The Sting

“...all it takes is a little Confidence”

The Sting es una película que constituye una atractiva aventura sobre el mundo de los timadores, ladrones de ladrones, que se desenvuelven en el submundo de gánsteres, juegos clandestinos, carreras de caballos y todos los vicios económicos de una sociedad en plena depresión.
Un film que si bien no presenta personajes ambiguos o extremadamente complejos, uno sabe que esperar de cada personaje salvo algunas excepciones, tiene una serie de vueltas de tuerca interesantísimas e inesperadas que logran imprimirle algo de suspenso y complejidad a la historia.
“Luther said I could learn from you.
I already know how to drink”
The Sting es una película dirigida por George Roy Hill en 1973, para Universal Pictures.
Es la segunda colaboración de Hill con Paul Newman y Robert Redford el cual los había reunido una vez en Butch Cassidy And The Sundance Kid.
The Sting también está protagonizada por Robert Shaw, Charles Durning, Ray Walston, Eileen Brennan, Harold Gould, Dana Elcar, John Heffernan, entre otros grandes del reparto.
Cuenta con un magnífico, sólido y redondo guión de David S. Ward, muy bueno.
Un guión muy original, el cual mantiene al espectador atento a las situaciones que se desarrollan, tales como engaños, estafas, hurtos, planes, versos, persecuciones y tiroteos, etc.
Como verán, el filme es entretenido desde la trama, no le falta ni le sobra nada.
Tiene un relato interesante, con bastantes detalles en lo referente al tema principal de la película.
El estilo de vida light donde se vive a costillas del otro.
Todo esto con un dejo de humor inteligente y sagaz que brinda una magnífica combinación para que el interés por The Sting no decaiga.
Debemos estar preparados para sorpresas de gran tenor, a giros en la narración muy perspicaces que nos dejan con una sensación de picardía.
Me atrevo a decir, que hay que dejarse envolver por The Sting, a modo de “fábula cómica”, para poder gozarla y entenderla, que es lo fascinante del guión.
Por ejemplo, la originalidad en la presentación de los diferentes actos.
Es decir, la presentación de los personajes, es un detallazo por parte del director.
The Sting está narrada a través de episodios, los cuales corresponden a cada uno de los pasos que debe seguir Hooker y compañía para llevar a cabo su plan, su golpe.
Con cada nuevo logro del grupo de timadores, se presenta alguna dificultad que deberán superar.
Lo interesante es que cada uno de los segmentos del film esconde alguna sorpresa, lo que permite que la historia en ningún momento se torne predecible.
En ese sentido, el director es lo suficientemente inteligente como para esconderle cierta información al espectador con el objetivo de tomarlo por sorpresa en algunos momentos del film.
Las actuaciones son correctas, bien interpretadas.
Con un Paul Newman como timador de guante blanco al que es casi imposible descubrir debido a su eficacia en lo suyo.
Un papel que no demanda muchos registros dramáticos, no obstante el actor desempeña un papel interesante y convincente al 100 %.
Probablemente lo que más le entusiasmaba a Newman con respecto al film, era el reto que representaba trabajar en una comedía.
Durante años, muchos de sus conocidos le habían aconsejado no involucrarse en el género debido a que no daría el ancho.
Esta era su oportunidad de probar que estaban equivocados.
Robert Redford, como un principiante en el oficio.
Este personaje tiene mayor desarrollo que el anterior, lo vemos durante casi toda la narración del filme.
Su carisma le proporciona a la cinta el toque de simpatía, de humor y picardía que necesita para ser efectiva en lo que plantea.
Newman y Redford demuestran con creces porque son considerados como una de las más grandes duplas cinematográficas de todos los tiempos.
La química entre ambos actores es innegable, motivo por el cual su sociedad resulta ser tan exitosa.
También en los roles secundarios tenemos buenas interpretaciones, tales como la de Robert Shaw, Dana Elcar y Ray Walston.
Juntos construyen unas sólidas actuaciones que están a la altura de lo que el filme exige desde el concepto que quiere transmitir.
Robert Shaw por su parte, es un villano memorable.
Como dato curioso, la cojera del personaje de Shaw nació a partir de un accidente que sufrió el actor, en el cual se lastimó el tobillo.
Como dicho accidente amenazaba su participación en la cinta, decidió incorporar la cojera a su personaje.
Pese a que hay algunos personajes de reparto con menos apariciones, no presentan grandes conflictos, de todas maneras resultan ser lo suficientemente interesantes como para causar una impresión en el espectador.
En gran medida esto se debe a la estupenda actuación de la totalidad del elenco, en especial de los protagonistas.
La ambientación es correcta, con escenarios que brindan eficacia a lo que se está contando: trenes, barrios pobres, y bares de poca monta.
En estos espacios se desarrolla la narración, con un clima atractivo y lleno de situaciones que nos mueven al humor y al reconocimiento del procedimiento de tal o cual estafa.
El vestuario es formidable, último trabajo premiado por la Academia para, la gloria del vestido, la diosa Edith Head, ello acoplado a la presencia de los actores protagónicos dan al filme un estilo persuasivo que es casi imposible no caer fascinado por lo que nos proponen estéticamente.
Uno de los aspectos más destacados y reconocido es la banda sonora del filme que posee melodías alegres que revelan la picardía de la esencia del filme, con un tema central muy conocido y pegadizo.
George Roy Hill seleccionó un estilo musical que resultó ser controversial por el hecho de que había estado de moda a principios del 1900, y no en la década del treinta; el ragtime fue una de las primeras formas musicales verdaderamente estadounidenses y fue una de las influencias en el desarrollo del jazz.
Hill había escuchado unas composiciones del músico Scott Joplin, tras lo cual le pidió al compositor Marvin Hamlisch que las adaptara para el film.
El tiempo le daría la razón a Hill, ya que la banda sonora de The Sting es todo un clásico.
La música sincopada del piano típico de inicios del siglo veinte, y el recurso de las cortinillas utilizado de forma magistral por Roy Hill, consigue adentrar al espectador en una época tan dura como romántica.
Era de esperar la noche del Oscar.
The Sting ganó 7 Oscar de 10 nominaciones, entre ellos ganó como Mejor Película de 1973 para Julia Phillips, quien se convirtió en la primera mujer productora en ganarlo, Director (George Roy Hill), Guión Original (ESPECTACULAR!), Dirección Artística, Vestuario, Adaptación Musical y Montaje; y obtuvo otras tres nominaciones como mejor actor (Robert Redford), cinematografía y sonido.
Ese año The Sting compitió contra la favorita: The Exorcist.
Por su parte, la Academia deja por fuera en esa categoría a: The Way We Were, Último Tango A Parigi, Serpico y Paper Moon.
The Sting te hace ver como el trabajo en equipo y además bien hecho, te puede llevar al éxito más absoluto.
Hay un poco de crítica social también ahí.
La camaradería y la lealtad entre personas, hacen triunfar sobre el mal, aún siendo formado por personas poderosas y de mucha influencia social.

“Glad to meet you, kid - you're a real horse's ass”


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