The Greatest Show On Earth
¡Que comience el espectáculo de espectáculos!
The Greatest Show On Earth es una película estadounidense del género drama estrenada en 1952 y filmada en el Ringling Bros and Barnum & Bailey Circus.
El filme fue producido, dirigido y narrado por Cecil B. DeMille para Paramount Pictures.
Protagonizado por James Stewart, Charlton Heston, Betty Hutton, Cornel Wilde, Dorothy Lamour, Gloria Grahame, Lawrence Tierney, Henry Wilcoxon entre muchos, muchos otros humanos y animales.
Como curiosidad, muchos actores de Hollywood hacen un cameo, como Bing Crosby, pero no están acreditados todos en The Greatest Show On Earth, por lo que es interesante, no perder de vista el film.
Con un guion de Fredric M. Frank, Barré Lyndon, Theodore St. John sobre una historia de Fredric M. Frank, Theodore St. John, Frank Cavett.
De lo mejor de Cecil B. DeMille, el gran director de la espectacularidad.
The Greatest Show On Earth muestra una fantástica ambientación, un gran movimiento de masas, e incluso escenas espectaculares para la época, como la del accidente del tren, el desastre titánico de 1952.
La fotografía corre a cargo George Barnes, la cual está muy avanzada para la época, y la música es de Victor Young que nos deja canciones agradables y populares.
The Greatest Show On Earth la componen una multitud de personajes interpretados por actores en estado de gracia (Heston, Stewart, Grahame...) en la que desfilan con total naturalidad ante nuestros ilusionados ojos.
The Greatest Show On Earth es una exagerada sinfonía de colores que nos transporta a los entresijos del circo y el regocijante sentido del espectáculo que Cecil B. DeMille nos brinda en una serie de escenas de nítida simplicidad, que en su conjunto resultan crear una obra redonda donde la inocencia y el drama más amargo pueden convivir sin estorbarse.
The Greatest Show On Earth puede ser dividida en dos historias paralelas:
Una en el ambiente del espectáculo, y en donde todos los artistas quieren superarse cada día más, y la otra, con los mismos personajes, pero con sus problemas humanos e internos, y en donde cada uno tiene su propia historia que resolver.
Su argumento se apoya abundantemente en los valores de producción circense, en los actos reales de circo y documentales.
Detrás de los anillos se ve el esfuerzo logístico masivo que hizo posible llenar la carpa para el espectáculo.
The Greatest Show On Earth cuenta los avatares del mundo del circo, con pasiones e historias que se entrecruzan, y que tienen como hilo conductor el circo por sí mismo.
La trama se centra en Sebastian (Cornel Wilde), el nuevo trapecista contratado para que sea la estrella central, pero su llegada obliga a desplazar a Holly (Betty Hutton) de la pista número uno, es decir, deja ella de ser la estrella y ve amenazada su carrera dentro de la agrupación.
Holly reconoce que Sebastian es muy bueno, y esto hace que ella trate de lucirse acto tras acto, dando como resultado una rivalidad en el escenario, situación que lleva a Sebastian a actuar sin la red de protección, cayéndose de una altura de 14 metros y partiéndose el brazo para no poder volver nunca a subirse a un trapecio.
Otro de los grandes personajes es el payaso Buttons, interpretado por el gran James Stewart, quien todo el tiempo permanece con la cara pintada, y solamente podemos identificarlo en un momento que muestran una foto de su vida anterior.
Muy buena interpretación la que realiza Charlton Heston como director del circo (Brad Braden), haciendo el papel de un “mano dura” que pone el espectáculo por encima de todo, incluyendo su amor por Holly.
La trama adquiere mayor dramatismo con la presencia del payaso Buttons, quien es acusado de asesinato, y se esconde bajo la máscara de su personaje.
The Greatest Show On Earth cuenta con unas escenas memorables, llenas de acción, y como no con una ambientación extraordinaria, vemos una de esas películas, que cuando la ves siendo pequeño, ya se te queda grabada de por vida, porque son las que verdaderamente hacen amar el cine y por supuesto a ese mundo maravilloso como es el circo.
También The Greatest Show On Earth nos conduce a la parte interna del mundo del circo, con sus grandes esfuerzos por mantener el espectáculo, el trabajo tan arduo detrás de bambalinas: como se arma la carpa, como se transportan las toneladas necesarias para que todo ruede a la perfección.
Muchos extras, actores, animales, domadores, entrenadores, encargadas de vestuario, animadores, etc.
