From Here To Eternity

“Nobody ever lies about being lonely”.

From Here To Eternity es una cinta sobre soldados, pero que no se adentra en los conflictos bélicos en sí, sino en los pormenores de la vida militar desplegando un interesante abanico sobre las vicisitudes propias del entrenamiento en las Fuerzas Armadas.
Así habrá tiempo para inmiscuirse en los pasados que abruman y que dejan cicatrices difíciles de superar, en los conocidos abusos de autoridad amparados por la impunidad jerárquica, en historias de infelicidades y de desesperada búsqueda de prosperidad en la vida, en terquedades que nunca darán el brazo a torcer para no traicionar convicciones, en huidas de la soledad, en decisiones que arriesgan la seguridad por llevar adelante los ideales y tener el chance de una segunda oportunidad.
Probablemente el momento cumbre de ese excepcional director llamado Fred Zinnemann tuvo lugar a principios de los años cincuenta.
Primero se saltó las reglas del western, poniendo en duda la heroicidad de sus protagonistas y haciendo paralelismos entre la caza de brujas que se vivía en Hollywood, y la infinita soledad que sentía Gary Cooper cada vez que miraba el reloj.
Después se alzaría con el Oscar al Mejor Director por este melodrama bélico protagonizado por Burt Lancaster, Montgomery Clift, Deborah Kerr, Donna Reed y Frank Sinatra.
From Here To Eternity suma drama, romance y guerra.
Adapta una novela de éxito que plantea, 6 años después de la II Guerra Mundial y al comienzo de la Guerra de Corea (1951-53), la denuncia y crítica de la brutalidad, corrupción, sadismo y mezquindad que se da en el Ejército en tiempos de paz.
En busca de emociones fuertes, al gusto del público del momento, contextualiza la crítica antimilitarista en un ambiente marcado por el adulterio, la prostitución y la ninfomanía.
La película, al objeto de evitar problemas con la rígida censura del Código Hayes, rebaja la crítica antimilitarista, que traslada de la institución a casos aislados, incorpora elogios a las instituciones militares y elimina las blasfemias y “el prostíbulo”.
From Here To Eternity centra la atención en cinco temas de actualidad principales: el adulterio, la prostitución, la corrupción, los castigos sádicos y el alcoholismo.
Sin abandonar nunca el tono mesurado y contenido, realizador y guionista se apoyan más en la sugerencia y en las indicaciones veladas, que en la demostración directa y explícita.
Construyen con el apoyo de unas interpretaciones convincentes y un gran guión, unas atmósferas de tensión y dramatismo de gran nivel.
No desarrollan una acción dramática única, sino un entramado de dramas paralelos y simultáneos, de características específicas, que conforman un conjunto denso y sugerente.
Pero también el director enfrenta a su héroe con dilemas morales propios del momento y la época.
La humillación de los compañeros, la extorsión y el chantaje moral, la corrupción y los amores frustrados y los imposibles.
Además supone una crítica evidente a los ambientes militares y sus formas de vida.
Muchos de estos temas fueron aligerados en aras a superar la censura de ese horrible código Hayes, que obligó a rebajar, como dije anteriormente, esa crítica antimilitarista y algunos aspectos de las relaciones sexuales y amorosas de los protagonistas.
“Nunca en mi vida me había sentido infeliz hasta que me enamoré de ti”.
From Here To Eternity es una película de 1953 dirigida por Fred Zinnemann para Columbia Pictures; posee un guion de Daniel Taradash basado en la novela del mismo título de James Jones.
Con música de George Duning; está protagonizada por Burt Lancaster (Sargento de 1ª Milton Warden), Montgomery Clift (Robert E. Lee “Prew” Prewitt), Deborah Jerr (Karen Holmes), Donna Reed (Lorene), Frank Sinatra (Angelo Maggio), Philip Ober (Capitán Dana “Dynamite” Holmes), Mickey Shaughnessy (Leva), Harry Bellaver (Mazzioli), Ernest Borgnine (Sargento James R. “Fatso” Judson), Jack Warden (Buckley) y un pequeño papel para el Superman George Reeves como el Sergeant Maylon Stark, curiosamente, su personaje no apareció en los créditos de la película, en esta época los créditos aparecían generalmente al comienzo y no era aún obligatorio que todos los actores aparecieran en los créditos.
Zinnemann hizo un gran esfuerzo para recrear la belleza del paisaje natural de Hawaii, pero también el manejo de los interiores, los que se aprecian tan bien en este tipo de películas en blanco y negro, donde la luz es la que juega el papel más importante.
Vemos la dedicación del director por conseguir encuadres perfectos, por ejemplo los que logra cuando los enamorados se encuentran en la banca de la playa, con un marco extraordinario para resaltar la imagen.
Añade filmaciones documentales del ataque japonés al final de la película, dándole una credibilidad total a la escena.
From Here To Eternity es un clásico por excelencia, por la pulcritud de las imágenes.
Destacar también la valentía de los responsables de From Here To Eternity en sacar adelante un film en que en un entorno, como el militar, donde se supone que predominan valores como el honor, la valentía y la lealtad, lo que en realidad nos muestra es casi lo contrario.
La arbitrariedad de algunos personajes, la desobediencia, o la infidelidad, consiguiendo su director, que From Here To Eternity transmita cierto aire de sordidez moral, y cierta carga erótica, no sólo en lo que se refiere a la relación de los soldados con las "chicas de alterne", sino en la relación entre Burt Lancaster y Deborah Kerr, cuya carga sexual explota orgásmicamente, en la famosa escena de la playa, cargada de sexualidad y erotismo (no hay que olvidar el año de la película).
