As Good As It Gets
Oscar al Mejor Actor y a la mejor actriz en roles protagónicos en una película, nominada en 7 categorías en 1997, incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor de reparto y mejor guión original, fuerte competidora de TITANIC.
Mejor… imposible, definitivamente magnifica!
Si existiera un personaje en quien pudiera retratarme, ese seria Melvin Udall…
Todas las mañanas al levantarme me miro al espejo y me digo:
'Hoy tienes dos opciones: estar de buen humor o de mal humor'.
Obviamente, me lo vuelvo a preguntar!
Por qué?
Cuando logramos algo que deseamos mucho o la vida nos deleita con una sorpresa muy positiva, solemos usar frases tales como:
“Mejor? ¡imposible!”
Sin embargo, considero que es una frase poco feliz…
El lenguaje que utilizamos condiciona nuestras acciones y nuestros pensamientos.
Mejor… imposible, definitivamente magnifica!
Si existiera un personaje en quien pudiera retratarme, ese seria Melvin Udall…
Todas las mañanas al levantarme me miro al espejo y me digo:
'Hoy tienes dos opciones: estar de buen humor o de mal humor'.
Obviamente, me lo vuelvo a preguntar!
Por qué?
Cuando logramos algo que deseamos mucho o la vida nos deleita con una sorpresa muy positiva, solemos usar frases tales como:
“Mejor? ¡imposible!”
Sin embargo, considero que es una frase poco feliz…
El lenguaje que utilizamos condiciona nuestras acciones y nuestros pensamientos.
“Mejor” significa que no hay nada comparable.
Entonces, aunque estoy diciendo que este momento o esta situación son superiores con respecto a las que ya viví, también estoy limitando lo que puede suceder en el futuro, en mi vida.
Si es imposible que suceda un hecho que exceda el actual, simplemente, me estoy cerrando a nuevas posibilidades de igual o mayor intensidad.
También nos genera cierta dependencia con lo que está sucediendo: si esto es lo que yo considero lo mejor a lo que puedo aspirar (en el ámbito que sea), haré “cualquier cosa” para sostenerlo… y tal vez “cualquier cosa” no sea lo más conveniente o sano para mí.
Esto no va en desmedro de disfrutar lo que a uno le pasa y de compartirlo en grande con quienes nos quieren bien, sino en dejar siempre abierta la puerta interna para que sigan sucediendo cosas buenas en nuestra vida.
Otras enunciaciones absolutas que solemos decir (o escuchar), son:
- “No se puede pedir más”
¿Por qué no?
- “El casamiento es el día más importante de la vida”
¿O sea que no habrá días así de intensos en el futuro, en el plano familiar?
- “Este es el trabajo ideal”
¿Entonces estoy atado de pies y manos a mi jefe porque de perderlo, no hallaré otro equiparable?
- “Esto es lo más estupendo que me puede pasar”
Te aseguro que hay otras realidades estupendas que también podrían concretarse en tu vida y también te las mereces.
- “Esta noticia es la más feliz de mi vida”
Yo agregaría, “hasta ahora” o “esta noticia es la primera de una serie de buenas nuevas que vendrán.
Por eso, siempre sostengo que:
Mejor, ¡es bien posible!
¿Acostumbras usar este tipo de frases, sin darte cuenta?
Tal vez, es lo mejor que puedas obtener… (What if this is as good as it gets?)
As Good As It Gets es una comedia inteligente, profunda, que no recurre a chistes de mal gustos ni a la bajeza en ningún momento, sino que proporciona unos ratos de intensidad dramática y cómica que se agradecen.
Un filme lleno de ironía, extravagancias y sarcasmos, que por un lado nos retrata un trastorno muy peculiar de la personalidad y por otro nos brinda una historia llena de sentimientos, rabias, “fobias”, complejos y frustraciones gracias al correctísimo desarrollo de los personajes.
Melvin Udall (ENORME Jack Nicholson) es un escritor romántico que padece un desorden obsesivo, algo que le hace intratable para el resto de la sociedad.
Entonces, aunque estoy diciendo que este momento o esta situación son superiores con respecto a las que ya viví, también estoy limitando lo que puede suceder en el futuro, en mi vida.
Si es imposible que suceda un hecho que exceda el actual, simplemente, me estoy cerrando a nuevas posibilidades de igual o mayor intensidad.
También nos genera cierta dependencia con lo que está sucediendo: si esto es lo que yo considero lo mejor a lo que puedo aspirar (en el ámbito que sea), haré “cualquier cosa” para sostenerlo… y tal vez “cualquier cosa” no sea lo más conveniente o sano para mí.
Esto no va en desmedro de disfrutar lo que a uno le pasa y de compartirlo en grande con quienes nos quieren bien, sino en dejar siempre abierta la puerta interna para que sigan sucediendo cosas buenas en nuestra vida.
Otras enunciaciones absolutas que solemos decir (o escuchar), son:
- “No se puede pedir más”
¿Por qué no?
- “El casamiento es el día más importante de la vida”
¿O sea que no habrá días así de intensos en el futuro, en el plano familiar?
- “Este es el trabajo ideal”
¿Entonces estoy atado de pies y manos a mi jefe porque de perderlo, no hallaré otro equiparable?
- “Esto es lo más estupendo que me puede pasar”
Te aseguro que hay otras realidades estupendas que también podrían concretarse en tu vida y también te las mereces.
- “Esta noticia es la más feliz de mi vida”
Yo agregaría, “hasta ahora” o “esta noticia es la primera de una serie de buenas nuevas que vendrán.
Por eso, siempre sostengo que:
Mejor, ¡es bien posible!
¿Acostumbras usar este tipo de frases, sin darte cuenta?
Tal vez, es lo mejor que puedas obtener… (What if this is as good as it gets?)
