Gladiator

“¿Has visto alguna vez una mano cortada, un pie, una cabeza despegada y caída a alguna distancia del resto del cuerpo?
Eso hace de sí mismo, en la medida de sus medios, el hombre que no acepta lo que ocurre, que se separa del todo o realiza alguna acción contraria al interés común.
Te has arrojado fuera de la unión natural pues formabas parte de ella desde el nacimiento y ahora, por ti mismo, te has separado.
Pero esto es lo admirable: te es posible reunirte al todo de nuevo.
El hombre es el único ser a quien Dios haya dado el privilegio de poder reingresar en el todo después de haberse separado y arrancado.”
(Pensamiento, VIII, 34)
Caesar Marcus Aurelius Antoninus Augustus (121-180)

Dejando atrás la edad de oro del cine, años 50 y 60, en el que los grandes hitos del género épico vieron la luz, nos adentramos en una era en la que poco importa el cómo se hagan las cosas mientras se hagan.
Da igual que se hagan deprisa y corriendo, da igual que encendamos la fotocopiadora para imprimir una absurda copia igual a la anterior, y a la anterior, y a la anterior a esa.
No me refiero a Gladiator, como película tiene una factura técnica maravillosa.
“My name is Maximus Decimus Meridius.
Commander of the Armies of the North.
General of the Felix Legions”.
Gladiator (pronúnciese en latín y no en inglés), es una película del año 2000, del género péplum (género fílmico que popularmente puede conceptualizarse como cine histórico de aventuras, ambientada en la Antigüedad, fundamentalmente en la era greco-romana.)
Dirigida por Ridley Scott para Universal Pictures / Dreamworks Pictures / Scott Free Productions.
Está protagonizada por: Russell Crowe (Maximus Decimus Meridius), Joaquin Phoenix (Marcus Aurelius Commodus Antoninus Augustus), Richard Harris (Caesar Marcus Aurelius Antoninus Augustus), Djimon Hounsou (Juba), Derek Jacobi (Gracchus), Oliver Reed (Antonius Proximo), Connie Nielsen (Annia Aurelia Galeria Lucilla), David Schofield (Falco), John Shrapnel (Gaius), Tomas Arana (Quintus), Ralph Moeller (Hagen), Spencer Treat Clark (Lucius Verus), David Hemmings (Cassius),Tommy Flanagan (Cicero) en los papeles principales.
Un guión realizado por David Franzoni, John Logan y William Nicholson basado en un argumento de David Franzoni.
La fotografía es a cargo de John Mathieson.
Música a cargo de Hans Zimmer & Lisa Gerrard.
“The Gladiator Who Defied An Empire.”
Russell Crowe es quien borda su papel en una asombrosa transformación física de gran atractivo, Joaquin Phoenix, inquietante como antagonista, magnífico Richard Harris hace de sus cinco minutos de aparición algo inolvidable, Connie Nielsen, Derek Jacobi y el mítico Oliver Reed (fallecido poco antes de finalizar el rodaje y a quien está dedicada la película), como dato curioso se digitalizó a Reed en los últimos minutos de metraje, ya que desafortunadamente falleció, y fue el ordenador quien le resucitó, un logró cinematográfico digno de avalar, en fin todos los actores cumplen muy bien con sus papeles.
El director Ridley Scott vuelve a traernos las gloriosas batallas en la arena de los circos de la antigua Roma en una apasionante historia de coraje y venganza, sobre un gladiador romano que se planta en el centro del gran Amphitheatrum Flavium o Colosseum, y alza su mirada hacia el Emperador, esperando su decisión.
El monarca, que tiene el poder de la vida o la muerte en su mano, extiende el pulgar con una expresión implacable.
Parece dispuesto a señalar al gladiador que mate a su derrotado rival.
Esta escena, captada en el cuadro "Pollice Verso" ("Pulgares Hacia Abajo") por el pintor del siglo XIX Jean-Leon Gerome, fue la que disparó la imaginación del director Ridley Scott y le impulsó a dirigir el drama épico Gladiator.
A Gladiator le cabe el honor de haber hecho resurgir un género del que se había firmado su acta de defunción a mediados de los años 60, tras el uso y abuso indiscriminado de sus códigos, por parte de casi todas las cinematografías del mundo, en especial, la italiana.
Russell Crowe representa al ficticio general romano y posteriormente gladiador Maximus Decimus Meridius "El Hispano" cabe destacar el trabajo de Crowe, tan ajustado que uno llega a pensar que habla en latín, y no en inglés.
Se podrán advertirle al filme numerosas virtudes y están muy bien ganadas, desde el aspecto estético discursivo de las formas en general.
