Network
“I don't have to tell you things are bad.
Everybody knows things are bad.
It's a depression.
Everybody's out of work or scared of losing their job.
The dollar buys a nickel's worth, banks are going bust, shopkeepers keep a gun under the counter.
Punks are running wild in the street and there's nobody anywhere who seems to know what to do, and there's no end to it.
We know the air is unfit to breathe and our food is unfit to eat, and we sit watching our TV's while some local newscaster tells us that today we had fifteen homicides and sixty-three violent crimes, as if that's the way it's supposed to be.
We know things are bad - worse than bad.
They're crazy.
It's like everything everywhere is going crazy, so we don't go out anymore.
We sit in the house, and slowly the world we are living in is getting smaller, and all we say is, 'Please, at least leave us alone in our living rooms.
Let me have my toaster and my TV and my steel-belted radials and I won't say anything.
Just leave us alone.
Well, I'm not gonna leave you alone.
I want you to get mad!
I don't want you to protest.
I don't want you to riot.
I don't want you to write to your congressman because I wouldn't know what to tell you to write.
I don't know what to do about the depression and the inflation and the Russians and the crime in the street.
All I know is that first you've got to get mad.
You've got to say:
I'm a HUMAN BEING, God damn it!
My life has VALUE!
So I want you to get up now.
I want all of you to get up out of your chairs.
I want you to get up right now and go to the window.
Open it, and stick your head out, and yell:
I'M AS MAD AS HELL, AND I'M NOT GOING TO TAKE THIS ANYMORE!
I want you to get up right now, sit up, go to your windows, open them and stick your head out and yell:
I'm as mad as hell and I'm not going to take this anymore!
Things have got to change.
But first, you've gotta get mad!...
You've got to say:
I'm as mad as hell, and I'm not going to take this anymore!
Then we'll figure out what to do about the depression and the inflation and the oil crisis.
But first get up out of your chairs, open the window, stick your head out, and yell, and say it:
"I'M AS MAD AS HELL, AND I'M NOT GOING TO TAKE THIS ANYMORE!"
Howard Beale
El mundo es un negocio desde que el humano salió arrastrándose del barro…
Desde tiempos inmemorables el ser humano ha sentido la necesidad de comunicarse con sus semejantes para facilitar su existencia, para trabajar en equipo, en sociedad, en conjunto, para poder sobrevivir.
Necesita relacionarse, necesita hablar así como escuchar para sentirse realizado y completo.
El traspaso de información constituye una de las más poderosas armas con la cual nuestra raza ha podido sobreponerse como especie dominante de este planeta.
La información organizada, multiplicada entre individuos, a la par que jerarquizada, nos ha permitido crecer y evolucionar hasta cotas insospechables.
Hemos, efectivamente, crecido y avanzado, pero también nos hemos destruido y corrompido.
Y así es, pues es bien sabido que la información es una fuente ilimitada de poder, quien tiene la información tiene el poder.
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Es la audiencia la que mueve el mundo, y poco importa si va aparejada a hechos de dudosa moralidad.
El contenido pierde valor frente al entretenimiento, la información pasa a un segundo (o tercer, o incluso último) plano; ya solo importa el share y los porcentajes de audiencia.
En la literatura encontramos profecías, muy anticipatorias:
"Un mundo Feliz" de Aldous Huxley, la gente no se resiste a la tecnología con la que el opresor aniquila su capacidad de pensar.
Lo terrible reside en que no lo odia, se entrega a él voluntaria y alegremente.
Mientras “1984” de George Orwell alerta sobre quienes nos privarán de la información, prohibirán los libros o nos ocultaran la verdad.
Huxley expresa la preocupación opuesta.
Imagina que llegaremos a contar con tanta información que quedaremos reducidos a la pasividad, que no será necesario prohibir los libros porque nadie le interesará leerlos ni ocultar la verdad porque pasará inadvertida en el océano de la irrelevancia.
Versión esta última, de enorme vigencia y que refiere a uno de los síntomas de los efectos de la "sobre abundancia" informativa en las sociedades actuales y que se conoce como bulimia informativa.
Network es una profecía escandalosa... brillante y cruelmente divertida, una comedia estadounidense actual que confirma la posición de Paddy Chayefsky como un nuevo escritor satírico mayor de Estados Unidos y una película cuyos puntos de vista perversamente distorsionados de cómo la televisión se ve, suena, y, en efecto, es, conforman el cardiograma satírico del corazón oculto no solo de la televisión, sino también de la sociedad que la mantiene y es, a la vez, mantenida por ella.