As Good As It Gets es una comedia inteligente, profunda, que no recurre a chistes de mal gustos ni a la bajeza en ningún momento, sino que proporciona unos ratos de intensidad dramática y cómica que se agradecen.
Un filme lleno de ironía, extravagancias y sarcasmos, que por un lado nos retrata un trastorno muy peculiar de la personalidad y por otro nos brinda una historia llena de sentimientos, rabias, “fobias”, complejos y frustraciones gracias al correctísimo desarrollo de los personajes.
Melvin Udall (ENORME Jack Nicholson) es un escritor romántico que padece un desorden obsesivo, algo que le hace intratable para el resto de la sociedad.
Pero, a pesar de que se enorgullece de su forma de ser, hay dos personas que sí conviven con él en su día a día: su vecino homosexual Simon Bishop (Greg Kinnear) y la camarera Carol Connelly (Helen Hunt).
Pero, un buen día, tiene que hacerse cargo de un perro al que odia a muerte.
La presencia en su vida del animal ablandará su corazón.
El éxito de este filme se basa en un sólido guión que nos emociona hasta las lágrimas y nos relaja hasta las carcajadas, apoyado por el convincente triángulo interpretativo.
Juntos son dinamita, mucha química entre ellos y sacan adelante una película que no pierde el ritmo en ningún momento, que entusiasma y nos hace pasar un rato ameno mostrando situaciones de vida lo suficientemente profundas como para quedarnos con algunos conceptos interesantes.
As Good As It Gets es una película de 1997 dirigida por James L. Brooks y protagonizada por Jack Nicholson, Helen Hunt, Greg Kinnear, Cuba Gooding Jr., Skeet Ulrich, Shirley Knight, Jesse James y Lawrence Kasdan, entre otros; con un guión de Mark Andrus & James L. Brooks sobre una historia de Mark Andrus y una música compuesta por Hans Zimmer.
Los ENORMES personajes:
“Carol the waitress - Simon the fag”.
Los tres, o los cuatro personajes, tienen una problemática en común, problemática bastante común desde la Revolución Industrial hasta nuestros días y que es la piedra de toque de la neurosis moderna: la falta de padre, el déficit de la presencia del padre en la vida de una persona, entre otras cosas.
Si bien esta cuestión del padre es una problemática en común, no es sólo esto lo que los unirá, porque muchas personas padecen esta situación y sin embargo no por ello se juntan.
Entonces:
¿Qué factores hacen que personas tan dispar socialmente, económicamente, axiológicamente, es decir, desde el punto de vista de sus valores y su cosmovisión se junten y se necesiten, y cumplan funciones afectivas el uno para el otro?
“I guess what I'm trying to say is... you make me want to be a better man”.
Helen Hunt es una de las mejores y más completas actrices en activo, y su papel es duro de interpretar porque era muy difícil no caer en lo melodramático, ya que es camarera, pese a la luz que ella es capaz de otorgarle, es una mujer al límite del cansancio y la desesperación, que además tiene que aguantar al tarado más insoportable de la ciudad todos los días.
Su drama, el de un hijo precioso que padece de un asma grave, pero que no puede acceder a buenos cuidados porque carecen del dinero para pagarlos, es una crítica brutal a ese chiste que es el sistema sanitario norteamericano, y Hunt es tan creíble en ese papel de madre desbordada, regala a la pantalla tal derroche de belleza, dignidad, vitalidad y frescura que hay que verlo para creerlo.
Carol (Helen Hunt) no tiene padre y su hijo, Spence, tampoco tiene padre, están tan ausentes como innombrados.
No tiene padre y no tiene marido.
Tiene su madre gorda (Beverly) y tiene a su hijo asmático (Spencer).
Carol misma manifiesta que ella está enfermando a su hijo con tanto abrazo.
Ella lo abraza porque no tiene hombre a quien abrazar.
El chico padece de asma, la afección respiratoria expresa que la madre no lo deja respirar.
Observen ustedes en la casa las divisiones de ambientes en lugar de puertas que puedan cerrarse hay cortinas que permiten escuchar, percibir qué sucede en el ambiente contiguo.
Es así que se produce un control de las acciones de cada uno de los miembros de la familia de lo que hacen los otros, no hay privacidad, todos son uno y uno son todos.
Así es como Spence, al advertir a la madre en los prolegómenos de un contacto físico con el muchacho, tose y cuando la madre, interrumpiendo su supuestamente anhelado encuentro, va al lado de Spence y lo abraza, éste vomita.
La afección del chico gobierna como un control remoto a la madre.
El vómito es un equivalente de una eyaculación, se trata de secreciones, de líquidos que salen del cuerpo.
Carol retornará con su candidato con los restos del vómito, muestras de una unión indisoluble.
Es decir: se hace evidente que Spence la posee mediante el asma y la continua amenaza de morirse.
De ese modo el jadeo asmático y los estertores se constituyen en la evocación del orgasmo, la satisfacción genital ausente por el momento sustituida patológicamente.
“You're a disgrace to depression”.
Por su parte, Greg Kinnear, un actor que hasta entonces había hecho muy pocas películas, clava un papel también muy difícil, porque en él se da la mano el patetismo con la reconciliación, el orgullo con el amor fraternal, el perdón, la aceptación, la madurez interior.
Por eso este relato de buenos sentimientos, en que las diferencias y los complejos se superan para alcanzar una mejor comprensión del otro, no se queda en la típica cursilería.
Se eleva hacia una hermosa representación de la soledad y la capacidad de sacrificio, en una ciudad que es más un crisol de múltiples posibilidades de abrirse a los demás, que una jaula en la que aislarse.
En Simon, cuando el padre lo descubre observando extasiado el cuerpo desnudo de la madre, copiándola en sus dibujos, lo golpea hasta dejarlo inconsciente y luego le da dinero para que no vuelva nunca más.