Hablar de Gladiator es mencionar el mejor filme épico que existe al momento, por su estilo sobrio y por la seriedad con que fue hecho.
Una historia fuerte, con muchas variantes sentimentales que movilizan los sentimientos más nobles del ser humano frente a la maldad y la corrupción, frente a la ambición y deseo de poder, frente a las injusticias más crudas de una narración sencilla pero intensa.
Además, el rodaje se realizó en cuatro países (Italia, Inglaterra, Malta y Marruecos), participaron 45.000 extras y se contrataron a actores de muchísimos quilates.
Como Scott dijo en su momento:
"No todos los días se presenta la ocasión de reconstruir el Imperio Romano".
Los efectos especiales simplemente cumplen su función en algunas secuencias (se notan demasiado en la llegada de Commodus a Roma), pero en otros rayan la perfección (lo del coliseo es verdaderamente portentoso).
El mayor valor de Gladiator es que, entre tanto circo (literalmente), narra una historia que no sólo no desmerece, sino que supera a la técnica y engancha verdaderamente al espectador.
Los primeros cinco minutos determinan su espíritu; la recapitulación que el moribundo emperador realiza de toda su supuestamente gloriosa vida; cómo ha caminado por el camino equivocado, luchando por unos ideales materialistas y efímeros que no le han reportado satisfacciones morales, cómo ha creado un vasto imperio dominado por la corrupción y la superficialidad, y ha fracasado con un vástago cegado por la ambición.
La vejez le ha otorgado una visión mucho más nítida de los verdaderos valores de la vida y, cuando su físico ya es incapaz de enderezar Roma, deja su testigo a Maximus, su más fiel guerrero, con la esperanza de que consiga lo que él no ha hecho.
A partir de entonces, Maximus se convertirá en una víctima de las maquinaciones del perverso Commodus, heredero natural de los laureles del Caesar, y se verá obligado a sacrificar sus pretensiones anteriores de reposo y humildad.
Entonces asistiremos a un verdadero “tour de forcé” del personaje, que deberá empezar desde cero para, como gladiador, arrebatarle a Commodus el lugar que le corresponde.
Ahora bien, si Maximus es el que nos emociona, el personaje más jugoso y complejo psicológicamente es Commodus, que se desmarca del tópico del malo de la función.
Paradójicamente, es el más débil de toda la película: un hombre atormentado y acomplejado por su falta de carisma, víctima de un amor imposible y escandaloso, inclusive pederasta/incestuoso, ahogado y corroído por la envidia hacia Maximus, porque en realidad fue él el que le arrebató el papel de hijo del Caesar.
Hablar de Gladiator es encontrar el punto máximo de Crowe en sus dotes histriónicos, es encontrar un discurso profundo y hermoso.
Gladiator es un filme para todos los gustos.
Tiene sentimentalismo, acción, efectos visuales, profundidad discursiva, excelente ambientación y fotografía, una musicalización fuera de serie y por sobre todas las cosas unas excelentes actuaciones.
Gladiator es un buen ejemplo de cine entendido como espectáculo pero, además, contiene una serie de elementos que la elevan sobre los pobres ejemplos de los últimos años.
En primer lugar, pese a no ser una historia demasiado original, sí que hay algunos aspectos poco usuales en esta clase de películas: determinados asuntos quedan sin explicar, a merced del juicio y la imaginación del espectador; como es el caso de la relación entre Maximus y Lucilla, así como la inclinación del joven emperador hacia su hermana.
Por otro lado, el director prefiere retratar el momento, poner a los personajes en su sitio, hacerles vivir sólo el aquí y el ahora, y que sean sus acciones presentes las que presagien su futuro o arrojen luz sobre su pasado.
“The general who became a slave.
The slave who became a gladiator.
The gladiator who defied an emperor”
Ahora, resulta que históricamente se conoció de un Marco Valerio “Hispánico” quien fue un ex general romano; su historia se dio a conocer gracias a esta película, nacido en Mérida (Extremadura), se cuenta que vivió a finales del siglo II d. C. (Año 180) y fue muy conocido en su época, sobre todo cuando el espectáculo de los gladiadores iba a menos y el Imperio Romano era ya prácticamente cristiano.
Recibía el nombre de gladiador quien batallaba con otro, o con una bestia, en los juegos públicos de la Antigua Roma.
La teoría más aceptada sobre el origen de este vocablo es que deriva de la palabra Gladius, la espada que utilizaban.
Los gladiadores eran habitualmente esclavos, prisioneros de guerra o bien condenados por algún delito grave.
