Todo Sobre Mi Madre

"La mujer quiere siempre al hombre que todavía no es, y el hombre a la mujer que ya ha sido."

"Por causas ajenas a su voluntad, dos de las actrices que diariamente triunfan sobre este escenario hoy no pueden estar aquí, pobrecillas.
Así que se suspende la función.
A los que quieran se les devolverá el dinero de la entrada pero a los que no tengan nada mejor que hacer y pa'una vez que venís al teatro, es una pena que os vayáis.
Si os quedáis, yo prometo entreteneros contando la historia de mi vida.
Adiós, lo siento, eh (a los que se marchan).
Si les aburro hagan como que roncan - así: Grrrrr
Yo me cosco enseguida y para nada herís mi sensibilidad (eh, de verdad!)
Me llaman la Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás.
Además de agradable, soy muy auténtica.
Miren qué cuerpo, todo hecho a medida:
Rasgado de ojos 80.000;
Nariz 200, tiradas a la basura porque un año después me la pusieron así de otro palizón...
Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo no me la toco.
Tetas, 2, porque no soy ningún monstruo, 70 cada una pero estas las tengo ya superamortizás.
Silicona en labios, frente, pómulos, caderas y culo.
El litro cuesta unas 100.000, así que echar las cuentas porque yo, ya las he perdio...
Limadura de mandíbula 75.000;
Depilación definitiva en láser, porque la mujer también viene del mono, bueno, tanto o más que el hombre! 60.000 por sesión.
Depende de lo barbuda que una sea, lo normal es de 2 a 4 sesiones, pero si eres folclórica, necesitas más claro...
Bueno, lo que les estaba diciendo, que cuesta mucho ser auténtica, señora, y en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma."

¡Escrito en piedra!

En 1950, Bette Davis alcanzó la cumbre de su genio por su atormentada Margo Channing, la eximia dama del teatro de "All About Eve".
En 1974, Romy Schneider ganó el primer César de la historia del cine francés por su doliente actriz de "L'important C'est D'aimer".
Cuatro años después, la Berlinale de 1978 galardonó a Gena Rowlands con el Oso de Plata por su interpretación de la alcoholizada actriz Myrtle Gordon en "Opening Night".
Es así como Pedro Almodóvar dedica su película, "Todo Sobre Mi Madre", a estas actrices, por aquellos tres trabajos dramáticos sublimes.
Y a las actrices que hacen de actrices.
Y, también, a las demás actrices.
Y a todas las madres, actrices en lo cotidiano y doméstico.
Y no podía ser de otra manera, que también la dedicará a su madre.
Pedro Almodóvar no sabía que meses después de realizar este film moriría su madre.
Almodóvar siempre habló de ella con enorme cariño:
"Es un personaje esencial en mi vida.
Aprendí mucho de mi madre, sin que ni ella ni yo nos diéramos cuenta".
Dice Almodóvar que lloró mucho y durmió poco los días en torno al fallecimiento.
Y es que, como él dice:
"Las madres tampoco son cosa de un día y no necesitan hacer nada especial para ser esenciales, importantes, inolvidables, didácticas."
Todo Sobre Mi Madre es un homenaje a las mujeres, lo que no implica que sea una película para mujeres, ni siquiera con mensaje feminista.
Las mujeres de la película se apoyan mutuamente y nos hablan sobre compartir sufrimiento, sobre la capacidad humana para superar el dolor de la pérdida, sobre la posibilidad del respeto y del perdón.
La película se centra en el mundo de las mujeres y de lo femenino hasta el punto de que sólo hay tres personajes masculinos (el hijo de Manuela, el padre de Rosa enfermo de Alzheimer y el actor de teatro) y dos transexuales.
Las situaciones más duras con las que nos podemos encontrar en la vida, cobran tal naturalidad que, a lo largo del relato, se siente ese dolor, esa amargura y esa angustia provocados por la muerte del hijo, la enfermedad, la soledad, la dependencia emocional...
Ante ello las mujeres lo que hacen es acompañarse y hablar en una forma de espontánea solidaridad que el film ilustra muy bien.
Todas las protagonistas tienen en común que están solas, aunque son plenamente dueñas de su soledad, y que comparten algún secreto, algo que esconden y que tratan de afrontar con sus armas: la entereza, la ternura, la comprensión y la lucha continuada.