Simon paga el haber gozado de mirar a la madre entregando su heterosexualidad, para no entregar la vida, entrega el hombre que hay en él, lo deja morir, ha sido muerto por el padre un pedazo de él, casi nada: su virilidad heterosexual.
Pero se lleva a la madre, se la lleva puesta mediante una identificación, le queda copiada con la copia más extraordinaria, se la lleva dentro de sí, se convierte en la madre y a la vez la escena de la mirada fascinada de la desnudez se convierte en su profesión, dibuja, pinta, copia cuerpos.
Pero también le ha quedado una fijación con el sadismo del padre.
Se hizo masoquista.
Que otra cosa sino masoquismo puede ser la homosexualidad, el masoquismo de destruirse, en él mismo, al hombre fecundante y padre: el masoquismo de no ser nunca padre.
Aquí vemos también un punto de unión con Melvin que ha estado a punto de sepultar dentro de sí a un padre, sepultar en el sentido de un padre que muere como tal.
Pero ese masoquismo de Simon no sólo le lleva al hombre fecundante sino también lo hace perder una y otra vez: se le repite la escena del padre pegándole hasta dejarlo inconsciente, se consigue alguien (el muchachito que le sirve de modelo y sus amigos).
Otra vez recibe un daño en el cuerpo y queda inconsciente.
Una escena importante será con Carol en el hotel, al verla desnuda se le renueva el deseo sublimatorio creativo, vuelve a pintar porque Carol allí le hace de mamá...
Pero, un buen día, tiene que hacerse cargo de un perro al que odia a muerte.
La presencia en su vida del animal ablandará su corazón.
El éxito de este filme se basa en un sólido guión que nos emociona hasta las lágrimas y nos relaja hasta las carcajadas, apoyado por el convincente triángulo interpretativo.
Juntos son dinamita, mucha química entre ellos y sacan adelante una película que no pierde el ritmo en ningún momento, que entusiasma y nos hace pasar un rato ameno mostrando situaciones de vida lo suficientemente profundas como para quedarnos con algunos conceptos interesantes.
As Good As It Gets es una película de 1997 dirigida por James L. Brooks y protagonizada por Jack Nicholson, Helen Hunt, Greg Kinnear, Cuba Gooding Jr., Skeet Ulrich, Shirley Knight, Jesse James y Lawrence Kasdan, entre otros; con un guión de Mark Andrus & James L. Brooks sobre una historia de Mark Andrus y una música compuesta por Hans Zimmer.
Los ENORMES personajes:
“Carol the waitress - Simon the fag”.
Los tres, o los cuatro personajes, tienen una problemática en común, problemática bastante común desde la Revolución Industrial hasta nuestros días y que es la piedra de toque de la neurosis moderna: la falta de padre, el déficit de la presencia del padre en la vida de una persona, entre otras cosas.
Si bien esta cuestión del padre es una problemática en común, no es sólo esto lo que los unirá, porque muchas personas padecen esta situación y sin embargo no por ello se juntan.
Entonces:
¿Qué factores hacen que personas tan dispar socialmente, económicamente, axiológicamente, es decir, desde el punto de vista de sus valores y su cosmovisión se junten y se necesiten, y cumplan funciones afectivas el uno para el otro?
“I guess what I'm trying to say is... you make me want to be a better man”.
Helen Hunt es una de las mejores y más completas actrices en activo, y su papel es duro de interpretar porque era muy difícil no caer en lo melodramático, ya que es camarera, pese a la luz que ella es capaz de otorgarle, es una mujer al límite del cansancio y la desesperación, que además tiene que aguantar al tarado más insoportable de la ciudad todos los días.
Su drama, el de un hijo precioso que padece de un asma grave, pero que no puede acceder a buenos cuidados porque carecen del dinero para pagarlos, es una crítica brutal a ese chiste que es el sistema sanitario norteamericano, y Hunt es tan creíble en ese papel de madre desbordada, regala a la pantalla tal derroche de belleza, dignidad, vitalidad y frescura que hay que verlo para creerlo.
Carol (Helen Hunt) no tiene padre y su hijo, Spence, tampoco tiene padre, están tan ausentes como innombrados.
No tiene padre y no tiene marido.
Tiene su madre gorda (Beverly) y tiene a su hijo asmático (Spencer).
Carol misma manifiesta que ella está enfermando a su hijo con tanto abrazo.
Ella lo abraza porque no tiene hombre a quien abrazar.
El chico padece de asma, la afección respiratoria expresa que la madre no lo deja respirar.
Observen ustedes en la casa las divisiones de ambientes en lugar de puertas que puedan cerrarse hay cortinas que permiten escuchar, percibir qué sucede en el ambiente contiguo.
Es así que se produce un control de las acciones de cada uno de los miembros de la familia de lo que hacen los otros, no hay privacidad, todos son uno y uno son todos.
Así es como Spence, al advertir a la madre en los prolegómenos de un contacto físico con el muchacho, tose y cuando la madre, interrumpiendo su supuestamente anhelado encuentro, va al lado de Spence y lo abraza, éste vomita.
La afección del chico gobierna como un control remoto a la madre.
El vómito es un equivalente de una eyaculación, se trata de secreciones, de líquidos que salen del cuerpo.
Carol retornará con su candidato con los restos del vómito, muestras de una unión indisoluble.
Es decir: se hace evidente que Spence la posee mediante el asma y la continua amenaza de morirse.
De ese modo el jadeo asmático y los estertores se constituyen en la evocación del orgasmo, la satisfacción genital ausente por el momento sustituida patológicamente.
“You're a disgrace to depression”.
Por su parte, Greg Kinnear, un actor que hasta entonces había hecho muy pocas películas, clava un papel también muy difícil, porque en él se da la mano el patetismo con la reconciliación, el orgullo con el amor fraternal, el perdón, la aceptación, la madurez interior.
