Kill Bill Vol. 1

ティア離れてその雌犬!

Now, if any of you sons of bitches got anything else to say, now's the fucking time!

Ojo por ojo, diente por diente.
La venganza como medio de justicia, los villanos deben pagar sus cuentas con las mismas armas que ellos utilizan.
Una asombrosa lección de estilo, un riguroso catálogo de material popular y un festival de guiños, homenajes, devociones y conmemoraciones cinéfilas.
Naturalmente, Kill Bill Vol. 1 es al mismo tiempo un homenaje y una nueva versión de las películas de género que ha visto y adora Quentin Tarantino: los spaghetti westerns, las películas chinas de artes marciales y las películas japonesas de Samuráis y anime. 
En pocas palabras, Tarantino describe la película como una "mezcla" del cine gore del que se ha empapado en los últimos 35 años.
La película se divide en capítulos, cada uno de ellos con el estilo y el ritmo de un género cinematográfico específico, que se entrelazan con referencias a la cultura pop y a otros géneros.
Cuando se mezcla una secuencia de una película yakuza con imaginería anime japonesa y banda sonora de un western italiano, el resultado es la apabullante energía temática y emocional que dota de su inmensa fuerza a todos estos géneros. 
Tarantino no sólo evoca la llamativa y cautivadora puesta en escena del cine de género, sino también su espíritu rebelde.
Tarantino bebe en gran medida del legendario Sergio Leone, en especial de esa absoluta obra maestra que es Once Upon a Time in the West, 1968. 
De hecho, los planos cortos de los rostros de los personajes, la utilización de una música propia del western (temas de Luis Bacalov y del mismísimo Ennio Morricone lo atestiguan en su extraordinaria banda sonora), los momentos de pausa que frenan en seco la acción trepidante, las frases lacónicas y desafiantes o el protagonismo de la muerte emparentan a esta cuarta y personalísima obra del director de Pulp Fiction con las películas del oeste del genio italiano.
Kill Bill es una película épica de dos partes. 
Uma Thurman actúa en el papel de Beatrix Kiddo, un personaje conocido durante la película simplemente como "la Novia" que decide vengarse de Bill (David Carradine) y su escuadrón. 
Otros miembros del reparto incluyen a Vivica A. Fox, Lucy Liu, Michael Madsen, Sonny Chiba y Daryl Hannah.
Debido a la duración de cuatro horas de la película original, se decidió durante la producción separar la película en dos partes, llamadas "Volumen 1" y "Volumen 2", lanzadas en octubre de 2003 y febrero de 2004 respectivamente.
La película comenzó con una dedicatoria al director japonés Kinji Fukasaku,y estuvo inspirada en la película de animación japonesa Blood: The Last Vampire.
Kill Bill puede traducirse literalmente como "Matar a Bill". 
Sin embargo, "bill" en inglés también significa "cuenta" o "recibo" por lo que una traducción más libre (para apreciar el doble sentido) sería Saldar cuentas
Por otra parte, en japonés no se distingue la l de la r, y el título se lee "キル・ビル" (Kiru Biru). 
El verbo kiru (切る) significa "cortar" o "rebanar", como con una katana.
La historia de "Kill Bill" está dividida en dos volúmenes, los cuales cuentan con cinco capítulos cada uno. 
Está presentada de una manera no lineal, utilizando el racconto, común en películas de Quentin Tarantino.
Lo que no se supo nunca fue, que cada uno de sus integrantes, todos ellos asesinos profesionales especializados en diversas disciplinas, tiene el nombre de una especie de serpiente, salvo el jefe, Bill, cuyo apodo es Snake Charmer (Encantador de serpientes).
Bill mandó a Beatrix a asesinar a Lisa Wong, pero durante el viaje ella había vomitado en el avión y temió estar embarazada. 
Mientras se hacía la prueba de embarazo en el hotel, Karen Kim, una asesina mandada por Wong aparece en su habitación. 
Ambas hablan sobre el embarazo de Beatrix, que da positivo, y Karen la deja ir con la condición de que no lleve a cabo su misión. 
Meses después, Bill, que no había sabido nada más de ella y había supuesto que la habían matado, se enteró de lo ocurrido e intentó vengarse de ella acudiendo con su escuadrón a la capilla donde ensayaba su boda. Asesinaron a todos los asistentes y el propio Bill disparó a Beatrix en la cabeza. 
Dando por sentado que ésta había muerto abandonaron el lugar.
La última misión del grupo es confiada a Elle, consistente en ir al hospital donde está ingresada Beatrix y matarla mientras duerme, pero Bill se arrepiente y la llama en el último momento para decirle que no la mate, con la promesa de que si llegaba a despertar, le harían mucho más daño.
Por otro lado, curiosamente, Hattori Hanzō fue un samurái de los periodos Sengoku y Azuchi-Momoyama de la historia de Japón. 
También se le considera un ninja, el más conocido, líder del clan "shinobi no mono" de Iga. 