Por otro lado, destacar el excelente ritmo narrativo, que imprime el director al film, a pesar de las dos horas largas de metraje, en el que las historias se van solapando, haciendo subir la tensión paulatinamente, hasta que finalmente ésta explota coincidiendo el desenlace emocional de los protagonistas, con el ataque japonés, utilizado aquí de una forma muy metafórica, huyendo de panfletarismos y propagandas.
From Here To Eternity es un gran melodrama de los que ya no se hacen.
Cabe destacar la labor de Frank Sinatra -que al igual que Zinnemann y Reed también se llevó el Oscar, no así Lancaster ni Clift, que estaban igualmente nominados- tiene un papel que empieza siendo cómico y termina por resultar dramático, en un cambio gradual que el cantante lleva con bastante soltura aunque sin grandes alardes.
Pero Sinatra se esfuerza por parecer un actor de primera división y realmente lo consigue.
Memorable su duelo con el carcelero el “fatso” Judson (Ernest Borgnine).
From Here To Eternity refleja perfectamente la vida en un acuartelamiento militar en periodo de paz, en vísperas del ataque japonés, el 7 de diciembre de 1941.
El ambiente militar está perfectamente plasmado en todo el desarrollo.
Supone un inolvidable retrato de las experiencias de los soldados y oficiales de la base militar de Pearl Harbor, de sus mujeres, de sus anhelos, de sus miedos e ilusiones, mientras permanecían ajenos a los horribles acontecimientos que les esperaban.
El acuartelamiento de Schofield, era todo un mundo, toda una colmena.
Un capitán obsesionado por ascender y un sargento mayor, amante de la esposa de su jefe.
También estaba un soldado que había sido reputado trompeta en otra unidad y que sostenía amores con una prostituta.
Y un italiano, simpático y camorrista.
Y otras vidas, que un día pasarán cuando los aviones japoneses ataquen Pearl Harbor.
Todo ello da lugar a una eclosión de pasiones humanas desbordadas, que convierten la vida en el archipiélago en un polvorín de injusticias, abusos de poder, envidias, odios, afanes de venganza, extorsiones y romances imposibles, a punto de estallar.
From Here To Eternity ganó 8 Premios Óscar a la Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto (Frank Sinatra), Mejor Actriz de Reparto (Donna Reed), Mejor Guión Adaptado, Mejor Fotografía blanco y negro, Mejor Montaje, y Mejor Sonido, y fue nominada a otros 5 Oscar Mejor Actor Protagonista (Burt Lancaster) y (Montgomery Clift), Mejor Actriz Principal (Deborah Kerr), Mejor Música y Mejor Diseño de Vestuario.
Fuerte competidora de la obra de The Robe y Roman Holiday; dejando fuera de competición a Calamity Jane.
La famosa escena, antológica, en la que Burt Lancaster y Deborah Kerr se revuelcan en la playa, envueltos por las olas, fue una que en los años 50 comenzó a desafiar los códigos de censura hasta entonces dominantes y a exigir a Hollywood un enfoque más maduro en el tratamiento del sexo.
Esa es la mejor secuencia de la película, por lo que es de verdad mítica, Lancaster y Kerr embarrados y semidesnudos en la playa, abrazándose y besándose hasta el último aliento resulta francamente estimulante.
Zinnemann con From Here To Eternity enfrenta al héroe con dilemas morales a la hora de actuar.
Aborda, adicionalmente, los temas del valor y del honor.
De acuerdo con los parámetros propios del momento, los analiza en términos exclusivamente masculinos.
No es valor humillar a los compañeros o abusar de ellos.
No es honorable la extorsión, el chantaje moral y la corrupción.
Es valor defender el bien de los demás con riesgo de la propia integridad física o de la propia vida.
Es honor cumplir los deberes que se tienen con los demás y con uno mismo.
No se cumple el deber exigiendo lo imposible (permiso por escrito en momentos de ataque masivo del enemigo).
Por ello y mas, From Here To Eternity es criticada por estar muy orientada al público masculino, hasta tal punto que el rol de las actrices, queda en un papel totalmente secundario.
Desde la visión de una mente masculina, es fácil entender que este film triunfe.
Se exponen los valores, como la fidelidad, la lealtad, la amistad entre hombres, como debe uno comportarse y actuar, lo positivo y lo negativo, y como a veces hay que resignar cosas personales, por el bien de nuestros compañeros.
Parece una película totalmente hecha para la educación militar.
A pesar de lo anterior, Fred Zinnemann maneja todas estas historias con su maestría natural, apretando las clavijas sólo cuando es estrictamente necesario, soltando de vez en cuando la amenaza latente de la guerra que está por llegar, inevitable sentir un escalofrío cuando Lancaster se apoya sin más en un calendario que señala la fecha del 6 de diciembre de 1941.
Pero Zinnemann no dirigió una película pro yanqui, ni que fuera baluarte de los valores estadounidenses, sino de la importancia de ser leal -con uno mismo y con los demás-, de responder ante tus actos, construyendo personajes complejos cuyas dudas profundas contrastan con la rigidez y el orden de la vida marcial.
Por eso y por mucho mas, From Here To Eternity es un film brillante que, haciendo honor a su título, resiste sin problemas el paso del tiempo.

“I never knew it could be like this!
Nobody ever kissed me the way you do”


Comentarios

Entradas populares