Por eso este relato de buenos sentimientos, en que las diferencias y los complejos se superan para alcanzar una mejor comprensión del otro, no se queda en la típica cursilería.
Se eleva hacia una hermosa representación de la soledad y la capacidad de sacrificio, en una ciudad que es más un crisol de múltiples posibilidades de abrirse a los demás, que una jaula en la que aislarse.
En Simon, cuando el padre lo descubre observando extasiado el cuerpo desnudo de la madre, copiándola en sus dibujos, lo golpea hasta dejarlo inconsciente y luego le da dinero para que no vuelva nunca más.
Simon paga el haber gozado de mirar a la madre entregando su heterosexualidad, para no entregar la vida, entrega el hombre que hay en él, lo deja morir, ha sido muerto por el padre un pedazo de él, casi nada: su virilidad heterosexual.
Pero se lleva a la madre, se la lleva puesta mediante una identificación, le queda copiada con la copia más extraordinaria, se la lleva dentro de sí, se convierte en la madre y a la vez la escena de la mirada fascinada de la desnudez se convierte en su profesión, dibuja, pinta, copia cuerpos.
Pero también le ha quedado una fijación con el sadismo del padre.
Se hizo masoquista.
Que otra cosa sino masoquismo puede ser la homosexualidad, el masoquismo de destruirse, en él mismo, al hombre fecundante y padre: el masoquismo de no ser nunca padre.
Aquí vemos también un punto de unión con Melvin que ha estado a punto de sepultar dentro de sí a un padre, sepultar en el sentido de un padre que muere como tal.
Pero ese masoquismo de Simon no sólo le lleva al hombre fecundante sino también lo hace perder una y otra vez: se le repite la escena del padre pegándole hasta dejarlo inconsciente, se consigue alguien (el muchachito que le sirve de modelo y sus amigos).
Otra vez recibe un daño en el cuerpo y queda inconsciente.
Una escena importante será con Carol en el hotel, al verla desnuda se le renueva el deseo sublimatorio creativo, vuelve a pintar porque Carol allí le hace de mamá...
Pero no es la mamá.
Melvin viene tarde a interrumpir la escena y pregunta si hubo sexo, está enojado pero esto es de menor escala de agresividad que lo del padre de Simon, es tolerable, entonces lo puede tomar con humor, además es entonces un hombre pleno aunque sea por un rato.
Carol y Simon, cómplices, dejan la incertidumbre a Melvin (¿cómo, tiene sensibilidad, tiene celos?).
Simon puede burlarse del papá sin que le cueste la vida o su sexualidad.
“Yes, I hate the doggy!”
Verdell, o mejor dicho Jill el Griffon Bruxellois aunque fueron cinco grifones más, llamados Timer, Sprout, Debbie, Billy y Parfait, los utilizados como soporte durante todo el rodaje.
Éste es un personaje muy tierno, de tamaño pequeño, que de cierta forma se "gana" el cariño de Melvin.
Así, sin buscarlo, Melvin deja ciertos ritos; como por ejemplo para poder ver al perro en el restaurante, se cambia de mesa (para el asombro de Carol).
También con Simon comienzan a tener cierta relación de amistad, lo que hace que en cierta manera Melvin comience a preocuparse por él, hasta llegar al punto, al final de la película, que lo aloja en su casa.
El perro es más puro que las personas; el perro no puede juzgarlo y Melvin se siente libre.
Y como la cereza del pastel…
“I work all the time.
So never, NEVER interrupt me, okay?
Not if there's a fire, not even if you hear the sound of a thud from my home, and one week later there's a smell coming from there that can only be a decaying human body, and you have to hold a hanky to your face because the stench is so thick that you think you're gonna faint - even then, don't come knocking.
Or, if it's election night, and you're excited and you wanna celebrate because some fudge-packer that you date has been elected the first queer president of the United States, and he's going to have you down to Camp David, and you want someone to share the moment with.
Even then, don't knock.
Not on this door.
Not for ANY reason.
Do you get me, sweetheart?”
El 3 veces ganador del Oscar, Jack Nicholson vuelve a mostrar toda su capacidad histriónica al encarnar a un personaje obsesivo compulsivo cascarrabias, cuya insoportable personalidad lo hace más entrañable al extremo de sentir ternura y simpatía aún cuando este sujeto parece ser de lo más despreciable.
En su vida diaria es una persona sumamente agresiva, bruta, sin la más mínima consideración hacia los sentimientos de los demás, mientras que es, a su vez, un escritor famoso de novelas rosa (ironía pura).
Llegó a publicar 62 libros, dedicándole horas, en su casa, escribiendo los párrafos más románticos; en cierta escena lo muestran escribiendo el último párrafo de su 62° libro, en el cual relata una escena sumamente tierna entre una pareja.
Es uno de esos antihéroes a los que últimamente estamos tan acostumbrados en las ficciones norteamericanas, verdadero corazón de un relato inolvidable, que jamás confunde sentimentalismo con verdadera y mundana emoción, que absolutamente siempre se mantiene a la altura de la mirada humana, y que no por investigar en algunas de las miserias de la vida moderna pierde un ápice de luminosidad y verdad.
Melvin Udall es el Jack Nicholson más desatado en mucho tiempo.
Un papel expresamente creado para él, en el que el genio muchas veces incomprendido de Nicholson se siente como pez en el agua.
Es Melvin el que tiene los mejores diálogos, inolvidables todos.
Sólo un actor de su inmenso talento podía dar vida a un personaje tan en el borde del disparate, y hacerlo creíble y emocionante.
Udall es un individuo con trastorno de personalidad que dice lo primero que se la pasa por la cabeza.
Cosas que a lo mejor diríamos pero que nos callamos por respeto y empatía.
Antológica la respuesta a una fervorosa lectora suya que le pregunta por su capacidad para escribir sobre mujeres:
“Pienso en un hombre, y le quito la sensatez y la responsabilidad”.
