Thelma & Louise

"Sobre todo se bueno con tu mujer; mi marido no lo fue conmigo y mira donde estoy..."

Solo pido un poco de respeto!

Cuando pienso en dos mujeres agredidas por la vida, con pistolas, decididas a matar y robar, prófugas de la justicia, y son también algo sexis, pienso en Geena Davis y en Susan Sarandon.
Pero cuando hay un motivo para hacer todo lo anterior, pienso en Thelma & Louise.
Esta historia estuvo a punto de no ver la luz, ya que su guion suscitaba una importante desconfianza entre un buen número de productores y directores.
¿Por qué será?
De hecho, era sobre todo la temática que trataba la que costaba que los estudios aceptaran, en particular la escena final de antología que contrastaba con la producción clásica de Hollywood.
Incluso, cuando se estrenó, la película suscitó una intensa polémica en Estados Unidos, básicamente porque mostraba dos heroínas que respondían con armas a la violencia machista.
Sin embargo, situada en la intersección de varios géneros cinematográficos, la cinta está hoy considerada un clásico que ha llegado a influir en otras películas y obras de arte, y se ha convertido en un mito del movimiento feminista.
Thelma & Louise es una road movie de 1991 ideada y escrita por Callie Khouri, y dirigida por Ridley Scott, con Geena Davis haciendo el papel de Thelma Yvonne Dickinson y Susan Sarandon el de Louise Elizabeth Sawyer.
Otros protagonistas son Harvey Keitel en el papel de detective que resuelve los crímenes de las dos fugitivas, Michael Madsen como novio de Louise, Christopher McDonald como marido de Thelma y Brad Pitt (en su primer papel importante en Hollywood) como ladrón que engaña a las dos mujeres.
Fue ganadora de un Óscar en 1991, al mejor guion original y 5 veces nominada al mejor director, las actrices, fotografía y montaje.
Khouri quiso mostrar dos mujeres en un género hasta entonces exclusivamente masculino.
La idea le vino al considerar que las películas americanas no creaban buenos papeles para mujeres, en particular de aquellos que permiten a los personajes tomar sus propias decisiones y controlar su propio destino.
Thelma & Louise es una comedia dramática y también se mezclan otros géneros como los del buddy movie, la película de carretera, el oeste y la película policiaca.
La película trata sobre la amistad entre dos mujeres de carácter diferente.
Thelma tiene una personalidad que evoluciona a lo largo de la película, al principio es una joven ama de casa, asustadiza e ingenua, que sólo quiere divertirse un fin de semana.
A raíz de las pruebas a las que es sometida, gana en seguridad y se da cuenta del poder que tiene para incidir en el desarrollo de las cosas.
Louise es mayor, más madura y más maternal.
Tiene más experiencia, también en aspectos más dolorosos, y tiene un potencial muy superior al del trabajo de camarera en el que trabaja.
El comienzo de la película presenta a las dos heroínas de manera separada, cada una en su universo cotidiano, lo que permite exponer esta diferencia de carácter, es decir, presentar a las protagonistas.
En particular, la secuencia de preparación de las maletas de viaje muestra, por ejemplo, que Louise es organizada, metódica y práctica, mientras que Thelma es infantil, impulsiva e inexperta.
Aparecen juntas más adelante, en el momento de la salida de viaje; Louise se encarga del coche, y Thelma del revólver.
Lo esencial de la acción pasa en la carretera.
La carretera como hilo conductor de la película.
El paisaje se convierte plenamente en un personaje, espléndido o amenazador.
La carretera por su parte, es donde ocurren todo tipo de cosas; desde los signos fálicos, autostop y recogida de hombres como el caso de J.D (Brad Pitt).
Tenemos también una escena del oeste.
El encuentro con el camionero es el ejemplo de una secuencia típicamente inspirada en el Oeste.
Las dos heroínas están sentadas, siempre en primer plano, de espaldas, mirando con calma y determinación como se acerca el «malo», pequeño, respecto a la masa de su inmenso camión, a la espera de la confrontación decisiva.
Las dos llevan un atributo identificando infaliblemente la mitología del Oeste: Louise, a la derecha, con camiseta blanca, lleva un sombrero de vaquero (el sombrero tejano que ha intercambiado con el viejo por sus joyas), antes de sacárselo haciéndolo pasar por el centro de la pantalla, como para insistir de cara al espectador sobre el «código».
Thelma, vestida de negro, tiene la mano sobre la cadera derecha, en posición perfecta para tomar el revólver, que tiene en el cinturón de sus vaqueros, a la altura de los riñones.
El camionero se acerca, continúa su mala actuación, como si quisiera ligar, y no ve el arma saliendo de la cadera de la mujer, como las que se ven colgadas en la cintura de los personajes del universo de John Ford o John Wayne.
Después, hacen como un concurso de tiro de revólver para destruir el camión.
De ello, queda su enemigo finalmente vencido y ridiculizado, saltan a su coche sin abrir las puertas, exactamente como los héroes del «Oeste Salvaje» que se aferran a su caballo en la precipitación y arrancan de golpe y hacen un par de vueltas de victoria, entonando el grito del Oeste, alrededor del «malo» que tropieza en el polvo, mientras que la cámara se eleva para dar amplitud a su salida hacia nuevas aventuras.