Bajo la conducción de Sidney Lumet esta película es el fiel retrato de un mundo competitivo donde la búsqueda del éxito importa más que cualquier otra cosa, un espacio donde obtener el mejor rating impone una implacable dictadura.
Título mítico de los años 70, olvidado con posterioridad, nos presenta con maestría personajes controvertidos que se agitan en medio de un mundo tras bambalinas donde se planifican programas y noticieros que distorsionan y farandulizan la realidad.
Con mucha dificultad se puede encontrar en toda la historia del cine una película que retrate el giro que dieron los medios de comunicación en la década de los setenta, pasando descaradamente de la información a la desinformación.
Everybody knows things are bad.
It's a depression.
Everybody's out of work or scared of losing their job.
The dollar buys a nickel's worth, banks are going bust, shopkeepers keep a gun under the counter.
Punks are running wild in the street and there's nobody anywhere who seems to know what to do, and there's no end to it.
We know the air is unfit to breathe and our food is unfit to eat, and we sit watching our TV's while some local newscaster tells us that today we had fifteen homicides and sixty-three violent crimes, as if that's the way it's supposed to be.
We know things are bad - worse than bad.
They're crazy.
It's like everything everywhere is going crazy, so we don't go out anymore.
We sit in the house, and slowly the world we are living in is getting smaller, and all we say is, 'Please, at least leave us alone in our living rooms.
Let me have my toaster and my TV and my steel-belted radials and I won't say anything.
Just leave us alone.
Well, I'm not gonna leave you alone.
I want you to get mad!
I don't want you to protest.
I don't want you to riot.
I don't want you to write to your congressman because I wouldn't know what to tell you to write.
I don't know what to do about the depression and the inflation and the Russians and the crime in the street.
All I know is that first you've got to get mad.
You've got to say:
I'm a HUMAN BEING, God damn it!
My life has VALUE!
So I want you to get up now.
I want all of you to get up out of your chairs.
I want you to get up right now and go to the window.
Open it, and stick your head out, and yell:
I'M AS MAD AS HELL, AND I'M NOT GOING TO TAKE THIS ANYMORE!
I want you to get up right now, sit up, go to your windows, open them and stick your head out and yell:
I'm as mad as hell and I'm not going to take this anymore!
Things have got to change.
But first, you've gotta get mad!...
You've got to say:
I'm as mad as hell, and I'm not going to take this anymore!
Then we'll figure out what to do about the depression and the inflation and the oil crisis.
But first get up out of your chairs, open the window, stick your head out, and yell, and say it:
"I'M AS MAD AS HELL, AND I'M NOT GOING TO TAKE THIS ANYMORE!"
Howard Beale
El mundo es un negocio desde que el humano salió arrastrándose del barro…
Desde tiempos inmemorables el ser humano ha sentido la necesidad de comunicarse con sus semejantes para facilitar su existencia, para trabajar en equipo, en sociedad, en conjunto, para poder sobrevivir.
Necesita relacionarse, necesita hablar así como escuchar para sentirse realizado y completo.
El traspaso de información constituye una de las más poderosas armas con la cual nuestra raza ha podido sobreponerse como especie dominante de este planeta.
La información organizada, multiplicada entre individuos, a la par que jerarquizada, nos ha permitido crecer y evolucionar hasta cotas insospechables.
Hemos, efectivamente, crecido y avanzado, pero también nos hemos destruido y corrompido.
Y así es, pues es bien sabido que la información es una fuente ilimitada de poder, quien tiene la información tiene el poder.
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Es la audiencia la que mueve el mundo, y poco importa si va aparejada a hechos de dudosa moralidad.
El contenido pierde valor frente al entretenimiento, la información pasa a un segundo (o tercer, o incluso último) plano; ya solo importa el share y los porcentajes de audiencia.
En la literatura encontramos profecías, muy anticipatorias:
"Un mundo Feliz" de Aldous Huxley, la gente no se resiste a la tecnología con la que el opresor aniquila su capacidad de pensar.
Lo terrible reside en que no lo odia, se entrega a él voluntaria y alegremente.
Mientras “1984” de George Orwell alerta sobre quienes nos privarán de la información, prohibirán los libros o nos ocultaran la verdad.
Huxley expresa la preocupación opuesta.