Es una superproducción de las que estaba acostumbrado a montar DeMille, quien además gustaba de rodearse de actores famosos de la época, como también de los mejores fotógrafos, camarógrafos y toda la élite relacionada con el buen cine.
Además del espectáculo como tal, nos muestra la forma en que conviven sus artistas, mostrándolos como seres humanos con debilidades y carencias, como también la esforzada vida que llevan.
The Greatest Show On Earth cosechó un gran éxito en su época y que tuvo una pequeña y atípica particularidad: gano 2 Oscar, uno de ellos, el más preciado el de Mejor película, y el Oscar como mejor guión de 5 nominaciones perdiendo mejor director, mejor edición y paradójicamente el de mejor vestuario en color (ilógico), además DeMille recibió en la ceremonia un óscar honorífico.
The Greatest Show On Earth compitió contra The Quiet Man, High Noon y Ivanhoe; dejando por fuera, en ese rubro a la mítica Singing' In The Rain, The Bad And The Beautiful, Viva Zapata! y With A Song In My Heart.
Aunque The Greatest Show On Earth ha sido duramente criticada por haberle otorgado el Oscar a la mejor película en 1952, es una gran obra que a pesar de los años, sigue vigente, pudiéndose apreciar la magnitud del despliegue que se hizo para realizarla.
Algunos, llenos de prepotencia irónica posmoderna, creen que The Greatest Show On Earth no es tan valiosa porque según su opinión es inocente, infantil, enfocada al espectáculo, acartonada y carente de interés en la actualidad.
Todo lo contrario, The Greatest Show On Earth es una película igual de vigente en la actualidad que en aquella época pues trata numerosos temas sin dejar de entretener y divertir: nos muestra el valor del esfuerzo humano, el drama da algunos hombres cuando pierden aquello que aman, la importancia del sentido del deber y de la profesionalidad, la ilusión de los niños y de los padres ante espectáculos grandiosos, historias trágicas de celos, codicia y muerte...
The Greatest Show On Earth nos hace soñar y resulta finalmente una muestra contundente de cine, del mejor cine; aquel que nos maravilla, aquel que hoy en día no existe debido al estúpido relativismo y apagada creatividad que acartona el arte contemporáneo.
Como diría Brad Braden su director:
“El espectáculo debe continuar.”
The Greatest Show On Earth es una película estadounidense del género drama estrenada en 1952 y filmada en el Ringling Bros and Barnum & Bailey Circus.
El filme fue producido, dirigido y narrado por Cecil B. DeMille para Paramount Pictures.
Protagonizado por James Stewart, Charlton Heston, Betty Hutton, Cornel Wilde, Dorothy Lamour, Gloria Grahame, Lawrence Tierney, Henry Wilcoxon entre muchos, muchos otros humanos y animales.
Como curiosidad, muchos actores de Hollywood hacen un cameo, como Bing Crosby, pero no están acreditados todos en The Greatest Show On Earth, por lo que es interesante, no perder de vista el film.
Con un guion de Fredric M. Frank, Barré Lyndon, Theodore St. John sobre una historia de Fredric M. Frank, Theodore St. John, Frank Cavett.
De lo mejor de Cecil B. DeMille, el gran director de la espectacularidad.
The Greatest Show On Earth muestra una fantástica ambientación, un gran movimiento de masas, e incluso escenas espectaculares para la época, como la del accidente del tren, el desastre titánico de 1952.
La fotografía corre a cargo George Barnes, la cual está muy avanzada para la época, y la música es de Victor Young que nos deja canciones agradables y populares.
The Greatest Show On Earth la componen una multitud de personajes interpretados por actores en estado de gracia (Heston, Stewart, Grahame...) en la que desfilan con total naturalidad ante nuestros ilusionados ojos.
The Greatest Show On Earth es una exagerada sinfonía de colores que nos transporta a los entresijos del circo y el regocijante sentido del espectáculo que Cecil B. DeMille nos brinda en una serie de escenas de nítida simplicidad, que en su conjunto resultan crear una obra redonda donde la inocencia y el drama más amargo pueden convivir sin estorbarse.
The Greatest Show On Earth puede ser dividida en dos historias paralelas:
Una en el ambiente del espectáculo, y en donde todos los artistas quieren superarse cada día más, y la otra, con los mismos personajes, pero con sus problemas humanos e internos, y en donde cada uno tiene su propia historia que resolver.
Su argumento se apoya abundantemente en los valores de producción circense, en los actos reales de circo y documentales.
