Evita

"Prefiero ser Evita, antes de ser la esposa del Presidente, si ese Evita es dicho para calmar algún dolor en algún hogar de mi patria"

Eva no es un cuento...
Es revolución.
Controvertida y polémica; santa para muchos, diablo para otros; altruista o arribista; pero sin lugar a dudas una importante figura exportada de la Argentina.
Eva Perón, idolatrada por las masas y odiada por los militares y la burguesía, es el centro de esta película de Alan Parker, desde que viaja a Buenos Aires de la mano de un cantante de tango - Sr Magaldi- hasta que muere a los 33 años de edad vencida por el cáncer.
Partiendo de dicha figura como espina vertebral y basándose en el musical que hiciera hace 20 años Andrew LLoyd Webber; Alan Parker revoluciona la puesta en escena y el concepto del musical con su película Evita.
El caso de Evita si bien de una adaptación se trata, es un concepto totalmente renovado dentro del cine que no se había dado hasta la fecha, y que no se ha vuelto a repetir.
Lo que podría suponer una desventaja para algunos, es un total acierto que dota a la cinta de un ritmo constante, muy limpio y equilibrado, que mantiene incólume la esencia de su origen broadwayano.
Tras los problemas que supuso la elección de la diva del pop para interpretar a la dama argentina, hay que decir que su actuación, a excepción del resto de sus cintas, es bastante adecuada, contenida y en todo momento lograda.
Si bien el vestuario, las localizaciones y la caracterización ayudaron bastante a la preparación de su personaje, que exigió maratónicas sesiones para dominar uno de los bailes más sensuales, el tango, estamos ante un buen trabajo de la artista.
En cuanto a Banderas, aparta su histrionismo y sobreactuación habitual para interpretar - con muy buena voz- a un Che que pone el contrapunto perfecto a la ambición rubia - memorable el vals que ambos comparten en la película con una coreografía exquisita.
Pero vayamos, paso a paso, la historia obliga a relatar primero lo que es primero:
A Evita hay que juzgarla más por sus actos que por sus palabras.
María Eva Duarte de Perón conocida como Evita, fue una actriz y política argentina.
Como primera dama, promovió el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y de la mujer, entre ellos el sufragio femenino y realizó una amplia obra social desde la Fundación Eva Perón.
Eva fue hija de Juan Duarte y Juana Ibarguren, anotada como Eva María Ibarguren modificando su apellido por Duarte y sus dos nombres invertidos en el orden.
Con Juana Ibarguren, Juan Duarte tuvo cinco hijos, pero no reconoció a ninguno de ellos.
Eva viviría en el campo hasta 1926, fecha en la que el padre falleció y la familia quedó desprotegida completamente, debiendo abandonar la estancia en la que vivían.
Estas circunstancias de su niñez, en las condiciones de discriminación de los primeros años del siglo XX, marcaron profundamente a Eva.
En Junín afloró la vocación artística de Eva.
A Eva le gustaba recitar.
En esta época Eva muestra también sus condiciones para el liderazgo, acaudillando a uno de los grupos de su grado.
Ya por entonces Eva soñaba con ser actriz y migrar a Buenos Aires.
Durante los siguientes años Eva transitará un camino de escaseces y humillaciones, viviendo en pensiones baratas, y actuando intermitentemente para las compañías de teatro.
Lentamente Eva fue logrando un cierto reconocimiento, participando primero en películas como actriz de segunda línea, también como modelo, apareciendo en la tapa de algunas revistas de espectáculos, pero sobre todo comenzó una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica estable y cómoda.
En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón.
En esa época la Argentina atravesaba un momento crucial de transformaciones económicas, sociales y políticas.
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos en el departamento de esta última, de la calle Posadas.
Una vez en el gobierno, el peronismo en general y Evita en particular, impulsarían avanzadas leyes antidiscriminatorias para igualar a las mujeres con los varones y a los niños entre sí, sin importar la naturaleza de las relaciones entre sus padres, proyectos que fueron muy resistidos por la oposición, la Iglesia y las Fuerzas Armadas.
Finalmente en 1954, dos años después de su muerte, el peronismo logró sancionar una ley eliminando las discriminaciones más infamantes (hijos adulterinos, sacrílegos, mánceres, naturales, etc.), aunque manteniendo la diferencia entre hijos legítimos e ilegítimos.
El propio Perón, con quien se casaría, había sido registrado como hijo ilegítimo.
Eva comenzó abiertamente su carrera política acompañando a Perón, como su esposa, en la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946.
La participación de Eva en la campaña de Perón fue una novedad en la historia política argentina.
En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos (excepto en San Juan) y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica.
En general, la cultura machista dominante consideraba una falta de feminidad que una mujer opinara de política.
Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.
En la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el hecho de que Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres.
Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión: el “Feminismo Victorioso”, así como la igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida.
Perón, Evita y otros dirigentes peronistas pensaron en una gira internacional para 1947, inédita en aquel momento para una mujer, que pudiera ubicarla en el primer plano político.
Su intención era oficializarla como embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social instalados en Europa con la obvia intención de impulsarla a su regreso a hacerse cargo de un nuevo sistema de obras sociales. 
Eva Perón bautizó la gira con el nombre de "Arco Iris".
La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo.
Eva también usaba habitualmente la palabra "descamisados" para dirigirse a los trabajadores, término que se constituyó en un símbolo del peronismo y enfatizaba su propio origen humilde como forma de solidarizarse con los trabajadores.
Evita alcanzó una gran popularidad y se convirtió todavía en vida en el centro de un vasto culto personalizado.
Cuadros y bustos de Eva Perón fueron colocados en prácticamente todos los edificios públicos y se usó su nombre y hasta su fecha de nacimiento para designar establecimientos públicos, estaciones de ferrocarril y subterráneo, ciudades, etc., incluyendo el cambio de denominación a Eva Perón de la provincia de La Pampa y de la ciudad de La Plata.
La veneración de la que era objeto entre las clases populares de la sociedad argentina, molestaba a la Iglesia Católica, al popularizarse gran cantidad de estampas que la representaban de modo similar al que se representa a la virgen María.
Idolatrada por sus seguidores de la clase trabajadora, simultáneamente era ferozmente odiada por la clase alta argentina.
Una muestra de este odio fue la leyenda "¡Viva el cáncer!" que se pintó en paredes de los barrios de clase alta en los días finales de su vida.
Eva Perón enfermó de un cáncer de cuello uterino.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. 
Pese a ello participaba en los actos públicos.
El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez.
Recibió tratamiento de rayos en varias ocasiones.
Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25.
A las 21 y 36 el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión:
"Cumple la Secretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación.
Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente..."
Tal como se menciona en el mensaje transmitido por cadena nacional en el que se anuncia su muerte, Evita portaba el título de "Jefa Espiritual de la Nación", otorgado por el Congreso de la Nación, pocos días antes de su muerte, el 7 de mayo, cuando ella cumplía 33 años.
Este es un título honorífico que sólo ella ha recibido en toda la historia institucional argentina.
La procesión fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición.
Cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer durante 14 años.
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó.
Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno".
El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid).
En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España.
Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver de Evita.
Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial. 
Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.
Entre las nuevas generaciones nacidas con posterioridad a su muerte, Evita ha sido rescatada como un ejemplo revolucionario, muchas veces asociado con el Che Guevara.
La relación simbólica entre Evita y el Che, ambos muertos trágicamente y jóvenes, ha sido destacada un sinnúmero de veces.
“Cuando los buitres te dejen tranquila y huyas de las estampas y el ultraje, empezaremos a saber quién fuiste”.
Que vida más fascinante, trascendental!
La vida de Evita ha sido motivo de una gran cantidad de obras artísticas, tanto en la Argentina como en el mundo.
Sin duda alguna la más conocida es la película musical Evita, interpretada por Madonna, basada en el musical que tanto éxito tuvo durante los años 70 y 80 y en el que destaca el tema "No llores por mí, Argentina".
Evita es un musical con música de Andrew Lloyd Webber y letra de Tim Rice.
Está inspirado en la película del director argentino Carlos Pasini-Hansen, Queen of Hearts (1972), basada en la vida y muerte de Eva Perón (1919-1952) y su influencia en la historia argentina a partir del ascenso al poder de su esposo Juan Perón como presidente del país.
La canción más famosa del musical es Don't cry for me Argentina ("No llores por mí, Argentina"), cuando Evita la canta desde el balcón de la Casa Rosada tras ganar Perón las elecciones presidenciales y convertirse en Primera Dama del país.
Se cuenta que esta canción fue la que se compuso en primer lugar, aunque no es la primera del espectáculo sino que ocupa una posición central en él, y sus autores tuvieron claro que sería la más recordada.
Eligiéndola a modo de leitmotiv, los autores reutilizaron la melodía en otros dos temas de la obra, Oh What a Circus (interpretado por el personaje de Che) y Evita Final Broadcast, cuando Evita ya enferma se despide del pueblo en una segunda aparición en el balcón de la Casa Rosada.
El tema principal del musical, y representa un emotivo discurso de Eva Perón a los descamisados desde el balcón de la Casa Rosada.
La canción ha sido interpretada por las mismas actrices que han encarnado a Evita en las representaciones teatrales así como otras de la talla de Sarah Brightman, Olivia Newton-John, Joan Báez, Donna Summer, Dolores O'Riordan y Sinéad O'Connor, por su parte, Madonna grabó varias versiones, entre ellas un remix y fue número uno en las listas de ventas.