O la provocación racial al personaje de Cuba Gooding Jr., o el desprecio sistemático hacia la orientación sexual de Simon, o contra la mujer hispana.
Melvin es un tipo que no quiere a nadie cerca, por mucho que en el fondo le gusta Carol, y lo deja claro con sus malas maneras y sus respuestas maleducadas.
Recordemos que el padre de Melvin le pegaba con una regla cada vez que se equivocaba una nota en el piano.
El Melvin que se nos presenta inicialmente persigue al perrito porque no quiere que haga pis.
El hacer pis es el equivalente infantil de usar el pene, luego Melvin tira al perrito por el incinerador.
Si juntamos el comentario que luego hace del sadismo de su padre que le pegaba cuando se equivocaba las notas en el piano, reconstruimos en Melvin a su padre prohibiéndole el uso de su pene y mostrando qué pensaba en general acerca de lo que conviene hacer con un hijo: tirarlo a la basura, los hijos son mierda.
Por eso Melvin está lejos de la sexualidad adulta, por eso es un ermitaño cascarrabias con la indicación de no tener hijos.
Todo esto se rige por una ley psicológica que dice:
“Lo sufrido pasivamente se realiza activamente”.
Es decir, inclusive, lo que hemos sufrido como niños pequeños, lo que nos hicieron y causó daño tenderemos, quieran que no, a hacérselo a otros, algo así como que los otros “disfruten”, que tengan de mi propia medicina.
Entonces en la radiografía de Melvin encontramos el esqueleto del padre.
¿Qué se ha hecho de la vida amorosa, de la vida sexual de Melvin?
Voy a señalar algunos ítems como un modo de ordenar las cosas sin pisar las hendiduras:
Melvin funciona con sadismo y anulación de los sentimientos.
Regula las tendencias sexuales mediante actos y ceremoniales.
La vida sexual de Melvin transcurre en sus fantasías, perfectamente separadas del resto de su vida cotidiana y podemos inferir que practica el onanismo, es decir: se masturba.
Melvin luego de ese período de actividad sexual de contacto prohibido cae en la cuenta que su padre se enoja con él por todo esto: hay un desplazamiento de ese enojo y castigo por el padre cuando se equivocaba las notas del piano…
Entonces el crimen consistió en tocar “mal” y esto explica en parte porque Melvin tiene terror al contagio, no puede tocar “mal”, no puede tocar lo prohibido, tabú se denomina esto o también fobia de contacto.
De ahí que a Melvin le rodea todo lo excesivo, Carol con su hijo enfermo que le demuestra mucho amor, Spence el hijo de la camarera, retrata la infancia de Melvin, allí tenemos justamente la expresión de un contacto excesivo entre el hijo y la madre.
Este tipo de contacto es tremendamente satisfactorio.
O Simon que se realiza como persona feliz y plena, que conmocionará a Melvin porque él también retrata aspectos importantes de la infancia de Melvin, a saber: la exhibición de la madre ante los extasiados ojos de Simon, el contacto incestuoso prohibido con la madre...
El pago por estos “crímenes”, digo crímenes porque son de ese modo vividos por el alma infantil y perduran de esa manera expresándose en el futuro mediante síntomas en Melvin o una modificación del destino sexual en Simon.
Por otro lado tenemos el contar las veces que cierra los cerrojos, prender y apagar la luz, etc.
El n° 5 es un número freudiano, es el número del complejo de Edipo, que es a los 5 años, entonces si cumple con las 5 veces queda liberado hasta el próximo y cercano acto obsesivo.
Saltar las rajaduras o hendiduras está relacionado con el complejo de castración, esto es como los psicoanalistas denominan al resultado del temor a que el padre se cobre por los crímenes o pecados incestuosos de que hablamos antes.
Melvin viene tarde a interrumpir la escena y pregunta si hubo sexo, está enojado pero esto es de menor escala de agresividad que lo del padre de Simon, es tolerable, entonces lo puede tomar con humor, además es entonces un hombre pleno aunque sea por un rato.
Carol y Simon, cómplices, dejan la incertidumbre a Melvin (¿cómo, tiene sensibilidad, tiene celos?).
Simon puede burlarse del papá sin que le cueste la vida o su sexualidad.
“Yes, I hate the doggy!”
Verdell, o mejor dicho Jill el Griffon Bruxellois aunque fueron cinco grifones más, llamados Timer, Sprout, Debbie, Billy y Parfait, los utilizados como soporte durante todo el rodaje.
Éste es un personaje muy tierno, de tamaño pequeño, que de cierta forma se "gana" el cariño de Melvin.
Así, sin buscarlo, Melvin deja ciertos ritos; como por ejemplo para poder ver al perro en el restaurante, se cambia de mesa (para el asombro de Carol).
También con Simon comienzan a tener cierta relación de amistad, lo que hace que en cierta manera Melvin comience a preocuparse por él, hasta llegar al punto, al final de la película, que lo aloja en su casa.
El perro es más puro que las personas; el perro no puede juzgarlo y Melvin se siente libre.
Y como la cereza del pastel…
“I work all the time.
So never, NEVER interrupt me, okay?
Not if there's a fire, not even if you hear the sound of a thud from my home, and one week later there's a smell coming from there that can only be a decaying human body, and you have to hold a hanky to your face because the stench is so thick that you think you're gonna faint - even then, don't come knocking.
Or, if it's election night, and you're excited and you wanna celebrate because some fudge-packer that you date has been elected the first queer president of the United States, and he's going to have you down to Camp David, and you want someone to share the moment with.
Even then, don't knock.
Not on this door.
Not for ANY reason.
Do you get me, sweetheart?”