Imagina que llegaremos a contar con tanta información que quedaremos reducidos a la pasividad, que no será necesario prohibir los libros porque nadie le interesará leerlos ni ocultar la verdad porque pasará inadvertida en el océano de la irrelevancia.
Versión esta última, de enorme vigencia y que refiere a uno de los síntomas de los efectos de la "sobre abundancia" informativa en las sociedades actuales y que se conoce como bulimia informativa.
Network es una profecía escandalosa... brillante y cruelmente divertida, una comedia estadounidense actual que confirma la posición de Paddy Chayefsky como un nuevo escritor satírico mayor de Estados Unidos y una película cuyos puntos de vista perversamente distorsionados de cómo la televisión se ve, suena, y, en efecto, es, conforman el cardiograma satírico del corazón oculto no solo de la televisión, sino también de la sociedad que la mantiene y es, a la vez, mantenida por ella.
Bajo la conducción de Sidney Lumet esta película es el fiel retrato de un mundo competitivo donde la búsqueda del éxito importa más que cualquier otra cosa, un espacio donde obtener el mejor rating impone una implacable dictadura.
Título mítico de los años 70, olvidado con posterioridad, nos presenta con maestría personajes controvertidos que se agitan en medio de un mundo tras bambalinas donde se planifican programas y noticieros que distorsionan y farandulizan la realidad.
Con mucha dificultad se puede encontrar en toda la historia del cine una película que retrate el giro que dieron los medios de comunicación en la década de los setenta, pasando descaradamente de la información a la desinformación.
Revelando un cambio generacional de magnitud en los medios televisivos, esta película no deja de ser, para su época, valiente y reveladora por la naturaleza de sus mensajes muy bien llevados por uno de los mejores guiones jamás antes visto en el cine.
Exponente de un cine que ya no se hace.
Un cine crítico, maduro y con un sentido del ritmo y del espectáculo que no tiene parangón, en cuanto a poner al desnudo una sociedad despiadada y carente de valores.
Un film que ahonda en el mundillo del poder, la comunicación y la volubilidad de la conciencia del ciudadano común.
Uno queda impresionado, sobre todo, por su asombrosa actualidad con lo que está pasando hoy en los medios de comunicación, pese a ser una película de hace más de tres décadas.
El fenómeno de la globalización (o una de sus interpretaciones más usuales) está previsto explícitamente en esta película, en 1976, mucho antes de que se hiciera añicos el Muro de Berlín.
No existen naciones, no existen pueblos, sólo existen mega corporaciones, sólo un vasto, multivariable y salvaje dominio de dólares.
Fin de las ideologías, no existen dos mundos enfrentados, el comunismo y el capitalismo, salvo en la apariencia.
Fin que persigue ese proyecto, el intento de un mundo perfecto en donde no habrá guerra ni hambre, todos los hombres tendrán cubiertas sus necesidades, moderadas sus ansiedades y se les divertirá para que no se aburran…
Network es una película estadounidense de 1976, dirigida por Sidney Lumet.
Exponente de un cine que ya no se hace.
Un cine crítico, maduro y con un sentido del ritmo y del espectáculo que no tiene parangón, en cuanto a poner al desnudo una sociedad despiadada y carente de valores.
Un film que ahonda en el mundillo del poder, la comunicación y la volubilidad de la conciencia del ciudadano común.
Uno queda impresionado, sobre todo, por su asombrosa actualidad con lo que está pasando hoy en los medios de comunicación, pese a ser una película de hace más de tres décadas.
El fenómeno de la globalización (o una de sus interpretaciones más usuales) está previsto explícitamente en esta película, en 1976, mucho antes de que se hiciera añicos el Muro de Berlín.
No existen naciones, no existen pueblos, sólo existen mega corporaciones, sólo un vasto, multivariable y salvaje dominio de dólares.
Fin de las ideologías, no existen dos mundos enfrentados, el comunismo y el capitalismo, salvo en la apariencia.
Fin que persigue ese proyecto, el intento de un mundo perfecto en donde no habrá guerra ni hambre, todos los hombres tendrán cubiertas sus necesidades, moderadas sus ansiedades y se les divertirá para que no se aburran…
Network es una película estadounidense de 1976, dirigida por Sidney Lumet.
Protagonizada por Faye Dunaway, William Holden, Peter Finch, Robert Duvall, Beatrice Straight y un largo reparto.
Excelentes papeles de todos los actores.
