The Silence Of The Lambs

“To enter the mind of a killer she must challenge the mind of a madman”

“First principles, Clarice.
Simplicity.
Read Marcus Aurelius.
Of each particular thing ask:
What is it in itself?
What is its nature?
What does he do, this man you seek?”

The Silence Of The Lambs marcó una forma de hacer cine sobre asesinos psicópatas, hay que reconocer que a principios de los noventa, este filme causó gran impacto.
Revolucionó con su tenor atroz, truculento, denso y sórdido de narrar una historia sobre un personaje funesto como es el Dr. Hannibal Lecter.
En él reposa gran parte del mérito del filme, la caracterización de ese personaje deslumbra y aporta la cuota novedosa dentro de lo que generalmente se venía viendo hasta esa época.
“I'm having an old friend for dinner.”
The Silence Of The Lambs es una película estadounidense de 1991, dirigida por Jonathan Demme para Orion Pictures.
Basada en la novela homónima de Thomas Harris, escrita en 1988.
Con Jodie Foster (Clarice Starling), ENORME Anthony Hopkins (Dr. Hannibal Lecter), Scott Glenn (Jack Crawford), Ted Levine (Jame Gumb), Anthony Heald (Dr. Frederick Chilton), Brooke Smith (Catherine Martin), Diane Baker (Ruth Martin), Kasi Lemmons (Ardelia Mapp), Charles Napier (Teniente Boyle), Tracey Walter (Lamar), Roger Corman (Director del FBI Hayden Burke), Ron Vawter (Paul Krendler), Danny Darst (Sargento Tate), Frankie Faison (Barney), Paul Lazar (Roden), Chris Isaak (Jefe de los comandos especiales), Lawrence A. Bohney (Instructor del FBI) y Lawrence T. Wrentz (Agente Burroughs)
The Silence Of The Lambs cuenta con un estupendo guión “terrorífico” de Ted Tally.
Una magnífica fotografía de Tak Fujimoto; una inquietante música de Howard Shore, atmósfera lúgubre, reparto de lujo e interpretaciones insuperables, todos con matrícula de honor.
También actúan, no en calidad de actores, sino como extras: Kenneth Utt, productor del film, actuó como el Dr.Akin, el director de cine Roger Corman interpretó al director del FBI, Hayden Burke y Jonathan Demme aparece en un cameo al final de la película llevando una gorra azul.
Como curiosidad, Anthony Hopkins comentó que, si nunca parpadeaba, era por un recurso deliberado para hacer al personaje más inquietante, como los animales que nunca dejan de mirar a su presa.
Maravillosamente Hopkins sale no más de 16 minutos en pantalla, 16 minutos que hacen que el pelo de la nuca se te erice, que tienes la sensación de poder tocar el personaje con el dedo.
En el papel del diabólico Hannibal Lecter (Sir Anthony Hopkins) realizando el psicoanálisis de Clarice Starling (Jodie Foster) y ejerciendo esa morbosa mezcla de repulsión y fascinación, ha pasado ya a la historia del cine como una de las secuencias más perversas y retorcidas del género.
Cabe destacar que también Brooke Smith (en la película, Catherine Martin) engordó 12 kilos para interpretar a su personaje.
Todo está bien cuidado, desde la cinta hasta el poster promocional que nos presenta la calavera que aparece sobre el cuerpo de la polilla, la imagen está basada en una fotografía artística de Philippe Halsman llamada "In Voluptas Mors", la cual contó con la colaboración de Salvador Dalí.
“Good evening, Clarice”
Jonathan Demme canaliza las sensaciones con el conocimiento de que la trama, para ser entendida y procesada, necesita de “respiros”; es decir, se eleva en los momentos importantes, y disminuye la carga temática en los tiempos adecuados.
El trabajo realizado demuestra que la acción, la rapidez, también pueden llevar consigo diálogos de profundidad, lentitud en la realización de un crimen, típicas persecuciones policíacas.
Con ello, Clarice, el hilo conductor de la historia, muestra, de la mano del realizador, el entorno afectivo de Lecter una relación basada en el "quid pro quo".
La oportunidad de escapar que ésta le ofrece es una ventana al intimismo que había dejado de lado, el encuentro con la retribución que permite incumplir con los acuerdos de quedarse encerrado, al tiempo que entrega ayuda a las autoridades, a la chica en cuestión.
Es por eso que ambos reconocen, en la llamada telefónica final, lo que les aguarda si el pacto rompe lo fundamental de la historia: el silencio.
The Silence Of The Lambs constituye para la agente del FBI protagonista, y también para el espectador, un descenso a los infiernos en toda la regla, como queda demostrado en la excelente secuencia en la que Clarice Starling (Jodie Foster) viaja a los sótanos de la prisión para conocer a Hannibal Lecter (Anthony Hopkins).
Un psicópata sin escrúpulos pero educado, brutal pero culto, caníbal pero inteligente y descaradamente homosexual.