Practicando la lucha se les daba la oportunidad de conseguir su libertad, la fama y, en muchos casos, una considerable posición económica.
Tampoco faltaron personas que ingresaron en los Ludi (escuelas de entrenamiento y formación de gladiadores), con el único afán de divertirse y conseguir fama.
Dentro de las leyes romanas había una que castigaba al reo a la condena llamada Ad gladium, es decir a luchar a muerte con la espada en la arena del circo.
Todos los gladiadores eran entrenados en los Ludi, cuyos propietarios eran los Lanistae (Proximo).
Llegaron a existir hasta nueve tipos de gladiadores, que se distinguían por sus vestimentas y por las armas que portaban.
1. Los Andabatae se les conocían por su casco sin aberturas para los ojos.
2. Los Equites iban a caballo o en carroza (aurigas), por lo que solían luchar entre ellos.
3. Los Hoplomacus portaban tiras de cuero en muchas partes del cuerpo (tobillos, muñecas, rodillas) y una especia de “slip” para proteger de la visión sus partes más íntimas.
Luchaban con grandes escudos, casco con visera y cimeras.
4. Los Mirmos provenían la mayoría de la Galia (actual Francia) y se caracterizaban por llegar en su casco un dibujo de un pez (en latín- Myrmo).
Su indumentaria se basaba exclusivamente en un largo escudo rectangular y armas de procedencia gala.
5. Los Reciarius no llevaban protección ni en la cara ni en la cabeza, y tan solo portaban una túnica con un cinturón ancho de cuero, un tridente, un puñal y una red.
6. Los Retiraii- portaban red, un largo tridente y un puñal, y eran conocidos por no llevar casi nada encima.
Solían luchar contra los Secutors.
7. Los Secutors portaban espada, escudo, casco con visera y una espada.
Tenían fama de ser muy valientes y de ganar en muchos encuentros gracias a su agilidad de sus movimientos.
8. Los Samnita: eran conocidos por los grandes escudos ornamentados que llevaban en el pecho, sus cascos con crestas y aletas.
Utilizaban una espada corta y recta, además de un pequeño escudo.
9. Los Tracius debían su nombre a sus largas espadas.
Portaban tridente o espada corta, escudo cuadrado pero no casco.
Sus piernas estaban protegidas.
En la película, Crowe representó a todos los tipos, en ocasiones se le ve en combinación varias figuras de gladiadores en una sola vestimenta.
Si bien Gladiator es una película de acción, en varios pasajes muestra al personaje central sumido en la reflexión y la oración.
Al respecto son muy interesantes los diálogos que sostiene con su colega de raza negra sobre ésta y la otra vida.
La antigua religión de los antepasados, de la que poco se habla en los libros escolares al tratar sobre Grecia y Roma, ocupaba un lugar preponderante en la vida cotidiana de la gente.
Según esas creencias, la vida no terminaba con la muerte, y los vivos y los muertos de una misma familia se hallaban unidos, ligados o religados por lazos fuertes.
Así es cómo debemos entender que el gladiador tenga consigo, para los momentos de oración, estatuillas de su esposa y de su hijo fallecido.
Él cree que la muerte le permitirá volver a reunirse con ellos.
“Strength and Honor”
Resulta curioso, pero cuando escuché en CD esta banda sonora no me llamó demasiado la atención.
Sin embargo, una vez vista la película, tengo que decir que Hans Zimmer ha realizado un gran trabajo.
Se aleja bastante de esas composiciones suyas que no logra combinar acertadamente con las imágenes que surgen de la pantalla.
Al contrario, su música es aquí una auténtica banda sonora, una verdadera música de cine.
Temas como los que se escuchan durante la batalla (y sobre todo antes de que ésta se produzca), con la llegada del emperador a Roma y, sobre todo, el fragmento melódico que oímos cuando el protagonista reza antes de partir a su hogar, demuestran la gran capacidad creativa del compositor alemán.
No obstante, presenta otros momentos sublimes a la vez que breves; tal sucede cuando Maximus avanza hacia su casa intentando evitar la tragedia.
La música de Zimmer se adapta magistralmente al cabalgar del caballo, una auténtica maravilla.
Ahora bien, la parte correspondiente a Lisa Gerrard no es que me diga mucho; correcta, pero un recurso facilón y muy típico.
“I think he knows what Rome is.
Rome is the mob”
Gladiator compitió por el Oscar a la mejor película contra: Chocolat, Erin Brockovich, Traffic, y la ENORME y SOBERBIA, 臥虎藏龍 (Crouching Tiger, Hidden Dragon).