Sus héroes son seres en declive y sus villanos seres deprimentes e inescrupulosos.
Max Schumacher (interpretado por William Holden) es un director de noticias que comienza a cansarse de un mundo que se han tomado las multinacionales.
Faye Dunaway, a ella le toca representar la falta de alma que tiene el poder mediático.
Increíble, la bruja más bruja de la historia del cine, la escena de sexo revela su forma de ser por completo, quiere dirigir la empresa desde arriba.
Frank Hackett (Robert Duvall ), el gerente del canal que venderá a su madre para que todo salga como se lo imagina.
Pero es Howard Beale (Peter Finch, ENORME ganador del Óscar) el hombre que mueve la escena que queremos reseñar, y quien cuenta con los mejores diálogos, ENORMES discursos.
Beale, presentador del noticiero desde hace muchos años, se enloquecerá en plena emisión y le anunciará al mundo, en vivo y en directo, que quiere suicidarse.
Quizás la escena más impresionante, la que se nos queda a todos en los archivos del cerebro, es cuando Beale consigue contagiar a Nueva York de su desespero.
Excelentes papeles de todos los actores.
Sus héroes son seres en declive y sus villanos seres deprimentes e inescrupulosos.
Max Schumacher (interpretado por William Holden) es un director de noticias que comienza a cansarse de un mundo que se han tomado las multinacionales.
Faye Dunaway, a ella le toca representar la falta de alma que tiene el poder mediático.
Increíble, la bruja más bruja de la historia del cine, la escena de sexo revela su forma de ser por completo, quiere dirigir la empresa desde arriba.
Frank Hackett (Robert Duvall ), el gerente del canal que venderá a su madre para que todo salga como se lo imagina.
Pero es Howard Beale (Peter Finch, ENORME ganador del Óscar) el hombre que mueve la escena que queremos reseñar, y quien cuenta con los mejores diálogos, ENORMES discursos.
Beale, presentador del noticiero desde hace muchos años, se enloquecerá en plena emisión y le anunciará al mundo, en vivo y en directo, que quiere suicidarse.
Quizás la escena más impresionante, la que se nos queda a todos en los archivos del cerebro, es cuando Beale consigue contagiar a Nueva York de su desespero.
No existen muchos datos sobre cómo fue filmada.
Solo se sabe que tardó varios días en conseguirse el efecto esperado.
Esta película está inspirada en el suceso de Christine Chubbuck, periodista estadounidense que se suicidó durante su transmisión matutina en vivo, en 1974.
Cuando uno averigua que Rocky ganó el Oscar a mejor película de 1976, solo existen dos hipótesis posibles:
O la academia de verdad se dejó conmover demasiado por el boxeador de extraño acento italiano y su oportunidad de oro, o entendió que darle un reconocimiento a una película como "Network" era darle una patada en donde sabemos a la máquina que le da de comer a Hollywood, los noticieros y los medios de información en general.
Por esa razón, también supongo, ésta no es la clásica película que los canales de Rupert Murdoch transmiten un domingo cualquiera.
Aun así, fue galardonada con cuatro Premios Óscar: al mejor actor principal (Peter Finch), con carácter póstumo; a la mejor actriz principal (Faye Dunaway), a la mejor actriz de reparto (Beatrice Straight), y al mejor guión original (Paddy Chayefsky).
Peter Finch murió antes de que se realizara la ceremonia de los Premios de la Academia, y es, junto a Heath Ledger, uno de los dos únicos actores que han recibido el premio de forma póstuma.
En tanto, la actuación de Beatrice Straight como la esposa del personaje de Holden tomó solamente 5 minutos 40 segundos de pantalla, siendo la actuación más corta en ganar el Óscar a la mejor actriz de reparto.
Kathy Cronkite (hija de Walter Cronkite) aparece como la heredera secuestrada de Mary Ann Gifford.
Lance Henriksen tiene un pequeño papel como abogado de la UBS en la casa del personaje Ahmet Khan.
Tim Robbins tiene un pequeño papel como uno de los seguidores del personaje Ahmet Kahn.
Network ganó tres de los cuatro premios a la actuación, igualando el récord de 1951 de A Streetcar Named Desire.
Junto a Who's Afraid of Virginia Woolf?, Reds y Coming Home, Network es la última película a la fecha en haber recibido nominaciones en las cuatro categorías de actuación.
En 2000, fue seleccionada para ser preservada como parte del National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, por ser "cultural, histórica y estéticamente significativa".
