Geostorm

Terminando de ver “Geostorm” (2017) de Dean Devlin con Gerard Butler, Jim Sturgess, Abbie Cornish, Ed Harris, Andy García, Eugenio Derbez, Zazie Beetz, entre otros.
Película de ciencia ficción catastrofista, aventura, suspense y comedia; sobre un ingeniero diseñador de satélites que debe salvar el mundo de una tormenta artificial de proporciones épicas... con la ayuda de su hermano, mientras existe un complot para asesinar al presidente de EEUU.
Este es el debut en la dirección de largometrajes de Dean Devlin, guionista de varias películas de ciencia ficción, en un filme con un nivel del ABSURDO totalmente alto, situaciones ilógicas llevadas a la comedia tontorrona sobre un tema de actualidad, como es El Calentamiento Global y El Cambio Climático, que merece ser estudiado con seriedad utilizando los posibles escenarios, sin caer en el ridículo y lo patético; tanto que es el tipo de producto que habría acabado en el canal SyFy, si no hubiera recibido inexplicablemente un presupuesto de $120 millones, y con algunas escenas rodadas en las instalaciones de la NASA en Nueva Orleans; además, según se dijo, la película tuvo que volver a rodar algunas de sus escenas, que aumentaron considerablemente el costo de producción adicional de $15 millones, pues el estudio vio espacio para mejoras tras los visionados de pruebas, y decidió hacer algunos cambios, sin la presencia del director, todo hecho entre el productor ejecutivo, Jerry Bruckheimer, y la escritora Laeta Kalogridis; por lo que el veterano director, Danny Cannon, fue contratado para el trabajo.
Las escenas agregadas giran en torno al papel de la ex esposa del protagonista, originalmente interpretada por Katheryn Winnick, que fue suplantada por Julia Denton.
Todo este “descargo” parece como justificar el estrepitoso fracaso de la película, una que parece ser hecha por El Partido Republicano, con el visto bueno del horripilante Donald Trump, por el fondo tan serio llevado con comedia descerebrada, con astronautas idiotas, atención que la mayoría son inmigrantes, que sacan bromas de situaciones donde miles de personas pueden morir, de hecho, el final mismo es una alegría de 2 personas contra millones que murieron.
Naturalmente, aquí no hay responsables, ni juicios, ni condenas, con un final más tonto imposible. Del reparto, sorprende ver sobremanera a Ed Harris y Andy García, aunque supongo que tomaron el papel ante el escaso trabajo en personajes adultos, o bien por contrato; mientras según algunos miembros del equipo, durante la producción, Gerard Butler se olvidaba de algunas de sus líneas de diálogo, y no es para más, pues se nota que no ha dejado el alcohol; y Jim Sturgess parece mantener el pacto con diablo, pues este hombre no envejece.
Del reparto femenino, están allí más que nada para que no se vea “extraña” la relación entre los protagonistas masculinos.
En definitiva, esta es una PÉSIMA película con efectos visuales buenos, actores medianamente decentes, y un guión MALO.
Nos queda que “algunas cosas nunca debieron ser controladas” ni producidas.
NO RECOMENDADA



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