La puesta en escena a través de la cual emerge, en medio de los condenados, la figura diabólica de Lecter, auténtico rey de esas tinieblas, sitúa ya a la película en el género del terror por mucho que la narración se mantenga siempre en los límites de lo verosímil.
Además de una representación del infierno, el sórdido sótano de la cárcel funciona también, en un simbolismo muy habitual en el cine y otras formas de narrativa, como metáfora de las pesadillas ocultas en la mente de Clarice.
De hecho la principal baza con la que juega The Silence Of The Lambs es el perverso psicoanálisis que Lecter le realiza a la agente filmado a través de primerísimos planos, muestra de la brillantez del director y de los dos actores, que se han convertido ya en escenas antológicas del género.
En sus visitas a Lecter, Clarice tiene que hacer frente a sus pesadillas internas, que intenta exorcizar capturando a un asesino psicópata, aunque para ello está cayendo en las redes de otro psicópata con el que, tanto ella como el espectador, no pueden evitar sentirse identificados y fascinados.
De esta forma cuando llega la catarsis final y el enfrentamiento con el otro psicópata, Buffalo Bill, eso apenas sirve de liberación para Clarice, ya que la fusión a la que ha llegado con Lecter, que al final de la película la hace cómplice de su siguiente crimen, se convierte en su nueva fuente de fantasmas, de la que probablemente nunca se podrá librar.
El acierto de este thriller fue retratar a un villano de una forma cruda, dándole más protagonismo y atrapando al espectador con su fascinante personalidad, la expresión más lograda del mal que se haya visto en mucho tiempo; gracias a una acertada realización y al trabajo soberbio de Hopkins que hace de Lecter.
Un personaje confinado en una celda de máxima seguridad pero que se las ingenia para generar verdaderas pesadillas sin apenas pestañear o moverse.
Capaz de introducirse en el alma de Clarice, (la agente del FBI), y removerle su conciencia.
Con todo impulso, acomete este duelo de inteligencia con Clarice.
En este intercambio es en donde radica lo más interesante de la cinta, toda una discusión por indagar la fuente misma de esta retorcida comunión que cobra cada vez más víctimas.
Así The Silence Of The Lambs se desarrolla entre este enfrentamiento intelectual y el enfrentamiento aún vano con el asesino que va dejando las huellas (capullos) a cada paso de su proyecto (transformación a flor de piel) solo para dejar escandalizados, y sin poder de respuesta, a las fuerzas del orden al más alto nivel.
La tensión creciente se debe a esta talentosa y comprometida introducción dentro de lo intangible, el horror y la vileza absoluta que apenas se manifiesta por imágenes escamoteadas de lo que alguna vez fue un ser humano, o su autopsia en la que las sensaciones de indignación o repulsión se manifiestan más en los rostros de sus testigos que en la contemplación de la corrupción total del ser.
Rápidamente, ante el desborde de la situación, no tardará el doctor Lecter en colocarse como vedette hasta regocijado de la transmisión a larga distancia del horror a quienes han sido sus generadores, y surgirá con la horrenda apariencia de un personaje de pesadilla (para escándalo de sus congéneres).
Será acaso que colocado al nivel de estrella, la bella Clarice no tendrá otra cosa que ofrecer que su absoluta intimidad en la mejor secuencia del film.
Los primeros planos utilizados a lo largo de la cinta se hacen más intensos y profundos en este instante introspectivo, regresión hasta la zona oscura en la que la heroína conducida por este inocuo maestro reconocerá el móvil de su obsesiva persecución.
El temor a la destrucción cercana, como abriendo la puerta de un matadero.
El llanto de los inocentes a los que se refiere es toda la Norteamérica ante el contraste brutal de la convivencia de lo establecido, la moral y la ética y su versión pervertida.
La siniestra competencia y mutua voracidad entre una y otra.
Voracidad que será liberada por Lecter (estupenda la espectacular secuencia de la fuga) para dejar a su alumna preparada a asumir el reto por sí sola.
Así se desatará el clímax de esta investigación, el rincón infernal estará ahí donde nadie lo hubiera imaginado, en una casita de suburbio rodeada de acogedora armonía, pero bajo la cual reside el mismo infierno.
Los inocentes son quienes están al borde de la muerte en el subterráneo acechados por un demente obsesionado por las mariposas Buffalo Bill (Louis Tolam); los culpables, se supone, son los que crean estos ruines planes.
Idea equivocada.
La atmósfera mostrada en cada toma del film demuestra que, en ese espacio temporal, todos, de alguna manera, caen en el atributo de la inocencia.
Los rostros aquejados por la tristeza, la ira, el rencor, la preocupación de la senadora que desea saber sobre el secuestro de su hija, recuerdan, con una fotografía y una cámara en movimiento brillantes, el motivo por el cual se está en esta tierra; es decir, perseguir un interés propio o ajeno.
Clarice desciende a él como catacumbas de una prolongación moderna de la inquisición.
Revestida por las imágenes emblemáticas de la nación (mapas y banderas) y bienvenida por las polillas mensajeras del averno.
El enfrentamiento asumirá el reto absoluto a lo desconocido (la oscuridad total), quiebre total ante la amenaza del abandono, el desamparo, el dolor.
