mother!
Terminando de ver “mother!” (2017) de Darren Aronofsky con Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Ed Harris, Michelle Pfeiffer, Domhnall Gleeson, Kristen Wiig, Brian Gleeson, entre otros.
Película de terror sobrenatural, sobre una mujer que vive con su esposo en una enorme casa en medio de la nada. Las cosas tomarán un giro muy extraño, con la llegada de un hombre…
El título del filme en su versión original es mother!, sin mayúsculas y con un signo de admiración; y según ha explicado el director, decidió nombrar así su película, porque “fue la primera palabra que escribió a la hora de preparar el guión”; un ejercicio de arte & ensayo, y para el espectador es una prueba de resistencia ante tanta histeria, ilógicas justificaciones, acciones sin motivos, despropósitos, y una historia demasiado extraña que le cobra una alta factura, pues llega el final y no sabremos nunca qué putas pasó.
No obstante, nos quedan algunas ideas como el efecto del eterno retorno, la vida de pareja que busca hacer familia, la importancia de ser madre para la mujer, cómo las posesiones materiales cobran más interés que los valores, los sentimientos, así como el fanatismo, la paranoia, la neurosis, el surrealismo, la locura colectiva y el sinsentido de personajes demasiados oscuros que no tienen nombre propio, por lo que pueden ser cualquiera y todos.
Técnicamente rodada cámara en mano, con primeros planos que agotaron, sigue tanto a los personajes de marea e inquieta al espectador ante tanto cambio/corte, así como lo que pretende contar el director con un guión propio:
Un escritor narcisista que utiliza mujeres para crear fama y llevarlas al límite de lo soportable y entregándolas a la bajeza de la naturaleza humana, y a la madre naturaleza, de ahí el título, solo para volver a disfrutar del éxito… mejor hubiera optado por lo convencional en vez de lo simbólico/fantástico/sobrenatural que queda en nada, pues nunca se explica, y eso querido Darren, ¡es GRAVE!
Todo queda en un cuento apocalíptico, esquizoide y paranoide que remite a La Biblia si se quiere.
Sin embargo tiene elementos notables:
Los efectos especiales visuales, que van “in crescendo” hasta llegar a cotas extremas de impacto y violencia visual, llegando a “estetizarse” y en efectos del sonido, que bien vale por los sentidos, tanto que hay escenas que golpean mucho, como el bebé... y los últimos brutales 30 minutos.
El reparto también es otra de las mejores notas, en especial los oscarizados Jennifer Lawrence y Javier Bardem; la primera da una prueba de tolerancia “por amor” demasiado extrema, una mujer que no puede salir de la casa como si viviera “El Ángel Exterminador” (1962) que anda descalza todo el tiempo que sugiere tener una conexión con la casa; y el segundo como el demiurgo que mantiene siempre su misterio, y es el encargado de controlar los hilos de toda la trama, tanto que en los créditos, se muestra la “H” mayúscula de su nombre “Him”; mientras Ed Harris tiene un papel pequeño pero importante como el disparador de todo, y Michelle Pfeiffer, una “FEMME FATALE” con todas las letras en mayúscula.
Así las cosas, y muy a pesar de la buena factura técnica, el guión queda en lo más malo visto recientemente, con un fatal desarrollo de la trama y de los personajes, con innumerables lagunas y hoyos argumentales, demasiadas metáforas y alegorías:
“Yo soy YO, y tú eres HOGAR”
RECOMENDADA.
Película de terror sobrenatural, sobre una mujer que vive con su esposo en una enorme casa en medio de la nada. Las cosas tomarán un giro muy extraño, con la llegada de un hombre…
El título del filme en su versión original es mother!, sin mayúsculas y con un signo de admiración; y según ha explicado el director, decidió nombrar así su película, porque “fue la primera palabra que escribió a la hora de preparar el guión”; un ejercicio de arte & ensayo, y para el espectador es una prueba de resistencia ante tanta histeria, ilógicas justificaciones, acciones sin motivos, despropósitos, y una historia demasiado extraña que le cobra una alta factura, pues llega el final y no sabremos nunca qué putas pasó.
No obstante, nos quedan algunas ideas como el efecto del eterno retorno, la vida de pareja que busca hacer familia, la importancia de ser madre para la mujer, cómo las posesiones materiales cobran más interés que los valores, los sentimientos, así como el fanatismo, la paranoia, la neurosis, el surrealismo, la locura colectiva y el sinsentido de personajes demasiados oscuros que no tienen nombre propio, por lo que pueden ser cualquiera y todos.
Técnicamente rodada cámara en mano, con primeros planos que agotaron, sigue tanto a los personajes de marea e inquieta al espectador ante tanto cambio/corte, así como lo que pretende contar el director con un guión propio:
Un escritor narcisista que utiliza mujeres para crear fama y llevarlas al límite de lo soportable y entregándolas a la bajeza de la naturaleza humana, y a la madre naturaleza, de ahí el título, solo para volver a disfrutar del éxito… mejor hubiera optado por lo convencional en vez de lo simbólico/fantástico/sobrenatural que queda en nada, pues nunca se explica, y eso querido Darren, ¡es GRAVE!
Todo queda en un cuento apocalíptico, esquizoide y paranoide que remite a La Biblia si se quiere.
Sin embargo tiene elementos notables:
Los efectos especiales visuales, que van “in crescendo” hasta llegar a cotas extremas de impacto y violencia visual, llegando a “estetizarse” y en efectos del sonido, que bien vale por los sentidos, tanto que hay escenas que golpean mucho, como el bebé... y los últimos brutales 30 minutos.
El reparto también es otra de las mejores notas, en especial los oscarizados Jennifer Lawrence y Javier Bardem; la primera da una prueba de tolerancia “por amor” demasiado extrema, una mujer que no puede salir de la casa como si viviera “El Ángel Exterminador” (1962) que anda descalza todo el tiempo que sugiere tener una conexión con la casa; y el segundo como el demiurgo que mantiene siempre su misterio, y es el encargado de controlar los hilos de toda la trama, tanto que en los créditos, se muestra la “H” mayúscula de su nombre “Him”; mientras Ed Harris tiene un papel pequeño pero importante como el disparador de todo, y Michelle Pfeiffer, una “FEMME FATALE” con todas las letras en mayúscula.
Así las cosas, y muy a pesar de la buena factura técnica, el guión queda en lo más malo visto recientemente, con un fatal desarrollo de la trama y de los personajes, con innumerables lagunas y hoyos argumentales, demasiadas metáforas y alegorías:
“Yo soy YO, y tú eres HOGAR”
RECOMENDADA.
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