Ernesto

Terminando de ver “Ernesto” (1979) de Salvatore Samperi con Martin Halm, Virna Lisi, Concha Velasco, Michele Placido, Turi Ferro, Lara Wendel, Enrique San Francisco, entre otros.
Drama italiano de temática gay, basado libremente en la novela homónima inacabada de Umberto Saba, que tras su muerte en 1957, fue publicada hasta 1975; por lo que constituye uno de los hitos homoeróticos más importantes de la historia, por la belleza de su estilo y por las escandalosas descripciones de los actos sexuales entre 2 hombres; cuya trama sigue a un joven adolescente que descubre su sexualidad con un hombre mayor, que luego explora otras posibilidades sexuales, y se casa finalmente con una mujer, cediendo su orientación por presiones económicas, sociales y políticas.
El filme ha quedado como una de las más valientes producciones en tratar la homosexualidad, que no era muy común en los cines por aquellos años, donde podemos ver muchos de los elementos sociales de opresión y extrema censura que mantuvieron a muchas personas en el anonimato.
Además, los personajes son audaces, y no temen proferir un par de obscenidades en sus conversaciones, donde con honestidad, expresan su deseo sexual, sus fantasías, y por supuesto, el desarrollo de las escenas eróticas en las que el director, muy sutilmente no repara en detalles.
Pero en esta historia, lejos de aleccionar o establecer una idea sobre “lo correcto del amor o la sexualidad”, aborda cada tema sin complejos, de una forma natural; y todo se vuelve manipulador, cuando se conoce que con el sexo se puede obtener lo que sea.
Del reparto, destaca la pareja formada por Martin Halm como Ernesto y Michele Placido como “el hombre del almacén”, pero una vez que Placido es literalmente olvidado, se rellena con unos gemelos interpretados por Lara Wendel.
Sobre todo, Martin Halm realiza un buen papel como el “indeciso” Ernesto, que llega a ser bastante hipócrita y experto manipulador para avanzar socialmente. Esto es particularmente curioso, pues al comienzo se nos presenta como un tierno idealista, ingenuo, pero con convicciones socialistas, y a medida que avanza la trama, va traicionando sus propios ideales, y a todos los que le rodean, incluido su madre para beneficiarse.
Lo malo del filme es que de un pronto a otro, se nos presenta “el romance” con Placido, que está perdidamente enamorado, y que Ernesto, de un pronto a otro le corresponde… y de un solo plumazo, no literal, pues aquí no hay pluma, Placido desaparece…
¿Qué le pasa al personaje que parecía ser protagonista?
Y es que Ernesto se traiciona a sí mismo de la manera más vil, que desconoce a Placido al final, y logra metafóricamente “liberarse”, pero el personaje no parece particularmente preocupado o angustiado.
La trama entonces es confusa, y puede que sea no por el guión sino por la obra original que no está terminada del todo:
¿Es Ernesto gay, heterosexual, o bisexual?
La verdad es que no queda claro, lo cual hace flojear todo el film; y por ello, el uso de excesivas temáticas se vuelve confuso, el alegato socialista es olvidado por completo, mientras se explora en exceso su relación con su jefe.
¿Acaso también eran amantes?
Aquí ninguna relación queda clara, sin que no sea manipulada por algún interés por parte del protagonista.
“Me gustas de verdad, y yo sé que yo te gusto”
NO RECOMENDADA.



Comentarios

Entradas populares