De alguna manera, los sentimientos son los verdaderos protagonistas de la película, pues son personajes que sufren situaciones límite y que para sobrellevarlo se aferran a sus sentimientos que les convierten en auténticas personas.
Frente a la pretensión de la cultura individualista y competitiva de que las personas nos bastamos y somos autosuficientes, la película aborda la necesidad humana de sentir afecto, ilustrada a través de las mujeres que, como grupo, son quienes tienen mayor tradición en el cuidado de las personas, la escucha, la empatía, el diálogo y el apoyo mutuo.
Todo Sobre Mi Madre posee una gran virtud: resume en una sola película, los peores elementos del cine Almodovariano.
Almodóvar recurre durante toda su obra al melodrama (género más que interesante), pero en Todo Sobre Mi Madre, llega al paroxismo.
Las tragedias se suceden una a otra sin dar respiro a los espectadores: muertes, enfermedades, adicciones, demencia, violencia urbana...
Bajo la máscara de un supuesto progresismo, Almodóvar descubre su faceta conservadora y reaccionaria.
Por su film desfilan travestis, drag queens, lesbianas, drogadictos, religiosas no castas, etc.
A todos ellos, para no perturbar las bellas almas (¿norteamericanas?), Almodóvar les asigna un rol, castigo en la sociedad del que no pueden escapar.
Los transexuales y las drag queens deben prostituirse (aún cuando la Agrado trabaja como asistente de la actriz Huma Rojo, el actor de la compañía le pide una mamada, a lo que la Agrado accederá con cierta resignación).
Asimismo, Esteban - el ex de Manuela -, también transexual tiene SIDA.
La madre soltera pierde su hijo, la monja que olvidó sus votos de castidad, contrae HIV (¿por su pecado?), queda embarazada y muere en el parto de su hijo.
Las lesbianas son infieles (y algunas drogadictas) por naturaleza, debiendo resignarse a la posibilidad de una pareja estable.
Los antisemitas no declarados suelen afirmar que tienen un amigo judío, etc.
Pedro Almodóvar representa para la sociedad, la figura del gay tolerable (o gay oficial), a quien se le permite (y se lo premia también) hablar de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, pero nunca explicitarlas, que un transexual cuente la historia de todas sus operaciones o que nos explique (también en clave humorística) como las drag queens le sacan trabajo a los transexuales.
Almodóvar encontró su lugar en la sociedad, permitiéndole a ésta afirmar cuán tolerante es; siempre y cuando no se cuestionen los valores occidentales y cristianos de la misma.
Y así, por primera vez, Almodóvar abandona Madrid para rodar en Barcelona.
"Las mujeres nos adaptamos a todo...
Las mujeres somos capaces de hacer cualquier cosa con tal de no estar solas...
Las mujeres somos más tolerantes, pero eso es bueno...
¡Somos gilipollas y un poco bolleras...!
¿Sabes actuar?
Sé mentir muy bien y estoy acostumbrada a improvisar...
A mí me gusta despedirme de la gente, aunque sólo sea para hincharme a llorar... 
Quienquiera que seas, siempre he confiado en la bondad de los desconocidos..."
Todo Sobre Mi Madre es una película española de 1999 escrita y dirigida por Pedro Almodóvar.
Sus intérpretes (bárbaros todos) son Cecilia Roth (Manuela), Marisa Paredes (Huma Rojo), Candela Peña (Nina), Antonia San Juan (Agrado), Penélope Cruz (Hermana Rosa), Rosa María Sardá (Madre Hermana Rosa), Fernando Fernán Gómez (Padre Hermana Rosa), Toni Cantó (Lola) y Eloy Azorín (Esteban) entre otros.
Con el grupo de personajes femeninos, el director nos ofrece una panorámica de diferentes tipos de mujer y parece que nos sugiere reflexionar sobre las sombras y las luces de cada una:
Marisa Paredes, vuelve a representar el papel de artista, como en algunas de las anteriores películas de Almodóvar.
Es una mujer de apariencia fuerte, de aspecto imponente, pero que esconde una enorme fragilidad en su interior.