Evita (1975), el musical británico fue producido por el compositor inglés Andrew Lloyd Weber, escrita por Tim Rice y protagonizada por Elaine Paige en el London's West End, por Patti LuPone en Broadway (Nueva York), por Paloma San Basilio en España e Hispanoamérica.
Luego del éxito mundial del musical comenzó a analizarse la posibilidad de realizar una película. 
Inicialmente se barajó que el papel de Evita lo interpretara Barbra Streisand y el de Che Barry Gibb, con dirección de Ken Russell, pero nunca materializó.
Ames u odies a Madonna, Evita fue un imán para muchos ojos.
Después de más de doce años de carrera, en 1996 dos de los sueños más grandes de Madonna se hicieron realidad.
El 14 de octubre de1996 nació en Los Ángeles (California) Lourdes María Ciccone León, su primera hija.
Por si fuera poco, a principios de año Madonna había logrado el papel principal de Evita en la adaptación dirigida por Alan Parker del famoso musical de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice.
Este papel lo deseaba desde 1988.
Madonna, quizá en el único papel bueno de toda su carrera, retrata exquisitamente a una Eva Duarte, que siguiendo el camino trazado por su ambición, y llega a convertirse en la primera dama de Argentina.
La diva afirmó una vez:
“Este es el personaje para el que nací.
Puse todo de mi parte porque era algo más que un papel de una película.
Era tan emocionante e intimidante al mismo tiempo.
Y fue lo más lejos que tuve que impulsar mi creatividad.
En cada nivel, obtuve un gran aprendizaje.
Y estoy más orgullosa de Evita que de cualquier otra cosa que hice”.
Durante mucho tiempo, Madonna había deseado personificar a Perón, e incluso escribió una carta al director Alan Parker, explicando el porqué era perfecta para el papel.
Después de asegurarlo, asistió a clases de música para mejorar su voz y aprendió sobre de la historia de Argentina y Perón.
Durante el rodaje cayó enferma muchas veces, comentando:
«La intensidad de las escenas que hemos estado grabando, la cantidad de trabajo emocional y la concentración necesaria para terminar el día son tan agotadoras física y mentalmente, que estoy segura que tendré que ser hospitalizada cuando termine.»
Durante el rodaje de Evita, Madonna tuvo que tomar lecciones de canto, que aumentaron su rango vocal aún más.
De esta experiencia comentó:
«Estudié con un entrenador vocal para Evita y me di cuenta que había una gran parte de mi voz que no estaba usando.
Antes, creía que tenía un alcance muy limitado y que sólo debía sacar el máximo provecho de ella.»
Evita es un film histórico donde fueron necesarios casi 6 mil atuendos para las escenas.
Madonna usó 370 trajes diferentes, fijando un récord Guinness por el mayor número de cambios de vestuario en una película, superando la anterior marca de Elizabeth Taylor en Cleopatra (1963),
En la película Madonna se cambia 85 veces, lleva 39 sombreros, 45 pares de zapatos, 59 pares de pendientes y 42 peinados distintos.
Para reproducir el vestuario de Eva, Penny Rose tuvo varios encuentros con Gianfranco Ferre de Dior en París; con Bulgari por las joyas; con Fendi por las pieles; y Salvatore Ferragamo, trabajó con cueros de armadillo, lagarto y serpientes exóticas para cumplir con los requerimientos del papel.
La extravagante primera dama les compró todos los modelos; asimismo, Ferrragamo fabricó 36 pares más para el resto de la filmación.
Sin contar las pelucas, prótesis de ojos y dientes utilizados para el film.
Evita fue el musical que abrió el filón de los 90 para musicales como Moulin Rouge, Chicago, etc.
Pero la de Parker tiene, desde mi punto de vista, algo que no tiene ninguna de las otras: clasicismo puro y duro.
Evita está rodada con una elegancia y un carisma en la dirección que se remonta a los musicales más destacados: My Fair Lady, West Side Story incluso Cabaret.
Seriedad y buenos modos al lado de la elegancia: una cámara fluida que se mueve al ritmo de la excelente música de Lloyd Webber y que se vale de una fotografía y de un montaje ejemplares.
A ello, hay que añadir una portentosa interpretación de Madonna (lo nunca visto o pensado...) en un olvido de la Academia tan estúpido como hipócrita.
Tal vez el rigor histórico no sea exacto y se exageren o se haga énfasis en algunos aspectos morbosos del personaje, pero la ambientación, el vestuario, el reflejo de la época, los numerosos extras que se manejan, el ambiente en el que te envuelve desde el primer segundo, con perfume a cine de gran altura y sobre todo las canciones, especialmente algunas, hacen que pasen más de dos horas en un suspiro.