Trance inimaginable para la feliz y opulenta mayoría, fácil condenadora de estos engendros auto concebidos por sus propias normas y tradiciones.
La misión concluida como debe ser, según las reglas del género, ha sido fructífera a pesar del encargo.
El silencio de los inocentes que obtendrá Clarice, a pesar de los premios, puede ser sólo breve.
De ello se encarga en recordarle el irrepetible doctor Lecter para dejarla pensando que una victoria en esta inconmensurable lucha, no es nada.
Por su parte, Hannibal Lecter con su ritmo pausado, su mirada profunda, sus gestos inquietantes, son sus principales armas con lo que lo hace un psicópata que causa verdadero pánico.
También resulta especialmente llamativo los contrastes de su personalidad.
Un tipo que es un eminente psiquiatra, a la vez que un genio y amante del arte (y también de la gastronomía “exquisita”), pero capaz de acometer las atrocidades humanas más horribles.
Comerse a sus víctimas.
Un canibalismo despreciable que él convierte en una desviación humana justificada.
Cínico y manipulador, el doctor Lecter no aparenta ser un malvado a primera vista.
Su carácter de villano se encuentra escondido en lo más profundo de su interior, aunque cuando necesita urdir su fuga, no duda en sacar a luz toda su brutalidad y despiadado comportamiento.
Su erudición no justifica su sociopatía, y es así como Lecter se convierte en uno de los asesinos mejor retratados en la historia del cine.
Resulta fascinante cómo consigue desentrañar a otro asesino, motivo por el que Clarice Starling se entrevista con él, y con la facilidad con la que lo hace.
Una nueva muestra de su doble vertiente: gran psicólogo pero con un lado asesino especialmente desarrollado.
Un villano de culto al que dio vida Anthony Hopkins y que, a pesar de tratarse de un personaje repulsivo, la mirada del realizador encierra una clara atracción que se transmite en esos cuidados primeros planos del actor.
Esa misma atracción que nace en Clarice, y que se transmite al espectador.
Es por eso que el retrato de Lecter resulta tan inquietante.
Un gran trabajo que supuso un giro a la hora de mostrar a un asesino en serie en el cine y que se ha convertido en un clásico, con un malvado inolvidable.
"HURT – AGONY – PAIN - LOVE - IT."
Albert Fish, asesino en serie, fue la principal fuente de inspiración para el personaje de Hannibal Lecter.
Fish fue un asesino en serie y caníbal estadounidense; es también conocido como el "Hombre gris", "El hombre lobo de Wysteria" y posiblemente como "El vampiro de Brooklyn".
Él afirmaba haber abusado sexualmente de más de 100 niños, y sospechoso de al menos 5 asesinatos.
Fish confesó 3 homicidios y haber acuchillado al menos a 2 personas más.
Fish fue sometido a juicio por el asesinato de Grace Budd, condenado y ejecutado.
El asesino Buffalo Bill por su parte, está inspirado principalmente en el asesino en serie Ed Gein.
El personaje está basado también en los siguientes asesinos en serie reales:
Jerry Brudos, que vestía la ropa y los zapatos de sus víctimas.
Ed Gein, quien guarda recuerdos de sus huesos y la piel de sus víctimas.
También hizo un traje de piel femenina y máscaras de piel.
Ted Bundy, quien fingió estar lesionado (específicamente de un brazo) para pedir a sus víctimas ayuda y después matarlas.
Gary M. Heidnik, que secuestró a seis mujeres y las aprisionó como esclavas sexuales.
Edmund Kemper quién asesinó a sus abuelos cuando era un adolescente "sólo para ver qué se sentía."; y
El asesino de Green River, que lanzaba los cuerpos de las mujeres en los ríos y les insertaba objetos extraños en sus cuerpos.
Dr. Lecter? … Dr. Lecter? … Dr. Lecter? … Dr. Lecter? …
¿Cómo es el Doctor Hannibal Lecter?
¿Qué llama la atención de él?
¿Cómo se encuentra trazada su locura?
¿Cómo sucedió?
Para responder a esas preguntas me permití, por admiración personal, revisar las extraordinarias novelas de Thomas Harris con respecto a su personaje el Doctor Hannibal Lecter.
Ya son tres las novelas escritas sobre el famoso “Caníbal”: Red Dragon, The Silence Of The Lambs y Hannibal.
Comencemos:
Nombre Completo:
Hannibal Lecter (también conocido como Hannibal Lecktor).
En los medios de comunicación se le ha puesto el sobrenombre de "el caníbal".
Lugar de nacimiento:
Lituania.
Edad:
Desconocida.
Familiares próximos:
Desconocidos.
Ocupación:
Doctor en medicina especializado en Psiquiatría.
Domicilio:
Desconocido.
Su última residencia conocida fue el sanatorio mental de Chesapeake en Baltimore, donde fue recluso destacado hasta su sangrienta fuga en Memphis donde había sido trasladado temporalmente para la resolución del secuestro de la hija de la senadora Ruth Martin.