Esta escena también es típica de la clásica imagen del rodeo y es la ocasión para la pasajera del Thunderbird de recuperar el trofeo de su victoria, la gorra condecorada con la bandera americana, que ha perdido su adversario en el momento de la explosión.
Esta escena de la gorra contiene incluso una cierta analogía con aquellas de los indios llevando la cabellera de un blanco.
Otro tema de la película es el de la emancipación femenina, la Pirámide de las necesidades de Maslow, la toma de control de las mujeres sobre su vida, el empowerment.
Thelma & Louise son confrontadas a acontecimientos que las empujan a elegir otra vida.
Esta toma de control sobre su cuerpo y su vida pasa por la reapropiación del revólver, un objeto que ocupa un papel central en la mitología americana como instrumento de autonomía.
La emancipación es igualmente una característica del personaje de Thelma que se ve transformada a lo largo de la película.
Algunos destacan que esta autorrealización pasa por la toma de conciencia de las heroínas, de la fatalidad que asumen precisamente porque han combatido, con «una energía sucia», el engranaje, su peso y las consecuencias.
La escala de las necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit» (deficit needs o D-needs); al nivel superior lo denominó «autorrealización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser» (being needs o B-needs).
La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua.
La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. 
Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía.
Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:
Necesidades básicas.
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la salud); dentro de estas, las más evidentes son:
Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.
Necesidad de mantener el equilibrio del pH y la temperatura corporal.
Necesidad de dormir, descansar y eliminar los desechos.
Necesidad de evitar el dolor y tener relaciones sexuales.
Necesidades de seguridad y protección:
Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. 
Son las necesidades de sentirse seguro y protegido, incluso desarrollar ciertos límites en cuanto al orden.
Dentro de ellas se encuentran:
Seguridad física y de salud.
Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.
Seguridad moral, familiar y de propiedad privada.
Necesidades de afiliación y afecto:
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de:
Asociación, participación, aceptación, se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas.
El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en organizaciones sociales.
Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor.
Estas se forman a partir del esquema social.
Necesidades de autoestima.
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.
La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.
La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio, econocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad.
Autorrealización o autoactualización:
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo:
«Motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».
Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad.
Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.
Thelma & Louise son: centradas en la realidad, sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino; centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones; con una percepción diferente de los significados y los fines.
Con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación; independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios; resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas; con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismas o de la condición humana; buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como eran, no pretenciosas ni artificiales; frescura en la apreciación, creativas, inventivas y originales; con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.
Un tema importante de la película es el de la transgresión de géneros sexuales.
Al hilo de la historia, las dos heroínas abandonan sus vestimentas femeninas para adoptar una apariencia más masculina.
La transgresión de género se produce igualmente por su comportamiento: quedan fuera de la ley y adoptan gestos y actitudes viriles.
La película invierte finalmente las relaciones de género en el espacio presentando dos mujeres que se van a la «conquista del Oeste», mientras que los hombres las esperan en el hogar.
Algunos le reprochan que presente dos mujeres comportándose como hombres, o sólo reaccionando en función de actos cometidos por hombres.
Sin embargo, Thelma & Louise es una de las pocas películas donde dos mujeres son los personajes principales y donde, además, se las muestra respondiendo a las injusticias que las rodean por el solo hecho de ser mujeres, tratándolo, desde una perspectiva feminista, diversas cuestiones vinculadas a las desigualdades entre mujeres y hombres, como la emancipación femenina y la violación.
Además, cuando en la escena final Thelma & Louise se cogen la mano para saltar con el coche forman, en medio de la pantalla, un puño levantado, símbolo de contestación y de combate (social o político).