El 3 veces ganador del Oscar, Jack Nicholson vuelve a mostrar toda su capacidad histriónica al encarnar a un personaje obsesivo compulsivo cascarrabias, cuya insoportable personalidad lo hace más entrañable al extremo de sentir ternura y simpatía aún cuando este sujeto parece ser de lo más despreciable.
En su vida diaria es una persona sumamente agresiva, bruta, sin la más mínima consideración hacia los sentimientos de los demás, mientras que es, a su vez, un escritor famoso de novelas rosa (ironía pura).
Llegó a publicar 62 libros, dedicándole horas, en su casa, escribiendo los párrafos más románticos; en cierta escena lo muestran escribiendo el último párrafo de su 62° libro, en el cual relata una escena sumamente tierna entre una pareja.
Es uno de esos antihéroes a los que últimamente estamos tan acostumbrados en las ficciones norteamericanas, verdadero corazón de un relato inolvidable, que jamás confunde sentimentalismo con verdadera y mundana emoción, que absolutamente siempre se mantiene a la altura de la mirada humana, y que no por investigar en algunas de las miserias de la vida moderna pierde un ápice de luminosidad y verdad.
Melvin Udall es el Jack Nicholson más desatado en mucho tiempo.
Un papel expresamente creado para él, en el que el genio muchas veces incomprendido de Nicholson se siente como pez en el agua.
Es Melvin el que tiene los mejores diálogos, inolvidables todos.
Sólo un actor de su inmenso talento podía dar vida a un personaje tan en el borde del disparate, y hacerlo creíble y emocionante.
Udall es un individuo con trastorno de personalidad que dice lo primero que se la pasa por la cabeza.
Cosas que a lo mejor diríamos pero que nos callamos por respeto y empatía.
Antológica la respuesta a una fervorosa lectora suya que le pregunta por su capacidad para escribir sobre mujeres:
“Pienso en un hombre, y le quito la sensatez y la responsabilidad”.
O la provocación racial al personaje de Cuba Gooding Jr., o el desprecio sistemático hacia la orientación sexual de Simon, o contra la mujer hispana.
Melvin es un tipo que no quiere a nadie cerca, por mucho que en el fondo le gusta Carol, y lo deja claro con sus malas maneras y sus respuestas maleducadas.
Recordemos que el padre de Melvin le pegaba con una regla cada vez que se equivocaba una nota en el piano.
El Melvin que se nos presenta inicialmente persigue al perrito porque no quiere que haga pis.
El hacer pis es el equivalente infantil de usar el pene, luego Melvin tira al perrito por el incinerador.
Si juntamos el comentario que luego hace del sadismo de su padre que le pegaba cuando se equivocaba las notas en el piano, reconstruimos en Melvin a su padre prohibiéndole el uso de su pene y mostrando qué pensaba en general acerca de lo que conviene hacer con un hijo: tirarlo a la basura, los hijos son mierda.
Por eso Melvin está lejos de la sexualidad adulta, por eso es un ermitaño cascarrabias con la indicación de no tener hijos.
Todo esto se rige por una ley psicológica que dice:
“Lo sufrido pasivamente se realiza activamente”.
Es decir, inclusive, lo que hemos sufrido como niños pequeños, lo que nos hicieron y causó daño tenderemos, quieran que no, a hacérselo a otros, algo así como que los otros “disfruten”, que tengan de mi propia medicina.
Entonces en la radiografía de Melvin encontramos el esqueleto del padre.
¿Qué se ha hecho de la vida amorosa, de la vida sexual de Melvin?
Voy a señalar algunos ítems como un modo de ordenar las cosas sin pisar las hendiduras:
Melvin funciona con sadismo y anulación de los sentimientos.
Regula las tendencias sexuales mediante actos y ceremoniales.
La vida sexual de Melvin transcurre en sus fantasías, perfectamente separadas del resto de su vida cotidiana y podemos inferir que practica el onanismo, es decir: se masturba.
Melvin luego de ese período de actividad sexual de contacto prohibido cae en la cuenta que su padre se enoja con él por todo esto: hay un desplazamiento de ese enojo y castigo por el padre cuando se equivocaba las notas del piano…
Entonces el crimen consistió en tocar “mal” y esto explica en parte porque Melvin tiene terror al contagio, no puede tocar “mal”, no puede tocar lo prohibido, tabú se denomina esto o también fobia de contacto.
De ahí que a Melvin le rodea todo lo excesivo, Carol con su hijo enfermo que le demuestra mucho amor, Spence el hijo de la camarera, retrata la infancia de Melvin, allí tenemos justamente la expresión de un contacto excesivo entre el hijo y la madre.
Este tipo de contacto es tremendamente satisfactorio.
O Simon que se realiza como persona feliz y plena, que conmocionará a Melvin porque él también retrata aspectos importantes de la infancia de Melvin, a saber: la exhibición de la madre ante los extasiados ojos de Simon, el contacto incestuoso prohibido con la madre...
El pago por estos “crímenes”, digo crímenes porque son de ese modo vividos por el alma infantil y perduran de esa manera expresándose en el futuro mediante síntomas en Melvin o una modificación del destino sexual en Simon.
Por otro lado tenemos el contar las veces que cierra los cerrojos, prender y apagar la luz, etc.
El n° 5 es un número freudiano, es el número del complejo de Edipo, que es a los 5 años, entonces si cumple con las 5 veces queda liberado hasta el próximo y cercano acto obsesivo.
Saltar las rajaduras o hendiduras está relacionado con el complejo de castración, esto es como los psicoanalistas denominan al resultado del temor a que el padre se cobre por los crímenes o pecados incestuosos de que hablamos antes.
Además también se denomina de ese modo a la separación entre el hijo y la madre que el padre debe efectuar, y esto queda retratado simbólicamente, ya en el inconsciente de Melvin las rajaduras que salta y que quieren decir: no hay castración yo sigo haciendo según mis deseos, toco y miro lo que quiero.