Perfil psicológico:
Dada la rara naturaleza de este caso, la patología de Hannibal Lecter sigue aún sin poder definirse dentro de las clasificaciones establecidas.
Si bien tiene afecciones comunes a la sociopatía, como la ausencia de culpa o remordimientos, sin embargo la extraordinaria sensibilidad que posee lo aparta rápidamente de esta categoría.
Puede decirse, según el estudio, que Lecter es lo más cercano a un vampiro.
Lejos de cerrarse ahora el diagnostico, nos permite saber lo encantador de Lecter.
La leyenda de los vampiros procedente de Rumania fue revolucionada con la obra de Bram Stoker llamada “Drácula”.
La imagen de Drácula es lo más próximo a Lecter que existe en la literatura.
Lecter se encuentra solitario y atrapado por su locura, la locura del Buen gusto.
Lecter chupa locuras, es por eso que le atrae Clarice.
Lecter se pregunta lo que la hace ser guerrera y doncella la vez.
Lecter encuentra a su Elizabeth de Drácula.
Lecter la transforma esperando que su lugar sea ocupado por su hermana Mischa.
Lo que posibilita otra jugada es la reacción de Clarice.
Starling no es la víctima de Lecter, es su salvadora, es el halo de ángel que la bestia necesita, es la miel en la boca de los leones.
El final de Hannibal nos lo muestra.
Rasgos físicos distintivos:
6 dedos en su mano izquierda.
Destacan sus dientes con un tamaño inferior a la media y de un color que resalta por su palidez.
Posee un olfato excepcionalmente desarrollado.
Aficiones conocidas:
El Doctor es un gran aficionado a todas las Bellas Artes dominando a la perfección la música y la pintura.
También domina varios idiomas.
Es bien conocida su predilección por la alta cocina que práctica mezclando ingredientes convencionales con otros mucho más exóticos.
La recreación de obras de arte con sus víctimas es frecuente en los crímenes de Lecter.
Lo primero que sorprende del Doctor Lecter es su conocimiento, es su inteligencia, pero más que eso es su dominio del saber.
El doctor Lecter no aparece haciendo alarde de los libros leídos citando cuanto autor conoce.
El único alarde que hace de conocimiento es sobre el arte culinario y las marcas de ropa y zapatos.
El Doctor se jacta de tener “buen gusto” además de ser cortes y educado.
La cortesía es uno de los ejes de la locura de Lecter.
Da y es receptivo a la cortesía siendo este rasgo el que llama la atención de Lecter con respecto a Clarice y forma el lazo.
El primer paso para acceder al loco es ser cortés y escucharlo.
Lecter intimida con su saber, sus ojos lo muestran además de las atribuciones que se permite.
El poder de su saber, el saber de la locura es lo intimidante de él.
Clarice se sorprende ante una mirada que no se anda “con miramientos”.
El personaje de Hannibal Lecter es el que sirve en la historia para desenmarañar la identidad del asesino serial.
Tal personaje explota su saber para identificar los detalles que mostraran el trazo de un asesino sin basarse en otra cosa más que en la lectura de los datos que se tiene.
El doctor Lecter enseña sobre la génesis y la estructura de la locura dando cátedra a todo aquel interesado en la salud mental.
Dentro de las primeras cosas que el buen doctor precisa es la simplicidad.
¿Qué es lo que hace el asesino?
El primer punto a manifestarse en un asesino serial es que el asesinato no es lo principal, sino es incidental.
No matan por matar, sino por el mensaje un acto que este conlleva.
Buffalo Bill despelleja, les quita la piel a mujeres, entonces su objeto anhelado es la piel de la mujer, no las mujeres.
Simplicidad:
¿Por qué el término de asesino serial o asesino en serie?
¿Qué implica que algo se encuentre en serie?
Para la producción industrial, el estar en serie significa que todas responden a un modelo predeterminado, un patrón, una matriz, una pauta, tal y como lo muestra el típico molde para hacer galletas con forma de duende.
Para el psicoanálisis lo primero que denota es una estructura perversa proveniente de la sumisión ante una ley, un orden incuestionable.
A “Billy” se le impone transformarse en mujer porque es lo único que podría decirle quién es.
La estructura de la locura de Jame Gumb proviene de la figura del amo y el esclavo.
Lo dicho por el amo es incuestionable, lo indicado por el patrón es impuesto e inalterable.
El neurótico se relaciona por medio del amor, así que sus posiciones de juego neurótico son a partir de su colocación como amado o amante.
El perverso se relaciona por la posición de amo y esclavo.
Mientras que los objetos del amor son especiales o mágicos, los objetos del amo son serios y en serie.
El doctor Lecter había dicho que el expediente contenía toda la información suficiente para identificar al asesino.
“Simplicidad”, había dicho.
¿Y “primero”?
¿Dónde estaba lo de “primero”?
Aquí:
“Primeros principios” eran fundamentales.
“Primeros principios”; le sonó de una petulancia insoportable cuando se lo oyó decir.
¿Qué hace él, Clarice?