Detrás de los anillos se ve el esfuerzo logístico masivo que hizo posible llenar la carpa para el espectáculo.
The Greatest Show On Earth cuenta los avatares del mundo del circo, con pasiones e historias que se entrecruzan, y que tienen como hilo conductor el circo por sí mismo.
La trama se centra en Sebastian (Cornel Wilde), el nuevo trapecista contratado para que sea la estrella central, pero su llegada obliga a desplazar a Holly (Betty Hutton) de la pista número uno, es decir, deja ella de ser la estrella y ve amenazada su carrera dentro de la agrupación.
Holly reconoce que Sebastian es muy bueno, y esto hace que ella trate de lucirse acto tras acto, dando como resultado una rivalidad en el escenario, situación que lleva a Sebastian a actuar sin la red de protección, cayéndose de una altura de 14 metros y partiéndose el brazo para no poder volver nunca a subirse a un trapecio.
Otro de los grandes personajes es el payaso Buttons, interpretado por el gran James Stewart, quien todo el tiempo permanece con la cara pintada, y solamente podemos identificarlo en un momento que muestran una foto de su vida anterior.
Muy buena interpretación la que realiza Charlton Heston como director del circo (Brad Braden), haciendo el papel de un “mano dura” que pone el espectáculo por encima de todo, incluyendo su amor por Holly.
La trama adquiere mayor dramatismo con la presencia del payaso Buttons, quien es acusado de asesinato, y se esconde bajo la máscara de su personaje.
The Greatest Show On Earth cuenta con unas escenas memorables, llenas de acción, y como no con una ambientación extraordinaria, vemos una de esas películas, que cuando la ves siendo pequeño, ya se te queda grabada de por vida, porque son las que verdaderamente hacen amar el cine y por supuesto a ese mundo maravilloso como es el circo.
También The Greatest Show On Earth nos conduce a la parte interna del mundo del circo, con sus grandes esfuerzos por mantener el espectáculo, el trabajo tan arduo detrás de bambalinas: como se arma la carpa, como se transportan las toneladas necesarias para que todo ruede a la perfección.
Muchos extras, actores, animales, domadores, entrenadores, encargadas de vestuario, animadores, etc.
Es una superproducción de las que estaba acostumbrado a montar DeMille, quien además gustaba de rodearse de actores famosos de la época, como también de los mejores fotógrafos, camarógrafos y toda la élite relacionada con el buen cine.
Además del espectáculo como tal, nos muestra la forma en que conviven sus artistas, mostrándolos como seres humanos con debilidades y carencias, como también la esforzada vida que llevan.
The Greatest Show On Earth cosechó un gran éxito en su época y que tuvo una pequeña y atípica particularidad: gano 2 Oscar, uno de ellos, el más preciado el de Mejor película, y el Oscar como mejor guión de 5 nominaciones perdiendo mejor director, mejor edición y paradójicamente el de mejor vestuario en color (ilógico), además DeMille recibió en la ceremonia un óscar honorífico.
The Greatest Show On Earth compitió contra The Quiet Man, High Noon y Ivanhoe; dejando por fuera, en ese rubro a la mítica Singing' In The Rain, The Bad And The Beautiful, Viva Zapata! y With A Song In My Heart.
Aunque The Greatest Show On Earth ha sido duramente criticada por haberle otorgado el Oscar a la mejor película en 1952, es una gran obra que a pesar de los años, sigue vigente, pudiéndose apreciar la magnitud del despliegue que se hizo para realizarla.
Algunos, llenos de prepotencia irónica posmoderna, creen que The Greatest Show On Earth no es tan valiosa porque según su opinión es inocente, infantil, enfocada al espectáculo, acartonada y carente de interés en la actualidad.
Todo lo contrario, The Greatest Show On Earth es una película igual de vigente en la actualidad que en aquella época pues trata numerosos temas sin dejar de entretener y divertir: nos muestra el valor del esfuerzo humano, el drama da algunos hombres cuando pierden aquello que aman, la importancia del sentido del deber y de la profesionalidad, la ilusión de los niños y de los padres ante espectáculos grandiosos, historias trágicas de celos, codicia y muerte...
The Greatest Show On Earth nos hace soñar y resulta finalmente una muestra contundente de cine, del mejor cine; aquel que nos maravilla, aquel que hoy en día no existe debido al estúpido relativismo y apagada creatividad que acartona el arte contemporáneo.
Como diría Brad Braden su director:
“El espectáculo debe continuar.”
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