A Moment in The Reeds

Terminando de ver “A Moment in The Reeds” (2017) de Mikko Makela con Janne Puustinen, Boodi Kabbani, Mika Melender, Virpi Rautsiala, entre otros.
Drama de temática gay, coproducida por El Reino Unido & Finlandia; e inusualmente para Finlandia, la mayor parte del diálogo está en inglés, ya que es el único idioma compartido por los 2 personajes principales.
La historia va del encuentro entre 2 hombres mientras reparan la casa de campo de uno de ellos:
El finés regresa después de estudiar en París, mientras el obrero contratado es un sirio; así los 2 hombres “se encuentran”
Esta es una historia agridulce de atracción entre un hijo pródigo y un trabajador refugiado; donde el desarrollo es demasiado lento, llegando a ser poco emocionante y poco imaginativo, para nada original, aun cuando la fotografía es sorprendentemente buena; pero esta es una historia genérica, que realmente no tiene la oportunidad de desarrollarse con los mismos finales infelices que la mayoría de las películas LGBT; por lo que siguen todos los estereotipos habidos, como el simple hecho de que pasen de tomar una bebida “amistosa” a mirarse el uno al otro con deseo… y todo después de conocerse… y a la cama.
Sin olvidar el fanatismo estereotípico del padre finés, que es el verdadero “villano” que gana en la película.
Y es que el final es tan abrupto que es como si hubiera perdido 110 minutos para nada; ya que no aporta resolución o cierre a la historia; porque todos esos aparentes “sentimientos de amor” vertidos en escenas anteriores, se evaporan repentinamente, como si los 2 personajes principales se hubieran reído de nosotros, haciéndonos creer que su amor era verdadero.
En el fondo, se habla de culturas “diferentes”, de convenciones sociales asociadas a lo masculino, el machismo, la xenofobia, la crisis inmigratoria, la problemática relación paterno-filial, el conservadurismo finlandés todavía presente, y la soledad.
Tomar en cuenta que la apertura de mente que caracteriza la sociedad finlandesa, es a menudo objeto de envidia por otras sociedades a lo largo y ancho del globo; sirva de prueba su reciente política de acogida de refugiados durante La Crisis Migratoria; sin embargo, hasta el 2017, el país no contaba con un solo largometraje que tuviera como protagonista a un homosexual.
Por ello, el cineasta finlandés, Mikko Makela, decidió remediar esta anomalía con esta, su primera película; y explicó que la ausencia de una película finlandesa que aborde las relaciones homosexuales, es prácticamente nula, al tiempo que decidió la elección de actores homosexuales como única opción que tenía sentido.
El reparto es completamente amateur, tanto que el diálogo fue muchas veces improvisado que reforzó la naturalidad y la sobreactuación.
Por cierto, de las escenas sexuales, hay que decir que cumple con el episodio de porno suave, donde curiosamente hay “flip/flop”; y es una pena que este tipo de producciones se decante con mostrar a hombres que realmente viven en un mundo de fantasías híper-sexualizadas, donde nada más que eso importa.
“Un momento entre los juncos”
NO RECOMENDADA.



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