Fright Night

Terminando de ver “Fright Night” (1985) de Tom Holland con Chris Sarandon, William Ragsdale, Roddy McDowall, Amanda Bearse, Stephen Geoffreys, Jonathan Stark, entre otros.
Película de terror y comedia, sobre un joven adolescente que descubre que su vecino es un poderoso vampiro, por lo que se enfrentará a fuerzas inimaginables, contando con un aliado poco común:
Un cobarde presentador de TV que actuó en películas como un cazador de vampiros llamado Peter Vincent, que en honor lleva el nombre de 2 actores muy conocidos por sus apariciones en las películas de terror:
Peter Cushing y Vincent Price.
Este es el debut como director de Tom Holland, y nos presenta una propuesta “de cambio para la década” que se convirtió en un clásico de culto instantáneamente, siendo la película de terror más exitosa económicamente de la temporada de verano de 1985, y la segunda película de terror más grande del año, detrás de “A Nightmare on Elm Street 2: Freddy's Revenge” (1985), el relato es una historia del vampiro tal como si fuera Drácula, pero cruzada con un adolescente, evitando el uso excesivo de efectos especiales, a expensas de la buena actuación, por lo que el director incluyó mucho humor, calidez y relaciones entre los personajes; y para validarla a una audiencia moderna, arraigándola en realidad, desarrollándose en lugares comunes como un barrio que puede ser cualquiera.
En el fondo, se nota que posee todo lo que se espera de una película de los 80s, desde el vestuario hasta la narrativa ligera, al tiempo que es innovadora y fresca, con dimensiones añadidas, como la historia del romance vampírico, y no como un ser extremadamente malvado.
El terror mismo nunca atormenta, y sin embargo, no es inofensiva.
Al contrario, posee un alto contenido sexual, que para muchos puede causar impacto, porque realmente es una película violenta, y produce miedo.
Empezando porque se respetan los principios básicos del subgénero, que se ha visto alterado por la necesidad de satisfacer a las nuevas generaciones, por lo que aquí veremos vampiros de “la vieja escuela”
Técnicamente, gran parte del presupuesto de $9,5 millones, fueron liquidados en efectos visuales especiales, siendo la primera película de vampiros que gastó $1 millón en efectos especiales; como dato, para las secuencias de transformación, se tardó hasta 8 horas para preparar el maquillaje, y para el maquillaje de la transformación del lobo, tomó 18 horas prepararlo.
Y es que el mérito reside en que es una película de terror, producida en la era pre-digital, donde el equipo fue capaz de alterar la película, utilizando la fotografía óptica para lograr efectos e ilusiones, como la cicatriz de cruz, que desapareció de la frente del hombre lobo. Todas estas innovaciones, llegarían a perfeccionarse en “Bram Stoker’s Dracula” (1992) de Francis Ford Coppola, inclusive integrando la trama romántica; o las enormes bocas de los vampiros.
No obstante, “Fright Night” (1985) posee errores evidentes, y unos muy extraños… como que Charley es supuestamente un fanático de las películas de vampiros, pero aprende de Evil Ed sobre cosas como estacas, ajo, cruces, etc., cosas que deberían ser familiares incluso para los fans de horror común. Muy en el fondo, también se puede “leer” una orientación gay en el personaje de Evil Ed, con los personajes masculinos con quien se relaciona, especialmente con Peter Vincent (Roddy McDowall) y se hace evidente cuando muere como hombre lobo… las miradas, y que el chico muera desnudo y no se le desintegre como el resto, da para especular.
Del reparto, cada uno cumple su papel de manera memorable, pues en muchos casos quedaron asociados a sus personajes.
Como curiosidad, el equipo supo que Roddy McDowall había grabado videos con una gran cantidad de escenas detrás de cámaras; pero ninguno de ellos vio las cintas, y su paradero sigue siendo desconocido.
En definitiva:
“Hay buenas razones para tener miedo de la oscuridad”
RECOMENDADA



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