Gladiator ganó 5 premios de la Academia incluyendo mejor película, mejor actor principal (Crowe), efectos visuales, diseño de vestuario y sonido; siendo nominada para otras 7, incluyendo Mejor Actor de Reparto (Joaquín Phoenix), Mejor Director (Ridley Scott), guion original, fotografía, banda sonora, montaje y dirección artística.
Hubo una controversia por su nominación para Mejor Banda Sonora, pues el premio fue propuesto únicamente para Hans Zimmer, y no para Lisa Gerrard.
También hubo cierta polémica cuando Joaquín Phoenix (Commodus, nominado a Mejor Actor de Reparto) no recibió la estatuilla por su interpretación, el ganador esa noche fue Benicio del Toro por Traffic.
Sólo en dos ocasiones una película ambientada en la Antigua Roma se ha alzado con el Oscar a la mejor película, pese a la popularidad y gran producción de películas que Hollywood ha realizado sobre esa época.
Hay que remontarse 41 años para que Ben-Hur lograra ser la primera de las dos películas que lo obtuviera.
La Academia deja por fuera los siguientes films para el Oscar a la mejor película, brillantes: Billy Elliot y Requiem For A Dream.
“Are you not entertained?”
Lo anteriormente expuesto nos trae a colación la siguiente pregunta, debido a que el film de Scott trajo muchos detractores.
¿Qué hay con la veracidad histórica?
Alejandro Dumas, aparte de ser un reconocido escritor, era además un intelectual con comprometidas ideas políticas.
En uno de los foros donde participaba, uno de sus adversarios, contrario a dichas ideas (un tanto liberales), le increpó diciendo que violaba la historia por medio de sus novelas, a lo que Dumas contestó:
“Sí, efectivamente violo la historia…pero le hago bellas criaturas”.
Otro regalo para los "nuevos intelectuales".
Según Enrique Melchor Gil, profesor titular de la Universidad de Córdoba en una clase de historia antigua comentó:
“La batalla que abre la película es, sin ningún género de dudas, la mejor reproducción del sistema militar romano que se ha hecho en la historia del cine...”.
Si es que para hablar hay que saber...
Porque, el cine al final, es para entretenerse y con pocas películas lo podríamos hacer mejor que con esta, que es excepcional…
En definitiva, y a pesar de los puristas de la historia, esta es imprescindible.
Aunque el propio director reconoció que no pretendía hacer una película histórica o, mejor dicho, fiel reflejo de una realidad histórica, no obstante, en la misma se pueden comprobar una serie de despropósitos de menor y mayor gravedad, propiamente fallos de caracterización y ambientación histórica, que aparecen en el film y pifias, como fallos de edición, tales como: cascos de gladiadores que se abren y aparecen cerrados en la escena siguiente; espadas que cambian de mano; mancha de sangre que desaparece; maniquíes que se caen de los caballos; soldados que se ríen en medio de la batalla, estelas de avión en el cielo, huellas de tractor en los campos, una bomba de gas en uno de los carros del Coliseo, cámaras y técnicos en jeans en mitad de una escena de guerra, las banderas del Coliseo, agitadas por el viento, ondean todas hacia un único punto, que es el centro del Coliseo, y no en una única y misma dirección, etc.
Primero que todo, esto es una película híbrida entre ficción e historia.
Lucilla la hermana de Commodus fue destinada a morir en Capri durante el reinado de su hermano y no le sobrevivió, por lo demás Commodus fue uno de los emperadores mas excéntricos de Roma, y si al hombre le daba por hacer de gladiador y era un obsesivo de su presencia física, murió en una conspiración que supuso el final de la dinastía de los Antoninos dinastía en la que, a diferencia de la Julia-Claudia por ejemplo, no era costumbre que el hijo sucediera al padre sino el emperador nombraba al más capaz de ahí que muchos historiadores no entendieran como un tan buen emperador como Marcus Aurelius nombrara tras de sí, a su desequilibrado hijo, por ello hay bastantes especulaciones con el tema.
Ya en "la caída del imperio romano" se especulaba con el tema, pero aunque el reinado de Commodus no es tan, tan documentado como el de Calígula y Nerón, sí sabemos que de hecho fue durante los últimos años de la vida de su padre, que tenía una salud muy mala, cogobernante con él, así que de conspiraciones nada.
No obstante no pongo grito en el cielo ante estas invenciones porque, como he dicho, el reinado de Commodus no está muy bien documentado y ha dado lugar a muchas teorías y bueno ni hablar de una época tan documentada como es la de Julio Cesar y los triunviros, donde las invenciones llegan a lo grotesco.