¿Qué es lo primero, lo primordial, qué hace?
¿Qué necesidad satisface matando?
¿Codicia?
¿Y cómo empezamos a codiciar?
Empezamos por codiciar lo que vemos cada día.”
La codicia, tanto la envidia es de esos detalles que apuntan al deseo y a la mirada.
Lecter lo dice con todas sus letras:
“Empezamos por codiciar lo que vemos cada día”.
Lecter muestra la “Psicopatología de la vida cotidiana” y hace que Clarice busque justamente ahí, donde nadie más había buscado, en la locura cotidiana, aquella que esta fuera de patrones de computadora y de psicología, sino en el patrón del loco, de la subjetividad.
La codicia de la piel de la mujer no era poca cosa para el asesino en serie.
Los intentos de la senadora para que no matara a su pobre Catherine se enfocaban en que Billy “mire” a su cautiva como una muchacha, una niña, una hija o cualquier otro atributo de humano y no como un objeto.
Mire a su hija, no a la piel de su hija.
Aquí sería importante hacer una precisión, no significa esto que un humano no sea un objeto, ya que lo que lo instituye como tal es que fue tomado en algún momento como objeto de amor.
Sin embargo, difieren mucho un objeto de amor que un objeto de goce.
El objeto de goce es aquel con el que está en relación el perverso.
El objeto solo brilla por el goce, léase en este caso la piel de mujer (en el caso del Conde Drácula: la sangre).
Así todos los objetos son seriados, coleccionables y desechables.
La artimaña de la senadora coloca a Catherine en su vida cotidiana siendo su marca la inclusión en lo mundano de forma especial.
Catherine “es como cualquier muchacha llena de ilusiones”
¡Perfecto!
¡Todo queda claro!
¿Existen dos muchachas llenas de ilusiones que sean iguales como hechas en serie?
No.
Las distingue la subjetividad, léase su locura particular.
Catherine es como ella se las arregló para ser Catherine.
Lo que hace Jame Gumb es mudarse de piel para saber qué es Jame Gumb, un nombre incompleto (James)
El doctor Lecter pone el dedo en la llaga cuando le dice a Clarice Starling que solo le dará información sobre Buffalo Bill siempre y cuando hagan un trueque, “dando y dando”, cobrando por sus servicios.
Lecter cobra con lo que puede cobrar, la estructura de la locura de Clarice Starling.
Intercambian saber, objeto que ha sido por demás angustiante para el propio Lecter.
Lecter es distinguido y por todos distinguido, aunque la trampa en la que se encuentra y por la que está encerrado es su búsqueda de distinción cuando lo que le brinda relación con los objetos de amor no es otra cosa que ser alguien distinguido por su cortesía.
El buen gusto de Lecter por las artes (culinaria, pintura, literatura, etc.) es muestra de su relación directa con el saber que no se sabe que se sabe.
Veamos el siguiente ejercicio que lo demuestra.
Yo sé matemáticas.
La manzana sabe dulce.
Si yo fuera manzana podría decir,
Yo sé dulce.
El saborear de Hannibal “el caníbal” es la prisión de su saber.
No cualquier saber, un saber humano.
Es justamente que la única forma de Lecter de salir de su prisión es jugando al no saber.
Siendo la estrategia más común y efectiva para lograr esto el enamoramiento (“¿qué quieres mi amor?”).
Sin revelar esta historia sabemos de antemano que Clarice Starling juega un papel importante, ya que es intrigante.
Clarice Starling es una mujer diferente.
Es la última girl scout.
Lo que encanta a Hannibal Lecter de la señorita Starling es que Clarice se toma a pecho la ley.
Es una agente de la ley que respeta la ley.
Hija de un policía muerto en acción, Starling sigue el orden de la ley ciega e imparcial.
Clarice introduce en el perverso Hannibal el orden que falta en el esquema. Introduce el orden simbólico.
Para Hannibal solo hay la sustitución.
Mischa ocupa el lugar de Clarice.
Clarice le muestra otra salida:
Clarice “como si fuera La Madre”, “Como si fuera Mischa”.
¿Cómo sería el tratamiento para un perverso?”
“Primero mandarlo a la cárcel”.
Hannibal y Clarice hacen la pareja perfecta ya que lo que los separa desde que se conocen son los lugares que ocupan en relación a una celda, a una presión.
Son la Bella y la Bestia, son el lado bueno y el lado malo de la Ley, hecho harto común en la historias de asesinos en serie que alaban y desean lo mejor para el policía a cargo de su caso, su Némesis.
El buen gusto es no estar atrapado por la imagen, es saber sin saber cómo advertido que si pusiera algo ahí se desmoronaría el saber.
Al final Lecter lo sabe gracias a Starling.
Clarice se involucra y mete la Ley en Hannibal.
Se mete toda ella.
Historial penal:
El Dr. Lecter fue detenido en su consulta por el agente especial del FBI William Graham y condenado a pasar el resto de sus días en el Sanatorio mental de Chesapeake (Baltimore) bajo la tutela del Doctor Frederick Chilton.