Sólo con su mirada nos cuenta las frases más bonitas de la historia y nos descubre la desesperación de una persona dispuesta a soportar lo insoportable sólo por amor.
Es esa mujer de gran corazón, con profundos sentimientos, pero con un alma triste saciada por la soledad que sufre.
Huma: humo, vacío, nube, aire; rojo, pasión, fama, éxito, soledad, niña desarmada, 'actriz maravillosa y persona equivocada'.
Su frase: "El éxito no tiene ni olor ni sabor y, cuando te acostumbras, es como si no existiera."
Candela Peña, uno de los nuevos talentos del cine español, interpreta un papel breve pero de vital importancia.
Es esa mujer que se hunde en un estanque lleno de sufrimiento del que sólo cree poder salir a gracias a la ayuda de las drogas.
Es una búsqueda desesperada por encontrar una vía de escape ante una vida sin rumbo ni sentido.
Nina: maternidad ficticia, dependencia destructiva, rutina insatisfecha, envidia acomplejada, feminidad apaleada y agresiva.
Su frase: "¡Para ti, todo lo que no sea salir y ponerte hasta el culo de todo lo que pilles, es ser monja de clausura!"
Cecilia Roth es la mujer fuerte de espíritu, llena de afán de superación, repleta de entereza, incapaz de dejarse vencer por las atrocidades que el amargo viaje de la vida le hace sufrir.
Ella es el centro de toda la película, vamos a saberlo todo de ella, porque ella es: la madre.
Manuela: contrapunto de Huma, mezcla y apoyo de las demás, amante y amable, admiradora admirada, generosa buscadora y luchadora perpetua.
Su frase: "Yo ya he sido capaz de hacer cualquier cosa por ti."
Penélope Cruz es la mujer bondadosa y delicada, cuyo objetivo primordial es ayudar a aquellas personas débiles que no han reunido las fuerzas necesarias para llevar una vida normal.
Dedica sus frágiles esfuerzos a personas enfermas, adictas, a personas que están solas frente a enfermedades terminales.
Mientras realiza esta ardua tarea busca a alguien con quien poder reemplazar a esa madre que tiene, pero de la que no puede esperar nada más que grandes dosis de egoísmo (papel intepretado por Rosa María Sardà), ese egoísmo que ella desconoce, porque ha descuidado siempre su persona para reconfortar a los demás.
Hermana Rosa: idealista, ingenua, preciosa, sonriente, tierna, fecunda, utópica, dulce, generosa, niña-madre, incauta.
Su frase: "Estuvo aquí, hará unos cuatro meses, la ayudamos a desintoxicarse; yo la cuidé durante el mono, pero ya sabéis cómo es y desapareció de la noche a la mañana."
No podía faltar ese guiño cómico característico de todas las películas de Almodóvar, y esta vez el peso de conseguir arrancar unas sonrisas ante tanta crudeza, lo lleva con una naturalidad sobresaliente, sincera, pero sobretodo divertida Antonia San Juan.
Ella es Agrado, porque hace a los demás la vida agradable...
Agrado: contrapunto de Nina, de todo lo negativo, humor y ternura, espontaneidad fresca, autenticidad de artificio, complaciente de oficio, desfacedora de entuertos, liberadora de tensiones.
Su frase: "Lo que les estaba diciendo, ¡cuesta mucho ser auténtica, señora! Pero con esto no hay que ser tacaña. Una es más auténtica cuando más se parece a lo que ha soñado de sí misma..."
Y así continua toda esta paradoja vida-teatro, fecundidad-muerte, amor-huida, afecto-dependencia, seguridad-desconfianza.
De principio a fin, un guión, cuidadosamente elaborado y complicadamente simple, nos hace vivir, más que presenciar, casi todas las posibles emociones que pueden darse en un ser humano.
Esta es la historia de una madre destrozada por la pérdida de un hijo que se ve inmersa en un túnel de encuentros, desencuentros, desdichas y alegrías un tanto amargas.
Es un cúmulo de emociones y trances vitales contemplados a través de una ruta de esperanza en un tránsito de aflicción.
Se trata de una obra de “madurez” del usualmente excesivo Pedro Almodóvar, quien desde su habitual definición de ambientes y caracteres al margen del convencionalismo, retrata con convicción y perspectiva trágica una intrahistoria de personajes marginales en conflicto sentimental.
