Kramer vs. Kramer

Lo que a partir de los años 60 surge como un derecho básico de la mujer que, además de ser madre y esposa, quiere realizar un trabajo remunerado; obligó a la sociedad urbana a ver con mayor aceptación esta doble dimensión femenina y puso de relieve la otra parte de la cuestión:
El derecho del hombre a ocupar su lugar como padre en el cuidado de los hijos.
En la década de los 70, con la ola del llamado “Nuevo Cine” establecida en Hollywood, encajaba a la perfección en ese tipo de películas que suponían una cura de humildad ante las superproducciones felices del viejo Hollywood, que hablaba de conflictos humanos y actuales más allá de la técnica.
Y esos conflictos, por lejanos que nos parezcan ahora, estaban presentes entonces.
Casi una revolución en el cine internacional, si es que los temas de conversación omnipresentes pueden considerarse revolucionarios, supuso el estreno de Kramer vs. Kramer, una película que ponía sobre el tapete el asunto de las rupturas, separaciones y divorcios, tema recurrente y candente en la sociedad estadounidense de los 80, momentos de crisis en la relación de pareja, y no sólo en ella, que no funcionan y que tienen como principal perjudicado al fruto de su amor: su hijo.
Kramer vs. Kramer es una película estadounidense escrita y dirigida por Robert Benton para Columbia Pictures.
Está basada en la novela Kramer vs. Kramer de Avery Corman.
Los protagonistas son Dustin Hoffmann, Meryl Streep, Jane Alexander, Justin Henry, Howard Duff, George Coe, Bill Moor y Howland Chamberlain.
Se nos muestra la vestimenta de finales de los 70, el mobiliario decorativo adecuado en las casas y oficinas, los coches y las tendencias en general de entonces.
El decorado del apartamento montado en el interior del estudio tuvo las medidas exactas resultantes del exterior del edificio que aparece en Kramer vs. Kramer.
El director de fotografía, Néstor Almendros, utilizó en los interiores luz cenital y en los exteriores la luz disponible para las tomas.
La música, corre a cargo de John Kander y Herb Harris.
Antes de seleccionar a Dustin Hoffman, los productores habían considerado darle el papel a Al Pacino.
Por su parte, Jane Fonda rechazó el papel interpretado finalmente por Meryl Streep.
Dustin Hoffman ayudó en gran manera al actor novel, el magnífico Justin Henry, analizando y comentando con él cada escena antes de su rodaje.
El conflicto principal en Kramer vs. Kramer es el desconocimiento por parte de Ted (Dustin Hoffmann) de las necesidades afectivas y de realización profesional de su mujer (Joanna: Meryl Streep) y la incapacidad de ambos para poderse comunicar.
Existe afecto entre ellos pero la vida se ha tornado imposible para Joanna, que se ha convertido en testigo mudo de los éxitos del esposo, perdiendo sus posibilidades de desarrollo personal.
Ted obtiene un triunfo profesional largamente anhelado: la mejor cuenta publicitaria de la agencia.
Coincidentemente ese mismo día sufre el abandono de su esposa, por lo que se encuentra con una gran carga de trabajo, solo y al cuidado de su hijo Billy (Justin Henry) de 5 años.
Kramer vs. Kramer es el reflejo del dominio masculino en un hogar, hundido al máximo cuando la presencia femenina es inexistente.
Es el feminismo total como trasfondo del filme, algo excelente creo yo.
Por el contrario, Kramer vs. Kramer tuvo gran impacto en la percepción que tenía la sociedad sobre los derechos de los varones a la custodia de los hijos.
En este caso la figura materna es quien aporta la cuota de inseguridad, y es quien abandona el hogar para tener tiempo para ella misma y conocerse realmente en su interior.
A partir de allí el padre se hará cargo de afrontar el hogar y al niño, experimentando pérdidas en otros aspectos de su vida y resignando objetivos personales.
Kramer vs. Kramer es la película que rompió el esquema fuertemente arraigado en la sociedad cuando se da un rompimiento matrimonial; que, por el solo hecho de ser mujer, automáticamente la custodia de los hijos deben pasar a la madre; y resaltó el importante papel del padre y su derecho a ser él quien permanezca en el hogar y al cuidado de la cotidianeidad del niño.
Probablemente el mayor acierto de la película es mostrar el lado emocional del hombre, que descubre en los cotidianos cuidados de Billy la paternidad que no consiste sólo en proveer de lo necesario, sino en compartir con él su vida, gozar de sus “pininos” en la bicicleta, sus éxitos escolares, sufrir la angustia y el dolor de una caída, y permitiendo la identificación del pequeño al compartir esa cotidianidad que los une para reorganizar su vida y juntos salir adelante.
La verdadera crisis surge cuando Joanna regresa por amor a su hijo, reclama sus derechos de madre y desea llevarlo a vivir con ella.
Entonces Ted se enfrenta a una lucha jurídica para retenerlo.
Una película que no es de buenos ni malos, sino de seres de carne y hueso que muestra el doloroso proceso del divorcio, la lucha por la custodia de los hijos, el impacto emocional que tienen sobre ellos, los problemas paternos y la dimensión humana de hombres y mujeres que tienen los mismos derechos, en el sentido total y equitativo de este concepto.
Un melodrama que sin duda no es como esos melodramas que no llegan a nada, o llegan a tener un nombre por tener a un actor conocido.
Kramer vs. Kramer es el drama romántico que abrió, digamos, las puertas a muchos otros dramas sobre la familia, situaciones románticas, comedias románticas, etc.
Kramer vs. Kramer fue contrincante de las favoritas; la gigante: All That Jazz, la única: Apocalypse Now y la fantástica: Norma Rae; ganando 5 Oscars en 1979 al mejor guión adaptado, mejor director (Robert Benton), mejor actor (Hoffman), mejor actriz de reparto (Streep) y mejor película.
Lastimosamente, deja por fuera de la obtención por rubro mayor a la grandiosa Ellen Ripley en la obra de Scott: Alien, The Rose, The China Syndrome, Star Trek: The Motion Picture, La Cage Aux Folles, …And Justice For All, Manhattan e inclusive a 10.
Kramer vs. Kramer aborda uno de los conflictos más frecuentes de nuestra sociedad, en la que el individualismo y la pseudo-liberación llevan a abandonar hasta a los hijos (el progenitor que "se cansa" y "se va"), y también pone en tela de juicio algo que la sociedad, erróneamente, asume: que el varón no tiene capacidad para asumir la custodia de su(s) hijo(s).
Esa postura, machista/feminista, tan difundida, es errónea.
Con ternura y dedicación, un hombre puede asumir el rol de padre/madre tan bien como una mujer.
En Kramer vs. Kramer vemos como Joanna “ofrece la oportunidad” a Ted de ser madre…
¿Feminismo?
¿Machismo vedado?
Actualmente en nuestra sociedad se vive en muchas familias pero podría decirse en papeles distintos, bien sea la madre cumpliendo en papel de madre, y padre a la vez, o viceversa, no importa las causas para que esto ocurra, pero los padres deben pensar mucho al hablar del tema, y más aún cuando existen entre ellos niños de edad infantil, para ellos es más difícil entender los problemas de los adultos.


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