En 2002, fue admitida en el Salón de la Fama de la Producers Guild of America por ser una de las películas que "ha establecido un nivel de calidad perdurable para el espectáculo estadounidense", irónico!.
En 2006, el guión de Paddy Chayefsky fue votado por la Writers Guild of America, East, como uno de los diez mejores guiones para películas de todos los tiempos, un puesto ligeramente superior a uno otorgado por el American Film Institute diez años antes.
Network cuenta con un excelente guión, salpicado con notas de humor corrosivo, revela el mundo televisivo tal cual es, adentrándose en lo más profundo de sus entrañas.
Unos diálogos magníficos, en boca de unos personajes, cuál de todos mejor retratados:
Un lunático locutor de televisión que se cree un Mesías, un directivo trepador y sin escrúpulos, una joven periodista ambiciosa, o el último reducto de la decencia periodística, encarnado por un impecable William Holden.
En este film se puede trazar el vínculo entre la comunicación masiva y el consumo, donde los productores y emisores no sólo deben seducir a los destinatarios sino justificarse racionalmente.
La publicidad se encarga de hacer un producto atractivo, resaltando sus cualidades y beneficios para así lograr la venta del mismo.
Está implícito todo un proceso de creación, tácticas para alcanzar el objetivo: vender; en este film se puede entonces ver explícitamente la decadencia de la programación de la televisión.
El contexto en el que se desarrolla el relato cinematográfico, es Norteamérica; en la que se critica duramente la sociedad diciendo en uno de los diálogos de la película entre el actor Ned Beatty y Peter Finch;
No hay América, no hay democracia, sólo hay IBM e ITT...
Esas son las naciones del mundo hoy en día...
Ya no vivimos en un mundo de naciones y de ideologías el mundo es un colegio de corporaciones, inexorablemente determinado por las leyes inmutables de los negocios.
El mundo es un negocio.
Se habla entonces de una cultura basada en las computadoras, en una sociedad movida por el dinero, los negocios y no por filósofos, doctrinas ni grandes pensadores de todos los tiempos.
No hay naciones, los límites se desvanecieron con la globalización con medio siglo de movimientos masivos de poblaciones, de expansión transnacional de los bienes de consumo y de las comunicaciones debilitaron la omnipresencia de las tradiciones locales en la vida diaria…
En Network se plantean las colectividades en vez de la individualidad, el intento de acabar con su vida de Beale se convierte en un ejemplo colectivo, y un tema público.
Su popularidad o notoriedad por ser un personaje público, le da credibilidad a todo lo que diga frente a la pantalla de 21 pulgadas.
Beale está loco, pero el público lo está más porque toma sus palabras y las repiten como si fuese un verdadero profeta.
Repiten sus palabras, las gritan por las calles como si éstas fuesen a cambiar su entorno, el slogan por consiguiente substituyen a las acciones.
Un personaje que merece también ser resaltado es el interpretado por Fay Dunaway, porque ella es el retrato de la ambición femenina.
Si el mundo es un negocio, ella sabe perfectamente como encajar en la corporación jugando las cartas que tiene a su favor, su belleza y sexualidad.
Ella ve el acto sexual como algo clínico, y un medio para alcanzar metas más ambiciosas.
En este film se resume el estado decadente de la sociedad, de sus instituciones políticas y sociales.
Se plantea la influencia que tienen los medios masivos sobre la sociedad; los movimientos que pueden generarse por charlatanes que tienen credibilidad sólo por estar del otro lado de la pantalla.
Se juega con los consumidores sólo para atraerlos hacia su autodestrucción, al tratarlo como autómatas y target homogeneizado, se deja de lado su espiritualidad, y verdaderas necesidades.
Sólo se busca es recuperar lo invertido y ganar el primer lugar en los ratings o preferencias.
Network termina con el asesinato a balazos de Beale, y con una selección de escenas de noticieros informando sobre el incidente con toda naturalidad, mezclada con sonidos de anuncios publicitarios.
Network es una bomba para el espectador!
Una de las enseñanzas que deja esta película es que la televisión es el reino de las emociones y de las apariencias.
Nos demuestra claramente, que la manipulación es el ámbito desde donde se estimulan las emociones, poniendo en crisis los mitos de la libertad y la racionalidad.
Incidir sobre las emociones permite llevar a los demás a modificar sus deseos, de manera que, creyendo hacer lo que desean, hagan lo que el emisor del programa desea.
