Monsters
Terminando de ver “Monsters” (2010) de Gareth Edwards con Scoot McNairy, Whitney Able, Annalee Jefferies, Paul Archer, Kerry Valderrama, Ricky Catter, entre otros.
Película de ciencia ficción que sigue a un reportero comprometido en rescatar a una mujer en Centroamérica cuando en la zona han caído peligrosos seres extraterrestres.
El filme mezcla invasión alienígena, tropas militares y política; parece ser un filme de terror post-apocalíptico, pero en el fondo es un filme romántico sobre 2 personas con problemas con sus parejas en una situación extrema que los une; donde la presencia de los monstruos sirve como una sutil y evidente alegoría acerca de la inmigración ilegal, especialmente entre EEUU y México.
De escaso presupuesto, realizada con sólo $500.000 por un equipo de únicamente 4 personas usando equipamiento no profesional, tuvo una taquilla exitosa de $4,242.978; pero la producción peca en combinar escenarios conocidos de Guatemala y Costa Rica como si fuera México, características geográficas que no se ajustan a sitios y mapas mostrados; donde los diálogos, muchos improvisados, como los avisos están mal traducidos al español; en lo personal irritó ver lugares de Costa Rica como si fueran de México, usando el colón como moneda, como cuando un trabajador les informa que los boletos actualmente cuestan 4,000 colones debido a la alta demanda, el colón es la moneda que se usa en Costa Rica, por lo que el valor del boleto sería aproximadamente $8 y no $4000; además hay mucho acento mexicano mientras se recorren las calles costarricenses.
Ese simple hecho de unir locaciones hace que el filme se precipite al abismo por el atrevimiento hacer ver al espectador como un idiota.
Al tiempo que hay demasiadas acciones inverosímiles, como cuando la chica no puede subir al ferry porque el fotógrafo perdió su pasaporte, pero cuando compró el boleto el día anterior, el letrero decía “no se requiere pasaporte”
Con todo, el filme tiene un impacto inquietante cuando se revela que todo inicia al final del metraje, es decir, el filme es un enorme “flashback”
Técnicamente, es lo mejor de la propuesta, al ser demasiado artesanal, realizada con muy pocos medios, donde Gareth Edwards debuta como director, y según parece, concibió la idea de la película después de ver a los pescadores intentar traer una criatura con una red, e imaginar un monstruo dentro; por lo que decidió adoptar el estilo de material de archivo encontrado, que no se revela, tipo “The Blair Witch Project” y mezclar ese elemento con su concepto original al estilo “Cloverfield”, por lo que la historia no es original; eso sí, Edwards creó todos los efectos visuales de la película, usando solo la computadora de su hogar y los programas de efectos visuales comprados en la tienda, como la plataforma de Adobe y el software del Autodesk 3ds Max.
Así, los efectos de los monstruos, que son demasiado cutres, se ven muy disimulados y escasos, así como los efectos de pantalla verde, y la correcta sobreexposición de imágenes.
Del reparto, los 2 actores principales, Scoot McNairy y Whitney Able, están casados desde 2010, y tienen 2 hijos.
Sin embargo, la situación que llevó al personaje de Able a Centroamérica no se explica; ni siquiera porqué McNairy va por ella… siendo este el único personaje con trasfondo dramático.
En el fondo, el filme hace ver una situación real, el miedo a lo desconocido, y aquí se subraya el hecho natural que “si no los molestas, ellos no te molestan a ti” donde los verdaderos monstruos del título somos nosotros, los seres humanos.
La película también viene a ser una alegoría sobre La Guerra en Afganistán, y lo cercano que podría ser en Centroamérica; pero confieso que al ser demasiado lenta, no despierta interés, tanto que no hay gran despliegue de efectos como esperas ver.
El éxito provocó una secuela dirigida por Tom Green llamada “Monsters: Dark Continent” (2014) donde se subraya aún más lo que aquí hizo falta, dejando de lado la parte romántica.
