Tolkien

Terminando de ver “Tolkien” (2019) de Dome Karukoski con Nicholas Hoult, Lily Collins, Genevieve O'Reilly, Colm Meaney, Tom Glynn-Carney, Patrick Gibson, entre otros.
Drama romántico que sigue a J.R.R. Tolkien desde niño, al grupo literario de Oxford llamado “Inklings”, hasta el estallido y regreso de La Primera Guerra Mundial, y debido a sus experiencias, comienza a escribir “The Hobbit”
El filme toca muchos temas diferentes en la vida temprana de Tolkien, incluidas sus amistades, el amor por los idiomas, la religión y el romance con Edith Bratt; y sugiere muchas de las inspiraciones para sus libros, con Edith como “una princesa élfica”, cuentos de dragones de su madre cuando era niño, La Gran Guerra, sus días escolares, etc., así como la influencia externa que tuvo para estudiar inglés antiguo y lenguas góticas.
El filme significa el debut en inglés del director finés, siendo una delicia para el conocedor de la obra de Tolkien, pues hay numerosas pistas que remiten a sus libros, desde los 4 hobbits, Gandalf y Bilbo, hasta algunas escenas que recuerdan Hobbiton, Mordor, y demás lugares épicos de La Tierra Media.
No obstante, el filme es plano, tiene una narración fragmentada, no lineal con muchos “flashbacks” donde el tiempo real es el periodo de batalla; y casi decir que es aburrido en los “flashbacks”, no hay emoción en el presente, y los actores no ayudan en levantar un filme que debió ser sensacional, pues la sombra de los filmes de Peter Jackson son tan impresionantes, que un filme sobre el autor de las novelas, no llega ni siquiera a considerarse una película obligatoria como introducción para las 2 trilogías cinematográficas.
No es casual que la familia Tolkien y su Fundación, no aprobaran, ni autorizaran ni participaran en la realización de esta película; tampoco lo avalaron, ni su contenido de ninguna manera.
Si bien hay algunas escenas logradas, como lo pudieron ser algunas tomas del paisaje, otras como la escena del Teatro cuando se está representando en escena inicial del “El Círculo del Anillo” de Wagner, o todo el final, que pueden ser unos 30 minutos, con la guerra y la perspectiva de Tolkien de los monstruos y la fantasía, donde maravilla cómo retrataron la idea del Nazgul, Sauron y el Balrog, formándose en su mente durante las escenas de guerra; es absolutamente increíble, pero todo lo demás cae en el género romántico, sino veamos el tierno retrato de los personajes masculinos, incluido el propio Tolkien, y más concretamente al grupo de amigos en su juventud, jóvenes que se amaban, se cuidaban, lloraban y reían juntos; y en ese sentido asombra ver que los protagonistas masculinos no temen ser vulnerables sentimentalmente entre ellos, sin caer en dobles lecturas... al tiempo que se nota que las palabras están en sus propias criaturas vivientes... es decir, toda la obra de fantasía, está bañada de personajes y situaciones reales, “embellecidas” pero lamentablemente no convence, y se puede decir que quedó debiendo; tanto así que se dejó por fuera al autor de Narnia, C. S. Lewis, que era amigo cercano de Tolkien.
De lo técnico, las escenas de “acción” están muy bien diseñadas, hay mucha atención a los detalles y la cinematografía es absolutamente de alta calidad, muy atmosférica; sobre todo esas imágenes “fantásticas” hechas del humo y del fuego de la batalla, son sorprendentes, aunque nada del otro mundo; y la puesta en escena es cuidadosa de la época, así como el vestuario y la iluminación.
Del reparto, Nicholas Hoult es totalmente inexpresivo, que no es creíble como Tolkien; Hoult como actor, ya había dado todo lo que pudo en “Rebel In The Rye” (2017), y aquí parece que está repitiendo al personaje de Salinger; mientras que Anthony Boyle, Patrick Gibson y Tom Glynn-Carney cuando aparecen en pantalla, con sus ya fuertes actuaciones, se elevan aún más debido a lo plano que es Hoult; y Lily Collins como Edith Bratt, amor de toda la vida, y más tarde esposa de Tolkien; no se nota ser una inspiración, ese sentirse la musa que luego inspiraría personajes famosos, y queda más como la chica del protagonista… eso sí, los actores “en la juventud” tienen mejor desempeño:
Harry Gilby está impresionante como el joven Tolkien, y Mimi Keene como la joven Edith, también tiene un mejor sentido de fascinación inspirador, tal vez por su propia juventud e inocencia.
Lamentablemente, los chicos del club “Inklings” nunca se desarrollan completamente como personajes, tal vez debido a restricciones de tiempo, y que felizmente habría visto una película que trataba sobre ellos, sobre su tiempo juntos en la universidad, su compañerismo, y sus novelas...
En definitiva, esperaba más de este filme, sobre todo lo que vino después, las publicaciones de sus libros y sus años como profesor que aquí se dejan por fuera; al tiempo que esperaba más de su investigación, de su dedicación, de su construcción de La Tierra Media, pero supongo que algunas personas encuentran estas cosas aburridas, y todo se decanta en un formato romántico, que es mucho más comercial, con escenas de guerra “que inspiraron” y nada más.
Y es que todo termina inesperadamente, donde realmente esperaba que empezara todo el relato; y curiosamente termina cuando la mayoría de las personas están más familiarizadas con el profesor Tolkien.
Honestamente, el film pudo haber sido producido como una película hecha para televisión de estilo familiar; donde la emoción radica en ver el lento pero inexorable crecimiento de un niño pequeño, que escucha atentamente las fantásticas lecturas de su madre, cuando un joven garabatea figuras heroicas, y tacha historias incipientes que darán a luz a algunas de las publicaciones más influyentes en el mundo occidental.
En el fondo, la película muestra la importancia de seguir los sueños, la amistad fuerte y los lazos entre amigos, y cómo las guerras pueden lastimarnos, pero eso no es nada nuevo bajo El Sol; sino que es más una carta de amor por “El Anillo de Los Nibelungos” de Richard Wagner.
“Una vida de amor, coraje y amistad”
NO RECOMENDADA.



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