Hanzō fue hijo de Hattori Yasunaga, un samurai menor del clan Matsudaria (que posteriormente se convirtió en el clan Tokugawa que gobernó Japón hasta la era Edo) y sirvió bajo las órdenes de Tokugawa Ieyasu, donde ganó el apodo de Oni-Hanzō (Diablo Hanzo) debido a sus técnicas de combate desarrolladas en el campo de batalla. 
Esto es que se decía que tenía varias habilidades mágicas tales como teletransportación, y poderes psíquicos como psicoquinesis, precognición y clarividencia. 
Sus hombres eran los encargados de velar por la seguridad del Castillo Edo, de la cual una puerta fue nombrada con su nombre, lo cual aun perdura hasta nuestros días. 
Murió en 1596.
The Deadly Viper Assassination Squad (or DVAS) son:
Bill, Apodado Snake Charmer (encantador de serpientes), es interpretado por David Carradine.
Beatrix Kiddo, apodada Mamba Negra o La Novia, es interpretada por Uma Thurman.
Elle Driver apodada Crótalo de California, su especialidad es el envenenamiento, es interpretada por Daryl Hannah.
Vernitta Green, apodada Cascabel, su especialidad es el uso de arma blanca, es interpretada por Vivica A. Fox.
O-Ren Ishii, apodada Mocasín, O-Ren demuestra ser la más altiva y arrogante de todos los miembros del escuadrón (lo cual quiere decir bastante), es interpretada por Lucy Liu.
No le gusta ensuciarse las manos así que emplea a sus guardaespaldas como Gogo Yubari, Johnny Mo o su ejército personal, "Los 88 Maníacos". 
Demuestra tener mucho respeto por los rivales que están a su altura, como cuando se disculpa con Beatrix por faltarle al respeto. 
Y Budd, apodado Sidewinder (Crótalo cornudo), es interpretado por Michael Madsen.
Trabaja como matón en un club de striptease y es el querido hermano de Bill. 
Tarantino nos desarrolla la historia no tiene nada de convencional. 
No sólo vuelve a hacer virguerías con el tiempo narrativo (cosa que no creo que sea necesaria en una película de estas características) sino que pone, por primera vez, toda la carne en el asador en cuanto a trabajo de cámara se refiere. 
Y es un verdadero triunfo: la fotografía de Robert Richardson, habitual colaborador de Scorsese y el montaje de Sally Menke son sencillamente espectaculares, y el ritmo de Tarantino se adapta con igual virtuosismo a un diálogo que a una batalla, aprovechando las posibilidades del panorámico en todo su esplendor. 
Resultaba curioso preguntarse acerca de las habilidades del director en el ámbito del cine de acción puro y duro, pero la verdad es que pasa la nota con mucho. 
En ningún momento la acción resulta confusa o mareante y los últimos 20 minutos, en los que Thurman se enfrenta a los ochenta y ocho (¡) guardaespaldas de O-Ren Ishii, (una de sus antiguas compañeras) son una buena muestra de ello. 
Y más: empleo del blanco y negro, iluminación en violeta, cámara superlenta, dessaturaciones, planos secuencia de cinco minutos (el recorrido que hace la novia por “La casa de las hojas azules”, el restaurante de O-Ren), picados, contrapicados…en fin, un delirio visual.
Sin embargo, esta producción no está exenta de problemas: el corte brusco al que se ha visto sometido la película afecta en gran medida a las relaciones que se establecen con los personajes, al pasado de la novia y su relación con Bill. 
Inevitablemente, todo el mundo pensará en algún momento que “aquí falta algo”. 
Además, por una vez, el montaje no lineal, fragmentado de Tarantino juega en su contra: la batalla final sucede ANTES que lo que se nos enseña al principio de la película, con lo que Uma Thurman se pasa veinte minutos intentando matar a uno de sus compañeros cuyo destino es revelado al espectador avispado casi al comienzo mismo del film. 
Y por último, lo peor que se puede decir de Kill Bill Vol. 1 es su mayor virtud: es sádica, cruel y asquerosamente violenta. 
Hay decapitaciones, miembros del cuerpo volando como si fuera confeti, ríos de sangre, disparos en la cabeza, asesinatos realizados por niños (en la asombrosa parte anime del film) y delante de niños, ligeras referencias a la pedofilia, y, por si fuera poco, aparece el bote de vaselina más asqueroso de la historia del cine. 
Es tan excesiva, que la pérdida de toque humano es inevitable. 
Pero eso es porque, al final, Kill Bill Vol. 1 es entretenimiento puro y duro, una reinvención del cine de acción norteamericano bajo una combinación de ironía, humor, ternura y sadismo como no he visto antes. 
Si tomamos en serio a la película, podemos salir:
a) muy enfadados o
b) vomitando de asco a los cuarenta minutos.
La decisión es nuestra, pero sinceramente, es una película para mayores de 18 años.
Tarantino ha realizado la película que le ha dado la gana. 
Sin pretensiones, sin concesiones a las reglas. 
Cine libre en estado puro. 
Kill Bill Vol. 1, no Kill Bill Vol. 2, la cual es de inferior calidad, a pesar de tratarse de la continuación de la historia.

"La venganza es un plato que debe servirse frío."



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