Hasta el momento de su encierro Lecter fue encontrado culpable del asesinato de nueve personas y el intento de homicidio de otras dos.
El único superviviente, Mason Verger, sufre graves secuelas físicas que le impiden valerse por sí mismo precisando cuidados médicos permanentemente.
El agente especial Graham sufrió graves lesiones durante la captura debidas al ataque de Lecter con un arma blanca.
Durante unas pruebas médicas en el hospital, el descuido de los celadores le costó un ojo y la lengua a la enfermera que lo atendía.
En los interrogatorios que la agente Clarice Starling realizó para resolver el caso de Buffalo Bill, Lecter indicó el registro de un almacén guardamuebles donde se encontró la cabeza embalsamada del flautista Benjamin Raspail.
En este mismo período, no está probado que Lecter matara a Miggs, uno de los pacientes con los que compartía galería, quien murió de asfixia tragándose su propia lengua.
En su espectacular fuga de Memphis, Lecter mutiló y asesinó a sangre fría a dos de los policías que custodiaban su jaula.
Teniendo en cuenta la afición de Lecter por la carne humana, se sospecha que el número de víctimas es mucho mayor dado el número de desapariciones relacionadas con su entorno.
Últimos contactos conocidos:
Lecter estuvo una temporada profundamente obsesionado con el agente del FBI Will Graham, quien le identificó en su propia consulta tras relacionar con uno de los asesinatos de Lecter la ilustración "el hombre herido", que se encontraba en uno de los antiguos libros de medicina que el Doctor atesoraba en su consulta.
Graham superó las secuelas físicas y psíquicas del encuentro con Lecter y acudió a él para resolver el caso del asesino de familias Francis Dollarhyde conocido como "el duende dentudo".
La agente del FBI Clarice Starling conoció a Lecter cuando todavía estaba en la academia, como apoyo para hallar el paradero de Jame Gumb apodado Buffalo Bill.
Desde entonces Starling ha recibido correspondencia sospechosa y llamadas telefónicas que podrían estar relacionadas con Lecter.
El agente Jack Crawford ha estado al mando del caso en el momento de la captura y la fuga de Lecter.
Se rumorea que el Dr. Frederick Chilton, fue el último en contactar con Lecter antes de su desaparición, sin embargo no se ha podido confirmar esta información dado que el Dr. Chilton se encuentra en paradero desconocido.
En la mayoría de los casos, Lecter pasó tiempo con ellos, completando su premeditado plan.
Algunas víctimas las eligió cuidadosamente, como Raspail y Pazzi; otros, como el censor cuyo hígado comió con "habas y un buen Chianti" lo mató impulsivamente, simplemente porque que al hombre lo ofendió con sus preguntas.
De hecho, que parece ser un elemento común entre todos los asesinatos de Lecter:
“La futura víctima lo ofende de alguna manera”.
El empadronador intentó “calificarlo” como si fuese un objeto.
Pazzi era codicioso y traidor.
Krendler y el Doctor Chilton, quien dirigía el hospital para criminales enfermos mentales donde Lecter ha sido encarcelado, eran ambos pequeños burócratas vengativos.
Raspail era un mal músico y tenía personalidad molesta.
Miggs no tenía modales.
A diferencia de otros asesinos en serie, Lecter no tomó ningún trofeo o fetiche para recordar el acto y volver sobre su fantasía.
Él sólo se recrea con su memoria.
¿Pero cuál es esa fantasía que sostiene tan ambiciosamente y debe alimentar como a una bestia cerrada dentro de su alma?
¿Por qué mata sólo hombres groseros y ordinarios?
¿Y por qué hace con ellos platos propios de gourmet?
¿Cual exactamente es la fantasía de Hannibal Lecter?
La respuesta, creo, está en la historia de su hermana Mischa.
Los objetivos de Lecter se centran en las personas que considera groseras, personas que asocia con los asesinos de su hermana.
Raspail el flautista mediocre, Krendler el burócrata vengativo, Pazzi el policía corrupto, el censor, todos ellos no son nada más que suplentes para los desertores que comieron a su hermana.
Obviamente él come a sus víctimas porque ellos comieron a Mischa.
Ojo por ojo.
¿Pero por qué la preparación de gastrónomo?
¿Por qué sirven sus órganos salteados?
¿Por qué gasta sumas desorbitadas de dinero en vinos añejos para acompañar estos primeros platos humanos?
Lecter sabe que él es mejor que los trogloditas quien mataron a su hermana.
Él tiene el refinamiento y un linaje noble.
Él nunca comería carne humana de la misma manera en la que se imagina que han comido a su hermana, y lo hace de la manera más sofisticada posible.
Aunque Harris juegue con la expectativa de sus lectores haciendo creer que Lecter hará daño a Clarice Starling en el momento en que tenga esa posibilidad, Clarice está bien segura en cada uno de los libros porque para el asesino, ella se ha convertido en la sustituta de Mischa.
Lecter se lo declara directamente en Hannibal cuando dice:
“He regresado para creer que tenía que haber un lugar en el mundo para Mischa, y he pensado Clarice, que el mejor lugar en el mundo para ella era el suyo”.
