Die Geduld der Rosa Luxemburg

Terminando de ver “Die Geduld der Rosa Luxemburg” (1986) de Margarethe von Trotta con Barbara Sukowa, Daniel Olbrychski, Otto Sander, Adelheid Arndt, Jürgen Holtz, entre otros.
Drama de Alemania Occidental, que entre otros galardones recibidos, la protagonista Barbara Sukowa ganó El Premio a La Mejor Actriz en El Festival Internacional de Cine de Cannes (ex-aequo), el título se traduce como “La Paciencia de Rosa Luxemburgo”, y narra la adultez de la líder socialista, Rosa Luxemburg, desde fines del siglo XIX, hasta su asesinato en 1919.
Como era de esperar, la directora rescata para la historia, una de las figuras femeninas que han sido cumbre en el proceso alemán, por lo que sigue la historia de Rosa “La Roja”, su personalidad y el idealismo de uno de los iconos más importantes de la política del siglo XX, y nos introduce también en escenas de su vida privada; sobre todo se rescata el compromiso político de Rosa con una democracia socialista, y no sólo parlamentaria, donde el pueblo pudiera trabajar y vivir en paz, sin responder a las cruzadas nacionalistas encendidas por conveniencias económicas de los grupos militares; pero su derrota fue total.
Un atinado mensaje para nuestros días, en que las masas son llevadas de las narices de un enfrentamiento bélico a otro para conveniencia de los mercaderes de las armas.
La historia está llena de discursos, retórica y mucha política, tanto que puede llegar a cansar, o bien, a ser un tanto incomprensible, además del uso reiterativo del “flashback” que llega a descolocar al espectador, y lo más importante, al ser una película 100% política, es necesario tener una idea del contexto histórico e ideológico para poder comprenderla y sacarle el provecho adecuado; y eso puede ser una factura importante por cobrar.
Del reparto, Barbara Sukowa materializa la pasión, la sensatez y la inefable ternura del personaje; como su compañero de juventud Leo, vemos brillar al gran Daniel Olbrytchski, con la meditada actuación de un gran actor encarnando a un gran personaje; y en el rol de Karl Liebknecht, otro gran luchador del grupo “Espartaco” origen del Partido Comunista Alemán, tenemos a Otto Sander.
La película no evita mostrar que Rosa murió a los 47 años, de un golpe violento en el cráneo con un fusil, que su cuerpo fue arrojado al río; pero no informa que ella no fue encontrada hasta meses después.
La película llama a la reflexión, en una cuestión directa:
¿Cómo es posible que algunas personas decidan el destino de los demás?
Y como resultado de toda ella, el término “luxemburguismo” se refiere al movimiento marxista revolucionario creado por Rosa y Karl Liebknecht, conocido por el nombre de “Liga Espartaquista”, que se caracterizaba por su rechazo total de la guerra de 1914, y su defensa de la democracia obrera frente a la visión militarista del partido que atribuían a Lenin.
La frase de Karl Marx, “la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”, era el punto de partida de sus ideas:
Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.
“¡Yo fui, yo soy, y yo seré!”
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