Rocco E I Suoi Fratelli (Rocco And His Brothers)

Melancolía hecha arte…

Sangue chiama sangue: Mamma coraggio!!!!

“La experiencia me ha enseñado sobre todo que el peso del ser humano, su presencia, es la única cosa que llena verdaderamente el fotograma, que el ambiente lo crea él, su presencia viva, y que es por las pasiones que le agitan que adquiere realidad y relieve, hasta el punto que su ausencia momentánea del rectángulo luminoso reduce todas las cosas a una apariencia de naturaleza muerta”.
Luchino Visconti

El sueño de la gran ciudad le queda, a la gente nacida a partir de los años setenta, como algo lejano y ajeno. Pero sería difícil obviar que hubo un tiempo, en que la ciudad era un futuro lleno de oportunidades y el lugar para escapar del hambre enganchada al campo.
Ahora, las tornas cambian y gente con recursos económicos decide escapar al campo para alejarse de la polución y los decibelios.
Rocco E I Suoi Fratelli (Rocco y sus Hermanos: Vincenzo, Simone, Rocco, Ciro y Luca) es uno de los grandes títulos del cine europeo, y la última gran película de temática neorrealista de Luchino Visconti (1960).
El cineasta refleja la realidad social de los emigrantes que dejaban el campo en el momento en que trataban de salir adelante en la ciudad.
Explora sobre todo el amor familiar, pero también la intolerancia y la injusticia, denuncia social de contenido socio-económico.
La película está protagonizada por Alain Delon, sus ojos hechizan durante toda la película, por no hablar de la dulzura de su personaje, conmueve hasta a las piedras, Renato Salvatori, Annie Girardot, la trágica griega Katina Paxinou y Claudia Cardinale, en uno de sus primeros papeles antes de hacerse internacionalmente famosa.
Magnífica la fotografía en blanco y negro, y escenas, además durísimas para la época (violación, homosexualidad, metáforas cristianas...).
Las actuaciones brillantes en general, esa Mama Parondi, grande Renato Salvatori como Simone, destacada Annie Girardot como Nadia y excelente Alain Delon, su interpretación de Rocco, dulce, abnegado casi hasta hacer de su personaje un santo, está clavada (su inexpresividad yo la entiendo en la dinámica del personaje y no como un déficit interpretativo de Delon, Rocco no es el excesivo Simone).
Su cara angelical, sus ojos y gestos hacen que conectes, que ames al personaje.
Lo contrario sucede con Renato Salvatori que está tan bien como Simone que uno se pasa la película deseando que caiga por el precipicio ya (porque su redención no es posible) y deje de atormentar a Rocco.
Ambos evidencian personajes antagónicos pero igualmente condenados: 
Simone caído en la inmoralidad y el salvajismo, Rocco perdido por su bondad irresponsable.
En el fondo Rocco y Simone son 2 caras de una misma moneda, son parecidos.
Ya al final de la película Visconti hace un paralelismo entre el éxito de Rocco y el crudo final de Simone, pero más allá de esto es la figura del concepto de familia la que prevalecerá a lo largo del filme.
Los dos son incapaces de hacer frente a la situación en qué se han visto atrapados y reaccionan de maneras radicalmente opuestas, pero igualmente equivocadas.
El drama se sitúa en Milán y cuenta la historia de una familia inmigrante del sur de Italia y sus problemas de integración en el industrializado norte.
Se presenta en cinco partes distintas una por cada hermano.
Aunque Visconti trate un tema como la emigración, lo hace mediante la descripción de los personajes. 
Sólo viendo sus tragedias particulares comprenderemos el verdadero problema.
Explora las tensiones entre tradición y modernidad, cultura agraria y cultura industrial, sociedades ancladas en la pobreza secular y sociedades dinámicas y sometidas a cambios.
Analiza los problemas que se derivan en general del choque que afecta a los inmigrantes del Sur cuando, sin información suficiente y sin recursos, se sumergen en una sociedad desconocida, individualista y competitiva, muy diferente de la predominante en los lugares de procedencia. 