Esta película resulta fundamental para dar cuenta de los efectos de la televisión en la manipulación que hace sobre los ciudadanos.
La ley de la oficina es la ley de la selva.
Y todos estamos histéricos, heridos de muerte, listo a resistirnos al infierno de la vida.
El implacable mundo del cual somos simples pero efectivísimos cómplices en forma de insignificantes números, escasos de valor por separado, pero enormemente valiosos en conjunto, sigue girando con parsimonia ante nuestra inconsciente e impasible mirada, mientras arriba, en las alturas se frotan las manos y brindan a nuestra salud por la eterna hipocresía...
“Edward George Ruddy died today!
Edward George Ruddy was the Chairman of the Board of the Union Broadcasting Systems, and he died at eleven o'clock this morning of a heart condition, and woe is us!
We're in a lot of trouble!
So.
A rich little man with white hair died.
What has that got to do with the price of rice, right?
And "why" is that woe to us?
Because you people, and sixty-two million other Americans, are listening to me right now.
Because less than three percent of you people read books!
Because less than fifteen percent of you read newspapers!
Because the only truth you know is what you get over this tube.
Right now, there is a whole, an entire generation that never knew anything that didn't come out of this tube!
This tube is the Gospel, the ultimate revelation.
This tube can make or break presidents, popes, prime ministers...
This tube is the most awesome God-damned force in the whole godless world, and woe is us if it ever falls in to the hands of the wrong people, and that's why woe is us that Edward George Ruddy died.
Because this company is now in the hands of CCA - the Communication Corporation of America.
There's a new Chairman of the Board, a man called Frank Hackett, sitting in Mr. Ruddy's office on the twentieth floor.
And when the twelfth largest company in the world controls the most awesome God-damned propoganda force in the whole godless world, who knows what shit will be peddled for truth on this network?
So, you listen to me.
Listen to me:
Television is not the truth!
Television is a God-damned amusement park!
Television is a circus, a carnival, a traveling troupe of acrobats, storytellers, dancers, singers, jugglers, side-show freaks, lion tamers, and football players.
We're in the boredom-killing business!
So if you want the truth...
Go to God!
Go to your gurus!
Go to yourselves!
Because that's the only place you're ever going to find any real truth.
But, man, you're never going to get any truth from us.
We'll tell you anything you want to hear; we lie like hell.
We'll tell you that, uh, Kojak always gets the killer, or that nobody ever gets cancer at Archie Bunker's house, and no matter how much trouble the hero is in, don't worry, just look at your watch; at the end of the hour he's going to win.
We'll tell you any shit you want to hear.
We deal in “illusions”, man!
None of it is true!
But you people sit there, day after day, night after night, all ages, colors, creeds...
We're all you know.
You're beginning to believe the illusions we're spinning here.
You're beginning to think that the tube is reality, and that your own lives are unreal.
You do whatever the tube tells you!
You dress like the tube, you eat like the tube, you raise your children like the tube, you even “think” like the tube!
This is mass madness, you maniacs!
In God's name, you people are the real thing!
“WE” are the illusion!
So turn off your television sets.
Turn them off now.
Turn them off right now.
Turn them off and leave them off!
Turn them off right in the middle of the sentence I'm speaking to you now!
TURN THEM OFF...”
Howard Beale
Solo se sabe que tardó varios días en conseguirse el efecto esperado.
Esta película está inspirada en el suceso de Christine Chubbuck, periodista estadounidense que se suicidó durante su transmisión matutina en vivo, en 1974.
Cuando uno averigua que Rocky ganó el Oscar a mejor película de 1976, solo existen dos hipótesis posibles:
O la academia de verdad se dejó conmover demasiado por el boxeador de extraño acento italiano y su oportunidad de oro, o entendió que darle un reconocimiento a una película como "Network" era darle una patada en donde sabemos a la máquina que le da de comer a Hollywood, los noticieros y los medios de información en general.
Por esa razón, también supongo, ésta no es la clásica película que los canales de Rupert Murdoch transmiten un domingo cualquiera.
Aun así, fue galardonada con cuatro Premios Óscar: al mejor actor principal (Peter Finch), con carácter póstumo; a la mejor actriz principal (Faye Dunaway), a la mejor actriz de reparto (Beatrice Straight), y al mejor guión original (Paddy Chayefsky).