Hábil creador de imágenes, Almodóvar vuelve a confirmarnos su buen proceder en la descripción psicológica femenina, confluyendo en este trayecto agridulce asuntos como el dolor, el cariño, el amor, la alegría, el sexo, la complicidad o el humor de unas mujeres pertenecientes en su desdicha a un mundo que lentamente va infectando su existencia de problemas.
Todo Sobre Mi Madre se convirtió en la primera película española en ganar tanto el el Globo de Oro como el Oscar, y el BAFTA.
El director manchego se había propuesto un objetivo que cumplió con creces: llegar a Hollywood.
Podemos afirmar que el costo fue muy alto: tuvo que renunciar a todas las virtudes que posee como realizador (que sin duda las tiene), realizando un film que parece una caricatura del propio Almodóvar, plagado con sus peores vicios y defectos. 
Los elementos que caracterizaban al director ibérico fueron dejados de lado para hacer una película más internacional, más globalizada (ergo: dirigida hacia el público norteamericano).
Un viaje de descubrimiento personal, jalonado por una sucesión de nacimientos y muertes encadenados que enmarcan una alegoría inconfesa de la eterna rueda de la vida, ofrece las constantes, tanto formales como temáticas
El cuidado de los vestuarios y los decorados; el regodeo en lo escatológico y lo “pecaminoso” (drogas y sexo, prostitutas y travestis, campan a sus anchas por la historia); o la frescura que aporta la introducción de una actriz desconocida para el gran público, de corte cómico y desenvuelto, como es el caso de Antonia San Juan, son identificativos que hacen de Todo Sobre Mi Madre una propuesta inequívocamente inserta en el corpus fílmico del manchego.
Pero, más allá de ello, la universalidad de los sentimientos retratados, y la maestría con que Almodóvar supo trenzarlos en un guión surcado por numerosos meandros, sin que la barca zozobrara en ningún momento, terminó dotando a Todo Sobre Mi Madre de las hechuras de gran película con la que convenció a los miembros de la Academia de Hollywood, así como erigiéndose en una demostración del talento de su autor.
El premio no hizo más que reconocerlo.
La banda sonora está a cargo del compositor Alberto Iglesias, colaborador habitual en las películas de Pedro Almodóvar.
Se pueden diferenciar dos estilos musicales predominantes: el jazz y el vals.
Por otra parte, la película hace un llamamiento a la solidaridad para que la gente adquiera una conciencia real de lo que supone y de lo importante que es acompañar a las personas afectadas por enfermedades como el VIH/SIDA.
En este mismo sentido, también aborda el Alzheimer y el tema de la donación de órganos.
Manuela debe proteger tanto a Rosa, como a Lola y al hijo de los dos (todos ellos seropositivos) de la intolerancia representada por la madre de Rosa que, además, se deja guiar por sus miedos y prejuicios y no quiere acercarse a su nieto por no contagiarse, aunque no haya riesgo real.
Por otro lado, el contagio de Rosa a través de una relación sexual sin protección con Esteban/Lola, plantea el tema de la responsabilidad acerca de la sexualidad. 
Si bien Rosa sabe perfectamente cuales son las situaciones de riesgo y los mecanismos de transmisión del VIH/SIDA (así se lo hace saber cuando va al médico y pide la prueba), su comportamiento no es responsable y no actúa de acuerdo con lo que sabe.
A pesar de que en la película no ahonda en ello, puede que creyera cualquiera de los falsos tópicos que nos desprotegen ante el VIH/SIDA como "por una sola vez, no pasa nada" o "a mí no me va a tocar".
Las consecuencias están ahí y no solo en los padres, sino también en el hijo, aunque éste, sorprendentemente, negativiza el virus.
Todo sobre mi madre habla desgarradamente sobre la más grande herida en la vida de una fémina: la muerte de un hijo.
Pero, también, sobre la capacidad sobrehumana de la mujer para superar el dolor de la pérdida, sobre la posibilidad del perdón y la ilimitada capacidad de generosidad del alma femenina.
El desenlace, es un desenlace cerrado, ya que al finalizar el filme, a nosotros como espectadores se nos informa que ocurrió con los personajes, el final resuelve todas esas disyuntivas.