Commodus si era un gladiador y sí bajaba a la arena, y además se jactaba de ello, de hecho estaba más preocupado en peleas y en su físico, así que no os asustéis con el verdadero Commodus pero diferente al de Gladiator, eso sí, habían en Roma emperadores-gladiadores.
Como fallos históricos, los que más nos interesan, se citan:
La utilización de sillas de montar y estribos por parte de los soldados romanos de caballería e incluso el propio protagonista.
Lanzamiento de octavillas impresas (o a modo de las impresas que hoy en día se utilizan), siendo que la imprenta se inventó en el siglo XV d. C., evidentemente;
Elementos arquitectónicos que anuncian el Renacimiento, como la villa renacentista en la que vive la familia de Maximus y algún que otro campanario y cúpula que se ven en el horizonte de Roma.
Los tratantes de esclavos hablan en plena Península Ibérica ni más ni menos que italiano, que no latín, e incluso después se escucha algo parecido al árabe, cuando están en Zucchabar.
Las flores que deposita el gladiador sobre la tumba de su familia, son flores de buganvilla, no llegaron a Europa hasta siglos después (este fallo es de nota y para expertos botánicos).
El gladiador viste no unas sandalias ni unas “botas” al uso tradicional romano, sino una especie de botas-zapatillas con suela de goma, al más puro estilo de la moda de hoy; basta con echar un vistazo al catálogo de Camper para buscar un modelo parecido.
Los senadores reciben a Commodus como emperador victorioso en el Foro, al pie de una Curia, que está orientada frente por frente al Coliseo, en una enorme plaza abierta; sin embargo, sabemos que la entrada a la Curia no está orientada al Coliseo, sino que, en todo caso, lo está uno de sus laterales, concretamente el derecho; al mismo tiempo, la gran plaza, el Foro, no estaba despejado ni podía dar cabida a tanta gente como aparecía en la película, sino que está jalonada de arcos, templos, fuentes, etc.
Los asientos del Coliseo son todos de piedra o mármol, si bien la mayoría de las gradas superiores poseían asientos de madera.
La decoración del palacio imperial nos parece más barroca que clásica, con tanto cortinaje, grandes mesas y grandes sillas.
La batalla inicial de Vindobona parece tener un error estratégico, ya que no es normal que la caballería ataque en un bosque, donde la capacidad de maniobra es mucho menor que en campo abierto.
Aparece una imagen de una vía y su entrada a Roma que en realidad es un camino de tierra, más parecido a una pista forestal o para hacer rallies que a una calzada romana, sin empedrado; es sabido que los accesos a Roma por las puertas eran calzadas.
El propio nombre del gladiador, que por nacimiento parece un ciudadano romano y para alcanzar el puesto que había alcanzado así lo debía ser, muestra un gran despropósito:
Si un ciudadano romano tenía una tria nomina a la usanza, no parece lógico que Maximus tenga tres cognomina (apelativos honoríficos conferidos a un comandante):
Maximus Decimus Meridius.
Decimus es claramente un cognomen con carácter numérico al estilo de Secundus, Septimus, Sextus, Octavius, etc.
Maximus parece otro cognomina de los que indican características físicas al estilo de Flaccus, Rufus, Crispus, etc.
Meridius parece significar “que nació por la tarde” o “que nació en el sur”, por lo que también sería una característica aplicable a los cognomina.
Otro error de importancia es la duración del reinado de Commodus, ya que la película parece dar a entender que sólo dura unos meses, mientras que en realidad superó los diez años; etc.
A pesar de, la película es magnífica como relate anteriormente, y años después, se presenta al público una nueva edición con 17 minutos de escenas adicionales.
Sin embargo, tal como lo dice el mismo Ridley Scott en el DVD, este corte no representa un corte del director sino una simple versión extendida del corte mostrado en el cine que para el director significa su versión final.
Las escenas incluidas definitivamente mejoran el contenido de la película, específicamente en el aspecto de argumentos complementarios a la idea principal.
En este corte se benefician los personajes de Commodus, (Joaquín Phoenix), Lucilla (Connie Nielsen) y Proximo (Oliver Reed).
Se logra conocer un poco más de ellos y de sus distintas posiciones a lo largo de la trama.
Además de dicha versión extendida también se puede observar el corte tradicional.
En términos generales Gladiator: Extended Edition es buen set de discos el cual termina de sumergir al espectador en el épico mundo romano.
Definitiva y personalmente la considero recomendable y de compra obligatoria para cualquier seguidor del género de espadas y sandalias.

“Brothers, what we do in life, echoes in eternity”


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