Peter Finch murió antes de que se realizara la ceremonia de los Premios de la Academia, y es, junto a Heath Ledger, uno de los dos únicos actores que han recibido el premio de forma póstuma.
En tanto, la actuación de Beatrice Straight como la esposa del personaje de Holden tomó solamente 5 minutos 40 segundos de pantalla, siendo la actuación más corta en ganar el Óscar a la mejor actriz de reparto.
Kathy Cronkite (hija de Walter Cronkite) aparece como la heredera secuestrada de Mary Ann Gifford.
Lance Henriksen tiene un pequeño papel como abogado de la UBS en la casa del personaje Ahmet Khan.
Tim Robbins tiene un pequeño papel como uno de los seguidores del personaje Ahmet Kahn.
Network ganó tres de los cuatro premios a la actuación, igualando el récord de 1951 de A Streetcar Named Desire.
Junto a Who's Afraid of Virginia Woolf?, Reds y Coming Home, Network es la última película a la fecha en haber recibido nominaciones en las cuatro categorías de actuación.
En 2000, fue seleccionada para ser preservada como parte del National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, por ser "cultural, histórica y estéticamente significativa".
En 2002, fue admitida en el Salón de la Fama de la Producers Guild of America por ser una de las películas que "ha establecido un nivel de calidad perdurable para el espectáculo estadounidense", irónico!.
En 2006, el guión de Paddy Chayefsky fue votado por la Writers Guild of America, East, como uno de los diez mejores guiones para películas de todos los tiempos, un puesto ligeramente superior a uno otorgado por el American Film Institute diez años antes.
Network cuenta con un excelente guión, salpicado con notas de humor corrosivo, revela el mundo televisivo tal cual es, adentrándose en lo más profundo de sus entrañas.
Unos diálogos magníficos, en boca de unos personajes, cuál de todos mejor retratados:
Un lunático locutor de televisión que se cree un Mesías, un directivo trepador y sin escrúpulos, una joven periodista ambiciosa, o el último reducto de la decencia periodística, encarnado por un impecable William Holden.
En este film se puede trazar el vínculo entre la comunicación masiva y el consumo, donde los productores y emisores no sólo deben seducir a los destinatarios sino justificarse racionalmente.
La publicidad se encarga de hacer un producto atractivo, resaltando sus cualidades y beneficios para así lograr la venta del mismo.
Está implícito todo un proceso de creación, tácticas para alcanzar el objetivo: vender; en este film se puede entonces ver explícitamente la decadencia de la programación de la televisión.
El contexto en el que se desarrolla el relato cinematográfico, es Norteamérica; en la que se critica duramente la sociedad diciendo en uno de los diálogos de la película entre el actor Ned Beatty y Peter Finch;
No hay América, no hay democracia, sólo hay IBM e ITT...
Esas son las naciones del mundo hoy en día...
Ya no vivimos en un mundo de naciones y de ideologías el mundo es un colegio de corporaciones, inexorablemente determinado por las leyes inmutables de los negocios.
El mundo es un negocio.
Se habla entonces de una cultura basada en las computadoras, en una sociedad movida por el dinero, los negocios y no por filósofos, doctrinas ni grandes pensadores de todos los tiempos.
No hay naciones, los límites se desvanecieron con la globalización con medio siglo de movimientos masivos de poblaciones, de expansión transnacional de los bienes de consumo y de las comunicaciones debilitaron la omnipresencia de las tradiciones locales en la vida diaria…
En Network se plantean las colectividades en vez de la individualidad, el intento de acabar con su vida de Beale se convierte en un ejemplo colectivo, y un tema público.
Su popularidad o notoriedad por ser un personaje público, le da credibilidad a todo lo que diga frente a la pantalla de 21 pulgadas.
Beale está loco, pero el público lo está más porque toma sus palabras y las repiten como si fuese un verdadero profeta.
Repiten sus palabras, las gritan por las calles como si éstas fuesen a cambiar su entorno, el slogan por consiguiente substituyen a las acciones.
Un personaje que merece también ser resaltado es el interpretado por Fay Dunaway, porque ella es el retrato de la ambición femenina.
Si el mundo es un negocio, ella sabe perfectamente como encajar en la corporación jugando las cartas que tiene a su favor, su belleza y sexualidad.
Ella ve el acto sexual como algo clínico, y un medio para alcanzar metas más ambiciosas.
En este film se resume el estado decadente de la sociedad, de sus instituciones políticas y sociales.