La película representó una catarsis para muchas mujeres, por el hecho de ver a las protagonistas reaccionar contra situaciones sexistas y de violencia sexual. 
Numerosas mujeres se reconocían desde entonces en esta «emancipación de las mujeres a través de sus escapadas», y consideran la obra como una película de culto.
Según ciertas críticas, han denunciado el carácter misántropo de Thelma & Louise.
De hecho, cada acto de delincuencia de la pareja (el robo, el destrozo del camión cisterna, el ataque contra el policía…) será consecuencia de un acto de machismo, de desconsideración, de ataque verbal o de abuso por parte de los hombres hacia ellas.
Curiosamente, ese mismo año, Clarice Starling protagonizaba, un auténtico relato feminista, inclusive preservando su condición de mujer, de igual forma haciendo evidente una “venganza” contra los hombres y le valió el Oscar como mejor actriz protagónica en The Silence Of The Lambs.
Thelma & Louise es considerada «anti-hombres» porque los presenta bajo su peor aspecto: un marido machista, un violador, un camionero obsceno.
Todos los hombres son unos malparidos (...).
Hombres nefastos, viciosos, mezquinos, frustrados y brutales, que no paran de perseguirlas.
Por otra parte, la película glorifica a las heroínas que tratan mal a estos hombres, las hace simpáticas y rehabilita su comportamiento, responsabilizando a los hombres de sus fechorías.
La réplica del inspector al autoestopista:
«Te consideraré personalmente responsable de una parte de lo que les pase», es citada para defender esta tesis.
Además del marido machista, el violador y el camionero obsceno, se encuentra Hal, el policía comprensivo; J. D., canalla de poca envergadura, a la vez ladrón y seductor o Jimmy, el hombre sensible, irascible pero bien intencionado que acaba pidiendo a Louise en matrimonio, sufriendo profundamente la ruptura pero respetando las elecciones de su compañera.
Entre los personajes de tercer orden, está el dependiente honrado que sugiere a Thelma que compre el alcohol en un envase más grande.
O el viejo con quien Louise intercambia sus joyas por su sombrero en una escena donde parece compartir las mismas condiciones de vida en un lugar del fin del mundo y haber desarrollado espontáneamente una complicidad permitiéndoles comprenderse con una simple mirada.
Inversamente, no todas las mujeres presentan su mejor aspecto.
Si se exceptúan Thelma, Louise y la camarera (que, al principio, pide a Harlan que no moleste a sus clientes, antes de convencer a Hal de la inocencia de las dos mujeres), los personajes femeninos son presentados negativamente.
En el baño del salón hay una escena, donde las mujeres, se empujan ridículamente ante el espejo para peinarse y maquillarse, o cuando la camarera del motel en Oklahoma hace una reflexión idiota y fuera de lugar a Louise, después de que Jimmy lo haya dejado.
A pesar que Thelma & Louise no sea propiamente una película lesbiana y que no haya estado concebida como tal, a veces se representa una dimensión homosexual.
Lo que demuestra que Thelma & Louise no era una película lesbiana por Ridley Scott, es la propia película.
No estaba previsto, pero la película ha sido descifrada así.
De hecho, las prácticas de reapropiación de películas no se sitúan sólo del lado de la producción de imágenes.
Son también lecturas político-sexuales: las lecturas alternativas de la cultura de masas, del cine straight, por el hecho que las dos heroínas rompen su relación con sus compañeros respectivos, viven las aventuras que tienen, deciden acabar su periplo juntas, se intercambian un beso y finalmente se lanzan al vacío cogiéndose de la mano, dejando a todos los hombres detrás.
Es de nunca acabar, la película tiene muchos mensajes.
En otro apartado, la música (tanto la instrumental de Hans Zimmer como la cantada) es un recorrido exacto por el viaje que ellas hacen.
Luego tenemos, la antológica escena Final.
Este final suscita una emoción ambivalente.
La escena se puede percibir al mismo tiempo como una liberación total o como una imposibilidad de escapar a la suerte que les espera de otro modo, que por la muerte.
Puede interpretarse tanto como una victoria de las heroínas que, como el final trágico de dos víctimas de un sistema abusivo.
La foto al final de la película cuando se precipitan al vacío, es un elemento de recuerdo de cómo eran antes, con caras sonrientes y de felicidad o bien de que siguen bien en algún lado juntas y/o que lograron la libertad que ellas quisieron.
Thelma & Louise consigue ironizar sobre esta idea al llevar a sus protagonistas a un destino aparentemente destructor cuando en realidad lo que les ha llevado hasta allí es su propia fuerza y profunda unión, su propia decisión de construirse a sí mismas aún a pesar de todas las dificultades que encuentran por un camino de extraños, en el que el público - tanto nosotros como los impávidos espectadores con los que se van cruzando en su camino - asistimos impresionados a sus banderas de dignidad y moralidad (a pesar de que sus actos no lo sean).

«Thelma & Louise Live forever!»



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