You Can’t Take It With You

Una apuesta por la humanización de las relaciones humanas.

“El abuelo siente fobia por aquella gente que comercializa con el miedo, que te asusta para venderte algo que en realidad no necesitas”

Frank Capra utiliza la comedia disparatada para realizar un alegato a favor del humanismo desprendido que no se esclaviza con el afán materialista.
La felicidad según Frank Capra pasa por:
a) Hacer lo que te gusta.
b) Tener muchos amigos y
c) Despreocuparse de todo lo demás, pero Capra le añade un detalle insuperable:
Estos personajes tienen una voluntad férrea de seguir adelante con su estilo de vida, son conscientes de la dificultad de dar el paso que te lleve al cambio de vida y no están dispuestos a volver a pasar por ello.
Sabemos que los films de Frank Capra siempre encierran un mensaje:
“Quien es fiel a los valores humanos para siempre encontrará la felicidad, pero quien antepone sus intereses acabará teniendo que cambiar su paradigma si no quiere ser desgraciado a partir de cierto momento en su vida.”
Los detalles de la dirección de Frank Capra se respiran en cada minuto de la cinta, nunca un reparto coral fue tan infalible, cada uno de los personajes resultan hallazgos increíbles, el ritmo es absolutamente irresistible, y todo en la cinta es sencillamente perfecto.
Es como una fabula y como tal, así debe verse para poder disfrutarla en su totalidad.
You Can’t Take It With You es un filme sensibilizador con su discurso de fondo a favor del idealismo y en contra del capitalismo, que se alimenta del histrionismo de un elenco que pone mucho esfuerzo para lograr la chispa necesaria y alegrar la pantalla con aportaciones hilarantes, que en determinados momentos alcanza cotas de humor desternillante, gracias al toque absurdo que busca moralejas todo el tiempo, que despliega una bella y noble historia de amor a pesar de las barreras sociales y económicas, que nos demuestra cuánto más importante es la cosecha espiritual basada en las amistades antes que la obsecuencia interesada de aquellos que olfatean el dinero.
You Can’t Take It With You es una fuerte crítica hacia el descontrolado afán de progreso desde el estatus social y hacia la falta de obras desinteresadas que busquen cosechar bienes preciados desde el aspecto interno.
You Can’t Take It With You es una comedia escrita por George S. Kaufman y Moss Hart, y que fue la gran ganadora en 1938 de 7 nominaciones al Oscar para Columbia Pictures, ganadora de 2 como Mejor película de 1938 y Mejor Director para Frank Capra.
You Can’t Take It With You es merecedora además de un lugar destacado en la filmografía de Frank Capra, no obstante le supuso su tercer y último Oscar como director en 5 años.
Con la carga musical de Dimitri Tiomkin fue una fuerte competidora de The Adventures Of Robin Hood, Jezebel, Pygmalion y una vez más la Academia deja por fuera en la nominación como mejor película a una obra clásica de Hitchcock como lo es The Lady Vanishes.
You Can’t Take It With You fue protagonizada por James Stewart, Jean Arthur, Lionel Barrymore, Edward Arnold, Spring Byington y Ann Miller, entre un gran reparto.
Mención especial para James Stewart, en el que quizás sea su primer papel más importante y el inicio de una de las filmografías más variadas y sólidas de toda la historia del cine, además de su primera participación con Capra, quizás junto a Hitchcock, el director que mejor le ha sabido exprimir.
Un guión cargado de humanidad que se sumaba a la corriente de cine crítico que surgía del Hollywood de finales de los años 30, y que por desgracia se truncó con la llegada de la guerra mundial y la posterior era del macartismo.
Frank Capra nos ofreció en 1938 un film que, se podría decir, anticipa el movimiento hippie, creando una familia tan atípica que bien pudiera ser un grupo de okupas llevando una vida de lucha anti sistema.
El duelo Vanderhof-Kirby es uno de los tantos enfrentamientos entre valores humanos y materiales con que Frank Capra nos obsequió en muchos films, a veces incluso con estos mismos actores, pero en este caso la cinta es especial porque para cuando llega el momento en que Kirby ve en el consejo de Vanderhof el único camino hacia una mínima felicidad y somos conscientes de que éste ha aprendido la lección, el camino hacia su redención es simplemente la despreocupación y el libre pensamiento que predican los Sycamore.
You Can’t Take It With You es una joya de película, es un dulce para el espíritu, una caricia en el corazón, un rayo de luz para la razón.
You Can’t Take It With You es un rayo de luz para la razón porque en este mundo en el que vivimos, en el que la felicidad depende de un acumular bienes que no nos satisfacen, que nunca nos saciarán; aquí, You Can’t Take It With You nos sugiere dejar de perseguir espejismos; nos disuade de creer cada día que si corremos un poco más un día alcanzaremos nuestra sombra; o de intentar en vano, una y otra vez llenar un saco sin fondo.
You Can’t Take It With You es una caricia para el corazón porque nos anima a buscar la anhelada felicidad en las cosas próximas como en un trabajo que nos satisfaga, -aunque no podamos abultar una cuenta bancaria para comprar cosas banales, que una vez adquiridas dejan de tener el valor que le atribuimos-, nos sugiere cuidar unas relaciones personales más afectivas y auténticas, como es la familia, los amigos y los vecinos.
No necesitamos de los compromisos, la apariencia o el halago, solo hemos de atrevernos a vivir como queramos, de forma más auténtica, según nuestro profundo sentir.
You Can’t Take It With You es un dulce para el espíritu, porque nos hace pasar una agradable velada al reconciliarnos con nosotros mismos.
Definitivamente quiero vivir en ese hogar.
Quiero bajar al sótano a inventar juguetes con Poppins y a fabricar fuegos artificiales con Paul.
Quiero escribir novelas que nadie leerá nunca solo porque alguien me regaló una máquina de escribir usada.
Quiero que Essie baile ballet a mi alrededor en cualquier momento y que Kolenkhov me enseñe llaves de lucha libre, que Ed toque su marimba y Mr. Vanderhof su harmónica, y que cualquier persona que entre en la casa se quede a comer o a vivir.
Nunca será posible todo ello, pero afortunadamente puedo acudir a ese lugar imaginario cada vez que mi espíritu lo necesite, lo que cada vez ocurre con mayor frecuencia, todo sea dicho.
¿Que hay una crisis económica?
Creo que antes de eso ya había una crisis de identidad humana, donde nadie da un paso antes que otro por temor al qué dirán, a equivocarse o a que se burlen, y hace falta mucho valor para hacer verdaderamente lo que uno quiere y vivir su vida como desea.
Y cuando veo You Can’t Take It With You y respiras la vivacidad y amor con que está hecha y que la hace inmortal, sabes también que Frank Capra vivió su vida como deseó.
Y por eso le admiro.
You Can’t Take It With You es pues, una auténtica joya que nos hace "Vivir como queramos".

“Con malicia hacia nadie.
Con caridad hacia todos”
Abraham Lincoln


Comentarios

Entradas populares