Evita es una película estadounidense de 1996, filmada en Argentina principalmente, escrita, producida y dirigida por Alan Parker.
Protagonizada por Madonna y Antonio Banderas en los papeles principales, narra la vida de Eva Perón.
Es una adaptación muy fiel de la obra musical homónima de 1976, con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice.
Esta adaptación al cine fue ganadora de importantes premios internacionales y afianzó a Madonna como una intérprete fiable y versátil, rebatiendo las críticas contra su elección para el papel.
Al igual que en la versión primitiva estrenada en teatros, todos los diálogos de la película son cantados (salvo unas frases sueltas), mayormente por la propia Eva Perón y por Che, un personaje ficticio que es el narrador del relato y que comenta irónicamente la trayectoria de la que fuera mujer de Juan Perón.
Dicho personaje, interpretado por Antonio Banderas, se suele identificar como Che Guevara, aunque se ha desmentido tal idea, afirmándose que el apelativo «che» es muy común en Argentina, y solo representa al ciudadano común de ese país, podemos decir que Che es el pueblo en cada nivel social, debido a que aparece en todos los estratos, por tanto, Che es Argentina.
Históricamente, el Che Guevara no pudo tener ninguna relación con Eva Perón porque no fue peronista y tampoco llegó a conocerla.
Sin embargo, hay que matizar que la película sigue al pie de la letra la ópera rock de la década de 1970.
En un recurso artístico habitual en cine, música y otros géneros, la protagonista de la obra es presentada como una heroína, y si bien se deslizan algunos de sus defectos, toda la obra está perfilada y condicionada por un afán de persuadir, entretener y emocionar al público.
Eva Perón sigue siendo un personaje muy debatido, con luces y sombras, y resulta difícil juzgarlo con neutralidad, especialmente en su país.
Entre las canciones más destacadas se encuentran Don´t cry for me Argentina y You Must Love Me, ésta última merecedora del Premio Oscar a la mejor canción de 1996, y creada específicamente para la película, ya que no existía en la versión original, y recibiendo otras 4 nominaciones: Mejor fotografía, Mejor dirección artística, Mejor montaje y Mejor sonido, y con 5 nominaciones al Globo de Oro: Mejor director, Mejor actor - Comedia o musical, ganando como Mejor película - Comedia o musical, Mejor actriz - Comedia o musical para Madonna y Mejor canción original You Must Love Me para Tim Rice y Andrew Lloyd Webber.
"Evita" también es la banda sonora de la película homónima y un álbum de la cantante Madonna, producido por Nigel Wright, Alan Parker, Andrew Lloyd Webber y David Caddick.
Al igual que en otras adaptaciones de musicales a cine, los actores debían rodar las escenas haciendo «playback» de las canciones, ya que técnicamente no es posible rodar las tomas con voz en directo.
Por esta razón, antes del rodaje se grabó toda la música, proceso que en este caso fue bastante complicado.
Se pretendió grabar las canciones con cantantes y orquesta a la vez, pero Madonna no pudo acompasarse a la orquesta, y tras escenas un tanto desagradables (llegó a llorar), se decidió grabar las canciones según el método habitual en el pop: la música se grababa sin voz, en una pista de sonido, y luego Madonna cantaba sobre ella.
A pesar de tales problemas, la contribución de Madonna fue calificada de excelente, ya que se había sometido a un trabajoso proceso de perfección vocal. 
El compositor Andrew Lloyd Webber ya puntualizó previamente que la protagonista sería elegida por sus aptitudes reales y que él no modificaría una nota para suplir posibles limitaciones de ella.
Los progresos de Madonna en cuanto a técnica le permitieron aportar un toque más cristalino a su siguiente álbum, Ray of Light, y fueron también positivos para sus posteriores actuaciones en vivo, al dominar mejor las técnicas de respiración.
Para acompañar el estreno de la película, sale a la venta el soundtrack original de la cinta.
Al principio salió un sólo disco con 19 temas ("Music from the Motion Picture"), pero más tarde salió una edición doble con 31 temas con la completa ópera musical, incluyendo partes instrumentales ("The Motion Picture Music Soundtrack").
Eva, Evita y Madonna tienen mucho en común, la vida que llevaron para llegar a ser lo que fueron y lo que son ahora, pero me impacta la sensibilidad de la diva original, la Primera Dama de la República Argentina:
“Compañeros, compañeros...yo no renuncio a mi puesto de lucha.
Yo renuncio a los honores.
(Llorando)
Yo haré, finalmente, lo que decida el pueblo.
(Aplausos y vivas)
¿Ustedes creen que si el puesto de vicepresidenta fuera un cargo y si yo hubiera sido una solución no habría contestado ya que sí?”

«Volveré y seré millones»
Túpac Catari



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