X-MEN: Dark Phoenix

Terminando de ver “X-MEN: Dark Phoenix” (2019) de Simon Kinberg con James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Sophie Turner, Tye Sheridan, Alexandra Shipp, Kodi Smit-McPhee, Evan Peters, Jessica Chastain, entre otros.
Comic basado en los personajes de MARVEL Comics X-MEN, producida por 20th Century Fox y distribuida por Walt Disney; es la 12ª entrega de la serie de películas X-MEN, secuela directa de “X-MEN: Apocalypse” (2016), es la 7ª y última entrega de “la serie principal”; y el comienzo de una nueva trilogía.
En esta historia, los X-MEN deben enfrentarse a todo el poder del “Fénix Oscuro” así como a fuerzas alienígenas.
La película tiene lugar en el año 1992, cuando el comic se relanzó con nuevos diseños de vestuario y una nueva serie de dibujos animados; por lo que la acción inicia después de los eventos de “X-MEN: Days of Future Past” (2014) cuando se borraron los hechos de “X-MEN: The Last Stand” (2006) de la línea de tiempo, por lo que el director expresó interés en una nueva y más fiel adaptación de Chris Claremont, el escritor del comic sobre la saga “Fénix Oscuro” pues la película “The Last Stand” no fue bien recibida.
Así, una entidad alienígena es absorbida por Jean, lo que causa que su personalidad alternativa sea la del “Fénix Oscuro” que lucha por el control de su cuerpo; algo así como la historia del “Cisne Negro”
Aquí, Simon Kinberg debuta como director, que desde “X-MEN: First Class” (2011) había sido solo escritor y/o productor, y aquí trata de enmendar los errores anteriores y cerrar la saga. La trama no es original, ya todo lo habíamos conocido desde tiempos de “Dr. Jekyll & Mr. Hyde” por ejemplo, o el personaje del “doble” en la literatura; y como otros comics como “Superman III” (1983) y “Spider-Man 3” (2004) la historia trata sobre un superhéroe sucumbiendo a su lado oscuro y volviéndose malvado.
El filme tiene mucho, tal vez demasiado diálogo en los primeros 40 minutos, que la hace cansada y agotadora porque pretende crear una trama seria sobre la personalidad, el conflicto existencialista, la reconciliación con el pasado, etc., temas que no viene a cuento en un comic en el que la acción es lo más importante.
Con nuevos “mutantes” que no son presentados solo cuando entran en acción, por ejemplo “el rasta” es una carcajada absurda y ridícula, y la otra mutante aliada de Magneto es interesante pero para nada desarrollada. Y eso es lo malo del comic, y de X-MEN en particular, que tiene tantos personajes que no los desarrollan, y ahora, que la trama es absurdamente espacial, tal vez para llegarle a los fanáticos de “AVENGERS”, el grupo de Smith no está desarrollado, solo aparecen en acción y ya entran en el juego, con alguna que otra línea de diálogo explicativa para, si acaso presentar al personaje, que solo es Chastain, mientras que no sabemos nada de los secuaces…
Otro dato, es que solo al final el filme tiene puntaje alto, y es por la acción y los efectos visuales desarrollados en el tren.
Todo lo demás es telenovelesco, un estira y encoje en una trama muy mal desarrollada, donde los actores son completamente desperdiciados, mucho talento tirado por la borda, tanto que se nota que es un director que no sabe dirigir actores solo escenas de acción, siendo este un excelente ejemplo de un filme con actores talentosos, en personajes carismáticos, con un director totalmente inepto; con secuencias robadas de otros filmes, pues ya hemos visto la acción “en la calle” desde “The Last Stand” en la casa de Jean, o la del tren en “Days of Future Past”
Este filme no asombra ni siquiera en efectos especiales, donde la moda del programa de muerte incinerada “a lo INTINITY WAR” es la norma para ya muchas películas de ciencia ficción, y no sorprende.
Y es que ni siquiera la línea de tiempo es cuidada, porque se supone que esta película tiene lugar solo 7 años antes de los X-MEN originales, pero los personajes parecen décadas más jóvenes; en particular, Xavier y Magneto no parecen estar acercándose a las edades de Patrick Stewart o Ian McKellen, y eso es lo PÉSIMO de, o cambiar actores, o cambiar la línea de tiempo, o reinventar un seguimiento que no cumple con lo más básico.
Algo que me irritó del filme fueron los horribles trajes que usan, como si el diseñador de vestuario tuviera 5 años, muy mal cocidos, ajustados y entallados, que se ven ridículos.
De los actores, solo Fassbender y Lawrence llegan a tener algo de simpatía, sobre todo Fassbender que fue el único que realmente siente que perdió a alguien especial… al tiempo que, en retrospectiva, ha sido el único que realmente ha sufrido mucho en su historia de vida, con muertes cercanas, una tras de otra.
Por lo que McAvoy se muestra muy frío, manipulador y calculador, al nivel del antagonista del filme, y su personaje se las trae… y lleva a reflexionar sobre si es bueno ocultar una verdad para proteger algo mayor…
LÁSTIMA que los otros X-MEN no tienen desarrollo, y solo están como respaldo para la acción, usados solo para “momentos/escenas”
Como dato, esta es la primera película de X-MEN que no presenta ni hace referencia a Logan/Wolverine, ni a Hugh Jackman; esto se debe a que el actor se retiró del rol que interpretó desde “X-MEN” (2000); y es que parece que la muerte, que a todos nos llega, hasta en el comic, es el giro usual para salirse de la sagas que tanto los estereotiparon, ya pasó en “AVENGERS”
En definitiva, esta es una mala película, con buenos actores y un PÉSIMO director; me queda “X-MEN: Apocalypse” (2016) como el único filme que sobresale de toda esta 2ª nueva saga…
A esperar, si estamos vivos, la 3ª nueva saga ya anunciada con “X-MEN” más jóvenes aún…
“Cada héroe tiene un lado oscuro”
NO RECOMENDADA.



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