Al final del filme sabemos que pasó con Nina, se casó en su pueblo y tuvo un hijo feísimo, la Agrado es pareja y ayudante de Uma, Uma Rojo sigue en el teatro y es pareja de la Agrado, Rosa muere al dar a luz a su hijo Esteban, Lola fallece a causa del sida y Manuela vuelve a Barcelona, ya no huye y su Esteban a negativizado el virus.
Cabe destacar que el final deja la posibilidad de un “algo” abierto que nunca conocemos, ya que en los últimos segundos del filme, Uma antes de dirigirse al escenario mira a Manuela y le dice:
“Te veo luego”.
Esto puede significar muchas cosas: que se van a juntar después de la obra o que tienen que hablar de algo muy importante, o que algo está pendiente, esto nunca se aclara por lo que el espectador queda con cierta duda acerca de qué significa ese “te veo luego”.
Para aquellas personas que siguen considerando a la mujer como el "sexo débil", esta película le dará una buena lección con grandes dosis de realidad, para que observen cuán erróneo es tal calificativo.
Todo Sobre Mi Madre es un tributo a esas mujeres luchadoras, dedicado a toda clase de sujetos, porque en el universo de Almodóvar, tienen cabida todas las personas, esta vez dotadas de un sumo grado de autenticidad que nos estremecerá desde el inicio hasta su desenlace.
Hace mucho oí un cuento oriental:
"Una mujer fue al maestro y le dijo:
'Maestro, ¿qué haré para que mi hijo sea feliz?'
Y el maestro le contestó convencido:
'¡Sea usted feliz!'”
Esto, que parece tan fácil de explicar, es de lo más difícil de entender por una madre.
Si usted quiere que su hijo sea feliz, sea usted feliz; ámese a usted más que a él -¡ame a su marido más, incluso, que a él- y su hijo tendrá modelos y puntos de referencia de amor incondicional: podrá sentirse querido y quererse.
Mientras que si usted se sacrifica por él y por todos; si usted nunca ha hecho nada para encontrarse con lo mejor de sí misma, y por lograr su felicidad, el pobre hijo vivirá tan pendiente de los demás como usted.
Es decir, ¡será un amargado, como usted!
Ya lo decía un señor que ha sido muy mal interpretado:
"Ama al prójimo, como a ti mismo"
Como te ames a ti, así amarás a los demás; si no te amas sanamente a ti, no podrás amar sanamente a nadie.
La escena: 
El monólogo sensacional de Antonia San Juan comienza diciendo:
"Me llaman La Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás."
Y me parecería una simplificación pensar que sólo habla 'de sexo'.
Padres e hijos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, buscamos complacer a los demás y vivimos sin tratarnos ni conocernos ni querernos a nosotros mismos; buscamos compulsivo-obsesivamente gratificaciones afectivas en los demás, fuera de nosotros.
Y ese es un camino equivocado, una trampa.
¿Nos quiere decir Pedro Almodóvar que la vida es, inevitablemente, puro teatro? 
¿Tendrá que estar siempre actuando el ser humano?
Hay, sin duda, un gran número de mujeres que no saben, o no pueden, ser personas; se ven obligadas a ser, sólo, madres, esposas, amantes, seductoras, coquetas, putas,...
Pero
¿Nadie podrá llegar a ser auténtica persona, libre y feliz?
Tú y yo, al menos…
¿Podremos dejar de actuar?
La felicidad no se puede dar si no se tiene; como en casi todo, se contagia lo que se tiene.
Por eso, nuestra única obligación es ser felices; incluso, si queremos ser altruistas.
John Powell dijo una vez:
"El hecho es que nadie puede hacerme feliz; ni yo puedo hacer feliz a nadie.
Cada cual tiene que conseguirlo por sí mismo.
Como intento educarme en este sentido, cada mañana miro el cartelito colgado de mi espejo que me recuerda lo siguiente:
'Estás viendo el rostro de la persona que hoy es responsable de tu felicidad'.
La felicidad es, de hecho, una tarea personal e interior."
A todos nos falta la mitad de nuestra persona, vivimos sólo la mitad de nuestra vida.
Por tanto…
Sigue tu corazón…

“Tajabone, beni tajabone
Tajabone, beni tajabone...”



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