Pero en realidad es un miedoso que hace pinta de valiente.
Las rajaduras son el mundo tal cual es con sus rajaduras, ser parido, ser lanzado al mundo lleno de bacterias, de rivales, de desencantos… pero también, y sólo pasando, pisando la rajadura, comienza el mundo de la relación con el otro y el amor posible y real, imperfecto y conflictivo.
Melvin querrá permanecer intrauterino, pero la realidad es que ha salido al mundo, prefiere obtener las cosas del mundo, incluso amor y sexo en la fantasía (hasta que luego con Carol se le juntarán ambos mundos).
Observen ustedes que escribe libros de amor y sensualidad erótica, allí, aislado nos relata qué es lo que hay en su mundo interno, sublima escribiendo, tiene, sin saberlo, un gran conocimiento de los anhelos que hombres y mujeres tienen, pero sólo los puede aceptar a condiciones de que sean una ficción.
El problema que padece Melvin se denomina trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y es la cuarta enfermedad mental más común en los países desarrollados.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social, etc).
Una persona con TOC se da cuenta de que tiene un problema.
Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta.
Los pacientes suelen sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones.
Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o, incluso, colaborar en sus rituales (acción que se considera contraproducente).
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:
Obsesiones:
Son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido.
El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
Compulsiones:
Son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada.
La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última.
En las personas que sufren este tipo de desorden, el pensamiento aparece dominado por una idea intrusiva o secuencia de ideas, que buscan apagar con comportamientos rituales, casi siempre muy caprichosos.
Son plenamente conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza.
Las obsesiones y las compulsiones: son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en su funcionamiento social.
No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.
Dentro del TOC se pueden diferenciar como más comunes:
Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.
Filosofales: Con tendencias algo inciertas.
Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse.
Incompatibles con los numerales.
Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores.
No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales.
Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible.
Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la sexualidad.
Y por último, el colado de todo lo anterior, osea… YO!
Curiosamente, el personaje principal "Melvin Udall", un escritor famoso de novelas románticas que padece de neurosis obsesiva.
La película relata como a través de ciertas circunstancias y personas, él comenzó a cambiar ciertos parámetros de su vida, iniciando un proceso de curación.
Así mismo, a través de ésta, podemos ver claramente síntomas característicos de la enfermedad, como ciertos ritos, su relación con la gente que lo rodea, mecanismos de defensa que utiliza, característico de esta enfermedad.
También depende mucho contra quien el sujeto manifiesta reacciones de hostilidad, no es lo mismo que produzca reacciones de odio con respecto a los padres y otros niños, que contra todo el mundo.
En el caso de Melvin no sabemos nada de su madre, pero sí del padre, por lo poco dicho durante 11 años estuvo encerrado, es decir ausente.
Probablemente la madre se quejaría mucho, y no debería de estar muy satisfecha con su marido, volcando toda su preocupación sobre su hijo.
Otro elemento a remarcar es la agresividad constante de Melvin al comunicarse con otros.
En síntesis, la agresividad es característica en las personas que sufren de neurosis.
Muchos afirman que les es mucho más fácil decir cosas desagradables o ofensivas, que palabras amorosas.
Y que al decirles palabras desagradables sólo se limitaban al temor de la reacción de la otra persona; de otra forma, el decir palabras amables les provocaba una angustia intensa, por la simple alusión a un acercamiento.
Es así que el neurótico vive inconscientemente al otro, como es inconscientemente él mismo.
Proyecta sobre el otro su propia imagen.
El procura alcanzar una relación íntima que teme con todo su ser; como no puede renunciar a su necesidad, tampoco puede superar su terror.
La relación obsesiva es la que brinda una solución al dilema del deseo y del temor.
Pero en realidad es un miedoso que hace pinta de valiente.
Las rajaduras son el mundo tal cual es con sus rajaduras, ser parido, ser lanzado al mundo lleno de bacterias, de rivales, de desencantos… pero también, y sólo pasando, pisando la rajadura, comienza el mundo de la relación con el otro y el amor posible y real, imperfecto y conflictivo.
Melvin querrá permanecer intrauterino, pero la realidad es que ha salido al mundo, prefiere obtener las cosas del mundo, incluso amor y sexo en la fantasía (hasta que luego con Carol se le juntarán ambos mundos).
Observen ustedes que escribe libros de amor y sensualidad erótica, allí, aislado nos relata qué es lo que hay en su mundo interno, sublima escribiendo, tiene, sin saberlo, un gran conocimiento de los anhelos que hombres y mujeres tienen, pero sólo los puede aceptar a condiciones de que sean una ficción.
El problema que padece Melvin se denomina trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y es la cuarta enfermedad mental más común en los países desarrollados.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social, etc).
Una persona con TOC se da cuenta de que tiene un problema.
Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta.
Los pacientes suelen sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones.
Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o, incluso, colaborar en sus rituales (acción que se considera contraproducente).
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:
Obsesiones:
Son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido.
El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
Compulsiones:
Son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada.
La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última.
En las personas que sufren este tipo de desorden, el pensamiento aparece dominado por una idea intrusiva o secuencia de ideas, que buscan apagar con comportamientos rituales, casi siempre muy caprichosos.
Son plenamente conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza.
Las obsesiones y las compulsiones: son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en su funcionamiento social.
No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.
Dentro del TOC se pueden diferenciar como más comunes:
Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.
Filosofales: Con tendencias algo inciertas.
Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse.
Incompatibles con los numerales.
Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores.
No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales.
Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible.
Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la sexualidad.
Y por último, el colado de todo lo anterior, osea… YO!
Curiosamente, el personaje principal "Melvin Udall", un escritor famoso de novelas románticas que padece de neurosis obsesiva.
La película relata como a través de ciertas circunstancias y personas, él comenzó a cambiar ciertos parámetros de su vida, iniciando un proceso de curación.
