The Florida Project
Terminando de ver “The Florida Project” (2017) de Sean Baker con Willem Dafoe, Caleb Landry Jones, Macon Blair, Sandy Kane, Karren Karagulian, Lauren O'Quinn, Brooklynn Prince, entre otros.
Drama independiente “de realidad”, sobre una niña de 6 años y su entorno en “The Magic Castle”, un económico motel cercano a Disney World, Florida.
El título de la película se deriva del nombre inicial del proyecto para el Walt Disney World Resort, ubicado cerca del escenario de la película; donde Baker vuelve a mostrar historias que a menudo la gente común no llega a ver, y es un estudio de la pobreza, la familia y la responsabilidad personal, así como la mala educación, la mala vida, y la sinvergüenzada de la gente que todo lo quiere fácil, como el caso de la horripilante madre de una niña que lamentablemente seguirá sus pasos; por ello, el director filma de manera voyerista toda la historia, a pura improvisación, por lo que su narración es una serie de anécdotas que sigue a los personajes en diferentes momentos, es decir, una historia tan fragmentada que no se sostiene porque se hace predecible.
La técnica del director, casi documental y cámara en mano agota al espectador, por las sucesivas escenas que se cortan solo para mostrar lo que el realizador quiere puntualizar, para pasar a la siguiente situación.
Del reparto, odié a los personajes, Brooklynn Prince como la niña es irritante, y confieso que quise darle un par de golpes para calmarle la mala educación; pero ella es producto de una “choni”, la actriz Bria Vinaite que hace de la madre es odiable por su sinvergüenzada, su pasmosa tranquilidad, un personaje tan vulgar como detestable; mientras el único que se salva de la quema, si acaso, es Willem Dafoe como el gerente del motel, por su paciencia y tolerancia, pero eso le cuesta caro, y le pasa factura, porque esa actitud condescendiente no es tolerable desde ningún punto de vista.
Como dato, los míticos y pintorescos hoteles y restaurantes de la película, son genuinos, y algunos residentes y personal se ven en la película como “extras”; llama poderosamente la atención, que en todos esos escenarios de “cuentos de hadas” exista gente podrida, de mal vivir, en la indigencia que buscan migajas, pero tiene dinero para celulares, tatuajes, mantener el vicio, y residir en un mundo de fantasía.
“Bienvenido al reino mágico” es el contraste que hace reflexionar esta película.
NO RECOMENDADA
Drama independiente “de realidad”, sobre una niña de 6 años y su entorno en “The Magic Castle”, un económico motel cercano a Disney World, Florida.
El título de la película se deriva del nombre inicial del proyecto para el Walt Disney World Resort, ubicado cerca del escenario de la película; donde Baker vuelve a mostrar historias que a menudo la gente común no llega a ver, y es un estudio de la pobreza, la familia y la responsabilidad personal, así como la mala educación, la mala vida, y la sinvergüenzada de la gente que todo lo quiere fácil, como el caso de la horripilante madre de una niña que lamentablemente seguirá sus pasos; por ello, el director filma de manera voyerista toda la historia, a pura improvisación, por lo que su narración es una serie de anécdotas que sigue a los personajes en diferentes momentos, es decir, una historia tan fragmentada que no se sostiene porque se hace predecible.
La técnica del director, casi documental y cámara en mano agota al espectador, por las sucesivas escenas que se cortan solo para mostrar lo que el realizador quiere puntualizar, para pasar a la siguiente situación.
Del reparto, odié a los personajes, Brooklynn Prince como la niña es irritante, y confieso que quise darle un par de golpes para calmarle la mala educación; pero ella es producto de una “choni”, la actriz Bria Vinaite que hace de la madre es odiable por su sinvergüenzada, su pasmosa tranquilidad, un personaje tan vulgar como detestable; mientras el único que se salva de la quema, si acaso, es Willem Dafoe como el gerente del motel, por su paciencia y tolerancia, pero eso le cuesta caro, y le pasa factura, porque esa actitud condescendiente no es tolerable desde ningún punto de vista.
Como dato, los míticos y pintorescos hoteles y restaurantes de la película, son genuinos, y algunos residentes y personal se ven en la película como “extras”; llama poderosamente la atención, que en todos esos escenarios de “cuentos de hadas” exista gente podrida, de mal vivir, en la indigencia que buscan migajas, pero tiene dinero para celulares, tatuajes, mantener el vicio, y residir en un mundo de fantasía.
“Bienvenido al reino mágico” es el contraste que hace reflexionar esta película.
NO RECOMENDADA
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