Esta es la fantasía de Lecter, buscar la venganza de los asesinos de Mischa y devolverla a un lugar digno y noble que ella merecía.
En el tercer y último libro en la serie, Lecter ha alcanzado su objetivo.
¿Significa esto que el reinado de terror de Lecter ha terminado porque finalmente ha satisfecho su fantasía?
Si, después de haber corregido algunas cosas que le parecían malas para la sociedad y tras recuperar a su hermana en la persona de Clarice.
¿Qué más puede hacer?
En la vida real la fantasía de un asesino en serie nunca es realizada.
Esta se va desarrollando, se hace más complicada.
Sigue matando porque nunca hay una conclusión que le satisfaga.
Así como seguimos una serie televisiva capítulo a capítulo esperando ver nuevas aventuras, y el detective vuelve una y otra vez en las novelas para resolver nuevos crímenes, el espíritu de Lecter continuará también, sino directamente de la pluma de Thomas Harris, en los asesinos en serie similares que ha inspirado el Doctor Caníbal.
Pero no hay ningún sustituto adecuado del verdadero Hannibal Lecter, así como no puede haber nadie que realmente sea capaz de sustituir a Mischa.
Clarice no podrá satisfacer siempre esta proyección de Lecter, y muchos admiradores del Doctor, (entre ellos me incluyo yo) esperan con impaciencia que vuelva a surgir su impulso insaciable de cenar a “los desertores” que el Sr. Harris nos puede conceder con otro escrito de las proezas del Doctor Hannibal Lecter que deliciosamente nos horrorizan.
“Confundir este ojo contemplativo (del místico), con el ojo con que Dios se mira a sí mismo, debe seguramente formar parte del goce perverso”.
“All good things to those who wait.”
A principios de 1992, The Silence Of The Lambs triunfó en la gala de los Óscar con 7 nominaciones, ganando 5 estatuillas, entre ellas la de mejor película, así como mejor dirección para Jonathan Demme, mejor actor para Anthony Hopkins (Lecter), mejor actriz para Jodie Foster y mejor guión adaptado.
Solo perdió en los rubros de montaje y sonido.
Compitió contra la inolvidable y hermosa Beauty And The Beast, Bugsy, JFK y The Prince Of Tides.
Ese año la Academia dejó por fuera, de ese galardón principal, a los films: Thelma & Louise, The Fisher King, Cape Fear, Boyz'n The Hood, Fried Green Tomatoes y My Own Private Idaho.
The Silence Of The Lambs fue la tercera película en obtener los cinco principales premios de la Academia, hazaña que ya había sido lograda por It Happened One Night en 1934 y por One Flew Over The Cuckoo's Nest en 1975.
The Silence Of The Lambs fue una de las ganadoras del Oscar a la mejor película más atípicas de toda la historia de estos premios, tanto por su calidad como por su búsqueda de nuevas fórmulas, tan contraria al clasicismo conformista que suele gustarle a la Academia.
De hecho es la única película de terror que ha ganado este premio, aunque se trata de un filme fronterizo con el thriller psicológico.
En los años siguientes se convirtió en una de las principales referencias
The Silence Of The Lambs fue más tarde considerada como una de las 100 películas más importantes de la historia de la cinematografía estadounidense, según el American Film Institute (AFI).
Por su parte, Hannibal Lecter fue incluido en la lista que realizó el American Film Institute de 100 héroes y villanos del cine, ocupando el lugar número "1", siendo entonces el mejor villano según el AFI por delante de Norman Bates en "Psycho" y Darth Vader de "Star Wars".
El personaje de Clarice Starling fue también incluida en la lista como la heroína número 6.
El AFI también incluyó la película en su lista 100 películas (ocupando el puesto 65), y en la lista 100 Thrills, ocupando el puesto 5.
¿Cuáles fueron las claves del “boom” de esta película?
En primer lugar, el sacar definitivamente a los asesinos psicópatas del gueto “gore” y del cine de culto, y el tratar este tema con una crudeza y una atmósfera morbosamente sórdida y malsana prácticamente inéditas en el Hollywood de hace diez años, aunque hoy sean el pan nuestro de cada día.
Pero no sólo se trató de que por primera vez se contara con un mayor presupuesto y una distribución industrial para satisfacer a un público ávido de emociones fuertes, sino también del enorme talento del director Jonathan Demme para construir una pesadilla absorbente.
Principalmente el punto álgido fue: darle al psicópata la oportunidad de hablar.
"I c-can sssmell your cunttt…"
Imposible de traducir, pero al oír esta oración proveniente del psicótico Miggs, y su consecuente destino forjado por Lecter hace que esa imagen quede perturbada en la retina en tan solo los primeros 15 minutos de rodaje, pero…
¿Qué es ese sentimiento?
Perturbación es o se conoce como toda cosa que altere un orden predeterminado, lo cual está muy bien enfocado en The Silence Of The Lambs, los trastornos y perturbaciones que poseen los personajes son la principal fuente de apoyo del director Jonathan Demme para poder crear una película con características únicas y muy especiales.