Así mismo, a través de ésta, podemos ver claramente síntomas característicos de la enfermedad, como ciertos ritos, su relación con la gente que lo rodea, mecanismos de defensa que utiliza, característico de esta enfermedad.
También depende mucho contra quien el sujeto manifiesta reacciones de hostilidad, no es lo mismo que produzca reacciones de odio con respecto a los padres y otros niños, que contra todo el mundo.
En el caso de Melvin no sabemos nada de su madre, pero sí del padre, por lo poco dicho durante 11 años estuvo encerrado, es decir ausente.
Probablemente la madre se quejaría mucho, y no debería de estar muy satisfecha con su marido, volcando toda su preocupación sobre su hijo.
Otro elemento a remarcar es la agresividad constante de Melvin al comunicarse con otros.
En síntesis, la agresividad es característica en las personas que sufren de neurosis.
Muchos afirman que les es mucho más fácil decir cosas desagradables o ofensivas, que palabras amorosas.
Y que al decirles palabras desagradables sólo se limitaban al temor de la reacción de la otra persona; de otra forma, el decir palabras amables les provocaba una angustia intensa, por la simple alusión a un acercamiento.
Es así que el neurótico vive inconscientemente al otro, como es inconscientemente él mismo.
Proyecta sobre el otro su propia imagen.
El procura alcanzar una relación íntima que teme con todo su ser; como no puede renunciar a su necesidad, tampoco puede superar su terror.
La relación obsesiva es la que brinda una solución al dilema del deseo y del temor.
Entonces, en su hostilidad expresan tanto el amor como el odio; que por la proyección viven al otro como son ellos, y que a pesar de su necesidad tienen miedo de ese otro.
Inclusive, sea cual fuere el significado, podríamos hasta indagar de una posible atracción homosexual de Melvin con Simon y que Melvin por su pasado, evita reconocer, ya que él ve a Carol como el objeto de deseo que lo une con Simon sin caer en el contacto sexual, si vemos la película bajo esa premisa, es otra completamente.
No hay una sola escena que el espectador que no la haya visto pueda anticipar su final, como no hay nada que sobre, ni que falte, en esta preciosidad de comedia dramática, o de drama cómico.
O simplemente cine realista, con más vida que la misma realidad, y cuyo abierto final nos deja con una sonrisa de satisfacción que nada tiene que ver con los finales felices, porque sigue siendo parte de la vida misma, y porque seguro que Melvin la vuelve a fastidiar en el futuro.
Bueno, ya ven que gracias a Verdell, el perrito, y su “mamá” Simon y también con Carol se le juntará un poco de su mundo interior ficcional y un poco de su realidad, aunque al final de la película hay un guiño, mientras Carol ya entró a la confitería en esa madrugada, él está todavía con un pie en su mundo solitario, una vez más sortea la rajadura antes de entrar.
El guiño es “no vayan a creer que renuncié totalmente a mi religión”.
Es el amor el que vence a la enfermedad, que une a las almas atormentadas y que nos impulsa a descubrir lo necesitados que estamos de amar y ser amados.
“Puede que yo sea la única persona sobre la faz de la tierra que sepa que eres el ser mas fantástico que existe.
Puede que yo sea el único que aprecie lo asombroso que eres en cada una de las cosas que haces, y en cómo eres, y en cada uno de los pensamientos que tienes, y en como dices lo que quieres decir, y en como casi siempre quieres decir algo que tiene que ver con ser sincero y bueno, y creo que la mayoría de la gente se pierde eso de ti, y yo les observo preguntándome como pueden verte y no captar que están viendo al ser más maravilloso que existe, y el hecho de que yo si lo capte me hace sentir bien, conmigo mismo.
¿Eso es algo malo para poderte tener cerca para mí? “
Inclusive, sea cual fuere el significado, podríamos hasta indagar de una posible atracción homosexual de Melvin con Simon y que Melvin por su pasado, evita reconocer, ya que él ve a Carol como el objeto de deseo que lo une con Simon sin caer en el contacto sexual, si vemos la película bajo esa premisa, es otra completamente.
No hay una sola escena que el espectador que no la haya visto pueda anticipar su final, como no hay nada que sobre, ni que falte, en esta preciosidad de comedia dramática, o de drama cómico.
O simplemente cine realista, con más vida que la misma realidad, y cuyo abierto final nos deja con una sonrisa de satisfacción que nada tiene que ver con los finales felices, porque sigue siendo parte de la vida misma, y porque seguro que Melvin la vuelve a fastidiar en el futuro.
Bueno, ya ven que gracias a Verdell, el perrito, y su “mamá” Simon y también con Carol se le juntará un poco de su mundo interior ficcional y un poco de su realidad, aunque al final de la película hay un guiño, mientras Carol ya entró a la confitería en esa madrugada, él está todavía con un pie en su mundo solitario, una vez más sortea la rajadura antes de entrar.
El guiño es “no vayan a creer que renuncié totalmente a mi religión”.
Es el amor el que vence a la enfermedad, que une a las almas atormentadas y que nos impulsa a descubrir lo necesitados que estamos de amar y ser amados.
“Puede que yo sea la única persona sobre la faz de la tierra que sepa que eres el ser mas fantástico que existe.
Puede que yo sea el único que aprecie lo asombroso que eres en cada una de las cosas que haces, y en cómo eres, y en cada uno de los pensamientos que tienes, y en como dices lo que quieres decir, y en como casi siempre quieres decir algo que tiene que ver con ser sincero y bueno, y creo que la mayoría de la gente se pierde eso de ti, y yo les observo preguntándome como pueden verte y no captar que están viendo al ser más maravilloso que existe, y el hecho de que yo si lo capte me hace sentir bien, conmigo mismo.
¿Eso es algo malo para poderte tener cerca para mí? “
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