Los riesgos sociales de inadaptación, marginación, paro, subocupación, delincuencia, frustración de expectativas y violencia, son elevados, en especial para los más frágiles y vulnerables.
Se hace uso de numerosas metáforas o analogías, que dan densidad, profundidad, teatralidad y trascendencia al relato. 
En este sentido cabe señalar el paralelismo que se establece entre la violencia del combate de boxeo de Rocco y el asesinato a navajazos de una muchacha, la evocación que con motivo del mismo se hace de la crucifixión, el paralelismo que la violencia de dos de los hermanos guarda con la historia bíblica de Caín y Abel, el símil de los combates de boxeo y la difícil lucha por la vida de los desfavorecidos.
La estación de Nápoles, fría, desierta e inabarcable, anuncia lo que será para los recién llegados la gran ciudad.
El paisaje surrealista de la cubierta de la Catedral habla de la dureza de la vida, la explotación y la muerte, etc.
Como es habitual en los trabajos de Visconti, no faltan los personajes trágicos y las situaciones límite, las referencias al destino y la fatalidad, la visualización de lo prohibido (prostitución, homosexualidad...), la inutilidad e inconveniencia de la bondad, la ausencia del padre (como en “La Terra Trema”), la importancia de las celebraciones familiares, la presencia destacada de la foto de familia, etc.
La música preciosista del gran Nino Rota nos envuelve en toda la película, aporta emotividad, dramatismo y pasajes de ambientación territorial (“Terra lontana”) o temporal (“Tintarella di luna”).
El tema de Rocco es dramático y el de Nadia es jazzístico y disonante.
La canción “Paese mio” que la interpreta Elio Mauro (principio y final del film) es una afirmación de la propia identidad, un viaje físico e iniciático que quizá hasta nosotros mismos también emprendamos de algún modo, el corte “Vals en los lagos” habla de los sueños futuros.
Música e imagen se funden en un conjunto que exalta los sentimientos y pone el acento en el sentido trágico.
Visconti suele hablar de los cambios sociales a lo largo del tiempo. 
Pero un tema se repite con frecuencia en su filmografía: la familia. 
En esta ocasión, estamos ante una familia matriarcal, con una madre testaruda, una madre que quiere que sus hijos vivan mejor que ella.
Rocco E I Suoi Fratelli es una película sobre el invierno en la gran ciudad. 
La experiencia del frío que envuelve la lucha por la vida de una familia desarraigada como una experiencia insoportable.
Sólo la esperanza de que Luca retorne a la tierra natal de los Parondi, mistificada finalmente como el edén perdido, permite atisbar una luz de esperanza.
La magnificación del pasado rural como posibilidad de abandonar la ciudad de los vicios es la última idea que Visconti nos propone.
La magnífica escena final en la que el pequeño de la familia regresa a la despreciable ciudad, a través de un desolado paraje industrial, resultará un significativo gesto, que descarta para siempre la vuelta a un pasado rural, el cual quedará relegado como simple patrimonio de la añoranza.
A la vez que hace entrever el imparable proceso de transformación económico y social que estaba afectando vertiginosamente a toda la Europa de la posguerra.
Toda la película es, en cierto modo, como una parábola al revés. 
Los santos no logran nada con su sacrificio y su vida contemplativa. 
El mundo se arreglará con trabajo, estudio, y esfuerzo personal, y volviendo la vista a los más pobres para sacarles del pozo. 
Pero la esperanza es lo último que se pierde, y el director insinúa la posibilidad de un futuro mejor: la actitud de Ciro y la inocencia de Luca, el hijo pequeño, así lo dejan entrever.

Quizás algún día podrán volver a su tierra natal y recuperarán con orgullo lo que es suyo.



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