La Mission

"De la espina sale la flor."

Durante décadas La Mission ha mantenido un atractivo sus coloridos murales, la música en las calles, el olor de la deliciosa cocina latinoamericana.
No cabe duda del porqué del atractivo de La Mission para revistas de viajes como uno de los mejores vecindarios en el mundo para vivir el nexo cultural y epicentro de una comunidad menguante de mexicanos, centroamericanos y sudamericanos de San Francisco.
‘La Mission’ (2009) es la historia de Che Rivera (Benjamin Bratt), un conductor de autobús de San Francisco, respetado en su barrio por la construcción de hermosos coches, y por su forma áspera y machista, ex-prisionero y alcohólico rehabilitado, la ruta de Che a la redención es puesta a prueba cuando descubre que su orgullo y alegría - su único hijo, Jesse (Jeremy Ray Valdez) - es homosexual.
En un ataque homofóbico, Che violentamente golpea a su hijo y lo desecha.
Por orgullo, pierde a su hijo - el "mejor amigo que él tiene" - y una vez más se pierde a si mismo. Emocionalmente roto y vulnerable, Che se queda aislado y solo.
En un momento de catarsis en las calles de La Misión, Che se da cuenta de que su orgullo patriarcal no tiene sentido para él, y para mantenerla, ha sacrificado la única cosa que él valora más - el amor.
La película se titula así porque ocurre en el barrio latino de ese nombre en San Francisco, vecindario nombrado como la sexta misión religiosa española establecida en Alta California, Misión San Francisco de Asís.
La Mission es una lección para todos los padres, para saber qué no hacer en caso de descubrir que un hijo es homosexual.
No se puede ser devoto de la Virgen de Guadalupe y maltratar a una persona por eso.
Por supuesto, como dice el lema de la película, de la espina sale la flor, y a Che le tocará hacerse un autoexamen que cuestione sus convicciones.
La historia refleja de manera certera a las familias que viven en La Mission, con diálogos que uno escucharía en cualquier esquina del barrio.
Todos los personajes en la película están basados en personas reales que crecieron con los hermanos Bratt. Muchos de los actores y extras de la película son originarios de La Mission, y bastantes de ellos se aventaron como actores por primera vez.
Algunos de los extras que aparecían en varias escenas que mostraban a jóvenes muertos como consecuencia de la violencia de las pandillas en La Mission son de hecho sus familiares, lo que muestra un valor inmenso al querer compartir el pasaje más doloroso de sus vidas.
Ese coraje ayudó a producir una película espeluznante que en ocasiones se hace difícil de ver.
El personaje de Benjamin como una persona tatuada muy segura de sí misma que está dejando el alcohol y siempre está a punto de golpear a alguien es encomiable.
Y a pesar de una personalidad enojada hipermasculina, la vulnerabilidad de su personaje se deja ver en la pantalla.
El mensaje clave es, según el actor, que:
"El mayor tesoro con que cuentan los latinos es el amor incondicional que sienten por su familia", algo que emana a lo largo de la película y que hace que Che inicie "un viaje espiritual de salvación para cambiar y poder recuperar a un hijo al que ha maltratado por ser gay".
Ese "amor familiar" es uno de los valores que el propio actor asegura que transmite a la familia que ha formado junto a la actriz de origen puertorriqueño Talisa Soto, quien también aparece en el filme, y con quien tiene dos hijos.
Cine independiente lleno de mensajes con una banda sonora "de película", altamente recomendada para el núcleo familiar.
Con música a cargo de Mark Kilian.

"Si mis dos hijos vinieran un día y me dijeran que son homosexuales, los apoyaría en todo lo que pudiera, porque los amo sobre todas las cosas, respetaré cualquier elección que ellos tomen mientras sean buenas personas consigo mismas y con los demás".
Benjamin Bratt

"Lo peor que se le puede decir a un latino o un negro es que es un marica o una mujercita.
Creo que esto se debe a nuestra educación religiosa cristiana.
Es algo muy arraigado en nuestra cultura hispana, la no aceptación de los homosexuales.
Pero mi película no solo trata sobre la homosexualidad, sino también sobre la violencia con la que vivimos todos los días.
Todos los personajes están afectados o son víctimas de una forma u otra de violencia, ya sea doméstica, callejera, de pandillas.
Los niños hoy día están acostumbrados a juegos electrónicos en los que hay que matar para obtener puntos".
Peter Bratt. (Director del film)

La sociedad estadounidense está compuesta por una mezcla de razas y culturas que conviven en un mismo lugar luchando por mantener su propia identidad.
Sin embargo, todas sus penas y frustraciones encuentran un detonador en la violencia.
Su "Constitución" les garantiza el derecho a portar armas.
Por tanto, la sociedad acepta la violencia como algo normal.

Un film arriesgado, digno de verse y que protesta en contra del odio, la violencia y a la discriminación.




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