“Después de 6 años, ya no son extraterrestres, son residentes”
NO RECOMENDADA.
Película de ciencia ficción que sigue a un reportero comprometido en rescatar a una mujer en Centroamérica cuando en la zona han caído peligrosos seres extraterrestres.
El filme mezcla invasión alienígena, tropas militares y política; parece ser un filme de terror post-apocalíptico, pero en el fondo es un filme romántico sobre 2 personas con problemas con sus parejas en una situación extrema que los une; donde la presencia de los monstruos sirve como una sutil y evidente alegoría acerca de la inmigración ilegal, especialmente entre EEUU y México.
De escaso presupuesto, realizada con sólo $500.000 por un equipo de únicamente 4 personas usando equipamiento no profesional, tuvo una taquilla exitosa de $4,242.978; pero la producción peca en combinar escenarios conocidos de Guatemala y Costa Rica como si fuera México, características geográficas que no se ajustan a sitios y mapas mostrados; donde los diálogos, muchos improvisados, como los avisos están mal traducidos al español; en lo personal irritó ver lugares de Costa Rica como si fueran de México, usando el colón como moneda, como cuando un trabajador les informa que los boletos actualmente cuestan 4,000 colones debido a la alta demanda, el colón es la moneda que se usa en Costa Rica, por lo que el valor del boleto sería aproximadamente $8 y no $4000; además hay mucho acento mexicano mientras se recorren las calles costarricenses.
Ese simple hecho de unir locaciones hace que el filme se precipite al abismo por el atrevimiento hacer ver al espectador como un idiota.
Al tiempo que hay demasiadas acciones inverosímiles, como cuando la chica no puede subir al ferry porque el fotógrafo perdió su pasaporte, pero cuando compró el boleto el día anterior, el letrero decía “no se requiere pasaporte”
Con todo, el filme tiene un impacto inquietante cuando se revela que todo inicia al final del metraje, es decir, el filme es un enorme “flashback”
Técnicamente, es lo mejor de la propuesta, al ser demasiado artesanal, realizada con muy pocos medios, donde Gareth Edwards debuta como director, y según parece, concibió la idea de la película después de ver a los pescadores intentar traer una criatura con una red, e imaginar un monstruo dentro; por lo que decidió adoptar el estilo de material de archivo encontrado, que no se revela, tipo “The Blair Witch Project” y mezclar ese elemento con su concepto original al estilo “Cloverfield”, por lo que la historia no es original; eso sí, Edwards creó todos los efectos visuales de la película, usando solo la computadora de su hogar y los programas de efectos visuales comprados en la tienda, como la plataforma de Adobe y el software del Autodesk 3ds Max.
Así, los efectos de los monstruos, que son demasiado cutres, se ven muy disimulados y escasos, así como los efectos de pantalla verde, y la correcta sobreexposición de imágenes.
Del reparto, los 2 actores principales, Scoot McNairy y Whitney Able, están casados desde 2010, y tienen 2 hijos.
Sin embargo, la situación que llevó al personaje de Able a Centroamérica no se explica; ni siquiera porqué McNairy va por ella… siendo este el único personaje con trasfondo dramático.
En el fondo, el filme hace ver una situación real, el miedo a lo desconocido, y aquí se subraya el hecho natural que “si no los molestas, ellos no te molestan a ti” donde los verdaderos monstruos del título somos nosotros, los seres humanos.
La película también viene a ser una alegoría sobre La Guerra en Afganistán, y lo cercano que podría ser en Centroamérica; pero confieso que al ser demasiado lenta, no despierta interés, tanto que no hay gran despliegue de efectos como esperas ver.
El éxito provocó una secuela dirigida por Tom Green llamada “Monsters: Dark Continent” (2014) donde se subraya aún más lo que aquí hizo falta, dejando de lado la parte romántica.
“Después de 6 años, ya no son extraterrestres, son residentes”
NO RECOMENDADA.
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