Profondo Rosso
Terminando de ver “Profondo Rosso” (1975) de Dario Argento con David Hemmings, Daria Nicolodi, Gabriele Lavia, Macha Méril, Eros Pagni, Giuliana Calandra, Piero Mazzinghi, entre otros.
Película de suspense y terror italiano, del género conocido como “giallo”, sobre un psicópata cuyos asesinatos obsesionan a un músico pianista, el cual se da a la tarea en descubrir su identidad.
De entrada decir que el director brinda un Tributo descarado a Alfred Hitchcock, pues muchas escenas están montadas de manera muy similar a muchas de las obras del “Maestro del Suspense”, en una historia que además se hace muy larga, 126 minutos; con muchos tiempo muertos, con pocas escenas de muerte, aunque las que hay, muestran bastante “gore” y quedan en la retina por lo grotescas y gráficas que resultan. Sobre los motivos del asesino, aunque al final se descubre, no quedan de todo claros, menos la relación poco creíble con el pianista protagonista.
Técnicamente, se notan las marcas registradas del director italiano:
Ambientes de terror, con un atrezo lleno de muñecas, pasillos tenebrosos con cuadros de época colgados de las paredes, guantes de cuero negro, enfundándose sobre unas manos… y sobre todo, crímenes realmente violentos, cuya inspiración vino del mismo Argento, pensando en lesiones dolorosas con que la audiencia podría relacionarse.
Llama la atención el exquisito gusto del director en la composición de los planos sangrientos, y el uso del color rojo en todos las escenas haciendo el homenaje al título del filme “Rojo Profundo”; así como su peculiar y sorprendente sentido del humor, aunque muchas veces desentona con la atmósfera que se pretende crear.
También queda patente un malsano voyerismo en el que la cámara y el montaje establecen un macabro juego entre la víctima, el verdugo y el espectador.
Por supuesto, no hay que olvidar de la banda sonora del grupo de rock progresivo, Goblin, habitual en filmes de Argento; aunque su estilo discotequero desentona en algunas escenas.
Como dato, este filme pudo ser el que haya inspirado la franquicia “SAW”, pues contiene muchos ingredientes que fueron desarrollados en esos filmes:
“Carne rasgada limpia al hueso... y la sangre corre roja...”
NO RECOMENDADA
Película de suspense y terror italiano, del género conocido como “giallo”, sobre un psicópata cuyos asesinatos obsesionan a un músico pianista, el cual se da a la tarea en descubrir su identidad.
De entrada decir que el director brinda un Tributo descarado a Alfred Hitchcock, pues muchas escenas están montadas de manera muy similar a muchas de las obras del “Maestro del Suspense”, en una historia que además se hace muy larga, 126 minutos; con muchos tiempo muertos, con pocas escenas de muerte, aunque las que hay, muestran bastante “gore” y quedan en la retina por lo grotescas y gráficas que resultan. Sobre los motivos del asesino, aunque al final se descubre, no quedan de todo claros, menos la relación poco creíble con el pianista protagonista.
Técnicamente, se notan las marcas registradas del director italiano:
Ambientes de terror, con un atrezo lleno de muñecas, pasillos tenebrosos con cuadros de época colgados de las paredes, guantes de cuero negro, enfundándose sobre unas manos… y sobre todo, crímenes realmente violentos, cuya inspiración vino del mismo Argento, pensando en lesiones dolorosas con que la audiencia podría relacionarse.
Llama la atención el exquisito gusto del director en la composición de los planos sangrientos, y el uso del color rojo en todos las escenas haciendo el homenaje al título del filme “Rojo Profundo”; así como su peculiar y sorprendente sentido del humor, aunque muchas veces desentona con la atmósfera que se pretende crear.
También queda patente un malsano voyerismo en el que la cámara y el montaje establecen un macabro juego entre la víctima, el verdugo y el espectador.
Por supuesto, no hay que olvidar de la banda sonora del grupo de rock progresivo, Goblin, habitual en filmes de Argento; aunque su estilo discotequero desentona en algunas escenas.
Como dato, este filme pudo ser el que haya inspirado la franquicia “SAW”, pues contiene muchos ingredientes que fueron desarrollados en esos filmes:
“Carne rasgada limpia al hueso... y la sangre corre roja...”
NO RECOMENDADA
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