Se plantea la influencia que tienen los medios masivos sobre la sociedad; los movimientos que pueden generarse por charlatanes que tienen credibilidad sólo por estar del otro lado de la pantalla.
Se juega con los consumidores sólo para atraerlos hacia su autodestrucción, al tratarlo como autómatas y target homogeneizado, se deja de lado su espiritualidad, y verdaderas necesidades.
Sólo se busca es recuperar lo invertido y ganar el primer lugar en los ratings o preferencias.
Network termina con el asesinato a balazos de Beale, y con una selección de escenas de noticieros informando sobre el incidente con toda naturalidad, mezclada con sonidos de anuncios publicitarios.
Network es una bomba para el espectador!
Una de las enseñanzas que deja esta película es que la televisión es el reino de las emociones y de las apariencias.
Nos demuestra claramente, que la manipulación es el ámbito desde donde se estimulan las emociones, poniendo en crisis los mitos de la libertad y la racionalidad.
Incidir sobre las emociones permite llevar a los demás a modificar sus deseos, de manera que, creyendo hacer lo que desean, hagan lo que el emisor del programa desea.
Esta película resulta fundamental para dar cuenta de los efectos de la televisión en la manipulación que hace sobre los ciudadanos.
La ley de la oficina es la ley de la selva.
Y todos estamos histéricos, heridos de muerte, listo a resistirnos al infierno de la vida.
El implacable mundo del cual somos simples pero efectivísimos cómplices en forma de insignificantes números, escasos de valor por separado, pero enormemente valiosos en conjunto, sigue girando con parsimonia ante nuestra inconsciente e impasible mirada, mientras arriba, en las alturas se frotan las manos y brindan a nuestra salud por la eterna hipocresía...
“Edward George Ruddy died today!
Edward George Ruddy was the Chairman of the Board of the Union Broadcasting Systems, and he died at eleven o'clock this morning of a heart condition, and woe is us!
We're in a lot of trouble!
So.
A rich little man with white hair died.
What has that got to do with the price of rice, right?
And "why" is that woe to us?
Because you people, and sixty-two million other Americans, are listening to me right now.
Because less than three percent of you people read books!
Because less than fifteen percent of you read newspapers!
Because the only truth you know is what you get over this tube.
Right now, there is a whole, an entire generation that never knew anything that didn't come out of this tube!
This tube is the Gospel, the ultimate revelation.
This tube can make or break presidents, popes, prime ministers...
This tube is the most awesome God-damned force in the whole godless world, and woe is us if it ever falls in to the hands of the wrong people, and that's why woe is us that Edward George Ruddy died.
Because this company is now in the hands of CCA - the Communication Corporation of America.
There's a new Chairman of the Board, a man called Frank Hackett, sitting in Mr. Ruddy's office on the twentieth floor.
And when the twelfth largest company in the world controls the most awesome God-damned propoganda force in the whole godless world, who knows what shit will be peddled for truth on this network?
So, you listen to me.
Listen to me:
Television is not the truth!
Television is a God-damned amusement park!
Television is a circus, a carnival, a traveling troupe of acrobats, storytellers, dancers, singers, jugglers, side-show freaks, lion tamers, and football players.
We're in the boredom-killing business!
So if you want the truth...
Go to God!
Go to your gurus!
Go to yourselves!
Because that's the only place you're ever going to find any real truth.
But, man, you're never going to get any truth from us.
We'll tell you anything you want to hear; we lie like hell.
We'll tell you that, uh, Kojak always gets the killer, or that nobody ever gets cancer at Archie Bunker's house, and no matter how much trouble the hero is in, don't worry, just look at your watch; at the end of the hour he's going to win.
We'll tell you any shit you want to hear.
We deal in “illusions”, man!
None of it is true!
But you people sit there, day after day, night after night, all ages, colors, creeds...
We're all you know.
You're beginning to believe the illusions we're spinning here.
You're beginning to think that the tube is reality, and that your own lives are unreal.
You do whatever the tube tells you!
You dress like the tube, you eat like the tube, you raise your children like the tube, you even “think” like the tube!
This is mass madness, you maniacs!
In God's name, you people are the real thing!
“WE” are the illusion!
So turn off your television sets.
Turn them off now.
Turn them off right now.
Turn them off and leave them off!
Turn them off right in the middle of the sentence I'm speaking to you now!
TURN THEM OFF...”
Howard Beale
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