Gentleman's Agreement

Una película que a través del antisemitismo nos habla de los prejuicios.
Prejuicios que todos tenemos y que hasta que no nos enfrentan a ellos, no somos capaces de reconocer.
Quienes hicieron Gentleman's Agreement, desde mi punto de vista realizada impecablemente, estaban preparados para abordar el tema del antisemitismo, aunque posiblemente no hubieran podido hacer los mismo ante otros muchos prejuicios de la sociedad de entonces.
Si Gentleman's Agreement tuviera en la actualidad un sacrílego remake, tan común en este tiempo sin ideas, sería otro el prejuicio mostrado, tal vez la homofobia, xenofobia, etc. para hacerla más actual y creíble, aunque ya se había tocado el tema en films como Till The End Of Time de 1946 y Crossfire de 1947, dirigidas ambas por Edward Dmytryk.
Gentleman's Agreement es una única e interesante apelación a lo discursivo, que se centra en una llamada de atención no solo a una tolerancia pasiva del individuo contra cualquier vulneración del respeto debido a todo ser humano, sino que precisamente apuesta por una inclinación más activa del ciudadano en su constante lucha por la igualdad de las personas, sea cual sea su raza y condición.
Gentleman's Agreement atacaba no sólo a la gente que despreciaba abiertamente a los judíos sino a esa mayoría silenciosa que desaprueba el antisemitismo pero que luego no pone en práctica sus creencias.
Cabe reconocer la enorme valentía de todos los que se involucraron en este proyecto sabiendo que no era un tema especialmente agradable a tratar, aún cuando la opinión popular hacia el pueblo judío empezaba a cambiar tras descubrirse la masacre que perpetraron los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Gentleman's Agreement es una película de 1947 dirigida por Elia Kazan para 20th Century Fox; y Darryl F. Zanuck como Productor.
Está protagonizada por Gregory Peck (Philip Achuyler Green aka Greenberg), Dorothy McGuire Kathy Lacy), John Garfield (Dave Goldman), Celeste Holm (Anne Dettrey), Anne Revere Mrs. Green) y un jovencísimo Dean Stockwell como Tommy el niño.
El guión está a cargo de Moss Hart, y la música orquestada por Alfred Newman.
Gentleman's Agreement narra la vida de un periodista (protagonizado por Gregory Peck) que intenta encontrar focos de antisemitismo en Nueva York.
La película fue controvertida en su momento.
Gentleman's Agreement plantea la difícil decisión de un periodista de integrarse en el colectivo judío y convivir con sus miembros, para conocer los motivos de la oleada antisemita existente después de la II Guerra Mundial.
Fue en su día una película valiente y audaz pues hasta ese momento nadie había llevado al cine un tema tan espinoso.
Es una película en la que la violencia no se basaba en los golpes al cuerpo, sino al alma, con insultos diarios y repulsas de todo tipo.
También Gentleman's Agreement muestra la nula reacción hacia ese injustificado racismo por parte de los que no están de acuerdo y no se mojan para evitarlo.
Eso no le impidió a Gentleman's Agreement ganar el Óscar a la mejor película, director y actriz secundaria (Celeste Holm).
De un total de 8 nominaciones fueron postulados mejor actor, actriz, actriz de reparto, guión y edición.
En Gentleman's Agreement, la barrera invisible es válida como testimonio de la sociedad del Estados Unidos de posguerra, siempre dispuesta a cuestionar la doble moral e intolerancia de los demás pero reticente a admitir la propia: un presagio de la célebre Caza de Brujas en la que posteriormente se vería tristemente implicado el propio Kazan y algunos de los actores de esta película como John Garfield.
Gentleman's Agreement cobra cierto interés al final, cuando empieza a tratar la ambigüedad de posicionamiento del personaje de Kathy, con el que muchos se sentirán dolorosamente identificados y es el tipo de personas a los que se quería atacar.
A aquellos que dicen ser respetuosos con los judíos pero luego consienten que exista esa discriminación.
Kathy es la clásica persona progresista que adora la idea de que su prometido lleve a cabo una empresa tan valiente, pero que aún así no quiere pagar con las consecuencias que eso acarrea.
Por ejemplo intenta que en su fiesta de presentación a sus amigos se sepa que no es judío realmente para evitar problemas.
No es antisemita por eso, simplemente una persona que no quiere implicarse tanto en el problema hasta el punto de que le afecte en su vida privada.
En cierto momento Kathy dice una frase muy sincera y reveladora en mitad de una discusión que refleja una mentalidad que está más generalizada de lo que se quisiera reconocer.
Ella le espeta a Philip que está harta de sentirse culpable y que no puede evitar estar contenta de ser cristiana y no judía, del mismo modo que uno está contento de ser guapo y no feo, simplemente porque es la opción que ofrece menos problemas.
Este tipo de diálogos sí que parecen bastante modernos para la época y totalmente vigentes hoy en día.
Esa actitud antisemita también se nos muestra que está interiorizada inconscientemente tanto en los no judíos como en los propios judíos (la secretaria de Philip tiene objeciones a que se contrate a cierto tipo de judías como secretarias porque darían una mala imagen sobre las mujeres judías).
En el inevitable momento en que Tommy, el hijo de Philip, es insultado por unos amigos, sale a la luz este aspecto cuando el niño dice que le han llamado “sucio judío” y Kathy no puede evitar responderle:
“No llores, tú no eres judío”.
Inconscientemente Kathy ha consolado al niño no recriminando la actitud de sus agresores sino diciendo que él no es judío, como si eso fuera algo malo.
Este tipo de detalles son lo que más interesa en Gentleman's Agreement o como cuando en un restaurante un borracho insulta a Dave por ser judío o cuando Philip va a un hotel discriminatorio y es expulsado "amablemente".

“Un pacto de caballeros para no hablar de ello”


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