La utilización del trauma, los complejos infantiles y los hechos que marcan la vida de estos personajes no han sido creados, por el director, solo por una mera coincidencia si no que más bien para demostrar las situaciones que a los seres humanos los pueden marcar durante toda su vida.
Las perturbaciones enfocadas en The Silence Of The Lambs son más bien mentales y psicológicos con trastornos psicóticos, o sea, poseen un alto grado de lo que a enfermedades mentales se refiere.
Los complejos psicológicos de los personajes son un claro efecto de lo que han vivido marcando con ello sus personalidades.
La forma de cómo sobrellevar los problemas mentales están bien determinados en esta película, siendo un claro efecto de una mente distorsionada, y los trastornos que posee Hannibal Lecter, el cual, incluso al poseer una gran inteligencia y ser un reconocido psiquiatra, fue corrompido por la fuerza de sus trastornos o perturbaciones irracionales , lo que lo llevó a expresar estos trastornos en una forma muy despiadada como lo es el canibalismo, el incomprensible deseo de saciar su hambre con carne humana.
Pero esto no es una razón para determinar que este individuo no poseía un lado racional en su ser, llegando a ayudar a Clarice Sterling al resolver el caso de asesinatos en serie producido por el apodado “Buffalo Bill”.
Los trastornos fueron distintamente abordados en esta película ya que fueron llevados de distinta forma a través de las distintas personalidades que posen los protagonistas, la cual supo ganar o quebrarse ante estas perturbaciones, que incluso la heroína de esta película posee pero supo llevarlos de distinta forma. Clarice Sterling, una joven aspirante a oficial del FBI la cual solo hubiera decidido entrar a esta institución por los hechos que vivió en su niñez, como fueron la muerte repentina de su padre, la muerte de su madre cuando ella era pequeña, el intento de violación en un auto y la horrible experiencia de ver a los corderos degollados en la granja de su tía, siendo este ultimo acontecimiento el que provoco que esta joven tomara la decisión de formar parte del cuerpo del FBI como salida a sus traumas.
Con excelentes calificaciones fue elegida para investigar y crear un perfil psicológico de Buffalo Bill con la ayuda de otro psicópata llamado Hannibal Lecter el cual, con su inteligencia es capaz de leer códigos incomprensibles para algunos como la forma de vestir, la voz, etc.
Con esta fascinante capacidad descifró la personalidad y la historia de Sterling, ayudándole también a resolver y descifrar el perfil psicológico de Buffalo Bill a través de anagramas, símbolos y signos.
Buffalo Bill un individuo inducido por la envidia y frustración por no poder ser mujer y haber sido rechazado en las clínicas especializadas en cambios de sexo, siendo esta frustración lo que lo llevo a cometer horribles crímenes los cuales los fue perfeccionando a medida del tiempo, para poder crear un traje con características femeninas, con la piel de la espalda de sus víctimas siendo los lugares escogidos, lugares de poca luz donde podía engañar a sus víctimas sin ser visto y el alto grado de selectividad, lo hacía casi perfecto en sus crímenes.
Por estas razones podemos entender que las características del asesino, son las de un ser muy depresivo, misterioso y con miedo a ser reprimido, pero tenía muy claro lo que ambicionaba y para llegar de mejor manera a su ambición utilizaba símbolos y signos en sus asesinatos, como el capullo que se introducían en la boca de sus víctimas, deliberadamente y que significaba cambio, que era lo que Buffalo Bill deseaba.
Este símbolo dio una pista importante sobre la investigación cabe recordar que también un personaje importante en la historia es el director del hospital psiquiátrico, el cual sufre de esquizofrenia y un ansia de poder insaciable, lo que lo lleva a cometer todo tipo de acciones para poder demostrar su supremacía ante el mundo, esta obsesión es un claro ejemplo de cómo el doctor Chilton sucumbió hacia sus problemas mentales.
El enfoque de la cámara era de primer plano a los ojos de los personajes principales, da como referencia el perfil psicológico de cada personaje.
También influyen mucho los rasgos físicos de los personajes, siendo estos, determinantes en la trama, ya que todos poseen ojos claros confirmando, según mi visión, que en la belleza y la perfección existe el mal (El capullo "Calavera" ¿? de la polilla), o mejor dicho, son el reflejo de nuestras almas perturbadas aunque todos poseemos trastornos durante nuestra vida siendo, a veces, simples problemas que nos marcan, imágenes imborrables, pero uno debe tratar de doblegar estos trastornos siendo más fuertes espiritualmente y tratando de dejar atrás los problemas, ya que si uno se preocupa de ellos, la vida se transforma en tristeza porque no vivimos en plenitud el presente.
The Silence Of The Lambs además nos da a demostrar que la vida no es tan simple como uno cree, y que no siempre las personas que nos rodean son lo que aparentan ser.
“People will say we're in love.”

“A census taker once tried to test me.
I ate his liver with some fava beans and a nice Chi-an-ti”.


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