo se dio la extracción, un filme que maneja de manera muy satisfactoria el suspenso y la acción, gracias a una buena dirección, manejo de la cámara y el montaje, inclusive el sonido es muy bueno, y toda la dirección artística da mucha credibilidad en lo que se está viendo, haciendo partícipe al espectador de toda la intriga, la ansiedad y los temores de quienes padecen el exilio y el rechazo, a riesgo de perder la vida, hechos tan lamentables y reales, que todavía sorprenden que sean actuales.
Pero es el desarrollo del guión, la historia, y la narración, lo que lastra esta propuesta.
Empecemos por es el típico filme “de extracción” que recuerda la serie “Mission: Imposible” a filmes como “Ocean’s Eleven”, “Raid on Entebbe” (1977) o la oscarizada “ARGO” (2012); si bien la historia es diferente, y muy digna de ser conocida; la estructura es la misma, y agrega como “novedad” el manejo cercano y real del suspenso.
Del reparto, todos impecables como un anuncio de Dolce & Gabbana, inclusive el líder del comando interpretado por Chris Chalk, como un villano perverso, letal e impredecible; y es que hablamos como si esto fuera un comic, no tan alejado de la realidad, porque aquí los héroes son reales:
Chris Evans demuestra sin duda que hay vida más allá del MARVEL; que no solo es “PERFECTO” en todo sentido, sino que sabe actuar bajo una buena dirección.
Mientras que el equipo de rescate solo es tomado como grupo, el único que no tiene espacio para brillar, aunque si lo hace físicamente, es Michiel Huisman; inclusive Michael Kenneth Williams tiene la dura tarea de cargar con su interpretación a todos los etíopes, algo que no veo muy justo...
Y es cuando analizo que algo no funciona aquí; además que cuestiono los prejuicios políticos y religiosos, especialmente a la luz del historial de Israel en materia de Derechos Humanos; el filme cosifica a los personajes, solo Evans tiene profundidad, no hay motivaciones en los demás, se desconoce porque el personaje de Nivola sigue ciegamente a Evans, casi a riesgo de su propia vida… al tiempo que las licencias dramáticas van del absurdo a lo increíble.
Por ejemplo, que el comando no note la ausencia de un soldado, o que un avión militar se deshaga de muchísimo peso en tiempo récord.
Por último, entre otros detalles, es el uso del estereotipo del héroe blanco, que es imposible de ignorar aquí, de cómo margina a los valerosos refugiados etíopes; aquí “El Salvador Blanco” es retratado como una figura mesiánica, en conflicto personal y con su mejor amigo; que aprende algo sobre sí mismo en el curso del rescate de personajes no blancos de su difícil situación.
Sin embargo, se agradece el compromiso de los actores y el esfuerzo de fondo para traer a la reflexión lo que está pasando en el mundo en materia de refugiados e inmigración; y por ello, la línea inicial del filme en un manifiesto de intenciones:
“Mi país está nuevamente roto.
La muerte se está extendiendo.
El nuevo gobierno está librando una guerra contra los rebeldes. Los ríos nuevamente se han vuelto rojos de sangre.
Miles de muertos.
Millones desfigurados, deshonrados, desplazados”
Eso aplica para cualquier país.
“No dejamos a nadie atrás”
RECOMENDADA.
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